La clase obrera debe organizarse para acabar con este criminal sistema
El día de ayer, 2 de marzo, se cumplieron 50 años del asesinato del militante antifascista, defensor del comunismo libertario, Salvador Puig Antich, asesinado a garrote vil y sentenciado por una Judicatura que, cinco décadas después, sigue estando en manos de los mismos franquistas que antes y sus descendientes.
Hoy, 3 de marzo, se cumplen 48 años del asesinato de cinco obreros de Vitoria, acribillados por la policía mandatada por los franquistas Martín Villa y Fraga, dirigente y fundador del PP, a los que el Estado ha otorgado impunidad absoluta ante estos cinco asesinatos. Esta gentuza, y sus herederos políticos hoy, corruptos y criminales hasta el tuétano, son los que dan lecciones de democracia mostrándose qué tipo de “democracia” hay en el Estado español.
Cinco décadas después, los mismos que antaño condenaban a hijos de la clase obrera a la muerte por garrote vil o lanzaban gases en la Iglesia de San Francisco de Asís, que albergaba a 4.000 obreros, para provocar la salida de éstos y poderlos fusilar a quemarropa por la Policía, como aconteció en Vitoria por orden de los franquistas Fraga y Martín Villa – ambos posteriormente, de la noche a la mañana, “demócratas” del PP –, han seguido manteniendo, durante todo este tiempo, el poder.
Ello se puede corroborar con claridad en la judicatura, donde tanto en el Tribunal Supremo como en la Audiencia Nacional – antaño Tribunal de Orden Público –siguen manteniendo su esencia represora, y se sigue reprimiendo políticamente – al objeto de boicotear al poder legislativo, donde hay una mayoría que persigue el acuerdo de una amnistía para con los represaliados independentistas y con el pueblo catalán acosados y reprimidos desde 2014 por el Estado fascista español –. Esta semana el Tribunal Supremo ha abierto causa contra dirigentes independentistas – Puigdemont y Wagensberg – por Tsunami Democràtic estimando que hay que abrir una causa contra ellos por terrorismo, de tal manera que para ese Tribunal, al igual que para un juez de la Audiencia Nacional, todos ellos vinculados con los herederos de Franco, con el PP, la movilización del pueblo es terrorismo. Curiosamente, una forma de cavilar diferente a cuando se movilizan los fascistas, los cuales son amablemente tratados por las Fuerzas Represivas del Estado y por dichos juzgados y es que, al fin y al cabo, la minoría fascista que sale a la calle abraza la misma ideología y son camaradas de aquellos que ajustician al pueblo con las togas desde Tribunales de Justicia que llevan desde 1939 agrediendo al pueblo e insultando a la Justicia. Para el Estado y sus jueces hoy, todo aquello que no sea fascista es terrorista.
Y es que, en el momento de descomposición del imperialismo, al Estado español únicamente le vale un legislativo y un ejecutivo plenamente alineados con la ideología fascista del Estado y, por ello, los jueces no vacilan en salir en defensa de la ideología del Estado, del fascismo, no dudando en boicotear las iniciativas políticas que emanan del parlamento, mostrando su total adscripción a las fuerzas más reaccionarias del tablero político del régimen, escorado a la extrema derecha, actuando como peones del fascismo, del PP y VOX.
El desarrollo de la robotización y de la inteligencia artificial significará la eliminación de 2 millones de puestos de trabajo en esta década en España. Y según Goldman Sachs, el desarrollo de la inteligencia artificial liquidará en torno a 300 millones de empleos de aquí a 2030.
Este proceso de automatización, en sí, niega al capitalismo en tanto se desequilibra la composición orgánica del capital en favor del capital constante reduciéndose la parte del capital variable, la que se destina a la contratación de obreros, que es la parte del capital que genera plusvalía. Este hecho va a condenar a millones de obreros a no trabajar nunca. Ello también implicará una reducción notable de unos servicios públicos – sanidad, educación y pensiones – que cada día que pasa son peores.
Para los capitalistas hay un excedente de seres humanos, y es por ello que todo lo apuestan al fascismo, que en política exterior es la guerra imperialista y, en política interior, la represión inmisericorde y la depauperación máxima de las condiciones de vida de la clase obrera.
