Catalunya en la hora crucial
La marcha atrás de Artur Mas y su gobierno con relación a la consulta soberanista pone en evidencia, una vez más, la calaña de la dirección política de este país. El cinismo destaca entre sus rasgos más distintivos, consecuencia de un régimen que ya no tiene salida ante la grave crisis estructural y moral que cimbrean sus cimientos. La democracia burguesa española solo puede generar corrupción y engaños y en esta labor nuestros políticos son verdaderos artistas.
En el transcurso de la falsa polémica entre el gobierno central y la Generalitat, se ha visto claramente que por encima de las presuntas diferencias que aparecen como irreconciliables se elevan los intereses del estado del gran capital, cuyas leyes son respetadas por ambos. Es de risa que un gobierno que pretende la independencia para su pueblo renuncie a ella porque las leyes del país imperial no se lo permiten. ¿Tan necio y estúpido es Artur Mas?
¿Creía Mas en el Tribunal Constitucional? ¿Por qué respeta Mas una justicia que supuestamente le es ajena? Nadie con un mínimo de sensatez puede creer que Mas tenía esperanzas en que el Tribunal Constitucional resolviera a su favor. Por el contrario, y a tenor de las veces que el presidente de la Generalitat ha anunciado que no se saldría de la legalidad, se puede decir que todo ha marchado tal como él y Rajoy preveían. La decisión del Constitucional ha sido su salvación y no su condena. Artur Mas ha dado a su pueblo una lección magistral de civismo, porque las leyes están para cumplirlas. Al final, Rajoy y Mas jugaban a lo mismo, a demostrar a aquellos que pretenden cambios que estos no tendrán lugar fuera de la ley estatal, fuera del capitalismo. Al fin y al cabo la consulta no era vinculante y esto explica muchas cosas, como por ejemplo la seguridad por parte del gobierno central o estatal de que Catalunya no proclamaría la independencia.
Mas se debe al capitalismo y sabía bien que la independencia de Catalunya tendría gravísimas consecuencias en la perpetuación del sistema capitalista español. Catalunya, Euzkadi, Galicia etc. La desmembración crearía una situación gravísima al sistema español con resonancia económica y política en Europa. ¿Se lo permitiría el capitalismo europeo?
Mientras Mas ha jugado a la rebeldía, su pueblo ha tenido que soportar verdaderas vejaciones económicas y políticas incluida la represión física por los Mossos d’Esquadra. Los recortes, los desahucios y todas las calamidades productos del sistema en franca decadencia no se han podido ocultar detrás de la puesta en escena de una reivindicación independentista que ha desembocado en lo esperpéntico.
En modo alguno la independencia de Catalunya supondría bajo la dirección del capitalismo una salida a la precariedad política y económica que la embarga hoy. Los problemas existentes no han sido generados porque Catalunya forme parte del estado español o porque esté bajo la férula de éste. La situación actual de Catalunya es debido a ser un país capitalista. Es el capitalismo el que está en juego y Rajoy y Mas van de la mano en su defensa, sus desavenencias tienen como límite la salvaguarda del sistema de explotación burgués. Sus contradicciones jamás pondrán en peligro al sistema.
Pero lejos de las componendas y estrategias de los capitalistas, se encuentra el pueblo catalán, al que se le niega el derecho a expresar su voluntad, a elegir su propio destino. Un pueblo que se siente víctima del manejo de políticos sin escrúpulos, tiene que romper sus cadenas y luchar por su identidad. En este sentido, el PCOE expresa de nuevo su posición clara y contundente, apoyamos y apoyaremos el derecho a la autodeterminación de Catalunya, mas la identidad de un pueblo solo es posible luchando contra todo lo que le que oprima. Por esta razón, el PCOE hace un llamamiento a los trabajadores de Catalunya para que luche por la autodeterminación de su nación, incluida la independencia si así lo desea, pero a la vez, le exhortamos a que se una a la lucha de los trabajadores del resto del Estado para derribar el capitalismo, sin lo cual no es posible el reconocimiento de la identidad de los pueblos. Unidos de la mano contra el capitalismo bajo la bandera del internacionalismo proletario se encuentra la solución que culminará en la unidad internacional de clase.
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)