Recuperar nuestro día
El 8 de marzo, lejos de ser la festividad interclasista que nos propone la burguesía -esta clase dominante decadente y parasitaria- es el día de los explotados y oprimidos. Un día para tomar conciencia como clase trabajadora. Un día que conmemora la heroica lucha desatada por las obreras textiles del Lower East Side de Nueva York, recuerdo del ejemplo inmortal que nos legaron miles de mujeres que, sometidas a 15 horas de trabajo diario, salarios de miseria y regímenes de trabajo infames donde la sanción llegaba hasta el tiempo “gastado” en ir al baño, decidieron parar y decir BASTA. Decidieron ir a la huelga, parar la producción de sus esclavistas burgueses y asumir con firmeza y dignidad la terrible represión que recayó sobre ellas en forma de palizas, arrestos y multas monstruosas. Así comenzó el “levantamiento de las 20.000” costureras, que emocionó a millones de trabajadores e hizo temblar a la burguesía. Ni las amenazas, ni el hambre ni el frío detuvieron la inquebrantable voluntad proletaria de aquellas mujeres. En 1910, el movimiento obrero y comunista internacional, en honor de aquellas obreras alzadas frente a un modo de producción inhumano, establecieron el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Un día de recuerdo, de conciencia de clase y de lucha frente a la barbarie capitalista.
Hoy, cuando nos sobreexplotan, nos humillan, nos despiden y nos someten a regímenes de trabajo infames, qué cerca sentimos a nuestras hermanas de Lower East Side, qué cerca notamos a aquellas otras costureras que integraron con ardor los primeros Soviets de obreros en Rusia, las mismas que poco después se pondrían al frente de la gloriosa Revolución socialista de Octubre. Y qué lejos estamos de esas babeantes burguesas que, fingiendo celebrar su condición de mujer, adoran al mismo capital que nos somete y degrada a diario, mientras nos incitan a renegar de la lucha de clases, a dividir las filas de una clase trabajadora de la que formamos parte indisoluble hombres y mujeres explotados.
Convirtamos el 8 de Marzo en lo que siempre fue; una jornada combativa que ayude a fortalecer al movimiento obrero y popular, a reconstruir el sindicalismo de clase y a tejer las necesarias estructuras de un nuevo poder popular revolucionario. Por que sólo el socialismo podrá poner las bases indispensables para nuestra liberación. Por que sentimos un hondo orgullo de clase, por que sabemos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde queremos ir ¡viva la lucha de la clase obrera!
¡Por la construcción del Frente Único del Pueblo!
¡Viva el Día Internacional de la Mujer Trabajadora!
PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL