La democracia burguesa: los reaccionarios y oportunistas parasitan y engañan; la oligarquía financia y gana
En los días que corren vemos a los aspirantes a seguir saqueando y traicionando al pueblo trabajador hablándonos de democracia y explicándonos aquello que supuestamente harán, si son elegidos, durante la legislatura. Ningún crédito debería dar el Pueblo a esas palabras, pues cuando sean elegidos harán lo que han hecho siempre: servir a la burguesía. Para comprobarlo, baste echar la vista a 2008 y comprobar que en ningún programa electoral se hablaba de asuntos como el pensionazo, quitar el cheque-bebé, depreciar los salarios de funcionarios y obreros, recortar en jubilaciones, sanidad, educación, privatizar aeropuertos o Loterías, acabar con la contratación indefinida, abaratar el despido, incrementar todavía más la represión a los trabajadores, etc…, a la par que tampoco se hablaba de llenar los bolsillos de banqueros, empresarios y de aquéllos que traicionan a los trabajadores y firman lo que les echen, es decir, las cúpulas de CCOO y UGT.
En el análisis que efectuábamos sobre las elecciones del 22 de Mayo decíamos “Como estaba previsto, el PP ha barrido en las urnas. En la democracia burguesa existe poco margen para los fenómenos mágicos y menos aún para las sorpresas. Todo se ha enmarcado en la lógica capitalista, los votos registrados, los deslizamientos de un lado para otro, incluidos los que iban a IU o fuera de esta agrupación pequeño burguesa; todo se ha repetido durante la historia de la presente democracia numerosas veces. Por esta razón, nosotros no caeremos en la trampa de explicar las razones de los pequeños cambios habidos en los fallos o en las virtudes dados durante la campaña electoral u otras excusas tradicionales”. Leyendo el sábado día 15 de octubre el diario de extrema derecha El Mundo, periódico cuyos dueños son la oligarquía italiana, en su página 9 un artículo de Agustín Yanel titulado “Un banco da 1,6 millones a IU porque prevé que subirá mucho” se corrobora que en la democracia burguesa todo está repartido y se conoce el resultado a priori, gana el que paga y el que paga es la banca y los empresarios, siendo los partidos burgueses meros títeres de éstos que aspiran a vivir de las prebendas conseguidas en el ejercicio de oprimir y expoliar a los trabajadores sirviendo a los intereses de sus mecenas burgueses. El citado artículo señala “Izquierda Unida ha obtenido un crédito de 1,6 millones de euros para su campaña electoral sin apenas tener que insistir – casi el doble que en las elecciones de 2008-, porque el banco que se lo ha concedido está convencido de que va a incrementar considerablemente sus votos y escaños. Aquel año tuvieron que pelear mucho hasta lograr 900.000 euros que invirtieron en la campaña, porque la entidad bancaria preveía un mal resultado (…) todos los partidos saben que los bancos son los que mejores datos manejan sobre sus posibilidades en las elecciones, porque estudian al milímetro sus expectativas antes de prestarles dinero. Por eso, la dirección de IU han recibido con satisfacción la concesión de este crédito, que se suma al incremento de votos y escaños que les vienen dando todas las encuestas”.
Unido a esto, la farsa electoral del 20 de noviembre vendrá caracterizada porque se obliga a las fuerzas políticas extraparlamentarias a la consecución de avales – firmas de personas plenamente identificadas por el estado- para poderse presentar a los comicios justificando esta medida “a fin de salir al paso de prácticas no admisibles desde la perspectiva de la seriedad del procedimiento electoral”[1]. Curiosamente esta reforma se hace coincidiendo con un momento de crisis brutal del sistema. Es la forma que el sistema tiene de impedir que cualquier voz que no rinda pleitesía al capitalismo se cuele en el Parlamento y de poseer información de aquéllos que apoyan a dichas candidaturas.
Estos dos hechos nos ilustran que, por un lado, en la democracia burguesa el resultado vendrá determinado por cómo distribuyan el dinero los bancos en forma de inversión – préstamos – entre los distintos partidos burgueses que atenderán a la defensa de los intereses de la clase capitalista. En la democracia de banqueros y empresarios, éstos ponen un abanico de partidos políticos que defienden los intereses de los primeros así como el sistema capitalista de producción. Todos son iguales, por mucho que quieran diferenciarse, porque todos parten de lo mismo – dinero entregado por los capitalistas y aceptación de la ideología burguesa- y aspiran a lo mismo – obtener prebendas haciendo de gestores políticos del capital, o lo que es lo mismo, masacrando al pueblo trabajador para engordar las arcas de sus benefactores. Por otro lado, la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General no es más que una forma de represión política a las fuerzas de la izquierda extraparlamentaria de tal modo que, por un lado, se le cierre la posibilidad de acceder al Parlamento y, por otro, el hacer el estado listas negras con la información personal de aquellos que avalen con su firma candidaturas anticapitalistas y tener la posibilidad así, en un futuro inmediato, de ejercer acciones de represión sobre éstos, vislumbrándose el escenario de represión que los capitalistas impondrán al Pueblo al que le recortarán absolutamente todo, empezando por las cada vez más escasas libertades políticas. Y esto es así porque el discurso y la acción del próximo gobierno ya está dictada, independientemente de quién sea el que gobierne, y ésta política seguirá el patrón de lo acontecido tras las elecciones catalanas o las castellano-machegas: La situación del país es aún peor de lo que se pensaba y habrá que tomar medidas traumáticas para no ir al abismo – privatización de educación, sanidad, recortes y bajadas de salarios, despido libre y gratuito, bajadas de pensiones, ataque a los comités de empresa y a los instrumentos sindicales de los trabajadores, y para que nadie ose oponerse a todo ello, represión política y sindical y ahí debe circunscribirse esta reforma de la LOREG. “No hay Estado, ni siquiera el más democrático, cuya Constitución no ofrezca algún escape o reserva que permita a la burguesía lanzar las tropas contra los obreros, declarar el estado de guerra, etc., ‘en caso realteración del orden’; en realidad, en caso de que la clase explotada ‘altere’ su situación de esclava e intente hacer algo que no sea propio de esclavos”[2] y en el caso del Estado español y su democracia – componenda hecha por los fascistas y los renegados y traidores a los trabajadores y a los mejores hijos de este país que dieron sus vidas luchando contra la tiranía fascista, tan burguesa y capitalista como esta democracia – es conocido por todos que no ha escatimado nunca esfuerzos en machacar y reprimir a los trabajadores imponiéndoles un régimen militar – baste mirar a lo acontecido el año pasado en los aeropuertos – o a tiros y, ni tan siquiera necesidad de acudir a esos escapes o recovecos, sino haciéndolo al margen de ellos,“desde sus cloacas”[3] y que los fascistas con pedigrí del estado español, grandes “demócratas” por otro lado según la prensa y los medios de comunicación del capital – de los que son columnistas por supuesto. Uno de los “méritos” de esta democracia española es que el que se acostó siendo franquista se levantó a la mañana siguiente siendo “un gran demócrata” y sujetos como Ussía o Fraga son un ejemplo ilustrativo, aunque paseando por la cúpula militar, la Judicatura o el Parlamento se pueden extraer muchísimos ejemplos más.
Por muchas palabras que los partidos burgueses, financiados por el estado y por los capitalistas, cacareen en la campaña electoral que se iniciará el próximo 3 de noviembre, a las clases populares y, fundamentalmente, a la clase obrera la democracia burguesa no sólo no le vale absolutamente para nada sino que es fuente de sus males. La historia ha puesto en el bando de los renegados a aquéllos que hablaban desde la orilla del eurocomunismo y del oportunismo señalando que se podía avanzar hacia el socialismo mediante la progresiva profundización reformista en el seno de la democracia burguesa, los acontecimientos han demostrado cómo engañaban y, también, la historia nos ha mostrado como esos mismos no han dudado en colocarse la chaqueta socialdemócrata participando en gobiernos de la burguesía o rompiendo lanzas en los medios del Capital a favor de la socialdemocracia y sus posiciones imperialistas, baste escuchar al traidor Santiago Carrillo.
En estos instantes que estamos viviendo, donde aquellos que quieren pasar como amigos pero que son enemigos declarados de los pobres y los trabajadores y tan siervos, tan capitalistas y tan financiados por los explotadores como los reaccionarios, nos hablan desde foros, que crean y dirigen los capitalistas, sobre que “Al socialismo o casi al socialismo se puede llegar con la Constitución, ya que los artículos del 128 al 131 hablan de la planificación de la economía, del acceso de los trabajadores a los medios de producción, de que el Estado puede tener una banca pública y nacionalizar empresas”[4], algo que hace Cayo Lara engañando al pueblo y omitiéndole que la constitución de 1978 – reforma de las Siete Leyes Fundamentales del Movimiento Franquista – en su artículo 38 consagra al capitalismo como sistema económico otorgándole al Ejército – Poderes Públicos – la obligación de intervenir si se atenta contra él, siendo de hecho un peón burgués más en contra de los trabajadores. Ante esto, que es ya muy antiguo, conviene recordar que “es comprensible que la burguesía califique de ‘libres’, ‘igualitarias’, ‘democráticas’ y ‘populares’ las elecciones que se realizan bajo ese régimen, puesto que tales términos le sirven para ocultar la verdad, para ocultar que la propiedad sobre los medios de producción y el poder político quedarán en manos de los explotadores y que, por consiguiente, la enorme mayoría de la población no puede hablar siquiera de la auténtica libertad, de la verdadera igualdad para los explotados. A la burguesía le conviene y necesita ocultar al pueblo el carácter burgués de la democracia de estos tiempos, presentarla como democracia en general o ‘democracia pura’ (…) Hablar de democracia pura, de democracia en general, de igualdad, de libertad, de derechos de todo el pueblo, en momentos en que los obreros y todos los trabajadores, harapientos y extenuados, pasan hambre y miseria, no sólo por la esclavitud asalariada del capitalismo, sino también por los cuatro años de la guerra de rapiña, mientras los capitalistas y los especuladores siguen siendo dueños de la “propiedad” robada y del aparato “existente” del poder estatal, significa burlarse de los trabajadores y explotados ”[5]. Está claro que el que paga manda y que siempre hay quien carece de principios, y de vergüenza, para prestarse a los capitalistas como instrumento para engañar al Pueblo oprimido con tal de obtener migajas que les permitan subsistir con algunos privilegios a costa de perpetuar a los explotadores y el sufrimiento y las miserables condiciones de vida de la mayoría, siendo eso IU-PCE, burla y traición a los trabajadores.
También conviene recordar en este momento – donde las palabras rimbombantes van a aflorar tanto como la hipocresía de aquellos que las emitan – en el que la superestructura burguesa nos pretende mostrar que todo está, falazmente, en manos del Pueblo y dónde algunos que se denominan marxistas-leninistas y revolucionarios por su práctica confunden el paso y las prioridades, el objetivo por el que las fuerzas del marxismo-leninismo, o lo que es lo mismo la consciencia del proletariado, deben luchar “La burguesía se ve obligada a recurrir a la hipocresía y denominar ‘poder de todo el pueblo’ o democracia general, o democracia pura (burguesa), a la república democrática, al régimen que en realidad impone a las masas trabajadoras la dictadura de los explotadores, la dictadura de la burguesía (…) Pero los marxistas, los comunistas la desmienten y expresan a los obreros y masas trabajadoras, sin ambages, toda la verdad: en la práctica la república democrática, la Asamblea Constituyente, las elecciones populares, etc., significan la dictadura de la burguesía, y para que el trabajo se libere del yugo del capital no hay otro camino que sustituir esa dictadura por la dictadura del proletariado, única forma de gobierno que podrá emancipar a la humanidad de la esclavitud que le impone el capital, de las mentiras, falsedades e hipocresías de la democracia burguesa que rige para los ricos y brindar democracia para los pobres, es decir, lograr que los obreros y campesinos pobres tengan verdadero acceso a los beneficios que otorga la democracia, mientras que ahora (incluso en la república burguesa más democrática) la enorme mayoría de los trabajadores no puede en la práctica disfrutar de semejantes beneficios ”[6]. Nuestro objetivo es conseguir que las clases populares, dirigida por la clase obrera, se emancipen y liberen de las cadenas capitalistas y ello sólo es posible volcándose los marxistas-leninistas en la construcción de instrumentos de poder popular; ya sea en las fábricas y centros de trabajo – unión de los comités de Empresa y Delegados – como en los pueblos y en las ciudades – Asambleas Populares donde la unión de todas ellas constituyan en Frente Único del Pueblo. Instrumentos de lucha contra el capitalismo hoy, instrumentos de intervención política y social de los explotados hoy, pero a la par embriones de los órganos de Poder Popular de la sociedad futura, de la dictadura de los explotados contra los explotadores, que únicamente puede acabar con esta barbarie capitalista que somete y asesina socialmente a millones y millones de obreros, pequeños campesinos, artesanos, y que nos niega tener un presente y un futuro. “Porque no hay otro medio que la dictadura de la clase oprimida para salir de una sociedad en la que una clase impone su yugo a otra. Porque el proletariado es la única clase capaz de vencer a la burguesía y derribarla, es la única clase que el capitalismo ha unido y ha ‘adiestrado’, y está en condiciones de hacerse seguir, o, por lo menos de ‘neutralizar’ a esa masa de trabajadores vacilantes que viven como pequeñoburgueses. Porque los bondadosos pequeñoburgueses y filisteos son los únicos que pueden soñar esas fantasías con las que engañan a sí mismos y a los obreros: que es posible derribar el yugo del capital sin pasar por una larga y difícil etapa de lucha para aplastar la resistencia de los explotadores (…) el único medio de desbrozar el camino que conduce al socialismo es el de sustituir el Estado burgués, así sea la república burguesa más democrática, por un Estado del tipo de la Comuna de París (sobre el cual Marx tanto habló y que Scheidemann y Kautsky desfiguraron y traicionaron), o por un Estado como el de los soviets. La dictadura del proletariado librará a la humanidad del yugo del capital y de las guerras”[7] . Esta debería ser la primera prioridad de los marxista-leninistas, centrar todas nuestras energías – limitadas y dispersas hoy – en la consecución de nuestro objetivo, de nuestra razón de ser, llevar a los explotados a liberarse de las cadenas y conducir a la humanidad a caminar por la senda del socialismo como paso previo al comunismo, o lo que es lo mismo, a la conquista de mayores cotas de justicia y la libertad y a la aniquilación revolucionaria de la explotación del hombre por el hombre, de las clases sociales y, consecuentemente, de la violencia. En ese sublime objetivo debemos centrarnos, el trabajar consecuentemente por ello forjará a los comunistas presentes y futuros y dicho proceso servirá para soldar la necesaria y vital unidad de los comunistas. Ese debe ser nuestro deber y entendemos que ahí debemos centrar nuestros esfuerzos sin quemar energías necesarias para esto en hitos impuestos por la burguesía y que, como estamos comprobando, le fortalece a ella y desgasta en el arduo y duro trabajo de la Revolución. Por ello, el momento actual, donde la democracia burguesa con rasgos cada vez más fascistas está en proceso de ebullición para pasar a la reacción política y al fascismo – “ La superestructura política que dirige la nueva economía, el capitalismo monopolista … es el viraje decisivo a partir de la democracia hacia la reacción política”[8], es el momento de acudir a la clase, de dejarnos todas nuestras energías en el desarrollo y la construcción de órganos revolucionarios de poder popular – órganos ya creados por la clase trabajadora – y no malgastar energías y recursos que no se tienen, y que se detraen del objetivo fundamental – en este circo electoral dirigido por los explotadores y usureros. Salvo que el fin de esos supuestos marxistas-leninistas sea el afirmar que han conseguido presentar una candidatura en determinados lugares del estado, con lo que se estarían equivocando de fin.
El Partido Comunista Obrero Español tiene claro, a tenor del desarrollo organizativo y político actual de nuestra clase y de los Partidos Marxista-Leninistas, que todos los esfuerzos y todos los recursos tienen que empeñarse en la organización de la clase trabajadora para la consecución del Socialismo y de la Dictadura del Proletariado. Sobretodo en este momento donde la represión a todos los niveles y la agresión contra los trabajadores se va a acrecentar a partir del 20 de Noviembre pues conocemos que “el partido dominante de una democracia burguesa sólo cede la defensa de la minoría a otro partido burgués, mientras que al proletariado, en todo problema serio, profundo y fundamental, en lugar de ’defensa de la minoría’ recibe la ley marcial, o los de guerra o progroms. Cuanto más desarrollada está la democracia, tanto más cerca se encuentra toda divergencia política profunda, peligrosa para la burguesía, del progrom o de la guerra civil”[9]. Con lo dicho esperamos no se nos ubique en que estamos en contra de que el Partido, u otros Partidos Marxista-Leninistas, se presenten a unas elecciones, pero consideramos que el actual no es el momento de quemarse en esa tarea sino en la de hacer que la clase se fortalezca organizativamente y, como nosotros somos parte de la clase, en ese proceso fortalecernos los comunistas y ser reconocidos por la clase como su partido; y a día de hoy consideramos importante mirar a Grecia y aprender de las experiencias de los camaradas del KKE tanto en claridad de objetivo, en prioridades y en claridad de tácticas y en la necesidad vital del trabajo con las masas así como en sus resultados: “En lugar de la unión familiar de las direcciones con las formaciones y partidos oportunistas y la socialdemocracia en el nombre de la “unidad de la izquierda”, de la que el movimiento comunista ha sufrido tanto en el pasado, la principal tarea hoy para los PPCC es la liberación masiva de la clase obrera y las fuerzas populares de la influencia de los partidos burgueses, tanto socialdemócratas como liberales. Sobre esta base, las condiciones previas para la concentración de fuerzas para la alianza social en Grecia se creará por medio de la unión de fuerzas en un frente común de acción de las organizaciones del Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), la Unión Militante de Agricultores (PASY), la Unión Nacional Antimonopolista de Autónomos y Pequeños comerciantes (PASEVE), la Federación de Mujeres Griegas (OGE) y el Frente Militante de Estudiantes (MAS). Es esta acción común la que determinará con qué rapidez tendremos una alianza socio-política de las fuerzas antiomonopolistas y antiimperialistas plenamente formada a nivel político. En cualquier caso, los comunistas no pueden construir nada sin un trabajo persistente entre las masas, guiado constantemente por la meta estratégica del socialismo y por la alianza que les llevará allí, por el fortalecimiento del partido, que es el líder irreemplazable de la clase obrera. (…)Ésta es la línea política que el KKE ha seguido desde la salida de las fuerzas oportunistas en 1990, y se ha demostrado que el KKE no sólo no se ha “aislado de las masas”, como algunos habían esperado, sino que ha fortalecido sus vínculos con la clase obrera y las masas populares. Esto se ve en las movilizaciones de masas y las huelgas en las que los comunistas han estado a la vanguardia. También se ve en los resultados electorales, que no son el indicador más importante para los comunistas, pero sí uno de muchos” [10] . Por todo ello, ante el 20 de Noviembre, el Partido Comunista Obrero Español pide a los trabajadores que no participen en esta farsa dirigida por la burguesía y actúen consecuentemente no dándole legitimidad a dicho proceso no yendo a votar y absteniéndose. ¡ABSTENCIÓN Y CONSTRUCCION DE ORGANOS DEMOCRÁTICOS Y OBREROS QUE ACABEN CON EL CAPITALISMO, CON SUS GUERRAS Y QUE PERMITAN A LOS TRABAJADORES CONOCER REALMENTE QUÉ ES LA DEMOCRACIA Y QUE LES PROPORCIONA!”
F.J. Barjas.
Secretario General del Partido Comunista Obrero Español
[1]: Boletín Oficial del Estado de 29 de enero de 2011. Sec I Pág 9.506
[2]: Lenin: La Revolución Proletaria y el Renegado Kautsky. Obras Completas, Tomo XXVIII, pág 242, Ed. Política, La Habana, 1964.
[3]: Alfonso Ussía: “Vanidad”. Diario La Razón, 9 de noviembre de 2010.http://www.larazon.es/noticia/4957-vanidad
[4]: “Al socialismo se puede llegar con la Constitución española”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=137445
[5]: Lenin: “Democracia” y Dictadura. Obras Completas, Tomo XXVIII, pág 367, Ed. Política, La Habana, 1964.
[6]: Íbidem, pag 368.
[7]: Íbidem, pág 370-371
[8]: Lenin: Una caricatura del Marxismo. Obras Completas, Tomo XXIII, pág 44.
[9]: Lenin: La Revolución Proletaria y el Renegado Kautsky. Obras Completas, Tomo XXVIII, pág 243, Ed. Política, La Habana, 1964.
[10]: Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del KKE: ¿Estrategia para la “corrección” o para el derrocamiento del sistema? https://www.pcoe.net/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=80:analisis&id=286:iestrategia-para-la-correccion-o-para-el-derrocamiento-del-sistema