Diada Nacional de Cataluña: El socialismo es la única salida [ESP/CAT]

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A los casi cuatro años del histórico 1 d’Octubre de 2017, llegamos a la diada en la consumación por parte de ERC y Junts per Catalunya de una traición al pueblo catalán en su pelea por el ejercicio del derecho a la autodeterminación.

Un año que ha dejado bien claro que nuestro partido tenía razón cuando señalaba que la burguesía catalana – a través de sus partidos políticos Junts per Catalunya y ERC – utilizaba la carta del nacionalismo para movilizar a la clase obrera, arrastrada por la depauperación en sus condiciones de vida y la falta de una referencia revolucionaria comunista en el país que tenga influencia sobre las masas trabajadoras, así como también a la pequeña burguesía urbana y agraria – en la ruina –  en su objetivo de establecer un nuevo pacto con la burguesía monopolista del Estado español donde ésta mantuviera sus privilegios y sus prebendas que, como consecuencia de la crisis económica y la quiebra del Estado fruto del desarrollo del imperialismo y la concentración de la riqueza, está en cada vez menos manos.

El “autonomismo” retornó totalmente tras las elecciones de diciembre de 2017, convocadas por el gobierno corrupto y fascista de Rajoy, que no dudó en despojar a un gobierno elegido por el pueblo aplicando el artículo 155 de la Constitución reaccionaria de 1978, en un periplo donde la constante ha sido la represión inmisericorde del Estado contra el pueblo catalán, la división entre las dos fuerzas políticas preponderantes de la burguesía catalana y el colaboracionismo de la Generalitat con el Estado para reprimir al pueblo. La burguesía catalana, con sus actos, ha demostrado su abjuración al mandato que el pueblo catalán le otorgó el 1 de octubre. Todo esto que hemos mencionado se ha acentuado, todavía más, tras las elecciones del pasado mes de febrero, donde las fuerzas nacionalistas obtuvieron en conjunto más diputados y donde ERC sobrepasó en número de votos y escaños a Junts per Catalunya convirtiéndose en la fuerza hegemónica del independentismo.

La burguesía catalana, una vez sacrificado el mandato popular del 1 de octubre en favor de la independencia, ha asumido plenamente la represión del Estado no dudando, incluso, en coadyuvar en esta con el Estado arremetiendo contra el propio pueblo, como lo atestigua el caso del militante independentista de la CUP, Marcel Vivet, condenado en un proceso donde la propia Generalitat de Catalunya actuó como acusación particular saliendo ésta en defensa de la organización reaccionaria JUSAPOL y en acusador del antifascista Marcel Vivet. En el momento actual se muestra nítidamente el chalaneo que tienen entre manos el Govern y el Estado y el episodio de la tercera pista del Aeroport de Barcelona, donde una parte del Govern – Junts Per Catalunya – no ha dudado en apoyar abiertamente su construcción, al igual que la Patronal catalana y el Gobierno puesto, ya que para ellos es más importante que se llenen los bolsillos de los empresarios, que es a la clase social a la que pertenecen y representan, que la necesidad de esa infraestructura pública y los daños al medio ambiente y, concretamente, al humedal de la Ricarda esencial para mantener el delta del Llobregat.

ERC puso y apoya al Gobierno de Sánchez, el cual no ha movido una coma de las políticas reaccionarias de Rajoy. No olvidemos que el PSOE y Pedro Sánchez no dudaron en cerrar filas con los fascistas Rajoy, Rivera y Abascal y no dudaron en apoyar todas las medidas represivas contra el pueblo catalán que realizó el gobierno de Rajoy en 2017. Mientras esta represión arrojó más de 2.850 represaliados por el 1 de octubre, que han sido implicados en más de 30 juzgados de las cuatro provincias catalanas y el pueblo sufre la represión, la burguesía catalana y el Estado español establecen mecanismos para tratar de conseguir un apaño como son la “Mesa de Diálogo” o los indultos a los políticos encarcelados por el procés.

