En Andalucía se aplica la reforma profunda de Atención Primaria
Pasados los meses de la puesta en marcha de un “plan de choque” para reducir las listas de espera de operaciones quirúrgicas en Andalucía, anunciado a bombo y platillo, comprobamos no sólo que no se reducen, si no que las condiciones del personal y la atención sanitarias siguen degradándose a pasos agigantados. En estos momentos incluso más, ya que los desalmados sin escrúpulos que gobiernan aprovechan el desconcierto de la población absorbida por la avalancha informativa del COVID-19, que sigue aplaudiendo mientras a los sanitarios les perpetran todo tipo de atropellos.
El gobierno de PP-Cs-Vox vino con el plan preconcebido de descuartizar aún más el sistema sanitario andaluz para favorecer a las empresas y seguros de sanidad privada, continuando el trabajo sucio del PSOE cuya política sanitaria provocó grandes movilizaciones en los últimos años.
En marzo de 2019, el consejero de sanidad de la Junta de Andalucía coloca a 20 amigos suyos como gerentes de hospitales y direcciones de distritos.
Uno de estos amigos colocados como gerentes es el ex-alcalde de Écija (PP) y ex-subdelegado del gobierno en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, que pasó a ser gerente del Hospital de Osuna.
Preguntado en una entrevista por el “plan de choque”, que supuso un desembolso de 25 millones de euros, dejó claro en qué consistiría:
– “¿Para eso se va a necesitar más personal? ¿Porque si se amplían los horarios (se necesitan) más personal sanitario?”
– “Bueno, es difícil, porque es que no hay médicos. No es cuestión de que no queramos contratar, es que no hay, sobre todo en atención primaria y pediatras no hay…. Entonces lo que hacemos es que con los mismos profesionales que tenemos se refuerzan y a base de ampliar sus horarios de trabajo, de forma voluntaria, por supuesto, se amplían las ofertas a los pacientes. Tenemos que usar los mimbres que tenemos.”
“Cualquier médico de familia está capacitado para hacer atención pediátrica, entonces tenemos médicos de familia en puestos de pediatría”.
“No se trata ni más ni menos que de optimizar los recursos que tenemos … con los profesionales y los medios materiales que tenemos se pueden organizar las cosas para que se atienda un mayor número de personas. Si hay que abrir consultas por la tarde o hacer pruebas diagnósticas por la tarde pues se hace y ya está.”
El ex-alcalde de Écija y actual gerente del Hospital de Osuna se ríe del pueblo trabajador andaluz cuando se excusa en que no hay médicos a pesar de la fuga incesante de médicos y enfermeros al extranjero por la falta de oportunidades y las pésimas condiciones de trabajo. A 31 de diciembre de 2019 el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) había expedido un total de 4.100 certificados de idoneidad a médicos para salir al extranjero, una cifra que supone un crecimiento de un 18,7 por ciento respecto a los datos de 2018. Las especialidades que más quieren salir al extranjero son, precisamente, medicina de familia, anestesiología y pediatría, y Andalucía ocupa el tercer lugar en fuga de médicos.
¿A dónde van entonces los 25 millones de euros del “plan de choque”? Pues, como mínimo, 15 millones han sido para las clínicas privadas a donde se han derivado gran parte de las operaciones.
En febrero de este año el gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Ángel Guzmán Ruiz (formado en ESADE y director de Inteligencia de Mercado e Innovación en Mutua Universal), anunciaba una reforma profunda en Atención Primaria que reconocía que contaría con la resistencia de los “profesionales de Primaria” y les pedía un esfuerzo: “Son medidas muy profundas que afectan a la forma actual de trabajar”.
Entre esas medidas que pretende acometer y con las que piensa comprar a los médicos del SAS, está quitar el complemento de exclusividad de 700 euros que cobran en caso de no trabajar en la sanidad privada (lo cual es opcional), para poder cobrarlos íntegramente aunque trabajen también en el sector privado. Lo cual perjudicará aún más sin duda, como ya ocurre, la atención recibida por los pacientes, pues en muchos casos se deriva del SAS (donde no se da solución) a la consulta privada del médico de turno. El sistema de salud público, como sufrimos en nuestras carnes, está ya más que podrido.
El “plan de choque” del gobierno andaluz consistente básicamente en ahorrar material y personal sanitarios se está aplicando a sangre y fuego incluso durante la pandemia del COVID-19. Lo cual está provocando protestas del personal sanitario que están siendo acalladas por los grandes medios de comunicación mientras nos animan a seguir aplaudiendo como focas.
El 5 de marzo pasado el Sindicato de Enfermería en Sevilla (SATSE) denunciaba que la dirección del distrito de Sevilla “pretende recortar de forma drástica los salarios a profesionales que trabajan a turnos, en noches y festivos en los dispositivos móviles y fijos de urgencias de Sevilla capital”.
