Reformulan el oportunismo para seguir llevando a la clase obrera al matadero
La prensa del Capital, incluso la más abiertamente fascista, lleva un par de semanas haciendo referencia al acto que Yolanda Díaz, bajo el nombre SUMAR, va a hacer en el Matadero de Madrid el próximo día 8 de julio. La verdad es que no se podía realizar en un sitio mejor, pues es al matadero donde la burguesía pretende llevar a la clase obrera con esta nueva “formulación” del oportunismo al objeto de seguir fragmentando y engañando a la clase obrera.
Nos hallamos en un momento de auténtica quiebra del Estado a todos los niveles, en el terreno económico, social y, por supuesto, político e institucional. Este auténtico hundimiento del capitalismo y su Estado tiene sus vasos comunicantes con la proliferación del fascismo – consecuencia de la putrefacción del sistema económico y del canibalismo de los monopolios que han provocado un proceso de concentración donde el capital ya se halla en unas pocas manos, reflejando esa realidad en el poder político, en el Estado – y en tratar de fortalecer al oportunismo como instrumento del Capital para engañar y dividir a la clase obrera de tal modo que los oportunistas inoculen entre las masas obreras que los intereses del capital deben anteponerse a los de las masas proletarias, tratando de desviar a la clase obrera del camino de la confrontación con el Estado capitalista y de la lucha revolucionaria por la liquidación de éste.
La burguesía, en esta última década ha demostrado su destreza para salvaguardar su sistema político bipartidista, tan herido de muerte como su base económica. La crisis financiera de 2008 estalló con el PSOE en el gobierno, el cual no dudó en realizar todo tipo de leyes en contra de la clase obrera, leyes dictadas por los monopolios europeos que emplearon a su fracción socialdemócrata para la materialización de todas las políticas antiobreras de tal modo que, como es habitual en la socialdemocracia, la pata izquierda del fascismo, allanó el terreno para aupar al poder a la pata derecha, igual de reaccionaria y fascista que la socialdemocracia, pero menos vacilante y alineada plenamente con la esencia reaccionaria del Estado. Hay que recordar que a finales de 2010 y la primera mitad de 2011 los monopolios no dudaron en agitar, empleando sus medios de manipulación de masas que se batieron el cobre para estimular la movilización en las calles al objeto de que se anticiparan las elecciones generales, doblándole los monopolios el brazo al, por aquél entonces, presidente del Gobierno Zapatero, que no dudó en sacrificarse una vez cumplida su función, para que anticipase las elecciones generales que dieron la victoria del corrupto Rajoy, el cual no vaciló lo más mínimo en agredir inmisericordemente a la clase obrera. Ese mismo año 2011, estalló en mayo, justo en la campaña de las elecciones municipales, el movimiento denominado “indignado” o 15M. Ese movimiento amorfo, negacionista de la lucha de clases, canalizó una gran parte de la contestación, de la indignación y de la rabia de las masas trabajadoras, donde el oportunismo se encargó de reconducir la expresión de indignación de una parte de la clase obrera por los cauces del sistema. La corrupción del bipartidismo lo erosionó sobremanera, de tal forma que fortaleciendo el oportunismo por un lado – hay que recordar las horas y horas de televisión y radio que los medios de los monopolios pusieron a disposición de los Monederos, Errejones, Bescansas, Monteros e Iglesias – y creando primero un partido muleta del PP, C’s, y posteriormente un segundo – abiertamente fascista y desacomplejado – como VOX, conformaron una formulación para sostener un sistema político basado en el bipartidismo, apuntalado el PSOE por PODEMOS-IU/PCE – a lo que hay que unir BILDU y ERC -, y apuntalado el PP por C’s y VOX y, además, escorando VOX el tablero político del sistema a la extrema derecha de tal manera que no sólo impone el debate político, sino que blanquea a los fascistas de toda la vida.
