España, eslabón débil de la cadena imperialista. El desempleo

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Los datos arrojados ayer por la Encuesta de Población Activa (EPA), con un aumento del paro en 55.000 personas y la destrucción de más de un millón de empleos en el segundo trimestre, demuestran que el Estado español es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista en Europa.

Y es que el reparto que los monopolios hacen respecto a los sectores productivos deja al Estado español en una situación de debilidad que repercute a las condiciones laborales de la clase trabajadora del Estado. Son los monopolios a través de sus agrupaciones imperialistas – Unión Europea, OCDE, Comisión Trilateral, Club Bilderberg o la Commonweath, entre otras – los que imponen su dictadura, siendo a través de los organismos internacionales imperialistas como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, desde donde se dirige la implementación de forma práctica de los dictados de los monopolios determinados en las agrupaciones imperialistas y que los Estados nación, como meras sucursales en las diferentes naciones del planeta, ejecutan directamente en su ámbito dichas políticas.

En esta división internacional del trabajo los monopolios han ubicado al Estado español como una región vinculada al sector terciario, y fundamentalmente al turismo. El proceso de terciarización en el Estado español viene de largo, desde la década de los 60s, cuando este sector concentraba al 31% de los trabajadores – a día de hoy concentra al 80% de los trabajadores españoles -, al igual que sus procesos duales, como han sido el proceso inverso conducente al desmantelamiento de la industria y del sector primario, ya sea la agricultura, ganadería o minería. Es por ello que la industria se desplaza a las regiones del mundo donde los imperialistas han determinado que se debe desarrollar la producción industrial mundial, otros países y regiones del mundo juegan el rol en el suministro de las materias primas y la alimentación y a España le corresponde según los imperialistas – donde están integrados los oligarcas españoles – la parte de la economía inherente a los servicios, castrando la capacidad productiva y de procesamiento de la gran riqueza natural que nuestro país dispone. Con la COVID-19, la ubicación del Estado español en la división internacional del trabajo diseñada por los imperialistas hará que los trabajadores españoles sufran mucho más, condenándolos a unas tasas de paro y de empobrecimiento descomunales, como ya indicábamos en nuestro análisis “LA COVID-19 ES LA EXCUSA PERFECTA DE LOS MONOPOLIOS PARA IMPONER EL CAMBIO EN EL MODELO PRODUCTIVO”.

Así, los datos arrojados por la EPA en el día de ayer no pueden sorprendernos, más bien son algo esperado y consecuencia directa de la política imperialista en nuestro país: la tasa de paro se dispara al 15,3%, aumentando en 55.000 personas, se destruyeron más de un millón de empleos en el segundo trimestre, la ocupación disminuyó en 1.074.000 puestos de trabajo (un 5,4% menos) -aunque la tasa sería de un 20% si se atiende “a la caída de población activa” y en un 30% si se incluye a los afectados por un ERTE-, las horas efectivas de trabajo realizadas han disminuido un 22,5% respecto al primer trimestre del año y, con ello, el número de ocupados que efectivamente trabajó entre los meses de abril y junio fue de 13,9 millones de personas. Esto es, en torno a un tercio de la población española en edad de trabajar.

Los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentaron en el segundo trimestre en 74.900, hasta un total de 1,14 millones, de los que 300.100 son unipersonales, de acuerdo con los datos de la EPA. Es su mayor alza en ocho años. Por el contrario, el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados disminuyó en 311.300 y se situó en 10,38 millones, de los que 1,95 millones son unipersonales. La tasa de actividad bajó más de 2,6 puntos en el segundo trimestre, hasta el 55,54%, la menor desde el primer trimestre de 2003, tras registrar el número de activos un descenso histórico de 1,09 millones de personas (un 4,4% menos respecto al trimestre anterior). De esta forma, el número de activos, 21,97 millones, marcó mínimos de 14 años.

