El pueblo da la espalda a las elecciones europeas

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El pasado día 9 de junio se celebraron las elecciones europeas en los diferentes estados de la UE, también en el Estado español.

El denominador común tanto en el resto de estados de la UE, como en el propio Estado español, fue que los diferentes pueblos dieron la espalda a las elecciones europeas, acreditando que el proyecto político de los imperialistas europeos y sus monopolios no tiene arraigo ni entre los europeos ni entre los pueblos que componen el Estado español. Así, la abstención en el conjunto de Europa fue del 51%, siendo la abstención en el conjunto de España el 50,78%.

La UE, una organización reaccionaria dirigida por fascistas como Borrell o Von der Leyen, seguirá estando gobernada por el pacto entre socialdemócratas (que en total únicamente han perdido 3 diputados) y la derecha reaccionaria del PPE de Von der Leyen (que ha subido 14 diputados). Unas elecciones europeas que, en términos europeos, refuerza el bloque bipartidista por la pata más derechista y que hace que Verdes o “liberales” – igual de capitalistas y antiobreros que los del PPE – hayan perdido diputados en favor del propio PPE y de los bloques propiamente fascistas como el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) – donde están los fascistas de VOX y los italianos de Hermanos de Italia – y el Grupo Identidad y Democracia – donde están encuadrados los fascistas franceses de Le Pen  o los fascistas holandeses del Partido por la Libertad de Wilders). Por último, el grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo ha subido 1 diputado pasando a tener 39. La presencia comunista en el parlamento europeo es, testimonial, desde el grupo de los no adscritos a ningún bloque del parlamento europeo.

En el conjunto de Europa, al igual que en el Estado español, la clase obrera ha dado la espalda a las elecciones, dejando claro que no se identifican con el proyecto del gran capital europeo. Y mirando con perspectiva histórica estas elecciones garantizan el gobierno del bloque imperialista europeo – como siempre ha acontecido – con la alianza entre la derecha reaccionaria y la socialdemocracia, escorándose el tablero hacia la extrema derecha, como acontece a nivel mundial como consecuencia de la quiebra del imperialismo.

En el Estado español, los fascistas se han volcado por completo en estas elecciones, enfocadas en clave interna al objeto de erosionar al gobierno de Pedro Sánchez y presionar a éste para que convoque elecciones generales. Los fascistas de VOX dieron el pistoletazo de salida de estas elecciones con un acto político en Vistalegre donde trajeron a las fascistas Meloni, Le Pen y al inmundo Milei.

Los medios de comunicación de masas, todos ellos en manos de las grandes empresas, durante el último mes acentuaron su campaña en favor de los franquistas del PP y arremetiendo contra el gobierno. A lo que hay que añadir a los jueces que, durante la campaña electoral, han estado en campaña en favor del bloque electoral fascista.

Los fascistas se han entregado en estas elecciones, llegando incluso el lacayo fascista Abascal a visitar al genocida Netanyahu al objeto de rascar algún voto entre su corrompido, criminal y reaccionario electorado.

Y a pesar de la total movilización de la extrema derecha, que ha corrido con tres caballos reaccionarios en estas elecciones europeas (PP, VOX y una de las patas mediáticas del conglomerado fascista emanado de las cloacas del Estado, Alvise Pérez o rey de los bulos y las fake news  – el cual está contrastado al pasar por los sucesivos partidos fascistas  PP, VOX, UPyD y Cs ) ese conglomerado ha perdido, en conjunto, 81.628 votos con respecto de las elecciones europeas de 2019.

El bloque fascista ha otorgado el certificado de defunción a Cs, que ha perdido los 8 escaños que disponía y  2.610.794 votos, de los que la mitad se los ha llevado el PP,  y que ha servido para regar de votos a la extrema derecha de VOX, y una gran parte de los obtenidos por Alvise Pérez. Por tanto, en el bloque fascista ha habido un reordenamiento del voto.

Ese todos contra el gobierno de la socialdemocracia, y contra su presidente, Pedro Sánchez, también ha servido a este para presentarse, falsamente, cómo el “freno” al fascismo. Estrategia que unido a la fragmentación de la extrema derecha, la cual ya ha finiquitado y engullido a Cs, ha permitido al PSOE resistir con respecto de 2019 en número de diputados, únicamente ha perdido 1 escaño, ha sido castigado en número de votos donde ha perdido 2.108.496 votos.

