El Sistema Andaluz de Salud, cómplice del homicidio al pueblo trabajador

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El abandono por parte del Sistema Andaluz de Salud a las familias obreras está rayando ya el homicidio voluntario. Se están cerrando agendas de médicos de cabecera y especialistas, dejando a su suerte a pacientes con enfermedades crónicas que necesitan de un seguimiento o tratamiento periódico. Obligando así a estos pacientes a personarse en el centro de salud con el consiguiente riesgo de extender el contagio del COVID.

Se abandona también a su suerte a aquellos que tienen síntomas compatibles con el COVID, incluso aquellos que ya tienen otras patologías delicadas como cardiopatías. En muchos casos no hay ningún seguimiento y han de ser los propios pacientes o sus familiares los que han de insistir para que alguien les haga un test PCR a ellos y sus familiares, y así poder confirmar si están contagiados o no. Algunos médicos de cabecera están pidiendo a los pacientes que vayan al centro de salud a hacerse las pruebas, con el consiguiente riesgo de expansión del contagio. Todo por ahorrarse enviar ambulancias y el personal sanitario correspondiente que haga la prueba a domicilio. Sólo es posible ser atendido después de días y días insistiendo, mendigando una atención que debería garantizarse ESPECIALMENTE EN MOMENTOS DE “EMERGENCIA SANITARIA”. E incluso habiéndose confirmado que se está contagiado de COVID, el único tratamiento es quedarse en casa, y depender de familiares para que atiendan las necesidades más básicas, como es el suministro de medicamentos o de alimentos.

En lugar de reforzar los sistemas de salud, en recursos, personal y formación, como sería lo adecuado en tiempos de pandemia, los títeres políticos de Andalucía y el Estado español en general, siguiendo las directrices de sus amos capitalistas a los que les han dado ayudas multimillonarias, de en torno al 20% del PIB, ejecutan las medidas que favorecen sus intereses y sus negocios, entre los que se encuentran los seguros privados de salud, que están realizando una campaña agresiva de publicidad para pescar en río revuelto.

 

Al mismo tiempo, mientras se criminaliza a nuestros jóvenes y prohíben a las familias trabajadoras reunirse (con la excusa de la “salud pública”), los ricachones siguen organizando cacerías, corridas de toros y fiestas lujosas en casinos, como la que organizó el diario fascista El Español con la presencia del ministro de sanidad y otros responsables políticos, empresariales y militares.

 

Nos mandan al matadero, quieren quitarse de en medio aquellos que les sobran, aquellos que tienen ciertas patologías o incapacidades y suponen un coste a la seguridad social, especialmente nuestros mayores, entre otras cosas, para ahorrarse las pensiones que con tanto trabajo y a costa de su salud se ganaron.

Este es el verdadero rostro de los capitalistas y sus títeres del Congreso, especialmente el gobierno “más progresista de la historia” que está haciendo el trabajo sucio que de hacerlo la pata derecha del régimen provocaría un mayor rechazo entre las capas populares. A los empresarios hoy no les tose nadie, son verdaderos señores feudales que nos quieren tomar por vasallos y esclavos. Rescates históricos a las grandes empresas, a la banca, a los monopolios del turismo, aeronáutica o automóvil, entre otros, además les pagamos los sueldos de sus trabajadores con los ERTEs, que van a convertirse en EREs. Durante la pandemia los 23 españoles más ricos han ganado 14 MIL MILLONES de euros más. Los dueños de Inditex, Mercadona, Ferrovial, hoteles Iberostar, ACS, FCC,… hacen el negocio mientras 12 millones de españoles, el 26 % de la población, o lo que es lo mismo 1 de cada 4, estaban ya en riesgo de pobreza en 2019, es decir, antes de la pandemia. En lo que respecta a Andalucía, según datos de la Agencia Tributaria, 18.380 personas acumulaban en 2018 un patrimonio total declarado de 46.460’86 millones de euros, es decir, 2’5 millones de euros por cabeza, mientras la pobreza afectaba ya a más de 3’2 millones de andaluces en 2019 antes de la pandemia el 37,7 % de la población.

Ante el creciente descontento y desconfianza ante las instituciones, ante la bomba de relojería que supone la ruina y proletarización incluso de capas medias (pequeña y mediana burguesía), no les queda otra que intentar encerrarnos, pudiendo salir sólo para comprar y trabajar aún con transportes públicos abarrotados. Nos quieren abandonados a nuestra suerte y sálvese quien pueda, que vivan los más fuertes o los ricos que pueden pagarse la sanidad privada.

Ante tal panorama, si la clase obrera quiere recuperar su dignidad y plantearse una vida digna, ha de organizarse y unir a todas las capas populares: trabajadores del campo y la ciudad, estudiantes, pensionistas, vecinos de los barrios obreros y pueblos… para responder de manera unitaria y colectiva ante semejantes atropellos. Levantemos el Frente Único del Pueblo a través de asambleas allá donde vivimos, trabajamos y estudiamos, construyamos un Estado obrero con el que aniquilemos el poder de una minoría parasitaria, insignificante en número, para quitarnos su látigo de encima y tomar las riendas de nuestro destino. Sus grandes empresas, sus bancos, sus latifundios, sus monopolios, con todo el dinero público que han recibido deberían ser ya de todo el pueblo. Deben socializarse.

 

Pongamos fin a este homicidio programado

Aplastemos a los capitalistas y sus gobiernos títeres con el Frente Único del Pueblo

Instauremos el Socialismo

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.) en Andalucía

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