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Álvarez y UGT, 26 años al servicio del capital monopolista en Catalunya

Josep María Álvarez, secretario general de la UGT en Catalunya desde tiempos inmemoriales –nada más y nada menos que desde 1990-, cumple a la perfección con el papel que el régimen y su parasitaria clase dominante determinaron en los años 70 del pasado siglo. Esto es, la creación de organizaciones sindicales sumisas al completo servicio del capital monopolista de la UE que, por supuesto, exigía la promoción y el fomento de mediocres e inmorales dirigentes capaces de vender a sus madres por mantener sus espurios privilegios. Oportunismo y aristocracia obrera, recetas clásicas con las que la burguesía maneja a sus sindicatos. Nadie mejor que las duplas Méndez-Toxo y sus homólogos catalanes  Álvarez-Gallego caracterizan hoy mejor la podredumbre del capitalismo y su Estado en su esfera “sindical”.

Cabe recordar que el señor “Pepe” Álvarez llegó a Catalunya en 1976 recalando en la empresa ferroviaria La Maquinista Marítima y Terrestre –actualmente ALSTOM-, y tan pronto como llegó, ya en 1980, fue liberado en la federación del Metal. Desde 1990 es Secretario General de UGT Catalunya y actualmente se postula para suceder a Cándido Méndez. 36 años como eficiente burócrata al servicio fiel de la burguesía en Catalunya, bien valen una sólida candidatura a la secretaría general de UGT para sustituir al jerarca sindical Cándido Méndez, otro oportunista, sujeto mediocre caracterizado por cometer mil y una tropelías contra el conjunto de la clase trabajadora durante largas décadas. No cabe duda que la realidad de los dos sindicatos del sistema, al igual que la de los traidores dirigentes de éstos, son la consecuencia de la senilidad y putrefacción del régimen que hace de la corrupción, a todos los niveles, la forma de dirigir la superestructura que emana este criminal sistema económico tal y como magistralmente describió Lenin. No en vano, es justo recordar que fue con el aval de Álvarez que se le entregó la “insignia de oro” de la UGT al reputado “obrero” Jordi Pujol i Soley, todo un símbolo de sus 26 años al mando de UGT en Catalunya donde no dudó en arremeter contra la clase obrera a la par que se enriquecían a costa de ésta, como están dando fe la banca de Andorra y de otros países.      

Intentar siquiera citar los negros años de Álvarez al mando de UGT, sería una tarea interminable. Por ello resulta mucho más útil realizar una caracterización general. Álvarez y su cúpula, UGT como organización oportunista y enemiga de la clase obrera, no representan más que la vieja aristocracia obrera configurada como una privilegiada burocracia sindical a sueldo de la burguesía. Una minoría de jerarcas sindicales del régimen que, con cierta influencia en el movimiento obrero, actúan como auténticos agentes de la clase dominante dispuestos a frenar el desarrollo de la lucha de clases, a dividir el empuje unitario del proletariado y a vaciar el  carácter revolucionario del mismo a fin de mantener a toda costa la dictadura capitalista de la que tan bien viven. Porque como afirmó Lenin, el oportunismo en el movimiento obrero no es fruto del destino o la casualidad, sino un efecto directo de la propia esencia del imperialismo, de la dominación de los monopolios.

El renegado antiobrero “Pepe” Álvarez es un furibundo anticomunista –tal y como exige el guión para cualquier oportunista-, y muy a su pesar en su trayectoria sindical, como no podía ser de otra forma, no ha hecho otra cosa que reafirmar las tesis leninistas. Y como los ejemplos prácticos de ello son infinitos, basta que nos fijemos en la última información aparecida en “Crónica Global” el pasado 18 de febrero, pues en tan breve relato se sintetiza la esencia misma del oportunismo, el espurio rol jugado por el sindicalismo traidor en la etapa putrefacta del capitalismo.  

Bajo el contexto de la crisis general del capitalismo, un monopolio industrial –ALSTOM-, decide que para seguir maximizando beneficios debe despedir a cientos de trabajadores. Obviamente se produce la respuesta obrera en forma de huelga en el grupo industrial. Y es aquí donde la multinacional exige la “responsable actuación del sindicato”. Aprovechando que el señor Álvarez es un preciado liberado de ALSTOM –Secretario General de UGT, nada más y nada menos-, la dirección no duda en hacer uso de su fiel servidor. Así llega en plena crisis un enviado del señor Álvarez, el señor Josep Maria Violant –a la sazón miembro de la dirección de UGT y del Secretariado Nacional de CDC, partido en el Gobierno de la Generalitat-, con el objetivo de engrasar los despidos y lograr la maximización de beneficios de ALSTOM, dividiendo y desactivando la digna lucha obrera, prestos  estos “patriotas”  a defender con puño de hierro los sagrados  intereses del monopolio francés pasando por encima de los intereses de los obreros catalanes, y es que no hay más patria para la burguesía y su escoria oportunista que sus beneficios empresariales que son producto de la miseria y la sangre del proletariado.

El resultado final es conocido; cientos de trabajadores en la calle con el aval de ALSTOM, la Generalitat y UGT, más de 60.000 euros al año para Violant por los cortos pero eficientes servicios prestados y una jugosa prejubilación para el señor “Pepe” Álvarez.

Como se puede comprobar, no es preciso que los comunistas nos esforcemos en definirlos, ellos mismos se empeñan en darnos la razón una vez tras otra con sus repugnantes actuaciones. A fin de cuentas, eso es hoy en día UGT y la CES de la que forma parte; una excelente plataforma sindical del imperialismo europeo, una herramienta bien engrasada de la burguesía para engordar las cuentas de los monopolios industriales y financieros y esquilmar a la clase trabajadora ¡en su nombre! He aquí un ejemplo nítido y actual de este oportunismo que tan bien caracterizó Lenin, de esta burocracia sindical desvergonzada tan vieja como el propio sistema criminal al que tan a gusto sirven. Un relato vivo y actual dónde queda patente como el Estado burgués –en este caso la Generalitat y su sindicato de referencia UGT- no es más que un instrumento al servicio de los monopolios, que premian generosamente la eficiente labor de sus subordinados políticos y sindicales.   

Hoy con mayor necesidad y urgencia que ayer, ante la debacle económica, social y política del imperialismo, se hace imprescindible liberar a los trabajadores de la influencia de los oportunistas y establecer la imprescindible unidad del movimiento obrero y sindical, tarea que corresponde a las fuerzas proletarias revolucionarias en el único camino emancipador para el género humano; la organización de la revolución socialista y la implantación de la dictadura del proletariado. Única garantía para mandar a los “Pepe” Álvarez y a toda la pléyade de oportunistas al estercolero  del que nunca debieron salir.

 

COMITÉ NACIONAL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA (P.C.O.C.)