Es la hora de la revolución social

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Los comunistas afirmamos que cada época histórica trata de un desarrollo y transformación de las relaciones de producción y de las formas de propiedad. Con anterioridad, la burguesía, cuando se trataba de una clase revolucionaria, desbancó al feudalismo y sus formas de propiedad e instauró el capitalismo, que vino a revolucionar las relaciones de producción que se dieron hasta entonces. La burguesía tomó como objetivo histórico el máximo desarrollo de los medios de producción y nuevas formas de propiedad. Una vez cumplida su función se ha transformado en la clase social más reaccionaria de la historia y en el principal peligro para la supervivencia y el desarrollo humano. Marx, en su “Contribución a la crítica de la economía política” (1859) decía que “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general”. El modo en que los hombres en interacción entre sí producen todo lo que es necesario para la vida revoluciona no solamente las relaciones de producción sino, además, nos dice en la misma obra que “Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí”. Como dijimos más arriba, la burguesía tomó como objetivo histórico el máximo desarrollo de los medios de producción y nuevas formas de propiedad que ahora chocan con las nuevas relaciones de producción que se han gestado en sus entrañas. Al cumplir su misión histórica, la burguesía crea a una clase social antagónica, el proletariado, desposeída de todo menos de su fuerza de trabajo, fuerza que se ha convertido en una simple mercancía más, y que inicia y desarrolla las leyes de la dialéctica materialista.

En primer lugar, la unidad y lucha de contrarios. Los contrarios se unen y se enfrentan, es donde se da la lucha de clases como motor de la historia. En segundo lugar, la negación de la negación. Uno de los contrarios se impone al otro, lo niega y se inicia así el fin de la lucha con un producto nuevo que nace de las entrañas de lo viejo pero que lleva adherido nuevos desarrollos, en este caso romper la traba por la que el sistema económico se ha convertido en un escollo insalvable para las relaciones de producción. En tercer lugar, el cambio de lo cuantitativo en cualitativo, época de la revolución social que trae aparejadas otras formas nuevas de propiedad que ya no representan una traba para las nuevas relaciones de producción que se gestaron anteriormente. Marx lo advierte en la misma obra “No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina la conciencia. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social”.

El capitalismo ha cumplido su misión histórica, revolucionar al máximo los medios de producción y se ha convertido en esa traba que expone Marx para el desarrollo y progreso social de la humanidad. Nuestro Partido ya lanzó una resolución en su último pleno sobre la misión histórica que había agotado la burguesía y que en dos de sus resoluciones dicen lo siguiente “la burguesía consciente de esta realidad de estar en la época de su fenecimiento, de la revolución social y del nacimiento del nuevo mundo socialista, pretenden extender su existencia y su dominio de la única manera que pueden, mediante el fascismo al objeto de reprimir a las fuerzas del progreso social, la clase obrera, y la guerra, puesto que a la burguesía no le queda otra que tratar de liquidar el excedente humano que para ella, y su moribundo y criminal mundo, genera la automatización”. Y también “Asimismo, la burguesía, hace progresar la técnica únicamente en aquellos campos que les llenan los bolsillos de dinero, así como en los terrenos de la represión y la guerra, suponiendo un freno para el progreso tecnológico en los campos vitales para el proletariado, que es la humanidad”.

Llegados a este punto afirmamos con base científica que las condiciones para la revolución ya están dadas. El freno de la burguesía al desarrollo social y la apropiación privada del trabajo social se han convertido en un escollo inasumible para el desarrollo de la humanidad entera.

El PCOE debe trasladar a la clase obrera este mensaje para que ésta se organice y arrebate los medios de producción a la clase parasitaria, asesina y reaccionaria, la burguesía, hecho que abrirá las puertas a un desarrollo humano ilimitado. Para la nueva sociedad, la socialista, el proletariado cuenta con el increíble desarrollo tecnológico que le lega la burguesía en su fenecimiento, para convertirlo en desarrollo social y no de una minoría egoísta y parasitaria. Contra la barbarie. el fascismo y la guerra que trae aparejado el capitalismo, en su fase imperialista, no queda otra que construir el socialismo dentro del cual la clase obrera se emancipe de la esclavitud asalariada y de la explotación capitalista, verdadera rémora histórica. Para ello, el proletariado, siempre contará con su vanguardia revolucionaria, el PCOE.

 

¡Por la revolución social!

¡Por la emancipación de la clase obrera!

¡Construye el futuro en el PCOE!

 

COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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