Por ello, no es casual que el ministro de defensa de Alemania Boris Pistorius le diga al pueblo alemán que debe ir preparándose para una guerra contra Rusia, o que la presidenta de la Comisión Europea, y marioneta máxima de los EEUU en la UE, Úrsula Von der Leyen, indique a los civiles europeos que se preparen para la guerra defendiendo un incremento del gasto militar, repitiendo a pies juntillas las directrices vertidas a primeros de año por la organización terrorista OTAN a través de su jefe del Comité Militar, el Almirante holandés Robert Peter Bauer.
Los capitalistas tienen trazado su plan para desprenderse de todo aquel excedente humano, de la parte de la clase obrera, una parte cada vez mayor como consecuencia del desarrollo de la automatización y, por ello, la guerra.
El capitalismo, como decía el Che, es el genocida más respetado del mundo y todas sus instituciones están dirigidas por fascistas, auténticos canallas que no les temblará el pulso en llevar a la guerra a los obreros y, así, desprenderse de lo que ellos consideran excedente humano y satisfacer los intereses económicos de los monopolios.
En el mayor burdel que hoy tienen los EEUU, la Unión Europea, estamos viendo como los gobiernos títeres del capital europeo-norteamericano están actuando: Haciendo recortes sociales brutales, privatizando la sanidad, la educación y las pensiones públicas, precarizando las condiciones de trabajo, aplicando una política monetaria que enriquece a la banca y empobrece a los ciudadanos, incrementando el gasto militar, y robando dinero a la clase obrera para entregársela a los bancos, a los grandes monopolios y a la industria armamentística.
En el Estado español, esta política de privatización y de transferencia de riqueza de la clase obrera hacia el capital, lleva el apoyo del gobierno “progresista” de la falsa izquierda y de los mayores enemigos que tiene el pueblo trabajador hoy, CCOO y UGT, que están trabajando en privatizar la sanidad, apoyando y firmando políticas que otorgan más recursos a las mutuas y la medicina privada en detrimento de la sanidad pública y negociado convenios donde se promueven y financian planes de pensiones privados, de tal modo que, por un lado, serán los monopolios privados, la banca y aseguradoras, los que gestionen las pensiones de aquéllos trabajadores activos – cada vez menos – que accedan a dichas pensiones privadas y finiquitando el sistema público de pensiones y, consecuentemente, negando el acceso a una pensión a un número vasto de obreros.
Y mientras los capitalistas, en santa alianza de fascistas y oportunistas defienden exactamente lo mismo, los intereses de los monopolios, del gran capital, los comunistas y la izquierda antisistema nos encontramos divididos, atomizados, padeciendo una egolatría enfermiza en lugar de unir fuerzas para ir al pueblo, a la clase obrera a organizarla en una dirección revolucionaria, de ruptura con el capitalismo y con su Estado, por la construcción del socialismo y de un Estado donde el poder lo tenga la clase obrera y esté al servicio de la misma.
Es necesario tejer la unidad de la clase obrera y esta sólo puede darse desde la clase obrera organizada, desde la unidad de los comunistas y de todo aquél que esté en contra del capitalismo, del fascismo. Es momento de que los anticapitalistas, de que los comunistas, pongamos en el centro de nuestra actividad la unidad para organizar y dirigir a la clase obrera a romper con el futuro de muerte, miseria y destrucción que el capitalismo le tiene diseñado.
Y para que esa unidad sea una realidad es fundamental el fortalecimiento del Partido leninista, que es el alma y el corazón del proletariado. Y el Partido sólo puede abrirse camino combatiendo a muerte a la burguesía, a su sistema económico capitalista y a sus ideologías – el fascismo, el nacionalismo, la socialdemocracia y el oportunismo.
¡CONTRA EL FASCISMO, FORTALECE AL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL!
¡FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA Y DE LA OTAN!
¡PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS!
¡SOLO LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA, EL SOCIALISMO, PUEDE SALVAR A LA CLASE OBRERA!
Madrid, 3 de marzo de 2024
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)