El SAT no ofrece alternativas a la crisis
El día 25 de mayo, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) realizó un acto público en Alcalá de Guadaira con el lema “Crisis, desempleo y alternativas”, organizado por un denominado grupo llamado Andaluces por Alcalá. Aunque estaba anunciada la participación de Diego Cañamero, éste fue sustituido por Mª del Carmen Garcia, responsable provincial en Sevilla de dicho Sindicato. También participaron Luis Ocaña, Óscar Jurado y el representante de una empresa en crisis. Las exposiciones carecieron de un análisis desde el punto de vista del movimiento obrero sobre la crisis, así como de alternativas enmarcadas en la transformación social. El SAT carece de un análisis revolucionario de la situación actual llegando a posicionarse en el vagón de cola de los grupos reformistas actuales.
De las intervenciones realizadas por la responsable provincial se desprende que la situación de movilizaciones en nuestro país podrían ser distintas con otro gobierno, sin quedar claro si se refería al PP por la “confrontación” con los sindicatos mayoritarios, o a IU, dado que la ponente se ha presentado en diversas ocasiones por estas siglas en las elecciones municipales.
Mª del Carmen manifestó la necesidad de una convocatoria de una huelga general, aunque no entró a valorar detalles sobre la misma.
En el plano de la soluciones a la crisis, la ponente del SAT expuso la importancia del consumo en pequeños comercios y a pequeños propietarios como una forma de paliar los beneficios de las grandes superficies comerciales, la importancia de impulsar la agricultura, y otros aspectos del cooperativismo que no socavan en absoluto el poder de las grandes multinacionales y del estado capitalista.
El ponente Óscar Jurado, propuso la creación de organizaciones en forma de colectivos “sin estructuras piramidales” en clara alusión a la configuración de los partidos leninistas. Para este ponente el nexo de unión es la territorialidad, sin manifestar importancia alguna por las clases sociales. Para Óscar, al igual que algún otro participante del público, lo importante es unir voluntades con distintas inquietudes que pueden ir desde el ecologismo hasta el interés por el fútbol. Lo importante es el número, sin entrar siquiera a definir ningún objetivo.
Otro de los participantes, introdujo el nexo que faltaba “la importancia de cooperativas” y del consumo responsable para paliar la situación de crisis. Incluso llegó a exponer el ejemplo de los trabajadores despedidos de una empresa que con la indemnización crearon un negocio que generó una importante facturación. Pudiera parecer que todo es solucionable para los trabajadores con el actual sistema político y económico.
Un militante del PCOE que asistió a la charla coloquio, que a la vez es afiliado al SAT, manifestó que la situación es tremendamente dramática y que no valen parches al sistema capitalista. Expuso la situación actual del movimiento obrero, su división, la fracción impulsada desde el Estado, y la gravedad de las influencias reformistas y oportunistas en su seno. Planteó la necesidad de luchar para transformar la sociedad como único método válido para acabar con los males de los trabajadores, consideró que ni el consumo a pequeños productores ni el retroceso en los procesos sociales pueden aliviar nuestros padecimientos. Por el contrario, el propio desarrollo de los monopolios deben permitirnos la posibilidad de luchar por la centralización de la economía, por el socialismo.
Desde la mesa, M Carmen Garcia realizó un comentario diciendo que no estamos en situación para la revolución. Algo así como decir, que nunca es el momento para hablar de ello, y siempre cabe la posibilidad de defender la continuidad del capitalismo. Mejor naturalmente si se tiene un sillón municipal de IU y se olvida de la brutal agresión que sufre en la actualidad la clase obrera.
Para el oportunismo jamás habrá lugar para hablar de revolución.