El PCOE ante los acontecimientos en Venezuela

Imagen destacada
image_pdfimage_print

Las elecciones del 28 de julio disparador del intento de golpe de estado del  imperialismo norteamericano, del fascismo, en Venezuela.

El pasado 28 de julio se celebraron los comicios a la presidencia de la República venezolana donde, con una participación del 59,97% de la población, el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, fue reelegido en su cargo con el 51,95% de los votos emitidos según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Como pudo comprobarse, dicha jornada electoral estuvo marcada por el sabotaje perpetrado contra el sistema electoral venezolano por EEUU y otros estados adláteres de éste en lo que fue la ejecución de un intento de golpe de estado por parte de la oposición fascista perfectamente pergeñado por parte de la reacción internacional dirigida, y encabezada, por los EEUU. Sabotaje contra los sistemas informáticos del CNE combinado con la quema de centros electorales, con maquinaria y elementos electorales, por parte de  guarimberos, muchos de ellos pertenecientes a bandas contrabandistas colombianas, que perseguía una acción combinada interna y externa de difusión de la idea del fraude electoral, para imponer a través de los medios de masas del capital, amplificados todos ellos, a través de las redes sociales, con un papel destacado de la red social propiedad de Elon Musk. La oposición fascista venezolana con sus guarimberos mercenarios provenientes de Colombia –  patrocinada por EEUU, la UE y la escoria fascista latinoamericana, encabezada por Milei – han quemado hospitales, escuelas, centros de acopio de alimentos, universidades, autobuses y han lanzado toda proclama golpista a las fuerzas armadas venezolanas al objeto de desoír la voluntad popular expresada por el pueblo venezolano y hacer efectivo el golpe de Estado que llevan años, décadas, tratando de ejecutar.

En palabras de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en su comunicado público de 29 de julio “estos actos terroristas de sabotaje a sedes de organismos públicos, incluyendo un centenar de centros electorales, oficinas del Consejo Nacional Electoral, edificaciones privadas, comandos de unidades militares y policiales; así como la destrucción de máquinas y material electoral, símbolos de identidad nacional como el Indio Coromoto en Guanare y esculturas del Comandante Chávez, entre otros, son expresiones de odio e irracionalidad que forman parte de un plan preconcebido por agrupaciones políticas que se sabían derrotadas. Pero además, comportan un intento de golpe de estado mediático soportado en las redes sociales y apoyado por el imperialismo norteamericanos y sus aliados externos e internos,

Inobjetablemente estamos en presencia del fascismo en su máxima expresión de una estructura internacional que está invirtiendo cientos de millones de dólares para desacreditar la extraordinaria demostración de civismo que hizo el pueblo venezolano en la pasada jornada electoral, la cual contó con la presencia de más de 900 observadores internacionales y de representantes de diferentes partidos que inscribieron sus candidatos en el marco de la normativa electoral constitucionalmente establecida”.

Lo que ha venido después ha mostrado con claridad la planificación del golpe de estado y ha servido para retratar a todo el mundo.

Atacar el sistema de volcado de los datos electorales de la CNE, atacar colegios electorales para tratar de impedir la publicación de los resultados a la par que divulgan unos resultados falsos con unas actas falsas que son publicadas desde una web alojada en un servidor ubicado en EEUU, propiedad de una empresa norteamericana, cuyo espacio se creó justamente el 27 de julio (el día previo a la celebración de los comicios), hacer un llamamiento al ejército a dar un golpe de estado, hacer un llamamiento a subvertir el orden constitucional venezolano y a la intervención extranjera – tanto militar como sanciones económicas – para escamotear el resultado electoral al pueblo venezolano e imponer el gobierno de la oposición fascista adlátere del imperialismo norteamericano para facilitar el saqueo del país, el reconocimiento por parte de dirigentes políticos de estados dirigidos por gobiernos  fascistas títeres de los EEUU como, por ejemplo, Argentina, Perú, Costa Rica, Ecuador o Panamá, entre otros, al candidato fascista Edmundo González.

En definitiva, un ejercicio de descalificación sistemático y no reconocimiento de la soberanía del pueblo venezolano donde la “verdad” era portada por la oposición reaccionaria apoyada por el fascismo internacional con EEUU a  la cabeza, y donde el estado venezolano era el instrumento de fraude al servicio de Maduro.

La denuncia interpuesta por Maduro ante el Tribunal Superior de Justicia venezolano, hizo que todos los candidatos, así como el Consejo Nacional Electoral entregasen toda la información. A excepción del candidato de EEUU de la MUD, el resto acudió a la citación del órgano judicial y entregaron toda la información requerida, a la par que se desmontaba el contenido de las supuestas actas de Maria Corina Machado y Edmundo González publicadas en una web norteamericana, quedando a la luz del mundo que el auténtico fraude es el que ha perpetrado la reacción venezolana con “actas” sin identificación de testigos, con falsificaciones de firmas, sin datos de miembros de mesa ni de operador de la máquina electoral,  con inconsistencias en los códigos QR, de las supuestas actas de escrutinio que evidenciaban la falsedad de dichas actas de estos personajes y exhibidas desde una web norteamericana alojada en un servidor estadounidense.

La estrategia del fascismo norteamericano, y sus peones, toda vez repelido el golpe de estado  es la de no reconocer el resultado electoral que otorga la victoria electoral a Nicolás Maduro, desarrollando la estrategia seguida por los imperialistas con Guaidó. El objetivo de esta táctica, toda vez las fuerzas armadas venezolanas no acceden al llamamiento de los golpistas fascista de la PUD-MUD, es la de continuar el hostigamiento contra Venezuela mediante sanciones, medidas de embargo económico utilizando para ello los EEUU  el sistema financiero de su bloque imperialista, de tal modo que el FMI seguirá impidiendo a Venezuela acceder a los derechos especiales de giro, tal y como lleva haciendo desde 2019, empujando al estado bolivariano al aislamiento financiero internacional impidiendo la renegociación de la deuda y persiguiendo que dicho país minimice al máximo el ingreso de divisa, de moneda dura, para forzar al Banco Central de Venezuela a acuñar más dinero e introducirlo en circulación, con el consecuente incremento de la inflación y, por tanto, forzando la devaluación de la economía venezolana. Esto es, si los fascistas no consiguen el poder por la vía electoral, del golpe de estado aplican la guerra económica sin cuartel, asfixiando al pueblo para hacer caer al estado venezolano y apropiarse de los recursos energéticos y naturales que posee dicho país caribeño que es realmente lo único que le importa a los EEUU y demás fascistas que lo apoyan, el saqueo.

