La vida en el planeta sólo tiene un camino, el del comunismo. Respuesta a Salvador Sostres.

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El sábado 30 de octubre de 2010, en el periódico El Mundo, leímos un artículo de opinión redactado por Salvador Sostres titulado “un hombre equivocado” en el que, aprovechando la muerte de Marcelino Camacho, se despachaba a gusto vertiendo todo tipo de calumnias e insultos hacia el comunismo para ensalzar al sistema capitalista de producción y a la superestructura que dicho sistema económico eleva.

 

No nos sorprenden en absoluto los exabruptos ni el discurso eminentemente fascista y de perfil bajo del Sr. Sostres, carente de todo tipo de escrúpulo a la verdad, manipulando la historia, desguarnecido de ética y estética, consistente en repetir el repertorio de falsedades que lanzan los sectores más reaccionarios de la sociedad colocados en los medios de comunicación del Capital. Y decimos bien, medios de comunicación del Capital, pues en el estado español no existe ni libertad de prensa ni libertad de información pues los medios de comunicación de masas están concentrados en las manos de un puñado de burgueses foráneos – Martin E. Franklin, Nicolas Berggruen, Silvio Berlusconi, Sir Martin Sorrell, la familia Agnelli, etc… – y autóctonos – los Ybarra, Luca de Tena, Godó, Lara, Abelló,… – que emplean los mismos para defender sus intereses de clase, estando todos ellos unidos, representados y organizados en las Instituciones supranacionales Capitalistas, alejadas de los pueblos, dirigiendo de manera militar y dictatorial el mundo sembrando en él el hambre, la sed, la miseria, la explotación y la muerte. Es por ello que los voceros que hablan en las radios, que participan en el circo televisivo, o que escriben en los periódicos – en su mayoría los mismos – no se deben a la verdad, a la información, sino a los intereses de aquellos que les pagan, la burguesía.

El artículo del Sr. Sostres, plagado de falsedades como a continuación vamos a demostrar, es seleccionado como artículo de opinión de dicho diario porque va en sintonía con los intereses de los dueños del grupo mediático al que pertenece ese diario, Grupo Unidad Editorial controlado por el grupo multinacional RCSMediagroup detrás del cual está la oligarquía financiera italiana (Mediobanca SPA, Intensa San Paolo – Banco Di Napoli, Banco IMI, Banco Popolare, …) y familias como la Agnelli, Rotelli o Pasenti.

En el artículo indicado, el Sr. Sostres nos manifiesta su esencia anticomunista equiparando militancia comunista con la pertenencia a una organización terrorista y equiparando al comunismo con el nazismo y con el terrorismo. Para él, todo aquél que defienda los intereses de una clase que no sea la de los dueños de los medios en los que escribe debe ser perseguido y tratado como un delincuente. Siguiendo la teoría aristoteliana del término medio, ya refutada y demostrada como equivocada pudiéndose comprobar en el libro V de la Ética a Nicómaco del mismo Aristóteles, trata de mostrarnos unos extremos viciados (comunismo y nazismo), que casi se tocan, para ubicar la virtud en el término medio (la “democracia” burguesa que él dice defender).

Aunque pone como sujeto a Marcelino Camacho, en realidad, el sujeto de Sostres es cualquier comunista, cada uno de los cuales debe “de disculparse por la apología de la ideología más mortífera de todos los tiempos”. El comunismo es la fase superior de la formación económico-social comunista basada en la propiedad social sobre los medios de producción que elevará una sociedad cuyo objetivo inmediato sea el desarrollo ilimitado y multilateral de cada persona. El comunismo es la fase donde se extingue la lucha de clases y, con ella, el estado y donde la sociedad comunista, habiéndose barrido de la faz de la Tierra la explotación y despojada de todo tipo de diferencia social entre sus miembros, se autogestionará y agarrará por primera vez en la historia el timón de su futuro. Todo aquél que ansía y lucha coherentemente por alcanzar ese objetivo sublime es comunista y, Sr. Sostres, para nada debemos de disculparnos por esto sino, más bien, todo lo contrario. En todo caso, deberán no sólo disculparse, sino pagar por lo que están haciéndole a la Humanidad, la burguesía internacional y todo su séquito de políticos, analistas, leguleyos, oportunistas, manipuladores y farsantes que se encuentran al servicio de ésta. Por más que traten de falsear la historia, por más que intenten los capitalistas corromper y embrutecer todo lo que les rodea, no podrán tumbar la verdad. Y la verdad es que la Revolución Bolchevique triunfa porque defiende la bandera del Socialismo que dio a los pueblos sometidos por el zarismo primero, y por los gobiernos burgueses después, la paz, el pan y la libertad. La verdad es que la Revolución de Octubre nació y triunfó por el rechazo y respuesta del Pueblo ruso a la miseria absoluta y a la guerra de rapiña, Primera Guerra Mundial, que era lo único que le ofrecía la democracia burguesa. El Socialismo, como paso previo al Comunismo, es la única alternativa al imperialismo que tiene la Humanidad. Por eso los voceros salen a la caza y captura de los comunistas y sus organizaciones. El bloque socialista implosionó sin que esos estados totalitarios que nos cuentan aquellos que abrazan la mentira, como el Sr. Sostres, pegasen un solo tiro, no pudiéndose decir lo mismo cuando el estado que cae es el capitalista y ahí está la Historia del estado soviético y los sabotajes, actos de terrorismo, bloqueos criminales, etc…, aplicable a lo padecido por cualquier estado socialista, véase Cuba, u otro estado que sin serlo luche por su emancipación nacional respecto a los imperialistas – Venezuela, Honduras, Ecuador, Bolivia, República Democrática del Congo, Nicaragua, y un largo etcétera.

Una vez caída la URSS, los capitalistas se lanzaron con voracidad a analizar los archivos del Ministerio del Interior de la URSS en el período comprendido entre 1923 y 1953 y, bajo los mandatos de los capitalistas y proyanquis Gorbachov y, posteriormente, el golpista Yeltsin, desarrollaron un estudio sobre la represión política en la URSS arrojando unos guarismos más de 100 veces menor a los que la propaganda capitalista desarrollada por sus “investigadores independientes” cifraban, tapando dichos estudios y sus conclusiones y continuando enarbolando las banderas de la mentira construidas por los anticomunistas, y simpatizantes del nazismo,Hearst, Conquest, Solzenitzhyn, …, siempre apoyados, como diría el Profesor de la Universidad norteamericana de Montclair Gröver Furr, por “los historiadores trotskistas”.

Por el contrario, en el haber del capitalismo y de la burguesía, a los que defiende el Sr. Sostres, se encuentran el lanzamiento de bombas atómicas sobre la población civil – Hiroshima y Nagasaki -; armas atómicas de baja intensidad, o de uranio empobrecido, en Afganistán o en Iraq; dos guerras mundiales, dictaduras militares fascistas -como en Alemania (Hitler), Italia (Mussolini), España (Franco), Chile (Pinochet), Argentina (Videla, Massera), Paraguay (Alfredo Stroessner), Haití (François Duvallier), Bolivia (René Barrientos y Hugo Banzer), Guatemala (Coronel Castillo Armas y, posteriormente, General Efraín Ríos Montt), Brasil, etc… -, multitud de intervenciones militares en todos los continentes del Planeta para dominar a sangre y fuego a los Pueblos, terrorismo de estado y terrorismo internacional, bloqueos económicos, actos de genocidio, guerras sucias, etc… Centenares de millones de muertos a espaldas de los capitalistas para salvaguardar los intereses de una minoría explotadora a costa de la sangre derramada de ancianos, mujeres y niños.