El número de asalariados se redujo en el segundo trimestre en 1,03 millones de personas (un 6,3% menos), de los que 671.900 tenían un contrato temporal (un 16,2% menos) y 361.900 un contrato indefinido (una caída de un 2,9%).

La patronal, sin embargo, ya está planeando su estrategia para realizar un cambio en el modelo productivo que le permita obtener unas mayores ganancias, liquidando para ello los actuales puestos de trabajo (ahora en ERTE) y convirtiendo estos a través de futuros EREs en otros puestos de trabajo más precarios. Los objetivos para los empresarios son claros:

  • Incrementar la desigualdad y abrir brechas salariales mayores entre los trabajadores.
  • Mayor externalización del trabajo para abaratar tanto costes laborales como rebajar salarios.
  • Desarrollar y regular el teletrabajo a favor de los empresarios.

El teletrabajo va a cumplir un papel fundamental en esta estrategia de los monopolios de “uberizar” la economía, introduciendo de nuevo el antiguo trabajo “a destajo” acelerando los ritmos de producción, ahorrando en costes, tanto salariales como de espacio y suministros y, además, dividiendo y desorganizando a los trabajadores. La futura normativa del Gobierno de PSOE, PODEMOS-IU/PCE, sin duda, allanará el terreno a la patronal en este sentido, como ya lo ha hecho con el Ingreso Mínimo Vital.

Los sindicatos traidores CCOO y UGT siguen las instrucciones de la patronal a pies juntillas, como se puede leer en el diario 20 minutos: “El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, sostuvo que los datos son “terribles”, por lo que ve “imprescindible” extender los ERTE más allá del 30 de septiembre y abordar las cuantías, junto a un cambio de modelo productivo. “Cada día se hace más difícil”, sentenció. En esa línea se mantuvo también Unai Sordo. El secretario general de CC OO cree que la solución pasa por “alargar los ERTE” y añadió que la recuperación probablemente se tenga que demorar hasta “la última parte del año y 2021” si no hay “confinamientos graves“.

Como puede verse, el Gobierno de la ‘izquierda’ junto con los sindicatos amarillos y vendidos CCOO y UGT, están abonando el terreno y actuando al dictado de lo que los monopolios requieren, permitiendo la liquidación de buena parte de los actuales puestos de trabajo y creando la normativa legal necesaria para asentar el cambio de modelo productivo que la burguesía necesita para acometer esa mayor obtención de beneficios a costa de las condiciones laborales de la clase trabajadora.

En este sentido y a tenor de las condiciones a las que los imperialistas nos abocan, donde con sus cambios nos muestran también su debilidad, su necesidad de acabar con la organización de los trabajadores en los centros de trabajo y liquidar la organización sindical, los comunistas debemos contribuir a que los trabajadores fortalezcan la organización sindical en los centros de trabajo y la organización de los trabajadores. La organización sindical debe abrazar los principios del sindicalismo de clase, debe servir para que los trabajadores conciban la lucha de clases como única forma de defender sus intereses y debe hacer que los trabajadores rompan su aislamiento uniendo las luchas de los distintos centros de trabajo en una única lucha de clases contra el capitalismo y contra la burguesía y por la superación de la explotación capitalista.

Por ello, debemos apoyar a los sindicatos de la Federación Sindical Mundial (FSM) que defienden esa visión del sindicalismo, con el objetivo de superar el capitalismo que hoy pide a gritos ser arrojado al estercolero de la historia. Cada paso que dan los capitalistas para tratar de salir del atolladero, especialmente en el estado español que como estamos viendo es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista, lo que hace es agudizar la putrefacción del sistema, carcomerlo más, reclamar con mayor insistencia su derrocamiento revolucionario y demostrar que la única salida posible para armonizar el desarrollo de las fuerzas productivas y transformarlo en desarrollo humano, en progreso social y en mayor progreso de las fuerzas productivas y de la técnica y la ciencia, es el socialismo.

¡Socialismo o Barbarie!

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)

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