El 30 de marzo los sanitarios de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria denuncian que el director gerente para el Distrito de Atención Primaria de Sevilla, José Manuel León-Sotelo, (afiliado del PP como el resto de amigos gerentes del consejero andaluz de salud) les ha suprimido el complemento retributivo que llevaban cobrando desde hace 12 años en plena crisis sanitaria, donde no tienen “capacidad de protesta”. Esto les está llevando a trabajar de noche y días festivos “prácticamente gratis”.
El personal de enfermería de urgencias manifiesta que “estamos dándolo todo y luchando día a día sin los recursos de protección adecuados, exponiendo nuestras vidas y la de nuestras familias”.
Este mismo gerente, que muestra su patriotismo español en las redes sociales, está llevando a cabo una purga apartando a enfermeros de la dirección de Unidades de Gestión Clínica de Polígono Sur-Las Letanías, San Pablo, Amante Laffón, Pino Montano B, El Cachorro, San Pablo o Amate.
El pasado viernes 9 de mayo, ha comunicado la decisión de eliminar las consultas de pediatría de los centros de salud de San Jerónimo y Pino Montano A, obligando a los vecinos de dichos barrios obreros a desplazarse a los centros de Alamillo y Pino Montano B, con el fin de “garantizar circuitos diferenciados, en los que se mantengan las distancias de seguridad entre consultas de pediatría y de Medicina de Familia”. El COVID-19 de nuevo como tapadera con la que colar la fusión del pan con el tocino.
El 29 abril la Junta de Personal del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla ha exigido la dimisión inmediata del Director Gerente por su “falta de compromiso […] de participar activamente en las medidas adoptadas para hacer frente a este virus, lo que a su vez ha llevado a graves negligencias en la utilización de los medios de protección disponibles, optando incluso a la reutilización de los equipos de protección destinados a los profesionales sanitarios, lo que ha sido denunciando ante el Comité de Seguridad y Salud y ante la Inspección de Trabajo.“
Según un informe del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad, publicado el pasado 7 de mayo, en España se han notificado 30.660 casos positivos de Covid-19 entre el personal sanitario, lo que supone un 22% del total, porcentaje que ronda el 29% en Andalucía.
El director gerente del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, Francisco Merino López, otro de los amigos del consejero de salud andaluz, ha sido moldeado según las apetencias de los capitalistas: diplomado en Health Policy Innovation for Policymakers por la Universidad de Harvard y en Alta Dirección en Instituciones Sanitarias por la IESE Bussines School de Madrid. Formación que ha aplicado con quirúrgica precisión en la aseguradora Asisa y los sistemas sanitarios de Castilla la Mancha y en Madrid.
Para acallar la avalancha de denuncias del personal sanitario, especialmente en las redes sociales, el 1 de abril, el director gerente del SAS envía una circular a “todos los/as profesionales, sanitarios/as y no sanitarios/as del Servicio Andaluz de Salud“ en la que “se les recuerda a todos los/as profesionales del Servicio Andaluz de Salud la obligación que tienen de guardar secreto sobre cualquier información a la que accedan, en el ejercicio de su actividad profesional, relativa a pacientes afectados por el coronavirus COVID-19“, entre la que se encuentra “la situación de la capacidad asistencial, la relacionada con las necesidades de recursos materiales y con los recursos humanos.“
Éstas son algunas muestras de cómo actúan los patriotas de derecha, como los de izquierda, mientras nos piden todo tipo de sacrificios a los trabajadores de todos los sectores, tanto esenciales como no esenciales, de cómo maltratan al personal sanitario mientras nos piden hasta la saciedad que nos quedemos en casa y aplaudamos, mientras saquean los pocos recursos que destinan al sistema sanitario.
Ese proceso no depende de quién gobierne en Andalucía o el Estado español. Ellos no mandan, no son más que marionetas. Viene impuesto por el FMI, que pasa por encima no ya de los Estados, sino incluso de la Unión Europea, pues es el representante de la oligarquía financiera que se alimenta de las deudas astronómicas que contraen las instituciones estatales y europeas para rescatar el sistema capitalista y que cargan a nuestras espaldas y las de las próximas generaciones.
Hasta que los trabajadores decidamos andar nuestro propio camino, sin esperar más nada de esta democracia a medida del capital, construyendo un Frente Único del Pueblo que estructure y vertebre todas las clases populares devastadas por la explotación-esclavitud, guerras, paro y miseria que aumentan exponencialmente conforme la crisis capitalista se hace más evidente y descarnada.
No hay sanidad digna para el pueblo trabajador bajo la dictadura del capital
Edifiquemos una nueva sociedad para poner al ser humano en el centro de todo
Por el Frente Único del Pueblo
Por el Socialismo
Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en Andalucía