 

Antes del 28 de julio el fascismo preparaba el terreno para maniobrar ante la derrota

Previo al 28 de julio los fascistas de todo el mundo abonaban ya el terreno para lo que pretendían hacer en la jornada electoral y sucesivas y que, anteriormente, hemos descrito brevemente.

El pasado día 5 de julio, el grupo paramilitar colombiano denominado Autodefensas Conquistadoras de Sierra Nevada (ACSN) realizó una serie de amenazas de magnicidio contra el presidente de Venezuela, reconociendo dicho grupo mercenario colombiano contacto con la extrema derecha venezolana. Al respecto desde el gobierno venezolano advertía del plan de la oposición para introducir a un millar de paramilitares desde Colombia para hacer guarimba y generar el caos de cara a los comicios del 28 de julio.

El cuestionamiento electoral no se produce en los días 28 y el 29 de julio, sino mucho antes ya se habían puesto la venda antes de la herida. Y para ello la injerencia del imperialismo norteamericano y satélites y la instrumentalización de “observadores internacionales” como agentes fascistas al objeto de aventar el golpe eran dos vías fundamentales.

Ello se puede ver en el escrito en la red social de Musk por parte de Maria Corina Machado el 14 de junio, cuando señalaba lo siguiente:

Mensaje complementado, y certificado, el día 15 de junio, y rebotado por la fascista española Cayetana Álvarez de Toledo que decía lo siguiente:

Un mes y medio antes de los comicios ya quedaba claro que urgía “presionar a Maduro para que acepte la observación internacional”, equiparando aquí observación internacional a los agentes fascistas subversivos enemigos jurados del gobierno venezolano, como la propia delegación del PP, partido fascista español fundado por un ministro del asesino Franco. No sólo la imposición, el acoso  y la injerencia contra el estado venezolano anticipando, incluso, la estrategia golpista de cuestionamiento del resultado. De hecho la fascista Álvarez de Toledo ya clamaba un resultado del 80% a favor de la candidatura de EEUU.

Estos fascistas españoles, que forman parte del golpe de estado que EEUU está tratando de perpetrar en Venezuela a través de sus mercenarios, con González y Machado a la cabeza, no dudaron en mostrar su desprecio a la soberanía nacional venezolana pretendiendo pasar por “observadores” sin estar acreditados por la autoridad electoral venezolana. Una acción totalmente orquestada para crear un relato favorable al golpe, al igual que hicieron los esbirros norteamericanos del senado de Chile, y los exdirigentes reaccionarios latinoamericanos como Mireya Moscoso de Panamá, Vicente Fox de México, Marta Lucía Ramírez de Colombia, Quiroga de Bolivia o Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica todos ellos integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), grupo ultraderechista, que decían ir a Venezuela a estar con la oposición “para que hubiese un cambio, porque Venezuela lo necesita. Queremos una Venezuela libre”. Estos golpistas, gregarios de los EEUU, son los que tienen la desvergüenza de etiquetar a Maduro como golpista.

La “heroína de la libertad” de los fascistas del mundo, Maria Corina Machado, desde el año 2018 lleva negociando con los fascistas argentinos – Macri – e israelitas – Netanyahu – donde por carta ésta pidió ayuda al fascista dirigente sionista a subvertir el orden en Venezuela (“desmontaje del régimen criminal venezolano”) a cambio de aliarse con el fascista estado sionista contra Irán y comprometiéndose a llevar la embajada venezolana en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

 

Dos años después, el 22 de julio de 2020, Machado “firmó un acuerdo de cooperación con el partido conservador israelí Likud, dirigido por Netanyahu  y con gran influencia en los asuntos del conflicto israelí-palestino (…) Este documento fue rubricado por Machado y Eli Vered Hazan, de la división de Relaciones Exteriores de Likud, y en él las partes acordaron cooperar en asuntos políticos, ideológicos y sociales además de avanzar en temas relacionados con estrategia, geopolítica y seguridad ” según el medio de comunicación libanés Al Mayadeen.

De hecho el imperialismo norteamericano y sus aliados, como la UE, y la extrema derecha venezolana, desde que Chávez y el chavismo desalojó a los esbirros gringos adecos (socialdemócratas) y copeyanos (derecha) criminales del pueblo actores y cómplices del Caracazo, siempre han tenido una única visión sobre la República Bolivariana de Venezuela: Injerencia política, guarimba, golpe de estado, sanciones y asfixia económica al objeto de saquear el petróleo y el gas y otros recursos naturales de dicho país caribeño.

Las últimas tres administraciones norteamericanas, la de Obama, Trump y Biden no han dudado en establecer una asfixia económica contra Venezuela con sanciones y embargos económicos, reconociendo a presidentes que no han pasado por las urnas, como el bufón de Guaidó, y formando a mercenarios para desestabilizar al país.

 

Las elecciones burguesas son un fraude por definición

Estos días hemos visto cómo los lacayos del imperialismo, reaccionarios de todo pelaje, seres despreciables totalmente deshumanizados y defensores a ultranza del genocidio, como se evidencia por su apoyo inquebrantable al fascista estado sionista de Israel en la carnicería perpetrada contra el pueblo palestino, o en el inquebrantable apoyo a la potencia más criminal que ha parido la historia, los EEUU, y sus bloqueos económicos contra Cuba, República Democrática y Popular de Corea que son auténticos actos de genocidio, daban al mundo lecciones de democracia con respecto a Venezuela.