El momento político hoy tiene analogía con el año 2010. Por un lado tenemos un gobierno de la pata izquierda del sistema, en la práctica tan fascista como la derecha como se constata en que el gobierno del PSOE-PODEMOS/IU-PCE emana de la aceptación de las políticas del fascista Rajoy, las cuales sostiene en sus aspectos más represivos y antiobreros, acrecentando todavía más su lacayunismo al imperialismo norteamericano en cuanto a política exterior, un gobierno que no tiene miramientos a la hora de servir a los monopolios empezando por una reforma laboral que consagra la Reforma Laboral del reaccionario Rajoy o el incremento del gasto militar a la par que se recorta en sanidad o educación y que, sin duda, intensificará en los próximos meses los recortes y ataques a la clase obrera, al igual que la represión, que unido al alto grado de depauperación de la clase obrera, y creciendo, auguran un periodo de confrontación social y de contestación a la realidad y contra el gobierno. La pata derecha – y abiertamente fascista – lleva más de un año en un proceso en el que busca la caída del gobierno y el anticipo electoral, estimulando paros patronales, pretendiendo mostrar una imagen de desabastecimiento e interpelando permanentemente a la población desde los medios de comunicación a la movilización contra el gobierno.
Y en esta situación, con el bipartidismo fortalecido, fundamentalmente en su pata derecha, es donde el oportunismo de PODEMOS y PCE/IU en bancarrota, y una vez cumplido su papel en el reforzamiento del bipartidismo, es cuando el capital, con un sistema político ya instalado en la extrema derecha -incluida la mal llamada izquierda, o izquierda del sistema – es cuando los capitalistas tienen que reformular su vertiente oportunista. Al igual que VOX es necesario para el sistema al objeto de blanquear el fascismo pero fijar el tablero político en la extrema derecha, en el fascismo, y baste escuchar al presidente del gobierno “progresista” sobre la matanza producida en la valla de Melilla hace unos días para disipar cualquier duda, el oportunismo es necesario para los capitalistas para frenar, desviar y corromper a la clase obrera al objeto de poner impedimentos a ésta para organizarse bajo la premisa de la lucha de clases, es necesario para el sistema el oportunismo al objeto de tratar de encauzar parte de la indignación de las masas trabajadoras y hacer que esa indignación no se torne conciencia antisistema sino encauzarla bajo el ilusionismo y la traición al redil del sistema que garantiza la derrota de la clase obrera, como demostró el PCE en 1977 o ha demostrado el nacimiento de PODEMOS hace unos años.
La burguesía, consciente del escenario político, donde la “izquierda” del régimen ha gobernado desde 2018 jurando sostener la política impuesta por los fascistas del PP, como se puede comprobar releyendo las actas del Congreso con respecto de la moción de censura de junio del 18, se halla en franco retroceso, consciente de que su pata derecha, o abiertamente fascista, va a asumir el gobierno mediante el que machacarán todavía más a la clase obrera, y conocedora de que en la calle va a haber contestación, se lanza a reformular la opción oportunista, se lanza a reformular la fracción izquierdista de su tablero político instalado en el fascismo y la reacción.
Y es ahí donde debemos ubicar este “proceso de escucha” lanzado por la marioneta de la CEOE, ministra del gobierno y militante del PCE, Yolanda Díaz. Nuestro Partido, ya en junio de 2021 o lo que es lo mismo, hace más de un año, señalaba lo siguiente: “Yolanda Díaz, actual Vicepresidenta tercera del Gobierno y Ministra de Trabajo y Economía Social, militante del PCE, es el nuevo mito político que pretende forjar la clase dominante como candidato de izquierdas como ya hizo en su día con personajes absolutamente reaccionarios como Felipe González”.
La Patronal sabe perfectamente que Yolanda Díaz es una de las suyas, es una fiel lacaya del sistema, como se puede comprobar mirando un poco la hemeroteca:
Y sin duda, la Reforma Laboral de Yolanda Díaz, aplaudida por la CEOE, reafirma y profundiza sobre la Reforma Laboral del corrupto Rajoy que ha servido para que los salarios hayan retrocedido, para que la explotación se haya incrementado y, fundamentalmente, para abaratar y favorecer el despido.
Ahora a esta marioneta de la patronal y defensora a ultranza del capitalismo, la burguesía procede a relanzarla, sabedora de su sumisión y con el aval de los servicios prestados a la CEOE y las traiciones perpetradas a la clase obrera, políticamente al objeto de reforzar el instrumento que sirva para fraccionar a la clase obrera y desviarla, que sirva como instrumento para interceptar la lucha de clases y tratar de encauzar el malestar del pueblo a los cauces del sistema, a la conciliación de clases, un instrumento que sirva para obstaculizar una respuesta clasista que ubique su ira en la raíz de los problemas que atañen a esta sociedad: El sistema capitalista y su Estado. Y a ese instrumento bastardo y traidor le han puesto el nombre de SUMAR.