Respecto del comunismo, el artículo del Sr. Sostres, señala lo siguiente: “mezclar las palabras comunismo y libertad es una burla, en tanto que comunismo es exactamente lo contrario de libertad. Tales provocaciones tendrían que estar fuera de la ley en un país libre y que, además, ha sufrido en sus propias carnes el desastre y la muerte que el comunismo conlleva siempre que más o menos se pone en práctica”, refiriéndose a España. La primera pregunta que nos surge es ¿cómo puede decir el Sr. Sostres que este país “ha sufrido en sus propias carnes el desastre y la muerte que el comunismo conlleva siempre que más o menos se pone en práctica” cuando en España lo que hemos padecido son 40 años de dictadura sanguinaria y militar fascista y 32 años más de la reforma del sistema fascista donde la cúpula del poder político, militar y la judicatura siguen en las mismas manos que estaban en la dictadura? El Sr. Sostres miente y su anticomunismo visceral le lleva a insultar a la inteligencia del Pueblo, del cual él sí se burla. Nos habla de que comunismo y libertad son términos contrarios. ¿Pero en qué se basa más que en su charlatanería vacía y en su anticomunismo para justificar esa afirmación? ¿A qué libertad se refiere el Sr. Sostres? ¿A la libertad que tiene el burgués para explotar a la mayoría proletaria? ¿A la libertad del Capital a lucrarse con el hambre y con la guerra? ¿A la libertad de las potencias imperialistas a imponer bloqueos económicos que son verdaderos actos de genocidio? ¿A la libertad de prensa en el capitalismo donde todos los medios de comunicación de masas están en manos de un puñado de burgueses estando despojado del debate público la mayoría del Pueblo, que no es otra que la clase trabajadora? ¿A la libertad para determinar dónde y cómo se explota? ¿Libertad para quién? La libertad, en una sociedad clasista, también atiende a la cuestión de la clase. Todo lo que hemos enumerado es la concepción de libertad que tiene la clase burguesa, que es la inmensa minoría, que atenta contra la libertad de la mayoría explotada. Por eso, Sr. Sostres, los comunistas – y no nos avergonzamos de ello sino todo lo contrario – queremos avanzar hacia un estado donde el Poder esté en manos de la mayoría trabajadora y sea ejercido por ésta, determinando en libertad qué debe producirse y cómo debe distribuirse socialmente lo que ella genera. Un estado que, por supuesto, reprima la libertad de los explotadores, les prive la libertad de explotar y de lucrarse con el hambre, la miseria y con la guerra. Un estado que reprima y niegue la posibilidad a la minoría explotadoraconfabularse con la burguesía extranjera contra la mayoría trabajadora de su patria. Sí, Sr. Sostres, los comunistas queremos que la mayoría explotada posea la libertad para emanciparse de la explotación a la que la minoría explotadora, burguesa, le somete. Libertad para la mayoría es lo que pregonamos los comunistas. ¿Pero tiene autoridad moral un burgués de pensamiento como el Sr. Sostres para hablar de libertad cuando su mensaje es un derroche de prejuicio anticomunista enarbolando la bandera de la mentira? ¿Acaso no hay interrelación entre conocimiento, necesidad y libertad? Al igual que el conocimiento de las leyes y procedimientos de la naturaleza nos permite al género humano domeñar con el mayor éxito las fuerzas espontáneas de la naturaleza, e incluso sacar partido de las mismas, el conocimiento de las leyes sociales y de las fuerzas del desarrollo de la sociedad permite a las clases avanzadas crear conscientemente la historia, luchar por el progreso social. Cuando conocen las leyes objetivas del desenvolvimiento social, las fuerzas avanzadas de la sociedad no actúan a ciegas, de una forma espontánea, sino con conciencia de causa, con libertad. Siendo uno de los pilares del Comunismo científico el materialismo histórico, cuyo objeto especial de estudio son las leyes más generales del desarrollo de la sociedad humana, elemento vital de conocimiento del medio, que nos da conciencia de nuestra necesidad y, que nos hace actuar en libertad para alcanzar la satisfacción de dicha necesidad de forma consciente ¿cómo puede afirmarse alegremente que comunismo y libertad son términos contrarios cuando comunismo es sinónimo de libertad para la satisfacción de la necesidad de la mayoría?

