Golpe de Estado en Venezuela: Complicidad y fascismo del nuevo Gobierno blanqueado del PSOE
Apenas ha discurrido una semana desde las elecciones generales en el Estado español y ya se han sucedido acontecimientos que ponen en evidencia su esencia fascista. No han hecho falta más que unos días para demostrar que un gobierno del PSOE es tan reaccionario como uno del PP, realidad que ya quedó probada hace décadas y que causó descontento y agitación social entre el pueblo, pero que, con la llegada de Podemos y su discurso oportunista en coalición con IU y PCE, ha quedado ocultada por un velo de mentiras y engaños que ha resucitado al partido socialfascista del Estado español.
Uno de estos hechos ha sido la detención del rapero Pablo Hasel el día mismo de las elecciones, retenido durante más de 17 horas, con la complicidad y el silencio de la “izquierda” institucional, la misma que ha blanqueado el fascismo del Estado español y que gritaba que, para parar el fascismo, había que votar a los que ya demostraron ser fascistas.
Pero el hecho reciente que revela la estafa del discurso del Gobierno entrante y que lo sitúa en la extrema derecha a nivel internacional es su posición en el nuevo intento de golpe de Estado en la República Bolivariana de Venezuela. El pasado martes, el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, apareció en un vídeo con funcionarios de la Fuerza Armada para nuevamente invitar “cívica y pacíficamente” a los militares del país hispanoamericano a rebelarse definitivamente contra Nicolás Maduro –es decir, a dar un golpe de Estado–. Junto a él, en la base aérea militar La Carlota en Caracas, se encontraba el fascista Leopoldo López, quien hace cinco años llamó a dar un golpe de Estado que dejó 43 muertos y 600 heridos, y que hasta entonces se encontraba bajo arresto domiciliario hasta haber sido liberado por fuerzas antichavistas.
Ante este nuevo llamamiento de golpe de Estado, el gobierno español del PSOE ofreció protección diplomática a Leopoldo López en la embajada de Caracas y se negó a entregarlo tras la orden de detención del Gobierno venezolano. Actualmente, el opositor golpista está protegido de la acción de la Justicia de Venezuela, en la medida en que se encuentra cobijado en la residencia del embajador español en Caracas, que es inviolable según la Convención de Viena. No obstante, no dispone de ningún estatus personal de asilado o refugiado, ni lo podría pedir, ya que la legislación española, como la mayoría de las legislaciones nacionales, no recoge la figura de “asilo diplomático” en las embajadas. Para pedir asilo en España, Leopoldo López tendría que hacerlo en territorio español o en la frontera.
Sin embargo, la Embajada de España en Venezuela no podría facilitar su salida del país para otorgarle asilo político, ya que, según la ley española de 2009, los embajadores no pueden “promover el traslado del o de los solicitantes de asilo a España” mientras permanezcan en su país de nacionalidad. Para poder hacer la solicitud, tendría que estar en España o en un tercer país y, entonces sí, iniciar los trámites.
Ante esta situación, el gobierno del PSOE se ha inventado la figura del ‘huésped’. El ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, ha señalado que López está alojado con la “figura práctica” de huésped o de acogido. “Huésped” ha sido el término empleado tanto por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, como por Juan Guaidó, como por el propio López y su equipo de abogados españoles. No obstante, según fuentes jurídicas, no existe la figura jurídica de ‘invitado’ o ‘huésped’ que regule derechos y deberes de la persona en cuestión ni de la sede que le acoge, pero su situación es perfectamente regular, al ser invitado del embajador, y hoy goza de la protección diplomática que posee la residencia del embajador, al amparo de la Convención de Viena.
En paralelo, el Gobierno de España, a través de su portavoz, Isabel Celaá, ha recalcado su apoyo “a un proceso democrático en Venezuela”. “Sí, fue una buena idea y una decisión democrática respaldar a Guaidó. Para nosotros era y es el presidente y el representante que pensamos está legitimado para llevar a cabo la transformación, en ese sentido ni una duda. Guaidó representa la alternativa, y eso ya, política, social y humanamente, es bastante”, afirmó.
Mención aparte merece el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, quien publicó un tuit de apoyo a Leopoldo López en el que recalcaba que “es un día histórico para el regreso a la democracia y la libertad en Venezuela” y que el Parlamento “siempre ha apoyado la democracia”. “La liberación de Leopoldo López es una gran noticia. ¡Vamos Venezuela libre!”, sentenció Tajani. Esta es la Europa de los mercados, de los monopolios, del imperialismo, de las guerras y de los golpes de Estado. La Europa de la “libertad” y de la “democracia” que une a reaccionarios de todos los colores y a oportunistas como Unidas Podemos.
El Gobierno de España reconoce a Guaidó como el “presidente encargado” de Venezuela y acoge al golpista fascista Leopoldo López, responsable directo de la muerte de decenas de personas. Un Gobierno actualmente en funciones cuyo partido al frente ha recibido el mayor número de votos el 28A y que hace unas semanas pedía al pueblo que le votara para evitar que un posible “trifachito” PP-C’s-Vox llegase al Gobierno. El PSOE de los GAL, de Intxaurrondo y la cal viva, de la reconversión industrial y la Unión Europea, de las invasiones de la OTAN, de FILESA, del Artículo 135, de los pensionazos, de las reformas laborales criminales, del apoyo al Artículo 155 en Cataluña; un partido que ha recurrido y que sigue recurriendo al fascismo para llevar a cabo una defensa acérrima del imperialismo y de los monopolios.
El PSOE ha demostrado sobremanera que su autodenominación de partido socialdemócrata ni siquiera es apropiada para su caso, pues sus políticas poco o nada se diferencian de las ejecutadas por el fascista Partido Popular. Es un partido socialfascista. Su retórica falsamente “de izquierdas” no es más que un engaño electoralista. Hoy afirma que no es “trifachito”, mañana reprimirá, como siempre ha hecho, a los pueblos que conforman el Estado español mientras obedece a los dictámenes del FMI y del Banco Mundial, del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea; en definitiva, del imperialismo y de los monopolios. El PSOE, cuando protege diplomáticamente a Leopoldo López y se sitúa en la línea del imperialismo reconociendo a Guaidó como “presidente encargado”, cuando apoya a la ultraderecha venezolana, a la oposición fascista pro yankee, demuestra a través de sus hechos, por enésima vez, que está situado en la extrema derecha.
Y cómplices de esta situación de colaboración del Gobierno de España con el fascismo golpista venezolano son Unidas Podemos –Podemos, IU y PCE–, quienes han engañado al pueblo presentando al PSOE como un partido progresista, como una opción real para frenar el auge del fascismo en España –un fascismo que lleva tiempo instaurado institucionalmente en el Estado–, blanqueando al fascismo del PSOE, ocultando tanto sus crímenes históricos como la represión ejercida en la pasada legislatura –la que dio comienzo con la moción de censura a Mariano Rajoy y que cerró con las elecciones del 28A–. Los oportunistas de Unidas Podemos son tan responsables como el PSOE de que Leopoldo López tenga protección diplomática, de que el fascismo en Venezuela siga respirando un día más, puesto que sin ellos el PSOE no estaría hoy en el Gobierno.
Unidas Podemos es hoy un partido más del régimen. Ha resucitado al PSOE y lo ha rejuvenecido. Ha cumplido con uno de los sueños húmedos de los monopolios al dar vida a un partido que hace dos años estaba tocado de muerte antes de sus primarias. Hoy, los partidos que han pedido el voto para frenar el fascismo en España son los mismos que apoyan al fascismo en Venezuela. Y el partido socialfascista por excelencia del Estado español vuelve al Gobierno más reforzado que nunca. Y este es el pasado, el presente y el futuro que le depara a la clase obrera del Estado español mientras siga los cauces impuestos por la burguesía, mientras su movilización social y política no se salga del marco impuesto por los monopolios; mientras su psicología no se eleve a conciencia de clase.
Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), condenamos el apoyo del Gobierno de España a la oposición fascista venezolana, hoy personificada en Juan Guaidó, y la acogida del criminal Leopoldo López en la Embajada de España en Caracas. Denunciamos el socialfascismo del PSOE y el oportunismo de sus cómplices de Unidas Podemos, quienes han condenado a los pueblos del Estado español a otra legislatura de represión y fascismo. Al mismo tiempo, transmitimos todo nuestro apoyo internacionalista al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, al presidente Nicolás Maduro y a todo el pueblo venezolano, quienes resisten contra el fascismo golpista y el imperialismo yankee. La contradicción entre imperialismo y socialismo cada día se hace más sangrante, como lo demuestra una vez más este nuevo intento de golpe de Estado, y no existe otra solución que redoblar la resistencia y endurecer la lucha contra el golpismo, profundizando en el socialismo, si la Revolución Bolivariana quiere que esta contradicción se resuelva favorablemente hacia el pueblo venezolano y contra el imperialismo.
¡Abajo el fascismo criminal!
¡Muerte al imperialismo!
¡Viva el internacionalismo proletario!
Secretaría de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)