Y SUMAR nace como “un proceso de escucha de Yolanda Díaz que busca un nuevo contrato democrático con la ciudadanía”. En realidad no es más que los monopolios poniendo a su marioneta, Yolanda Díaz del PCE, al objeto de desarrollar una opción política que niegue la lucha de clases, que niegue a la clase obrera y su papel constructor y creador en términos sociopolíticos, erigiendo a este personaje por encima de la clase (y cuasi dotándola de aura de superioridad moral e intelectual que le lleva a saber interpretar a lo que le rodea), que desaparece bajo el concepto ciudadanía, al objeto de “interpretar” lo que quieren las masas y establecer ese “nuevo contrato democrático con la ciudadanía” que no será más que las órdenes que desde la CEOE le señalen en todo momento, sabedores los empresarios que Yolanda Díaz es una fiel vasalla la cual ya ha contrastado su oportunismo y su sumisión a la clase dominante, a la burguesía.
Estamos, pues, ante el enésimo chanchullo hecho por el capital al objeto de engañar, estafar y condenar a la clase obrera que es la única manera que tiene la burguesía para mantener su dominio político, de mantener su sistema criminal y explotador.
Yolanda Díaz es el oportunismo adaptado a este periodo, es la negación de la lucha de clases, es la negación de la clase obrera como sujeto revolucionario, pretende ser la negación, incluso, de la clase obrera como clase social, de tal modo que los medios de manipulación del Capital visten con ropajes progresistas y de intelectualidad a unos personajes al objeto de romper, incluso, los partidos oportunistas con los que llevan perpetrando las traiciones desde hace casi 5 décadas.
Yolanda Díaz es uno de los salvavidas de la dictadura de la burguesía, del Estado, de esa izquierda que el sistema capitalista y su Estado construye para desterrar la lucha de clases y aplicar tres premisas fundamentales para la reacción: conciliación de clases y negación de la lucha de clases, subordinación de la clase obrera a los intereses de la burguesía y el legalismo como praxis – todo dentro del Estado nada fuera del Estado.
La única salida que tiene la clase obrera es pasar por encima del sistema y de sus marionetas, como es esta traidora acreditada que han puesto al frente de la engañifa llamada SUMAR. La clase obrera debe unirse como clase en los barrios, en las empresas, uniendo todas las luchas de los diferentes sectores que la componen en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, una unión en lucha cuyo objetivo no puede ser otro que acabar con el responsable de todos los males que azotan a la clase obrera, el Capitalismo, y poner la economía, la propiedad de las fábricas, en manos de la sociedad al objeto de construir una sociedad libre de explotación, del parasitismo de la burguesía, donde la clase obrera tenga el Poder.
La labor de emancipación de la clase obrera le corresponde a la clase y únicamente podrá llevarla a término la clase obrera organizada para tomar revolucionariamente el poder político y económico dirigida por su partido de vanguardia armado del marxismo-leninismo. Yolanda Díaz y el proyecto encomendado por la burguesía, lo único que persigue es perpetuar el dominio y la explotación capitalista, o lo que es lo mismo, la explotación y el sufrimiento de la clase obrera.
Los comunistas debemos reflexionar; o mediante la unidad de acción para construir poder obrero y popular, para construir las estructuras del futuro Estado socialista, vamos avanzando en la práctica en la unidad comunista, esencial para que la clase obrera rompa con el capitalismo, combatiendo a muerte el oportunismo dentro de la clase obrera, o seguiremos también siendo responsables de la situación precaria en la que se encuentra la clase obrera. En este sentido nuestro partido, en abril de 2020 lanzó un llamamiento a las organizaciones denominadas comunistas el cual no llegó a buen término como consecuencia, fundamentalmente, de que los que se denominan comunistas hoy en lugar de ir a la clase obrera a organizarla para romper el sistema y construir el socialismo siguen estando impregnados aún por el eurocomunismo y sus métodos y siguen anteponiendo unos intereses extraños al interés real de la clase obrera, que no es otro que el cumplimiento de su misión histórica: Derrocar el capitalismo y edificar el socialismo.
¡ABAJO EL OPORTUNISMO, POR EL DESARROLLO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL!
¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO PROLETARIO, DESARROLLEMOS EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡ABAJO EL CAPITALISMO, CONSTRUYAMOS EL SOCIALISMO!
Madrid, 7 de julio de 2022
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)