Los burgueses de ERC y Junts per Catalunya pretenden subsanar su conflicto de intereses con la burguesía monopolista que domina al Estado, a la par que el pueblo catalán constata no sólo como han sido traicionados por el Govern de la Generalitat, sino como sus condiciones económicas y laborales cada vez son peores, como el grado de explotación crece a la par que crece su grado de pobreza. Por un lado la burguesía de boquilla sigue hablando de pelear por un referéndum pactado y apelando a Europa cuando el Estado le está ganando en este sentido la partida, haciendo que la reaccionaria Unión Europea niegue el derecho de autodeterminación o, sin ir más lejos, haya retirado la inmunidad como eurodiputado a aquellos políticos catalanes exiliados que ostentan dicha condición.

Cataluña, como en el resto de las naciones oprimidas y postergadas del mundo, en la fase de imperialismo en la cual nos encontramos, la única salida que tiene para su reconocimiento nacional pasa por la independencia como clase, es decir, por la imposición revolucionaria del socialismo como fase inmadura del comunismo.

La clase obrera no tiene más salida que romper el sistema capitalista y, con él, el Estado. El nacionalismo es el instrumento ideológico, junto con el oportunismo, que tiene la burguesía para fraccionar y engañar a la clase obrera. Los comunistas debemos estar a la altura del momento histórico, donde el capitalismo monopolista ya vive unos días que no le corresponden y que, a medida que la automatización y la robotización avanza, el sistema se va negando a sí mismo. En este sentido, los comunistas debemos dar pasos hacia la unidad de acción para quitar a la clase obrera las anteojeras que la burguesía le coloca – ya sea con el nacionalismo, el chovinismo, el fascismo o el oportunismo– y para ello los comunistas debemos rebajar nuestro egocentrismo y nuestro acomplejamiento que en muchas ocasiones nos lleva a diluirnos en el oportunismo.

 

¡FUERA EL FASCISMO Y EL OPORTUNISMO!

¡ROMPAMOS CON LA UNIÓN EUROPEA!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Barcelona, 11 de septiembre de 2021

COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA (PCOC)

 

 

Als casi quatre anys del històric 1 d’Octubre de 2017, arribem a la diada en la consumació per part de ERC i Junts per Catalunya d’una traïció al poble català a la seva baralla per l’exercici del dret a l’autodeterminació.

Un any que ha deixat ben clar que el nostre partit tenia tota la raó quan senyalava que la burgesia catalana – a traves dels seus partits polítics Junts per Catalunya y ERC- utilitzava la carta del nacionalisme per mobilitzar a la classe obrera, arrossegada per la depauperació en les seves condicions de vida i la manca d’una referencia revolucionaria comunista en el país que tingui influencia sobre les masses treballadores, així como també a la petita burgesia urbana i agrària – a la ruïna- en el seu objectiu d’establir un mou pacte amb la burgesia monopolista del Estat espanyol on aquesta mantingues els seus privilegis i les seves prebendes que com a conseqüència de la crisi econòmica i la fallida         del Estat fruit del desenvolupament del imperialisme o la concentració de la riquesa cada cop en menys mans.

“L’autonomisme” va retronar totalment després de les eleccions de desembre de 2017, convocades pel govern corrupte i feixista de Rajoy, que no va dubtar pas en despullar a un govern elegit pel poble aplicant l’article 155 de la reaccionaria Constitució de 1978, en un periple on la constant ha sigut la repressió immisericorde  del Estat contra el poble català, la divisió entre les dues forces polítiques preponderants de la burgesia catalana i el col·laboracionisme de lla Generalitat amb l’Estat per reprimir al poble. La burgesia catalana, amb els seus actes, ha demostrat la seva abjuració al manament que al poble català li va atorgar el 1 d’Octubre. Tot això que hem anomenat s’ha accentuat, encara més, després de les eleccions el passat mes de Febrer, on les forces nacionalistes van obtenir en conjunt més diputats i on ERC va sobrepassar en numero de vots i escons a Junts per Catalunya convertint-se en la força hegemònica del independentisme.