Quien sí se ha visto castigado en número de votos y escaños es el oportunismo que es socio de gobierno de Sánchez. La marioneta del PSOE Yolanda Díaz y su engendro SUMAR – que reúne al pestilente conglomerado oportunista y burgués como Más País, PCE/IU, Compromís, Verdes, … – ha visto cómo su lacayunismo y labor de sumar al PSOE a lo que hay a la “izquierda” de éste ha sufrido un revés, quedándose con 3 diputados y, sobre todo, viendo como su rival por copar el espacio del oportunismo, PODEMOS, ha obtenido únicamente un diputado menos, esto es, 2 diputados, que garantiza una pugna entre un oportunismo dividido en dos bloques donde cada día más voces se levantan contra Yolanda Díaz, no por motivos ideológicos, sino por comprobar que peligran sus poltronas.

Sumando el espacio del oportunismo españolista, SUMAR y PODEMOS, comprobamos que, con respecto a 2019, han perdido un diputado y 875.410 votos.

Por otro lado, los nacionalistas de derechas (PNV y Junts) han perdido 927.186 votos y 2 escaños en el Parlamento Europeo, y los oportunistas “independentistas” de “izquierda” (ERC-BILDU-BNG) han mantenido los escaños de 2019, un total de 3, pero han retrocedido 395.639 votos.

La realidad es que el pueblo, la clase obrera, ha dado mayoritariamente la espalda a la UE y a sus elecciones al Parlamento europeo, demostrando una desafección política notable al proyecto político de los monopolios europeos, superando la abstención el 50%. Siendo los barrios obreros de las ciudades y los territorios donde más proletariado hay la abstención ha sido mayor.

Los fascistas españoles, en su victoria pírrica, son conscientes que con una gran movilización de ellos y una gran desmovilización de la clase obrera han obtenido unos resultados que, a poco que la clase trabajadora acuda a votar en próximos comicios les condenaran a seguir en la oposición e, incluso, podrían perder gobiernos autonómicos que hoy controlan. Por ello las caras que mostraban tras haber, supuestamente, vencido.

Estas elecciones fortalecen el bipartidismo, que sube 8 escaños, a pesar de bajar 664.627 votos con respecto de las europeas de 2019. Y fortalecen, nuevamente, al Estado.

Y mientras el circo de las elecciones europeas se celebraba, gobiernos de “izquierda” y derecha recortan personal sanitario, debilitan los deficientes servicios públicos, la judicatura hacía campaña electoral activa por el bloque fascista y parte trata de boicotear al poder legislativo y las leyes que emanan de éste como, por ejemplo, con la ley de amnistía contra la represión política al movimiento independentista catalán, y la precariedad laboral y la pobreza de la clase avanza a la par que sigue creciendo la inflación, los grandes capitalistas dictan cual es el designio que tienen preparado para la humanidad, o lo que es lo mismo, para la clase obrera.

Los monopolios, como el CEO de BlackRock señaló a finales de abril en el Foro Económico Mundial, apuestan por la despoblación mundial, por que menos gente viva en el mundo, que traducido al lenguaje de la lucha de clases significa que sobran centenares de millones de obreros en el mundo. El imperialismo se niega a sí mismo con el desarrollo de la automatización de la producción que se exacerba como consecuencia de la pugna interimperialista y, para tratar de resolver las contradicciones cada vez mayores que tiene el capitalismo monopolista y putrefacto, no tiene más salida que liquidar a lo que los amos del mundo  consideran el excedente humano que les sobra y ello lo irán haciendo agudizando el empobrecimiento de las masas, liquidando los servicios públicos, incrementando la represión y  haciendo guerras imperialistas donde mueran gran cantidad de obreros. Y es que, las contradicciones del imperialismo son irresolubles porque éste ya está viviendo días que no le corresponden. La única manera de armonizar el desarrollo de las fuerzas productivas con las relaciones de producción, la única manera de convertir el desarrollo tecnológico en progreso social, la única manera de garantizar la vida y la existencia de la humanidad pasa por acabar con el capitalismo, pasa por desarrollar la Revolución Proletaria Mundial, por derrocar revolucionariamente el capitalismo y construir el socialismo, e imponer la dictadura del proletariado, como paso previo al comunismo – la sociedad sin clases y sin Estado donde la humanidad quede totalmente emancipada socialmente en una sociedad de iguales y de abundancia.

Mientras la organización de la Revolución debiera ser la prioridad primera de todos los partidos que nos llamamos comunistas, mientras  la construcción de la Internacional Comunista es una exigencia impostergable para la unidad de todos los comunistas en un único Partido mundial que empuje a la unidad comunista no solo a nivel internacional sino que también la fuerce a nivel de los diferentes estados nacionales, mientras la unión de nuestras fuerzas a nivel estatal para movilizar y organizar a la clase obrera en una dirección unitaria y revolucionaria camino de la conquista del poder político, en  lucha contra el oportunismo que debe ser destruido al igual que contra de toda aquella basura fascista – que pretende, falsamente, mostrarse como obrerista – que le lleva a la clase obrera el odio racista y xenófobo contra su propia clase como explicación de los males que le atañen unido a la inoculación del nacionalismo que es veneno ideológico burgués para subordinar a la clase obrera con la burguesía y así perpetuar el régimen de explotación capitalista, resulta que parte del movimiento comunista español, y también europeo, aun centran su prioridad política en todo tipo de elección burguesa, como por ejemplo son estas elecciones europeas.

En el Estado español, mientras la clase obrera ha dado la espalda a las elecciones europeas, algo que por otro lado no es novedoso, hay una parte del movimiento comunista español que todavía considera que la centralidad de su acción política pasa por el electoralismo, que además les condiciona su táctica de tal modo que en lugar de combatir ideológicamente al anticomunismo y al Estado no dudan en establecer alianzas con éstos al objeto de tratar de engrosar la lista de votos y de participación en lugar de combatirlos. En este sentido, las elecciones europeas han dado buena cuenta del eurocomunismo, de la parte del movimiento comunista español que pervive con la ideología oportunista que condujo a la derrota a la clase obrera. Los dos partidos comunistas que se han presentado a estas elecciones (PCPE y su fracción creada desde Grecia y desde CCOO, PCTE), en conjunto, han sacado 26.894 votos en estas elecciones habiendo perdido entre ambos partidos 16.790 votos si los comparamos con los que obtuvieron dichos dos partidos en 2019. Las fuerzas del comunismo únicamente podremos incrementar nuestra influencia entre la clase obrera unidos, con una dirección eminentemente revolucionaria y radicalizándonos y radicalizando y organizando a la clase obrera contra el capitalismo, su Estado y su ideología, el fascismo.

En estas elecciones europeas, en realidad todos han perdido y únicamente ha ganado el Estado y los monopolios que, nuevamente, constata la debilidad de todas las fuerzas políticas que han concurrido en ellas.

Bajo el marco del imperialismo y del poder del estado de los capitalistas el pueblo trabajador no tiene más salida que el hambre, la opresión, la represión, la explotación y la muerte, por ello, objetivamente, no hay más salida que la Revolución Socialista, el socialismo y que el poder esté en manos del Proletariado y su estado.

Nuestro Partido invertirá sus energías en contribuir a la construcción de la unidad de los comunistas, en la construcción de un único Partido mundial – de la Internacional Comunista- y, también, en organizar a la clase obrera en la lucha contra el capitalismo y su Estado. Seguiremos trabajando en fortalecer la lucha en los centros de trabajo, el  sindicalismo de clase y la Federación Sindical Mundial en el Estado español. Continuaremos trabajando con la clase obrera, en los centros de trabajo, en el campo, en los barrios, en la construcción de órganos de poder popular del proletariado, uniendo las luchas de los distintos sectores del proletariado en una única lucha contra el capitalismo (Frente Único del Pueblo),  combatiendo a muerte al oportunismo y al fascismo.

Ante la agudización de la crisis del capitalismo, es momento de redoblar los esfuerzos para llegar a los obreros, jornaleros, jubilados, mujeres, estudiantes, en definitiva, a todos los sectores del proletariado y conseguir que hagan suya la política del PCOE, pues únicamente son ellos organizados bajo una dirección revolucionaria, los que podrán llevar a término la misión que nos tiene encomendada la Historia: Mandar al capitalismo al estercolero de la Historia y construir el Socialismo.

 

¡POR LA UNIDAD DEL PROLETARIADO QUE ES LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS!

¡POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA!

¡POR LA REVOLUCION PROLETARIA MUNDIAL, POR EL SOCIALISMO!

 

Madrid, 16 de junio de 2024.

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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