En su ataque al comunismo, el Sr. Sostres señala que “Desde la Segunda Guerra Mundial a esta parte, hemos podido ver con meridiana claridad la pobreza y la hambruna que han conocido las sociedades que han sufrido dictaduras comunistas, y hasta qué punto la riqueza y el bienestar han llegado a casi todos los rincones de las sociedades capitalistas”. Si algo hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial hasta aquí es que tras la caída del campo del socialismo real y de la URSS las condiciones de vida la mayoría de los habitantes del mundo han caído en picado, al igual que las condiciones laborales y económicas de los trabajadores en beneficio de los ricos, que cada vez son más ricos. La perspectiva que nos muestra la historia en el período histórico que el Sr. Sostres expresa, no deja lugar a dudas de que el mundo era mucho más seguro y mucho más justo cuando existía el campo socialista que el mundo de hoy donde el imperialismo campea a sus anchas. La riqueza y el bienestar que genera el orden mundial consiste en la muerte diaria de 25.000 niños en el mundo por hambre; en la última década han asesinado a dos millones de niños en las guerras imperialistas; más de 150 millones de niños son explotados laboralmente; cuatro millones de recién nacidos mueren al año sin haber cumplido el mes de edad; el 82% de los niños del planeta no reciben antibióticos y dos millones de menores de 14 años tienen VIH; 600 millones de niños en el mundo son víctimas de la pobreza; 100 millones viven en la calle; 150 millones de niñas y 73 millones de menores de 18 años son explotados sexualmente cada año y 1,8 millones han caído en el comercio sexual. Estos son los guarismos del sistema que el Sr. Sostres defiende con el futuro, con los niños. Las personas que padecen hambre en el mundo, dominado por la mano brutal y despiadada del capitalismo, rompe el listón de los 1000 millones de seres humanos, muriendo cada año 30 millones de seres humanos sólo por hambre. En una década, el capitalismo ha asesinado a 300 millones de seres humanos por hambre. A esto habría que añadir que cada día mueren por beber agua contaminada 10 mil personas y más de 1000 millones de personas no tienen acceso al agua limpia. ¿Dónde está ese bienestar del que nos habla el Sr. Sostres? El Banco Mundial reconoce que 1300 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día. Según la ONU y la Universidad de Oxford, 1700 millones, casi un tercio de los habitantes del mundo. Y si miramos a las democracias burguesas, que el Sr. Sostres pone como ejemplo como la española, comprobamos que, a parte de casi cinco millones de parados, resulta que el 30% de las familias españolas tienen serios problemas para llegar a fin de mes, el 40% de los hogares carece de toda posibilidad para afrontar un gasto imprevisto y, el 21% de la población española se sitúa por debajo del umbral de la pobreza. ¿Este es el sistema moderno, novedoso y triunfante del que nos habla el Sr. Sostres?

 Queda demostrado que a los “periodistas” del Capital lo único que les queda es el engaño, y este artículo del Sr. Sostres es un fiel ejemplo de lo que hablamos. El rostro de los “demócratas” lo estamos viendo en España, Francia, Grecia, Portugal, EEUU, etc, donde lo que impera es la corrupción, las agresiones a los trabajadores, el racismo, llegándose incluso a la realización de deportaciones de personas y persecuciones por el mero hecho de ser de otra nacionalidad o de otra raza, persecución e ilegalización de partidos e ideologías, entre la que despuntan las ilegalizaciones de los partidos comunistas y juventudes comunistas a lo largo y ancho de la geografía europea. El rostro del fascismo se muestra cada vez con más claridad cuando la crisis diluye las máscaras de los “demócratas”. Por todos estos motivos, y por muchos más, las fuerzas del Progreso Social, del comunismo, acabarán imponiéndose a la barbarie capitalista. Es por ello que los sicarios de la pluma las afilen para cargar contra el comunismo, al único que temen y que saben que más temprano que tarde volverá a hacer que el Capitalismo muerda el polvo, esta vez para ser arrojado al lugar que le corresponde, que no es otro que el estercolero de la Historia. 

 PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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