El ejemplo más bochornoso ha sido comprobar al gobierno golpista de Perú, estado corrupto hasta el tuétano, llamar a Maduro dictador cuando el gobierno peruano no ha sido votado porque se alzó en el poder como consecuencia de un golpe de estado contra Pedro Castillo que fue el presidente elegido por el pueblo. Gobierno reaccionario que, como no podía ser de otra manera, ha reconocido a la marioneta de Washington y de Corina Machado, Edmundo González, como presidente de Venezuela.

Según la encuesta realizada por The Heartland Institute & Rasmussen Reports, en las elecciones norteamericanas de 2020, uno de cada cinco votantes que votaron por correo admite haber hecho fraude electoral.  Elecciones de 2020 donde uno de los candidatos denunció que le robaron el resultado electoral, al igual que en 2000 donde los resultados oficiales tardaron en salir un mes, otorgando la victoria a George W. Bush contra Al Gore gracias al pucherazo dado por el primero en el estado de Florida donde, curiosamente, su  hermano era el  gobernador de dicho  estado.

Con respecto de las elecciones norteamericanas de mediados de 2022, decía la BBC en artículo de 11 de noviembre de dicho año firmado por Bernd Debusmann lo siguiente “Días después de que los estadounidenses emitieran sus votos, los resultados finales de las elecciones de mitad de período de 2022 siguen sin estar claros y las autoridades advierten de que el veredicto definitivo de las urnas puede tardar semanas en conocerse.”

Por cierto, nadie le pidió a los EEUU las actas de los resultados electorales para que el mundo reconociera el resultado electoral, ni nadie acusó de fraude electoral a pesar que la propia página web del gobierno norteamericano reconoce que en las elecciones en ese país se produce de manera habitual el fraude, siendo uno de los comunes que voten los muertos.

Un pucherazo memorable fue el que dieron los empresarios mexicanos y  Vicente Fox en 2006, birlando la voluntad popular expresada en las urnas que otorgó la victoria a Andrés Manuel López Obrador, para imponer y entregar el poder a su candidato, el impresentable reaccionario Felipe Calderón. Nadie les pidió a los mexicanos, ni EEUU ni su cohorte de reaccionarios, las actas electorales para determinar desde fuera de México el resultado electoral.

En el Estado español las jornadas electorales son jornadas donde se reproducen las trampas y los fraudes, en los que los partidos burgueses y, fundamentalmente, los de la derecha, son expertos. Cualquier observador en las oficinas de correos ve, por ejemplo en las elecciones municipales, como miembros de partidos políticos registran cada vez que van a la oficina de Correos 50 o 100 votos de una tacada. Por ejemplo, Melilla es un clásico de fraude electoral, sin ir más lejos en las municipales y autonómicas de 2023 podíamos leer en la prensa:

 

O también:

En España las empresas que “cuentan los votos”, supuestamente financian campañas de partidos políticos que, posteriormente, las contratan de la siguiente manera (a dedo), según informa la propia prensa burguesa:

Y nadie les pide las actas al Estado español para que desde el exterior se determine el resultado electoral.

Los autodenominados “demócratas”, que en sus estados tienen presos políticos – como por ejemplo España – donde se apalea al pueblo catalán por querer votar, donde un gobierno corrupto como  el del fascista Rajoy aplica el artículo 155 de una Constitución que permite derrocar a un gobierno elegido en las urnas, como ocurrió con el Govern de Puigdemont, aplican a Venezuela algo que ellos mismos no se aplican. ¿Por qué en el Estado español son las Juntas Electorales las que determinan los resultados y en Venezuela no es válido que sea el Consejo Nacional electoral? Es lógico, porque los imperialistas, los reaccionarios, pisotean la soberanía nacional del pueblo venezolano.

Sin duda, todas las elecciones burguesas son fraudulentas y corruptas pues la corrupción es la forma en la que la burguesía gobierna el Estado, y todo lo que emana de una base económica explotadora y putrefacta como la capitalista refleja en la sociedad que eleva dicha putrefacción. En las elecciones burguesas “los que emiten los votos no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo”.

No puede haber democracia para la mayoría del pueblo, para el proletariado, si no existe una base económica donde los medios de producción estén en manos del conjunto del pueblo, que es la clase obrera pues es la mayoría del pueblo. Mientras las empresas estén en manos de un puñado de burgueses, el poder estará en manos de esos pocos burgueses y la mayoría del pueblo sufrirá su tiranía. Es más, con el grado de concentración de los capitales, de los medios de producción, hoy, ni tan siquiera existe la democracia en términos burgueses en tanto que con el monopolio el poder se concentra en unas pocas manos.

Para la clase obrera únicamente puede existir democracia si las empresas son propiedad de la clase obrera, y si ésta levanta un estado socialista cuya función sea desarrollar el socialismo y reprimir sin cuartel a la burguesía, esa minoría ladrona, explotadora y criminal que no debe tener ningún derecho político. Democracia para los pueblos, para los parias, para la clase obrera, para la humanidad es antagónico con la existencia de derechos políticos para la burguesía. Mientras la burguesía no sea reprimida inmisericordemente, no sea despojada de la propiedad sobre los medios de producción, la democracia está negada para los pueblos, al igual que la soberanía y la independencia.

 

Venezuela retrata a todos.

Lo que sí es incuestionable es que las elecciones venezolanas, y la no aceptación del resultado por parte de una oposición fascista títeres de la potencia más asesina de la historia, EEUU, han retratado a todo el mundo, fundamentalmente al oportunismo.

Para empezar retrata la realidad de un mundo donde dos bloques compiten por ostentar la hegemonía en el orden imperialista. Uno en franca decadencia, el bloque imperialista encabezado por EEUU, quebrado económica y políticamente, que abraza el fascismo y que el sojuzgamiento y saqueo a los pueblos a sangre y fuego es su formulación para acumular capital. Por otro lado los BRICS, liderado por China, en extensión que establece un tipo de relaciones comerciales y políticas con los países que difiere de la del sometimiento y saqueo por la fuerza bruta en la que se sustenta el bloque imperialista norteamericano.

