Fuegos de artificio oportunistas para seguir engañando a los trabajadores ¡Por la Huelga General Política!

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El pasado día 3 de noviembre, el sindicalismo vertical del Estado fascista español – CCOO y UGT -, apéndice del Estado con un contrastado currículo de traiciones y engaños a la clase obrera, e instrumento fundamental para la aplicación de la política económica de los monopolios durante estos últimos 45 años, convocaron una manifestación en Madrid bajo el lema “Salario o conflicto. Esta crisis no la paga la gente trabajadora”.

La realidad es que esta crisis, como todas las crisis que se han sucedido en estas últimas cuatro décadas en el Estado español, únicamente la está pagando la clase obrera, que es la que paga todos los desmanes, ya haya crisis o no, de la criminal burguesía a la que están entregados en cuerpo y alma los vendidos sindicatos de la CSI, donde en España los máximos representantes son CCOO y UGT. De hecho, CCOO y UGT en los convenios colectivos, a septiembre de 2022, pactaron unas subidas salariales medias del 2,61%, o lo que es lo mismo, firmaron subidas salariales que consagraban la pérdida de casi un 6,5% de poder adquisitivo de los salarios en los convenios suscritos.

La desvergüenza de CCOO y UGT está más que contrastada en estas últimas 4 décadas. Dicen en su octavilla que esta manifestación un jueves a las 12 horas de la mañana se hace, entre otros motivos, “PORQUE: Los salarios no son los responsables de la fuerte subida de la inflación”. Y tienen razón, los salarios no son los responsables de la subida de la inflación, sino la política monetaria de los monopolios europeos, del BCE, del capitalismo. Por cierto, no hay que olvidar que CCOO y UGT están firmemente comprometidos con el proyecto político de los monopolios europeos, la UE, que es un auténtico cáncer para los intereses de la clase obrera. Y tampoco hay que olvidar que durante cuatro décadas los sindicatos CCOO y UGT han estado suscribiendo y defendiendo la política de moderación salarial para “impedir espirales inflacionistas” demostrando que esas organizaciones son profundamente traidoras e indignas.

Es digno de reseñar que de todos los motivos de esos dos sindicatos financiados por el Estado de los capitalistas, de la patronal, ninguno de ellos tenga que ver con la política económica y social de ese Gobierno. Un Gobierno que ha comulgado con todas las leyes reaccionarias del fascista y corrupto Gobierno de Rajoy, y que se ha tragado por completo la Reforma Laboral de éste – con la firma traidora de CCOO y UGT – y que está desarrollando el Estatuto del Becario con el que se garantiza que el 20% de las plantillas tengan unas condiciones laborales de precariedad máxima so pretexto de la formación profesional que, como bien sabe el que ha pisado alguna vez en su vida un centro de trabajo como asalariado, ni está ni se le espera a pesar a que a los trabajadores se les detrae de sus nóminas una cantidad mensualmente para la formación profesional.

La realidad de esa manifestación de ese día 3 de noviembre no fue la situación de la clase obrera, no fueron las políticas nocivas de un gobierno tan reaccionario como el de Rajoy pues mantiene el mismo corpus jurídico y la misma esencia, ni tampoco fue la Patronal pues CCOO y UGT están firmando convenios donde se consagra la pérdida de más del 6% de los salarios para este año. La realidad de esta manifestación no fue otra que fortalecer al Gobierno de PSOE y PODEMOS/IU/PCE, no fue otra que allanarles el camino de cara a las contiendas electorales que se celebrarán a lo largo del año 2023.

Los pasados 2 y 3 de noviembre de 2022, en Madrid, se celebró el Global Deal Forum. En ese evento participaron dirigentes políticos, ministros de Trabajo de diferentes países, sindicatos vendidos al capital o como a ellos les gusta llamarse “agentes sociales” y patronales de todo el mundo, entre las que estuvo la CEOE, todo ello patrocinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que es otra organización de los monopolios y otro cáncer junto con sus políticas para el proletariado mundial. Así, pues, por un lado teníamos a CEOE, CCOO, UGT y la ministra Yolanda Díaz, último fantoche creado por la patronal para engañar a la clase obrera, dándose todos ellos obscenos besos en la boca ante los dirigentes de todo el mundo poniendo como ejemplo a España de lo que es “el diálogo social” y de cómo “el diálogo social es un instrumento que aporta legitimidad democrática”.

