A bayoneta calada

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CC.OO. y UGThan declarado la guerra al gobierno del PSOE y al PP, por haber vulnerado al unísono el sagrado consenso constitucional. No están de acuerdo ni con la forma ni con el contenido, es decir, que se actúe precipitadamente, que sea el Parlamento el que tramite y decida, sin consultar al pueblo en referendo, y menos todavía les gustan que se reforme el articulo 135, porque va a significar mayor empobrecimiento de las clases trabajadoras: “con la reforma constitucional , todo lo que trabaje el pueblo será para pagar la deuda pública” dice Cándido Méndez, y contra ello han salido a la calle a bayoneta calada, lo triste es que se equivocaron de dirección, se adentraron en terreno popular y las bayonetas disparan y traspasan a los trabajadores.

 

 Las manifestaciones y concentraciones del día 7 de septiembre quedarán en la historia como referencia ineludible en todos los análisis históricos, de cual fue el momento culminante de la crisis de los sindicatos españoles. CC.OO. y UGT cuentan con unos 250 mil delegados, que por lo visto no se enteraron de la convocatoria. Los protagonistas supremos de las inaccesibles cúpulas de ambas centrales se enorgullecen de haber congregado “decenas de miles de manifestantes”. Por ejemplo, en las ocho provincias andaluzas, según CC.OO. salieron a las calles unas 6000 personas, concretamente en Sevilla a cuya concentración asistieron los máximos responsables regionales de ambos sindicatos solo asistieron mil personas. En esta última “el secretario general de CCOO de Sevilla, Alfonso Vidán, ha mostrado el agradecimiento del sindicato a las 22 organizaciones sociales que han prestado su apoyo a CCOO y UGT, además de PA e IU” –fuentes CC.OO.-

 Está claro que ni los mismos convocantes acuden a sus llamadas y como siempre, un conglomerado de siglas sin representación alguna, y otras que siempre estarán dispuestas para salir en las fotos en jornadas de precampaña electoral, se hunden también alcoparticipar en la traición de los sindicatos.

 Antes de que el gobierno diese a conocer a la opinión pública su idea de reformar la constitución, los sindicatos tenían programado salir a la calle, les faltaba el motivo. Y no encontraban una causa que justificara sus protestas, porque ellos son la causa de que el gobierno, hasta aquí, haya arreciado las políticas antiobrera de manera incontenible. Sucediera lo que sucediera, cualquier cosa les habría servido a los sindicatos para salir a la desesperada a las calles. Han sido tantos acontecimientos penosos los que han acaecido sin su oposición; es tan grave la connivencia de ambos sindicatos con el gobierno en la guerra contra las clases populares, que unidos al éxito de las manifestaciones del fenómeno 15M, en las que las masas denuncian dichas prácticas sindicales, que les obligaban sin mas remedio a salir a las calles si no querían firmar sus propias actas de defunción. CC.OO. UGT se han agarrado a un palo ardiendo, con tan mala fortuna que se han quemado hasta los tuétanos.

 ¿Qué han defendido CC.OO. UGT, IU etc. en las concentraciones y manifestaciones del día 7 de septiembre? El sacramento de la Constitución. Pero, no está en juego tal o cual artículo de la constitución. Sin haberse llevado a afecto, los grandes partidos han hecho lo que han querido en nombre de la sacrosanta Constitución que es la expresión genuina del capitalismo, causante de todas las desdichas. Los reformistas al denunciar la reforma estaban defendiendo expresamente la legalidad constitucional, que en su artículo 38 dice textualmente:

Artículo 38.

Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.

Todo cuanto está sucediendo en Europa y en el mundo capitalista se halla legalizado por dicho artículo. Pero además, la Constitución que defienden los sindicatos, santifica las armas con las que el fascismo instituyó su poder: la corona, la bandera, el ejército, el himno y un largo etc.

 Esta claro que una vez más, los reformistas sindicales y políticos cumplen con la misión que se han encomendado, la de preservar el sistema capitalista español contra cualquier intento de impugnarlo y cada vez que el pueblo y las circunstancias comienzan a cuestionar la validez de dicho sistema salen en su defensa. Cada día son mas las voces que gritan contra la monarquía, que no quieren su bandera, que es necesario otro sistema, porque lo que está en juego no es reforma si o no, sino el sistema burgués (legalizado en la constitución) o cambio de sistema. En una palabra cuando los caminos naturales nos conducen a la lucha contra la Constitución y todo lo que representa, los vendidos, los traidores, los tránsfugas, todos los enemigos de la clase obrera desde fuera y desde el interior de sus filas, se unen con vínculos afectivos e indisolubles para defender sus bien ganadas 30 monedas de plata.

 Se debe defender un referendo para frenar y contrariar los planes de la derecha y para que sirva de tribuna del pueblo su período de campaña, en donde la izquierda revolucionaria tenga opción de concienciar a los trabajadores de lo que realmente es y significa la Constitución. Pero ese no es el caso de los dirigentes sindicales y políticos que han convocado y apoyado las manifestaciones y concentraciones contra la reforma y lo prueba su encendida crítica al PP y PSOE de haber roto el pacto constitucional. Y nunca, de ninguna de las maneras existirán excusas para desviar la atención de los verdaderos problemas del pueblo. Jamás podremos consentir que se tergiversen intencionadamente los objetivos consecuentes para malformar la conciencia de un pueblo harto de sufrir las consecuencias del capitalismo y de sus leyes.

 Estamos en plena base de preparación teórica y práctica para generar conciencia de clases para luchar contra la Constitución capitalista y contra el capitalismo y si los sindicatos y determinados partidos se anteponen, deben pagar las consecuencias de su traición.

 

CONTRA LA CONSTITUCIÓN

CONTRA EL CAPITALISMO

 POR UN FRENTE UNICO DEL PUEBLO 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)

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