Solidaridad con los trabajadores del Metro de Sevilla
La empresa Metro de Sevilla Sociedad Concesionaria de la Junta de Andalucía S.A., propiedad en un 88’23% de Global Vía y en un 11,76% por la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, ha sido y está siendo un gran chollo para el capital privado como Sacyr, ACS, gea21, FCC y Bankia, que se han repartido los jugosos beneficios que este transporte “público” ha reportado 15 millones de euros en 2017 y 18 millones de euros en 2018.
Actualmente, el 100% de las acciones de Globalvia pertenecen a los fondos de pensiones OPTrust (Canadá), PGGM (Holanda) y USS (Reino Unido). Estos jugosos beneficios que obtienen los accionistas de Globalvia, que según sus propias palabras «tiene como objetivo estratégico la generación de valor para sus accionistas», sólo pueden obtenerse a base de exprimir a los trabajadores del Metro de Sevilla y dando un pésimo servicio a los usuarios, es decir, las clases populares.
La empresa ha estafado varias veces a los representantes de los trabajadores, como cuando se levantó de la mesa después de diez horas de negociación en vísperas del Viernes de Dolores, con el objetivo de culpar a los trabajadores del Metro de Sevilla de las consecuencias de una posible huelga.
Después de firmar un convenio donde los trabajadores del Metro de Sevilla, con la intención de poner fin al conflicto, ceden en sus pretensiones, la empresa arremete contra 8 trabajadores expedientándolos por lo que la empresa considera faltas graves. Para la empresa, por ejemplo, es una falta grave que un trabajador usara el metro entre San Bernardo y Prado de San Sebastián, es decir un trayecto de tan sólo una parada, para enseñar a su hijo dónde trabajaba su padre, suficiente para ser despedido fulminantemente. Sin embargo, la empresa lleva 10 años comprometiéndose a “realizar las gestiones oportunas ante la administración concedente a fin de conseguir de ésta el establecimiento de pases de favor de carácter anual para los empleados y familiares a su cargo”.
De esta situación es cómplice la Junta de Andalucía, que favorece el negocio privado concediendo la prestación de servicios públicos a empresas privadas, cuyo objetivo no es el bienestar de los trabajadores del Metro ni los que necesitan usarlo, si no incrementar la riqueza de sus accionistas, como ellos mismos reconocen.
Por tanto, la solución no puede venir ni de las instituciones públicas, al servicio de los capitalistas, ni de las fuerzas políticas presentes en el parlamento, pues tanto la pata derecha a la pata izquierda del régimen han gobernado durante toda la concesión.
Para cambiar la correlación de fuerzas, los delegados y comités de empresa han de unificar sus luchas, por ejemplo los trabajadores de los transportes públicos como autobuses, trenes, metros. Y de la misma manera, los delegados y comités de empresa pueden contribuir a unir a los trabajadores de todos los sectores de la economía. Eso permitiré romper con la estrategia de echar a unos trabajadores contra otros para boicotear sus luchas, lo cual es posible porque esas luchas son aisladas y dispersas.
La clase obrera, no puede seguir confiando en las instituciones públicas al servicio del Capital, y no le queda otra que levantar desde abajo las suyas propias, creando un parlamento obrero y popular formado por los representantes directos de los trabajadores (delegados de personal, comités de empresa) unidos a representantes surgidos de asambleas de vecinos en los barrios obreros, de jornaleros y pequeños campesinos en los pueblos, de estudiantes.
El pueblo trabajador debe organizarse así para tomar el control de la producción, la economía y la riqueza que produce con su sudor, salud y sangre (al menos 69 obreros muertos en los tajos en lo que va de año), pues el Capital no aporta nada a la sociedad, no hace más que parasitarnos.
Por la construcción de un poder obrero y popular
Por el Frente Único del Pueblo
Por el Socialismo
Secretaría de Agitación y Propaganda del Comité Provincial del PCOE en Sevilla