Venezuela es un punto de fricción entre estos dos bloques que compiten por la hegemonía mundial del mundo imperialista, Por un lado, EEUU y sus aliados que pretenden sojuzgar al pueblo venezolano siendo para ello fundamental desbancar al gobierno de Maduro, un gobierno capitalista que pretende garantizar su independencia y soberanía para desarrollar sus fuerzas productivas, para robar sus recursos energéticos y su riqueza en materias primas. Es por ello que EEUU pretende asfixiar a Venezuela con sanciones y embargos económicos y desarrolla y estimula todo tipo de actividad golpista contra dicho estado, máxime cuando la intención del gobierno de Maduro es la de integrarse en el Grupo BRICS.  Por otro lado, el grupo BRICS, que también aspira tener acceso a dichos recursos naturales incorporando a Venezuela a su unión económica y política. Hoy el grupo BRICS controla el 42% de la producción mundial de petróleo, contra el 27% que controla el G7 liderado por EEUU. Venezuela posee la mayor reserva de petróleo del mundo, y la octava mayor de gas natural La incorporación de Venezuela al grupo BRICS significaría que este grupo controlaría tres de las cuatro mayores reservas de petróleo del mundo, y 5 de las 7 mayores reservas de gas del mundo y  no sólo implicaría un golpe notable a la quebrada, y tocada de muerte, economía norteamericana y la de sus aliados, sino que también Venezuela tendría una mayor capacidad para poder diversificar su economía – pudiendo desarrollar su tecnología, agricultura, industria química, petrolera, gasista y farmacéutica, e infraestructuras – y ganar independencia financiera con respecto a EEUU, cuyos bloqueos se verían totalmente mermados, al tener acceso Venezuela al Banco de los BRICS, pudiendo acceder a otras vías de financiación.

Para impedir este hecho EEUU y sus aliados deben desalojar a Maduro del poder en Venezuela, no teniendo más remedio que apostarlo todo al golpe de estado y al fascismo.

El ataque contra la soberanía y la independencia de Venezuela es una constante por parte de EEUU y la UE, así como los gobiernos títeres que EEUU tiene en América Latina. Como hemos visto anteriormente, el exigir a Venezuela mostrar unas actas electorales para que unos árbitros vendidos determinen el gobierno de Venezuela desde el exterior es un atentado más contra la soberanía venezolana.

En ese cuestionamiento, como era de esperar, gobiernos fascistas y de ocupación y  saqueo norteamericano como los de Argentina, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Paraguay o Uruguay, se lanzaron desde el minuto cero a repetir las proclamas fascistas y reconociendo las mentiras vertidas por los golpistas venezolanos de la PUD-MUD.

Un episodio patético lo dio el gobierno argentino. Rápidamente, tras EEUU se lanzó a reconocer a Edmundo González como presidente. Tras la advertencia de Maduro de romper la venta de crudo a EEUU y ponerlo a disposición de los BRICS y la marcha atrás de EEUU, de manera inmediata salió Argentina a desdecirse del reconocimiento demostrándose con una nitidez meridiana que el gobierno argentino hoy es una marioneta absoluta de los EEUU, y una plataforma de los norteamericanos para saquear sin miramientos al país sudamericano.

La socialdemocracia chilena también quedó retratada, demostrando que Boric y su gobierno no son más que marionetas del imperialismo norteamericanos, lacayos de la oligarquía chilena y colaboradores del fascismo. Boric, el mismo que reconoció ipso facto a la presidenta golpista, y no electa, del Perú no reconoce al presidente electo de Venezuela, al que acusa de dictador, de “estar cometiendo violaciones a los derechos humanos, reprimiendo a la gente que se está manifestando” y de haber perpetrado fraude electoral, o lo que es lo mismo, abrazando los argumentos de EEUU y de la reacción venezolana y, consecuentemente, apoyando la estrategia golpista de las fuerzas de la reacción mundial. De hecho, al gobierno de Boric, le importaba más mostrarse como un fiel escudero del imperialismo norteamericano y defender a los fascistas venezolanos y chilenos que escuchar a los “veedores chilenos en las elecciones de Venezuela”, como le recordaron 12 observadores internacionales en su comunicación pública donde señalaban “Canciller Van Klaveren, le instamos a respetar la soberanía de las instituciones venezolanas como el CNE y a reconocer al gobierno. El gobierno del presidente Boric protestó diplomáticamente cuando se negó el ingreso a los senadores de la ultraderecha Rojo Edwards y Kast, quienes no habían sido invitados ni acreditados ante ninguna autoridad venezolana para ejercer como veedores en las elecciones presidenciales. En consecuencia, si es coherente con su propio discurso, el gobierno debería recibir a los chilenos que fuimos veedores internacionales de las elecciones de Venezuela. De esta manera, solicitamos ser recibidos en audiencia para aportar antecedentes y formular una petición respecto a este tema, petición concreta en virtud de lo dispuesto en el artículo 19 de la Constitución, antes de asumir una decisión sobre los resultados presidenciales en Venezuela anunciados por el CNE venezolano, que tendrá impacto y nos involucrará a todos los chilenos en nuestra relación bilateral con la República Bolivariana de Venezuela”.

Anteriormente vimos la esencia corrupta y fraudulenta de las elecciones burguesas en todo el mundo pues, en esencia, “la raíz de la corrupción y el fraude es la burguesía con todo lo que su base económica eleva. La existencia de observadores internacionales – que en realidad reproducen la lucha de clases existente – no es más que una manera de socavar la soberanía y la independencia del estado, en este caso del venezolano.

