Con los estibadores, contra la burguesía

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Una nueva agresión contra la clase obrera en ciernes. La burguesía, que necesita saquear y robar cada vez más a los trabajadores en una huída hacia delante desesperada al encontrarse su sistema capitalista quebrado, ha puesto ahora en el punto de mira al sector de los estibadores portuarios.

Pero estos ataques a los trabajadores no son nuevos. Los hemos visto en tiempos recientes con los casos de terrorismo económico patronal contra los mineros, contra los controladores aéreos, contra los basureros de Málaga, etc. El capital lanza su embestida con el fin de hacer retroceder las condiciones conquistadas por los trabajadores con su lucha y con su esfuerzo.

La burguesía, en su afán de legitimar su robo ante unas clases populares bajo el dominio ideológico de esa clase criminal como consecuencia de la acción del traidor oportunismo, no ha tardado en recurrir al mantra habitual en estos casos: que los estibadores son unos privilegiados porque ganan un salario superior al de la media habitual. Buscan así, en una sociedad desideologizada, enfrentar a los propios trabajadores y estigmatizar a todo aquel que, por la dureza y las condiciones en que se desarrolla su actividad laboral, consiguen un mejor reparto de la plusvalía que esos mismos trabajadores generan. Lo que hay que entender es que porque a los estibadores se les impongan unas peores condiciones laborales, las del resto de sectores no van a mejorar, sino todo lo contrario. La burguesía defiende sus intereses por todos los medios, y si la clase obrera no hace lo mismo y lucha por la defensa de lo suyo, como clase, lo único que va a conseguir es perder y perder lo poco que aún le queda.

En esa tesitura estamos. La mera palabra “liberalización” debería ser un acicate para la solidaridad obrera, ya que detrás de ese eufemismo, lo que se esconde es el robo al trabajador. Porque es el trabajador el que crea toda la riqueza, y no el empresario. La fuerza de trabajo es la que crea ese valor añadido que se apropia, es decir roba, el patrón. Nunca un trabajador va a recibir en forma de sueldo el fruto íntegro de su trabajo, porque la ganancia que acumula el empresario se basa en el tiempo de trabajo no retribuido que realiza el trabajador. Es decir, la clase obrera crea una determinada riqueza de la que sólo percibe una pequeña parte y no el total. Ese robo legalizado y normalizado es la esencia del capitalismo.

Tenemos que añadir que la lucha de los estibadores no es sólo una lucha económica, una lucha sindical por la mejora de las condiciones de trabajo. Es también una lucha ideológica. Esto es así porque como vemos, la clase dominante, la patronal, realiza una lucha en el terreno de las ideas y de la opinión contra los estibadores en lucha. Para ello, se sirve de la prensa que es de su propiedad. Los periodistas defienden los intereses de los capitalistas, y no dudan en mentir, manipular, tergiversar y poner a los pies de los leones a los estibadores para mantener el sistema económico actual y para servir de altavoz de los intereses de los empresarios. Contra esto, debe darse una lucha ideológica que explique al conjunto de la clase trabajadora que los problemas de su clase no son puntuales o aislados, sino que forman parte de un conjunto que es la lucha de clases.

Y es también una lucha política. El Gobierno, el Estado, la Unión Europea, representan los intereses de los capitalistas. Las leyes que aprueban son la voluntad de las clases dominantes hechas normas. En este sentido, los partidos políticos del sistema no dudarán en sacarse de la chistera tantas leyes hagan falta para mantener la tasa de ganancia de los monopolios y de los patronos. Por lo tanto la lucha también es política, para poner fin a ese Estado que defiende intereses ajenos a los de los trabajadores, por su misma esencia.

El Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.)  llama a la clase obrera a solidarizarse y apoyar la lucha de los estibadores y de todos los sectores del proletariado, con el objetivo de poner fin al robo sistemático que sufrimos por parte del gran Capital. Así, el PCOE hace un llamamiento a los Comités de Empresa, Delegados de Personal y Trabajadores a unirse conformando una Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores que se convierta en  el órgano unitario de poder de los trabajadores, que superando la lucha sindical, se convierta en quién determine la producción y de adueñe del fruto de la misma, constituyéndose en el germen de la nueva democracia que necesitamos: la democracia de los trabajadores.

COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

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