Pino Montano: La solución a la delincuencia no vendrá de las Administraciones ni la Policía

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Pino Montano

Hay una violencia diaria que sufren miles de familias trabajadoras sevillanas que es buscarse la vida para llenar el frigorífico y pagar las letras y facturas que las asfixian cada mes.

Empleos cada vez más temporales y sueldos pírricos cuando no el desempleo crónico, son desbordados por un coste de vida cada vez más alto. Coste de vida impuesto por las empresas y los monopolios del combustible, la electricidad, el agua, la construcción, los seguros, la banca, … y el Estado también con sus tasas e impuestos de todo tipo.

Pero además, el enquistamiento del desempleo, de la precariedad, de la falta de expectativas, de la miseria y el abandono de los barrios obreros desde todos los puntos de vista (empleo, servicios sociales, culturales…) es la semilla de donde germina tarde o temprano la violencia física y la delincuencia.

La prioridad de muchas familias es buscar el pan, por eso no tienen tiempo para educar a los hijos, de los que tampoco se ocupan las instituciones educativas. Quienes los educan diariamente son la televisión, la radio y las redes sociales que vomitan basura moral y cultural, poniendo en el pedestal del ejemplo a seguir a veinteañeros multimillonarios cuyo mérito es dar patadas a un balón y que son tratados como reyes, parásitos charlatanes de la prensa del corazón, raperos proxenetas con coches despampanantes, chicas operadas hasta la sien o que sólo saben contonearse cantando aquello de a mí me gustan mayores.

Si este régimen criminal capitalista que asfixia a la clase obrera no ofrece expectativas de una vida decente por mucho que trabajes o que estudies, y precisamente los que mejor viven o los que más atención reciben por los medios de comunicación son los que menos han trabajado o estudiado… ¿qué aliciente puede tener la juventud para ganarse la vida decentemente? ¿Cuáles son sus referentes y ejemplos a seguir?

Esos jóvenes que deambulan por las calles sin nada que hacer, son pasto fácil para las mafias y traficantes de drogas, que reclutan con facilidad en los barrios y zonas donde mayor es el desempleo y menores las rentas (periferias de grandes urbes como París, zonas con paro explosivo como la provincia de Cádiz…). Los siete barrios de Sevilla que se encuentran entre los más pobres de España (Pajaritos-Amate, Polígono Sur, Torreblanca, Cerro, Villegas, Su Eminencia y San Pablo) sufren cada vez con más virulencia los efectos del paro y la miseria. Y esa mancha de aceite se extiende sobre el resto de barrios como Pino Montano que se van degradando también conforme los azotan las crisis periódicas del capitalismo, cada vez más profundas.

El desasosiego, la inseguridad y el descontento que esta situación provoca en la clase obrera, si no son dirigidos hacia una lucha contra la causa principal, es decir, el régimen económico y social vigente, será aprovechado por los fascistas para hacer que la clase obrera se vuelva más reaccionaria pidiendo más seguridad con más policías. Y esto se volverá en contra nuestra porque las fuerzas de seguridad del estado consideran delincuentes a los trabajadores y vecinos que luchan por sus derechos con huelgas y movilizaciones.

La policía no ha actuado ni actuará nunca en contra, pues están a su servicio, de los responsables de la miseria y explotación de la clase obrera: los empresarios, banqueros y sus lacayos políticos. A cuyo servicio están también las administraciones e instituciones como el congreso, el parlamento, el ayuntamiento, ministerios, consejerías o concejalías.

Por eso es utópico pedir a las administraciones que resuelvan el problema de la inseguridad. De hecho, son cómplices de esa situación.

Por tanto, lo que habrá que hacer es remplazar esas instituciones por otras que nos representen de verdad. Aquellas cuyos representantes sean elegidos directamente por la clase obrera en los centros de trabajo y barrios obreros.

Pero la cuestión más importante es la económica, pues todos los problemas tienen un origen material. Si todas las riquezas que produce la clase obrera, hoy con mayor abundancia que nunca gracias a la maquinaria y la tecnología, quedan en nuestras manos, se acabará el problema de la miseria y de la incertidumbre, y por tanto la delincuencia no tendría de dónde alimentarse.

Necesitamos una estructura de poder, como el Frente Único del Pueblo, con la que seamos nosotros los que decidamos, y para ello necesitamos tomar el control de las abundantes riquezas que producimos los trabajadores: los beneficios de las empresas, las materias primas que emanan de las minas y las tierras andaluzas. Todo debe quedar en nuestras manos.

Hemos de unir las luchas de los barrios obreros y las de los trabajadores en las empresas, por mejorar nuestras condiciones de vida, elevarlas a una lucha común por cambiar el régimen económico y social. Luchar por el socialismo.

De esta manera podremos planificar la sociedad y la economía en nuestro beneficio dándole un futuro a todos los miembros de la sociedad, sin dejar abandonado ni desamparado a nadie. Sólo así podremos vivir en paz.

ACABAR CON LA MISERIA ES ACABAR CON LA VIOLENCIA DE TODO TIPO

CONSTRUYAMOS EL PODER POPULAR CON EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO

ACABEMOS CON EL CAPITALISMO, LUCHEMOS POR EL SOCIALISMO

Secretaría de Agitación y Propaganda del Comité Provincial del PCOE en Sevilla

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