Los medios de comunicación, mejor dicho de manipulación, se han retratado como siempre al servicio de los intereses de sus dueños, esta vez también. Mucho se ha hablado en dichos medios de manipulación de masas al servicio de los intereses de los monopolios norteamericanos del Centro Carter – organismo imperialista al servicio de los EEUU – y su posición sobre las elecciones venezolanas. Este organismo imperialista – que según el medio de comunicación de la extrema derecha española, El Mundo, es “el único observador independiente de las elecciones venezolanas”, esto es, reconociendo que el Mundo y dicho organismo comparten la misma ideología, los mismos intereses de clase y los mismos objetivos – señaló hace escasos días que “ha analizado los números disponibles junto a otras organizaciones y universidades y confirma a Edmundo González Urrutia como el ganador con el 67% de los votos”. Resulta que el día 7 de agosto sentencia el Centro Carter dicho triunfo electoral cuando, respecto de dichos comicios, esa misma organización decía en su “Declaración del Centro Carter Sobre la Elección en Venezuela” fechado en Atlanta el 30 de julio lo siguiente “La elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática. El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela” ¿Y siendo así y no pudiendo “ser considerada como democrática” la elección cómo 10 días después otorga la victoria al candidato de los EEUU? Recordemos que la Chief Executive Officer del Centro Carter es Paige Alexander, que trabajó para USAID (Agencia de los EEUU para el desarrollo internacional) dependiente de la CIA, un instrumento de EEUU para la injerencia política en los países del mundo, fundamentalmente en América Latina. ¡Ahí está para lo que sirve la observación internacional que demandaba la fascista Cayetana Álvarez de Toledo y Maria Corina Machado! Para justificar el golpe de Estado, la injerencia externa que quite y ponga al presidente que más le convenga a los monopolios norteamericanos. Para eso quería Cayetana Álvarez de Toledo y su pandilla de franquistas acudir a las elecciones a supervisar el proceso electoral, para participar activamente en el golpe.

¿Por qué los medios de comunicación de masas al servicio de los monopolios divulgan hasta la extenuación el posicionamiento del Centro Carter y silencian y no se hacen eco, por ejemplo, del dictamen público de 12 observadores chilenos entre los que se encontraban emisarios de sindicatos, partidos y organizaciones sociales chilenas? Dicho documento público indicaba “desde nuestra observación y acompañamiento de las elecciones presidenciales en Venezuela, llamamos al gobierno de Chile a respetar la institucionalidad democrática del Estado de la República Bolivariana de Venezuela y reconocer la voluntad de los venezolanos nítidamente expresada en las urnas, como ya han hecho 8 de los 9 candidatos opositores”.

La respuesta es clara, porque los medios de comunicación de masas no están para informar sino para engañar y dirigir al pueblo en contra de sus propios intereses y de sus vidas. Los medios de comunicación son un poder más de los grandes capitalistas, que sirven exclusivamente a sus intereses y, consecuentemente, son un instrumento de opresión más contra la clase obrera, contra los pueblos que luchan por su soberanía y nuevamente se han retratado como eso.

 

¿Y los comunistas?

Sin la existencia de un movimiento comunista internacional fiel al marxismo-leninismo, cohesionado y con la revolución proletaria y los intereses del proletariado como objetivo, es inviable la emancipación del ser humano del yugo imperialista.

En Venezuela se está llevando a cabo lo que denominan “Revolución Bolivariana”, que bebe del socialismo del siglo XXI enunciado por Heinz Dieterich Steffan. Socialismo del siglo XXI que niega la dictadura del proletariado contraponiéndole la “democracia participativa” y el estado no-clasista, que considera que la fuerzas motrices de la historia son las formas políticas de gobierno en lugar de la lucha de clases. Y, por tanto, el socialismo del siglo XXI no considera a la clase obrera como clase dirigente del proceso revolucionario y, consecuentemente, no contempla la necesidad de la existencia del partido revolucionario del proletariado.

La propia Venezuela y el desarrollo de la Revolución Bolivariana, y sus sucesivas elecciones,  está siendo la mejor ilustración de que el socialismo del siglo XXI no erosiona al imperialismo en tanto no se les reprime, y además se les permiten los derechos políticos a la reacción, a los capitalistas dentro de la propia Venezuela permitiendo al imperialismo no sólo operar desde el exterior sino, también, realizar todo tipo de conspiración y subversión desde el interior, y ahí están tanto estas elecciones como la realidad venezolana que lo atestigua.

Lejos de reprimir al fascismo en Venezuela, el gobierno de Maduro le ha otorgado rango de contraparte negociador en situación de igualdad, firmando un Memorando de Entendimiento donde le reconoce ese estatus a la PUD.

Este memorando dio lugar a los acuerdos de Barbados suscritos en octubre de 2023, y concretamente el Acuerdo Parcial sobre la promoción de derechos políticos y garantías electorales para todos. Acuerdo que le otorga a la oposición fascista la participación en las elecciones, se le abre las puertas a los imperialistas a accionar contra la soberanía permitiendo la “invitación a misiones técnicas de observación electoral” incluidas la UE y el Centro Carter, o lo que es lo mismo, la CIA. Todo ello en aras de “una democracia inclusiva y una cultura de tolerancia y convivencia política”. Ni que decir tiene que la oposición fascista ha aprovechado esa concesión para rearmarse, para tratar de llevar a término un golpe de estado y para erosionar al gobierno y al estado venezolano, aparte de no cumplir el citado Acuerdo, concretamente en el punto PRIMERO de someterse a la legislación venezolana en materia electoral y en el  TERCERO.12  de “reconocimiento público de los resultados de los comicios presidenciales.”.

El proyecto bolivariano no es un proyecto socialista, no persigue ni la socialización de los medios de producción ni tampoco imponer la dictadura del proletariado. Por consiguiente, no representa ni el modelo a seguir por los comunistas ni nuestras aspiraciones.

Sin embargo, es un estado que tiene relaciones fraternales con el estado cubano y con el de la República Popular Democrática de Corea. Venezuela es un estado que, dentro del continente americano, forma parte de las fuerzas que se oponen al imperialismo norteamericano, y que confrontan al fascismo y su imposición en dicha zona, no dudando en apoyar todo movimiento conducente a la soberanía y la independencia de las repúblicas latinoamericanas así como un proceso de unidad de América Latina donde se establezcan relaciones entre los estados latinoamericanos en condiciones de cooperación e igualdad,  como forma de contrarrestar la política imperialista norteamericana en la zona.

Asimismo, Venezuela defiende esos mismos principios antiimperialistas y antifascistas con respecto de los países africanos y en Oriente Medio, donde apoya sin fisuras al pueblo palestino y se opone frontalmente al genocida estado sionista.