La burgesia catalana, una vegada sacrificat el manament popular del 1 d’octubre en favor de la independència, ha assumit plenament la repressió del Estat no dubtant inclús, en coadjuvar en aquesta amb l’Estat arremetent contra el seu propi poble, com ho testifica el cas del militant independentista de la CUP, Marcel Vivet, condemnat en un procés on la pròpia Generalitat de Catalunya va actuar com acusació particular sortint en defensa de l0rganitzacio reaccionaria JUSAPOL i en l’acusador del antifeixista Marcel Vivet. En el moment actual es mostra nítidament el xalaneig que porten entre mans el Govern i l’Estat, en l’episodi de la tercera pista de l’Aeroport de Barcelona, on una part del Govern -Junts per Catalunya – no ha dubtat en donar suport obertament a la construcció de la tercera pista, igual que la patronal catalana i el Govern donat que per ells es més important omplir-se la butxaca dels empresaris, que es a la classe social a la que pertanyen i representen, que tant a la necessitat d’aquesta infraestructura publica i els danys al medi ambient, i concretament al aiguamoll de la Ricarda essencial per mantenir el Delta del Llobregat.

 ERC va posar i recolza el Govern de Sanchez, doncs aquet no ha mogut ni una coma de les polítiques reaccionaries de Rajoy. No oblidem que el PSOE i Pedro Sánchez no van dubtar en tancar files amb els feixistes Rajoy, Rivera i Abascal i no va dubtar en recolzar totes les mesures repressives contra el poble català que va realitzar el govern de Rajoy en 2017. Mentre que aquesta repressió va deixar més de 2.850 represaliats pel 1 d’Octubre implicats en més de 30 jutjats de les quatre províncies catalanes patint el poble la repressió, la burgesia catalana i l’Estat espanyol estableixen mecanismes per tractar d’aconseguir un arranjament com ho són la “taula de diàleg” o els indults als polítics empresonats pel procés.

Els burgesos de ERC i de Junts per Catalunya pretenen esmenar el seu conflicte d’interessos amb la burgesia monopolista que domina l’Estat, a la vegada que el poble català constata no nomes com han sigut traïts pell Govern de la Generalitat si no que com les seves condicions econòmiques i laborals son cada cop pitjors, com el grau d’explotació que creix al mateix temps que el grau de pobresa. Per un costat la burgesia de boca continua parlant de lluitar per un referèndum pactat i apel·lant a Europa quan l’Estat li esta guanyant en aquest sentit la partida, fent que la reaccionaria Unió Europea negui el dret a l’autodeterminació, sense anar més lluny, ha retirat la immunitat com eurodiputat a aquells polítics catalans exiliats que ostenten aquesta condició.

A Catalunya, com a la resta de les nacions oprimides i postergades del món, en la fase d’imperialisme en la que ens trobem, l’única sortida que té pel seu reconeixement nacional passa per la independència com a classe, es a dir, per la imposició revolucionaria del socialisme com a fase immadura del comunisme.

La classe obrera no té més sortida que trencar amb el sistema capitalista, i amb ell, l’Estat. El nacionalisme es l’instrument ideològic, juntament amb l’oportunisme, que té la burgesia per fraccionar i enganyar a la classe obrera. Els comunistes tenim que estar a l’altura del moment històric, on el capitalisme monopolista ja viu unes dies que no li corresponen i que, a mesura que l’automatització i la robotització avanci, el sistema es va negant així mateix. En aquest sentit, els comunistes hem de donar passos cap a la unitat d’acció per treure a la classe obrera els aclucalls que la burgesia li col·loca – ja sigui amb el nacionalisme, el xovinisme, el feixisme o el oportunisme- i per això els comunistes hem de rebaixar el nostre egocentrisme i el nostre acomplexament que en moltes ocasions ens porta a diluir-nos amb l’oportunisme.

 

FORA EL FEIXISME I L’OPORTUNISME!

TRENQUEM AMB L’UNIÓ EUROPEA!

SOCIALISME O BARBARIE!

 

Barcelona, 11 de septiembre de 2021

COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA (PCOC)

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