Los empresarios aplastan como uvas a los trabajadores para producir dinero
Desde que caducó el convenio regulador de la Denominación de Origen Valdepeñas (DOV) en 2019, la empresa vitivinícola Félix Solís, lleva explotando sin ningún tipo de amparo legislativo a sus más de 4.000 trabajadores, 5.500 si sumamos a los que contrata mediante empleo precario con las ETT’s, y lo hace a un ritmo descomunal, como si de máquinas se tratase.
El monopolio que Félix Solís mantiene ya no solo en Valdepeñas, sino en casi todo el territorio español, le ha llevado a ser una de las empresas que controlan el mercado del vino en todo el Estado español, copando el 26% del mismo y siendo uno de los principales exportadores en el extranjero. Por supuesto, esto le brinda éxitos monetarios a Félix Solís, lo que se suma a ser el líder de la patronal en la mesa de negociación del convenio provincial del vino. Y si tanto éxito tiene esta empresa, ¿por qué se niega a revisar los salarios de sus trabajadores, escudándose en la crisis sanitaria de la COVID-19, aun habiendo aumentado su producción y rendimiento? Por lo mismo que aquellos que se acogen a los ERTE’s: puro instinto de explotar cuanto puedan a sus trabajadores a coste cero y ganancias miles.
Como decíamos, Félix Solís mantiene prácticamente el monopolio provincial del vino, lo que lleva a sus pequeños competidores a bajar los precios hasta hacer insostenible mantener a sus empleados, por lo que la codicia de Félix Solís no termina en sus trabajadores, sino que afecta también a los de la competencia.
Los sindicatos oportunistas y amarillistas de CCOO y UGT proponen negociar con Solís un aumento de los salarios de entre el 1 y el 1’5%. ¡Nosotros exigimos que las empresas pasen a manos de los obreros y sean ellos los que obtengan los beneficios que producen!
Pero esto no acaba aquí, pues su competidor más próximo, García Carrión, tiene en una situación igual a sus trabajadores, a quienes, como Solís, roba la plusvalía que generan para quedarsela ellos. ¡La plusvalía la generan los obreros y es a ellos a quienes pertenece!
Todo esto se produce en un contexto general de automatización de la producción en la gran mayoría de sectores, que incrementa la contradicción entre la decreciente tasa de ganancia y la creciente tasa de explotación. Gracias a la automatización y robotización, somos capaces de producir cada vez más con menos trabajo, pero esto en lugar de redundar en mejores condiciones de vida para los trabajadores, acaba suponiendo lo contrario: mayor explotación, más desempleo y por tanto más miseria para la clase obrera.
El capitalismo es hoy objetivamente un freno al progreso humano, y las grandes contradicciones que genera no pueden resolverse por ninguna otra vía que la revolucionaria. Sólo la construcción de un Estado socialista que ponga la producción en manos de quienes generamos toda la riqueza podrá solventar estas contradicciones y servir como fase primigenia hacia la construcción de una sociedad sin clases, el comunismo.
¡Por la socialización de los medios de producción!
¡Por la construcción del socialismo!
Comité local del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Valdepeñas