La decadencia del bloque imperialista norteamericano hace que éste no tenga otra salida que el fascismo. Fascismo que abrazan la inmensa mayoría de los estados europeos, donde además en cada vez más países el fascismo se agudiza al llegar a los gobiernos fuerzas abiertamente fascistas. EEUU es quien lidera el fascismo a nivel mundial desde hace décadas y, en el continente americano – sobre todo ante la bancarrota económica y social interna, unido a la unión de otras potencias económicas y militares que están arrebatándole la hegemonía económica y también política –  necesita colocar a gobiernos títeres, reaccionarios, que les permita saquear de manera inmisericorde a los países latinoamericanos. En el continente americano el eje Cuba-Venezuela constituye el mayor enemigo y el bastión más consistente contra la política fascista que EEUU pretende imponer a través de personajes como Noboa, Milei, Bolsonaro, Boluarte, Bukele, Santiago Peña, Lacalle Pou o la oposición fascista venezolana liderada ahora por Maria Corina Machado, al que hay que sumarle Luis Almagro y a la Organización de Estados Americano, que no es más que una sucursal más al servicio del fascismo norteamericano para que éste pueda saquear a su antojo al continente latinoamericano.

A nivel mundial todos los fascistas, sin excepción, tildan a Maduro de criminal – cosa que no hacen con Netanyahu que sí es un criminal, un genocida – y apoyan sin fisuras a los fascistas venezolanos y el golpe de estado.

Sin lugar a dudas, la clase obrera en Venezuela, en latinoamérica y en el mundo, en la coyuntura sobre que el poder en Venezuela esté en manos de Maduro o de los EEUU a través de la oposición fascista de la PUD-MUD, le interesa lo primero. A las fuerzas y países antiimperialistas también.

Ante una situación de agresión contra la soberanía y la independencia de Venezuela, con todo la reacción mundial en modo de acoso y derribo para conseguir que triunfara el golpe de estado y con la oposición fascista en la calle haciendo guarimba postelectoral para tratar de tomar el poder sin haber ganado las elecciones, el Partido Comunista de Venezuela el 29 de julio, al día siguiente de la votación, a través de su “Buró político del Comité Central”, en plena efervescencia golpista por parte de la reacción, emitió comunicado “Sobre las elecciones presidenciales” donde se posiciona, de facto, con la oposición y, por ende, con aquéllos que estaban atacando la soberanía y la independencia de Venezuela. En dicho comunicado señalaron “El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV) hace un llamado a las fuerzas genuinamente democráticas, populares y patrióticas a unir fuerzas para defender la voluntad del pueblo venezolano que se expresó este domingo 28 de julio con una clara intención de cambio político en el país. (…) Alertamos a la opinión pública internacional que así como el Gobierno de Nicolás Maduro ha despojado al pueblo venezolano de sus derechos sociales y económicos, hoy pretende privarlo de sus derechos democráticos. (…) La proclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto bajo este escenario de incertidumbre en el que los resultados presentados por Amoroso contrastan abiertamente con el ánimo que imperó durante la jornada electoral, no es más que una provocación que abre paso a la configuración de situaciones de violencia”, o lo que es lo mismo, repetían los argumentos de Maria Corina Machado y Edmundo González, esto es que la voluntad del pueblo venezolano expresada en las elecciones fue la de derrotar a Maduro, y consecuentemente aceptar el relato vertido por las fuerzas reaccionarias culpando de provocar violencia la proclamación de Maduro por el CNE, reconociendo el resultado producido,  y por ende exculpando a la oposición de lanzarse a la calle, esta sí, para usurpar la voluntad popular expresada por el pueblo en las urnas.

No sólo el “Buró político del Comité Central” del  PCV se posicionó con la oposición golpista en el relato del fraude electoral sino que salió en defensa de la guarimba postelectoral de los fascistas venezolanos como se demuestra cuando señalan  “En estos momentos se registran espontáneas movilizaciones populares en distintos puntos del país. Desde el PCV no solamente respaldamos el clamor de respeto a la voluntad popular, sino que hacemos un llamado a las fuerzas militares y policiales a no reprimir al pueblo.”. Las movilizaciones  a las que se refiere el Buró político del comité central del PCV son aquellas de los que se movilizaban contra Nicolás Maduro, esto es los de la oposición fascista, que no eran ni movilizaciones  espontáneas ni de las clases populares sino que tenían un objetivo bien claro, presión y confrontación dentro al objeto de hacer efectivo el golpe que se estaba tratando de desarrollar desde todos flancos posibles por parte de las fuerzas reaccionarias internas y externas a Venezuela.

En nuestra opinión es contradictorio que un partido que se defina como marxista-leninista, y que dice en dicho comunicado que su objetivo es “fortalecer la lucha por la recuperación de la Constitución y el estado de derecho en Venezuela”,  se posicione con el mismo relato de aquéllos que quieren liquidar la constitución y el estado que dicen querer recuperar, con aquellos que piden la intervención militar exterior y que piden más sanciones económicas para Venezuela, con la reacción, con el fascismo.

También es contradictorio que un partido marxista-leninista apoye a un candidato abiertamente de derecha. Enrique Márquez, antichavista declarado, y exmiembro de la MUD, cuya política se fundamenta, en buscar “una transición dirigida por la oposición” que significa que empresas que hoy son públicas, por ejemplo en sectores como el eléctrico, petrolero o siderometalúrgico abran su propiedad al capital privado, de tal manera que el 60% del capital esté en manos del estado privatizando el 40%, o que plantea una reforma fiscal que libere, fundamentalmente a los empresarios, del pago de impuestos como, por ejemplo, son los impuestos parafiscales, o lo que es lo mismo, plantear una política fiscal y económica orientada a fortalecer a la burguesía.

El 7 de julio, en una entrevista realizada a Enrique Márquez por la periodista Zulay Camacaro para el medio 2001 Live, Márquez señalaba “No privatizaré Pdvsa, construiré un esquema de negocio petrolero con el sector privado que permita que éste pueda invertir y recuperar su dinero (…) Se buscará un socio privado a través de licitación internacional para el negocio del hierro, aluminio, acero; pero incluiremos a los trabajadores en la fórmula (…) Queremos abrir al sector privado el negocio de la generación eléctrica para en el mediano plazo prestar un servicio de mejor calidad a los usuarios (…) Vamos a estimular al sector privado a través de la disminución de los impuestos. Mi oferta es quitarle al sector privado las camisas de fuerza en materia impositiva y crediticia (…)” señalando también que había que para sanear la Administración pública había que “despolitizarla y despartidizarla” y que para recuperar la economía lo primero que debía hacer es “refinanciar la deuda” y conseguir dinero fresco para invertir y por ello planteaba que Venezuela debía acudir al Fondo Monetario Internacional. ¿Puede un partido marxista-leninista apoyar a una candidatura que abraza al imperialismo como la del derechista Márquez?

No es de extrañar que a la candidatura de Márquez le llamaran meses antes de las elecciones “la candidatura de un por si acaso a Edmundo González lo inhabilitan o  por si acaso la tarjeta de la MUD desaparece ”.

Los comunistas del Estado español hemos podido comprobar cómo medios de comunicación del gran capital, como por ejemplo los medios del grupo PRISA, donde el accionista mayoritario es capital norteamericano, divulgaban la posición del PCV mostrando su coincidencia con la posición de María Corina Machado y Edmundo González denunciando el fraude electoral y expresándose, con respecto del gobierno y el presidente de la República, de manera idéntica a la escoria fascista norteamericana.

Nuestro Partido rechaza de plano toda injerencia de un Tribunal de Justicia de un estado burgués en un Partido Comunista, como ha ocurrido en Venezuela. De hecho nuestro partido ha criticado contundentemente ese hecho y ha trasladado nuestra solidaridad al PCV así como lo hemos denunciado ante la clase obrera del estado español. Las direcciones de un Partido Comunista, y su política, no emanan de un tribunal burgués sino de sus Congresos y las cuestiones organizativas y políticas de un partido comunista no se dirimen en tribunales de justicia de estados burgueses sino en el seno del partido.

Nuestro Partido siempre ha denunciado y criticado tanto el socialismo del siglo XXI como la errática política desarrollada por el Chavismo en innumerables ocasiones. Sin embargo, los comunistas debemos movernos por principios y por intereses de clase, de nuestra clase, que son intereses universales y no debemos movernos por la irracionalidad. Lo que en Venezuela está ocurriendo es un intento de golpe de estado por parte de los EEUU, de las fuerzas reaccionarias del mundo, y todo lo que no sea oponerse a ello, todo lo que no sea defender la soberanía y la independencia de Venezuela y confrontarse al fascismo es colaborar con éste. Por eso, el PCOE no está de acuerdo con el posicionamiento del PCV, porque consideramos que han antepuesto su confrontación con Maduro y con el estado venezolano a los intereses de la clase obrera y de las fuerzas de progreso en el mundo. ¿En qué beneficia a Palestina, Cuba  o los obreros del mundo que la reacción y el imperialismo norteamericano se hagan con Venezuela? ¿Se fortalece la clase obrera y las fuerzas progresistas con ello o se fortalece el fascismo?

El pasado día 31 de julio de 2024, el Comité Regional de Barinas “Edgar Rubio Palencia” emitía una resolución titulada “Frente a la compleja coyuntura política en Venezuela”  con un contenido totalmente impropio de un Partido Comunista y, por supuesto, todavía más inapropiado en los momentos en los que hay una contienda abierta entre el estado venezolano y las fuerzas fascistas del mundo lideradas por los EEUU.

En dicha resolución decían los camaradas de la organización de Barinas del PCV cuestiones que los posicionan abiertamente con EEUU y con el relato de las fuerzas reaccionarias para justificar la injerencia y el golpismo en Venezuela. Decían “Con motivo de la compleja situación que vive el país, a consecuencia de los resultados electorales anunciados el pasado domingo 28 de julio por el Concejo Nacional Electoral (CNE), denunciados como fraude por el pueblo y corroborado por organismos internacionales, como el Centro Carter, uno de los pocos observadores autorizados por la misma Cúpula Psuv-gobierno (…) Los resultados electorales emitidos por el CNE (…) contundentemente rechazados por el pueblo”. ¿A qué pueblo se refiere el PCV de Barinas? Una gran parte de ese pueblo se ha movilizado, y está movilizando, defendiendo el resultado electoral, precisamente la parte del pueblo, de esa sociedad, que debe servir de base al Partido Comunista de Venezuela para organizar y fortalecer las fuerzas de la revolución proletaria en dicho país caribeño y que hoy  el PCV, con su posicionamiento alejado de un análisis de clase y de los principios leninistas, se está confrontando a esa parte cardinal de la sociedad que integra a la mayor parte de nuestra clase social, a la que las fuerzas revolucionarias del comunismo debemos ganarnos para asestar el golpe definitivo al capitalismo en Venezuela y desgajar a dicho país que tanto estimamos del imperialismo para que empiecen a escribir conscientemente la historia conquistando el socialismo. Es incierto que “el pueblo” haya denunciado como fraude la victoria electoral de Maduro, como es impresentable otorgar al Centro Carter, que es el USAID, la CIA, y que ya hemos desgranado su esencia en el presente documento, el mínimo atisbo de verosimilitud cuando es un organismo más del fascismo norteamericano.

Dicen los camaradas del Comité Regional  del PCV en Barinas “Este mismo rechazo va hacia algunas organizaciones e individualidades en Latinoamérica y Europa que se precian de marxistas, responsables de la vulgarización del marxismo y precursores del dogma Madurista. Los mismos que pretenden banalizar el reclamo del pueblo y del PCV, reproduciendo la narrativa Madurista y señalándonos de irresponsables al denunciar fraude, según ellos, sin mostrar pruebas, mientras son raudos para avalar como ganador a Maduro sin mostrar ni una sola prueba de los votos que presuntamente obtuvo. Son los mismos que señalan a los y las comunistas venezolanos de coincidir con la ultra derecha mientras se ensanchan el pecho porque ellos coinciden con Nicolás Maduro, lo cual es risible.” Ante ello nos preguntamos ¿Qué prueba ha dado el PCV de lo contrario? ¿Qué prueba ha aportado el PCV del supuesto fraude que denuncian, al igual que hacen Maria Corina Machado, Edmundo González, Leopoldo López, Juan Guaidó o los impresentables fascistas españoles Feijóo, Álvarez de Toledo o Abascal? Ninguna.