 

El sacrosanto “diálogo social” de la burguesía, que traducido a la realidad de la calle es el sometimiento de la clase obrera a los intereses bastardos de los explotadores, del Capital, es la paz de los sepulcros que la burguesía proporciona a la clase obrera. Eso es lo que aplauden indecentemente el gobierno de la falsa izquierda – apoyado por BILDU o ERC que demuestran ser igual de traidores que los partidos que por el momento tienen silla en el Consejo de Ministros -, los traidores sindicatos que salieron el día 3 de noviembre no a defender los derechos y los intereses de la clase obrera, sino a hacer el paripé y fortalecer un modelo moribundo y nocivo para la clase obrera y defender al Gobierno a ojos de todo el mundo. No defienden a la clase obrera, sino que hacen el trabajo a un Gobierno antiobrero que abraza la esencia fascista del Estado y mantiene y profundiza las leyes reaccionarias del Gobierno de Rajoy, se están ganando las grandes cantidades de dinero público con las que el Estado sostiene a esos dos sindicatos al servicio de los intereses del Estado reaccionario español y sus monopolios.

El “diálogo social” y el modelo sindical impuesto en el Estado español por los herederos de Franco, donde el sindicato vertical del franquismo tienen las siglas CCOO-UGT hoy, han conducido a la clase obrera a la desorganización, a la atomización, a una situación de estar totalmente a merced de la burguesía y, consecuentemente, a unas tasas de pobreza cada día más grandes, a la precariedad laboral más absoluta, a la explotación más embrutecedora, y sobre todo a la negación del derecho al trabajo, donde en septiembre había según los propios datos manipulados por el Estado, 16.443.000 trabajadores inactivos y 2.980.000 de trabajadores registrados en las oficinas del paro, o lo que es lo mismo, 19.423.000 trabajadores a los que este sistema, que tanto defienden el oportunismo traidor y el Capital, niega el derecho al trabajo.

Con el desarrollo del capitalismo hoy sólo hay fascismo – y a la derecha cuando se la rasga un poco se descubre con nitidez su esencia fascista -. El capitalismo es inviable, está muerto económica y políticamente, y únicamente se sostiene por su hegemonía ideológica. Tan muerto como la falsa izquierda que los capitalistas agitan con sus diferentes etiquetas – PCE, IU, BILDU, ERC, PODEMOS, CCOO o UGT – y es normal, porque los segundos son producciones del capitalismo y su suerte, su existencia, están vinculadas. El papel de la falsa izquierda, del oportunismo, no es otro que el de garantizar que la clase obrera esté desorganizada y vea al régimen moribundo capitalista y su superestructura como la única verdad absoluta, como algo inamovible e inmutable con el devenir del tiempo. Esto es, engañar completamente a la clase obrera y castrarla, desviarla de su misión histórica que no es otra que acabar revolucionariamente con el capitalismo y construir un mundo libre de explotación capitalista, un mundo donde la humanidad pase a ser un sujeto consciente que sea capaz de escribir conscientemente su historia y abandone la prehistoria de barbarie, guerra, violencia y miseria a la que nos condena la burguesía y su criminal formación socioeconómica imperialista, barbarie a la que los monopolios y sus sicarios traidores oportunistas pretenden condenar a la clase obrera para así poder vivir a cuerpo de rey a costa de la miseria de la mayoría proletaria.

El oportunismo (inclúyase aquí a la socialdemocracia) y el fascismo son dos caras de una misma moneda, la cara del capitalismo monopolista, del capitalismo putrefacto, del imperialismo. El momento actual lleva a la humanidad a una disyuntiva: SOCIALISMO O BARBARIE, REVOLUCIÓN PROLETARIA O MUERTE.

Es necesario que la clase obrera se una, en los centros de trabajo, en los barrios, que se fusionen las diferentes luchas de los diferentes sectores que componen la clase obrera en una única lucha de clases contra la burguesía criminal y el capitalismo. Hoy ser de izquierda solo puede ser sinónimo de ser antisistema, anticapitalista, y sólo puede tener un objetivo: La revolución social, la revolución de los explotados, la revolución socialista y la instauración de un régimen político donde la clase obrera imponga su proyecto político, profundizar en la socialización de los medios de producción para acabar con las clases sociales, erigir a todo explotado en Estado y, consecuentemente, ello implicará la desaparición del Estado.

La izquierda real, la que aspira y trabaja por la Revolución proletaria y por exterminar al Estado de la burguesía y construir el socialismo, debe unir sus fuerzas para unificar todas las luchas del proletariado en una única lucha contra el capital, en unificar las diferentes luchas sectoriales en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, al objeto de tejer un cuerpo político y social proletario que haga posible  la huelga política cuyo objetivo no sea otro que acabar con el causante de los problemas que hoy azotan al pueblo trabajador: El capitalismo y su Estado.

 

¡GUERRA A MUERTE CONTRA EL FASCISMO Y EL OPORTUNISMO, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA IMPERIALISTA!

¡POR LA HUELGA GENERAL POLÍTICA, CONTRA EL ESTADO Y EL CAPITALISMO!

¡POR EL DESARROLLO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.), POR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO!

 

Madrid, 5 de noviembre de 2022

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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