Nuestro Partido discrepa profundamente del Socialismo del Siglo XXI y, consecuentemente de la dirección que lleva el estado bolivariano, como se ha podido comprobar a lo largo de todo este tiempo y, también, a lo largo de este documento. No obstante, entre la injerencia imperialista, entre el golpe de estado fascista contra Venezuela o la soberanía y la independencia del estado venezolano nuestro Partido está donde le corresponde estar, enfrente del fascismo, enfrente del imperialismo, enfrente del golpe de estado y a favor de la soberanía y la independencia de Venezuela.

A su vez, nuestro Partido no comparte la forma de actuar del PCV, ni su posicionamiento político ni ideológico, y de manera abierta y leal lo expresamos y lo criticamos. Nuestro Partido criticó de manera abierta las resoluciones del XXII EIPCO, donde denunciamos que una parte del movimiento comunista estaba anquilosada en el pasado y que en lugar de construir la revolución buscan mantener su espacio en el mundo imperialista, un mundo que está feneciendo y que sin duda arrastrará con él a todo aquello que  forme parte de su superestructura, incluido el oportunismo que es una parte más del imperialismo caduco y agonizante. Asimismo, denunciamos que lo acordado, aparte era puro humo que los firmantes sistemáticamente vulneraban y lo ejemplificamos en cómo tres de los firmantes españoles – PCE, PCTE y PCPE  – suscribían fortalecer la FSM a la par que para los dos primeros la referencia sindical es CCOO (CSI) y el tercero admite la militancia de sus miembros en los sindicatos de CSI (CCOO) y de la FSM.

Pues bien, el PCV fue uno de los  firmantes de dichos acuerdos. Es necesario recordar que el PCV suscribió la declaración final del XXII EIPCO de La Habana de octubre de 2022 que decía, entre otras cosas,  lo siguiente:

  • Unir esfuerzos para reforzar la lucha contra el imperialismo, contribuir a transformar el actual orden internacional injusto y antidemocrático en el cual prevalecen los intereses capitalistas, por un orden internacional basado en la paz, el desarrollo sostenible, la justicia social y la solidaridad, para allanar el camino de la construcción de la sociedad socialista”.
  • Demandar el respeto a los principios de libre determinación de los pueblos, independencia, igualdad soberana, y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, así como al derecho legítimo de los pueblos a la paz ya elegir su propio camino de desarrollo”.
  • Luchar contra el resurgimiento de fuerzas anticomunistas, reaccionarias, ultranacionalistas y fascistas, en diversas partes del mundo, que agudizan la violencia, la xenofobia, el racismo y la intolerancia política, ideológica, social, étnica, religiosa y de género, y promueven los conflictos étnico-nacionales”.
  • Fortalecer la solidaridad con los pueblos que resisten a las injerencias y agresiones del imperialismo y rechazar las políticas de bloqueos, sanciones, medidas coercitivas unilaterales y de doble rasero, como instrumentos de presión y chantaje contra gobiernos y pueblos.
  • Cumplir el Plan de acción aprobado en el XXII Encuentro con el objetivo de fortalecer la unidad del Movimiento Comunista y Obrero Internacional, junto a los movimientos y sociales populares contra la dominación imperialista con el propósito de intensificar la lucha en defensa de los intereses de los trabajadores y los pueblos, por transformaciones revolucionarias para el derrocamiento del capitalismo y la construcción del Socialismo

Parece ser que al PCV se les olvidó que en el XXII EIPCO, no hace ni tan siquiera dos años, suscribieron estos acuerdos. Y la forma de proceder del PCV en estos comicios, apoyando abiertamente a un candidato de derechas y, posteriormente, posicionándose junto con la reacción, junto a la injerencia imperialista en los asuntos de Venezuela, contradice algunas de las cuestiones que, ni tan siquiera hace dos años, firmaron en el XXII EIPCO en La Habana, demostrándose que la crítica que entonces este Partido hizo era acertada.

El imperialismo se halla en bancarrota, está en una fase moribunda y con él también perece todo aquello que es inherente al imperialismo, como es el oportunismo. Hoy es más necesario que nunca la reconstrucción de la unidad del proletariado y la organización que la dirija a la toma del poder político y económico, esto es que dirija a la clase proletaria a la Revolución Socialista. La unidad del proletariado es la unidad de su vanguardia, de los comunistas y, por ello, es cardinal que los comunistas demos un paso organizativo en la construcción de dicha obra, la construcción del Partido de la Clase Obrera y de la Revolución, la Internacional Comunista. El Movimiento Comunista no se construye haciendo trampas, ni tejemanejes, ni creando mesas camillas y más escisiones en el Movimiento Comunista que lo único que ofrece es más podredumbre para tejer un falso corporativismo que es puro antimarxismo. El Movimiento Comunista se debe construir desde la honradez, contando con todos los comunistas para clarificar nuestro posicionamiento y unificar a todos los comunistas en una única organización y ello pasa por mandar al estercolero al oportunismo dentro del movimiento comunista y ser humildes en tanto y en cuanto cada día estamos más desdibujados en un momento histórico en el que se dan las condiciones enunciadas por Marx para la Revolución Proletaria.

El instrumento para librar la lucha de clases a nivel mundial por parte del proletariado es el partido comunista, es la unidad de los marxistas-leninistas, de la vanguardia del proletariado. El instrumento para que la clase obrera cumpla su misión histórica es la unidad de todos los comunistas del mundo en un único partido, en la Internacional Comunista. Todo lo demás es dejar la puerta abierta al oportunismo, perpetuar el imperialismo criminal. De nosotros depende construir el socialismo.

 

¡PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS!

¡POR LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!

¡POR EL SOCIALISMO!

 

Madrid, 14 de agosto de 2024.

 

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

Deja una respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *