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Los sindicatos verticales contaminan la lucha obrera sin descanso

A pesar de los múltiples intentos de la clase obrera por buscar una salida a sus problemas, no deja de encontrar barreras en defensores del capital que se hacen llamar “representantes de los trabajadores”. Podemos observarlo en las luchas de distintos sectores.

Ahora mismo lo vemos en dos ejemplos. El primero es la huelga de los trabajadores del tranvía de Tenerife en este mes de septiembre. Se persigue garantizar revisiones médicas a los trabajadores, debido a la exposición de éstos al polvo de sílice, el cual es tóxico, y según las fuentes han sido muchos años sin las medidas pertinentes. La sustancia cancerígena es el asunto central. El segundo ejemplo es la huelga en Murcia de los trabajadores de los Call Center de ISFG. En este caso se centran sobre todo en que no se les reconoce la antigüedad laboral ni la categoría profesional.

En ambos casos está la mano de CC.OO y UGT. Comenzaremos con Tenerife. A principios de este año se convocó una huelga que quedó parcialmente suspendida en marzo, ya que parecía llegarse a un acuerdo en el aspecto central, que afecta gravemente a la salud. La empresa pública (Metropolitano Tenerife) no cumplió y nuevamente los trabajadores se lanzaron a la calle. De hecho, la empresa había contratado a Servicios de Prevención Ajenos para hacer las mediciones del polvo de sílice, y esto carece de rigor, puesto que debía realizarse siguiendo el criterio del Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) y el Instituto Nacional de Silicosis (INS). Además, denuncian que la consejera de Movilidad llevase una previsión de gasto de 3.450.000 euros, para un concurso internacional de ideas para el tren insular y su viabilidad, cuando hay un conflicto laboral con los trabajadores por 1,5 millones, que se deben a irregularidades como tener a toda la plantilla por debajo de su categoría laboral. Entonces, en julio, se “celebraron” avances debido a que la empresa estaba realizando pruebas para la sustitución de los mecanismos que funcionan con polvo de sílice, ya que un estudio confirmó los riesgo para la salud, pero finalmente han reanudado los paros en septiembre por, entre otras cosas, seguir expuestos a dicha sustancia.

Es decir, no han cesado los intentos de desgastar a los trabajadores, y CC.OO., como es habitual, ha demostrado una vez más su inoperancia. Según indica un representante del sindicato, hay 7 trabajadores que “tienen afecciones pulmonares que podrían ser compatibles con un cuadro de neumoconiosis por silicosis” y asegura que la mayor parte de la plantilla lleva más de 15 años en su puesto en esas condiciones de riesgo. Sin embargo, ante este grave atentado contra la salud de los trabajadores, la queja de CC.OO. es la “falta de empatía” de la consejera de Movilidad al negarse a llevar a cabo las mediciones higiénicas. Declaran: “tras muchísimas jornadas de huelga, conseguimos que entrara en razón (…) Nos hizo hacer una huelga y que la mayoría de empleados perdieran mucho dinero por no pagar un contrato menor para velar por la salud”.

Llaman “falta de empatía” al hecho de rechazar un gasto destinado a algo tan básico como la salud de la plantilla. A acceder a ello después de varias huelgas, lo llaman “entrar en razón”. No solo eso, sino que señalan las pérdidas de los trabajadores que solo han servido para poner sobre la mesa un asunto que es menester y ni siquiera se ha solucionado. Es demasiado grave como para referirse a ello en estos términos, dando a entender que simplemente se trata de mala actitud y terquedad, y que con un poco de presión han conseguido un cambio positivo en los responsables. Nada de eso: se trata de violencia y deshumanización. El Cabildo, administración pública y único accionista de la empresa que gestiona el tranvía (Metropolitano de Tenerife) tras comprar las demás participaciones en 2017, ha explotado a los trabajadores, no ha cumplido ni siquiera su ley burguesa, está especulando y ha puesto en riesgo demasiado tiempo la salud de quienes hacen posible el servicio. ¿La lucha requiere solamente exigencias y peticiones a nivel legal, y una abogada mediadora? ¿dónde está el avance?

Por otro lado, tenemos a UGT y otros sindicatos que convocaron una huelga para el 13 de septiembre en los Call Center de ISFG. Reclaman “condiciones laborales justas” y se quejan de la falta de respuesta por parte de la empresa tras una huelga convocada en agosto. Veamos cuáles son sus reivindicaciones y cómo enfocan los problemas.

Refieren la necesidad de aumentar el poder adquisitivo, señalando la ausencia de un plus por antigüedad, y que esto refleja una “falta de reconocimiento a la experiencia y dedicación de los empleados”. ¿Es que el problema radica en la falta de consideración por parte del empresario? El sindicato denuncia presiones y coacciones, y “pide” eliminar la penalización por absentismo, declarando que “El modelo de incentivos, aplicado de manera unilateral por la empresa, castiga cualquier ausencia del trabajo; sea por motivos personales, de salud o por permisos laborales, lo que obliga al trabajador a recuperar esas ausencias si quiere acceder a los incentivos”. En este sentido, también dicen lo siguiente: “No toleraremos más presiones indebidas hacia la plantilla. Exigimos un entorno laboral libre de coacciones, donde los derechos de los trabajadores sean respetados en todo momento”.

Parece que el problema es que el modelo de incentivos se aplica de manera unilateral, es decir, que quizá debería ser “bilateral”, en cuyo caso se respeta el poder del empresario y volvemos a la famosa “negociación” entre oprimido y opresor como si se tratase de una relación igualitaria. Por otro lado, no toleran coacciones ni presiones “indebidas” y quieren que se respeten los derechos del trabajador. ¿Hay coacciones y presiones pertinentes por parte de quienes usan el trabajo ajeno para obtener ganancia? De sobra saben lo que sufre la clase obrera, que es consciente de que en cualquier momento puede quedarse sin su sustento porque todo se reduce al beneficio del burgués y a la comodidad de éste, pues no tolera desafíos. ¿No es suficiente presión y coacción? Además, los mal llamados “derechos” son papel mojado para la clase obrera, y aun cumpliéndose no son suficientes, ya que con la propiedad privada de los medios de producción la ley está al servicio de la clase dominante, dueña del trabajo y sus frutos, y así las leyes responden a los intereses y exigencias del mercado. Con ese enfoque conformista parecería que se trata de una ley natural y que no hay que ir más allá; ¿Qué hay de las luchas obreras para conquistar nuevos derechos?

Al parecer, se califica de “reivindicación histórica” lo siguiente: un tiempo “razonable” entre llamadas que “respete” el descanso mental, pues generaría menos bajas por depresión y ansiedad. ¿Se preocupa por los trabajadores o por la productividad que beneficia al empresario? Solo reclama que se reduzca aquello que exige el burgués para obtener la ganancia, pero hay que seguir generándola, y además no parece que la lucha a la que da forma el sindicato sea muy efectiva, puesto que es una “reivindicación histórica” de la plantilla.

Por su lado, CC.OO. dice sobre este asunto que nadie quiere ir a la huelga porque es una pérdida de salario, pero que la situación lo exige por salud y “humanidad”. Representantes del sindicato declaran también lo siguiente: “se trata de cuestiones muy básicas como es el reconocimiento de la antigüedad laboral o la categoría profesional por eso no comprendemos por qué los representantes de la empresa no se avienen a razones.  La cerrazón llega hasta el punto de que nos hemos visto obligadas a pedir mediación en la OMAL hasta para la convocatoria de estas movilizaciones y el propio órgano de mediación señaló la falta de empatía de la empresa hacia su plantilla en el escrito de mediación”. Es la fórmula a la que nos tienen acostumbrados los sindicatos verticales: quejarse de falta de empatía, de intransigencia y defender que reclaman inocentes aspectos básicos, “viéndose obligados” a pedir mediación entre opresores y oprimidos.

Que finjan preocuparse por la salud de los trabajadores es una cosa, pero decir que no entienden por qué el empresario se niega a mejorar las condiciones es un insulto a la inteligencia del proletariado, ya que saben perfectamente que proletarios y burgueses son clases con intereses contrarios; son clases antagónicas, y de esta manera lo que beneficia al burgués, cuyo único rol es ser un parásito, perjudica a los trabajadores, y viceversa. Cuanto más reclame el obrero lo que le corresponde, que en realidad es todo porque genera toda la riqueza, menos tendrá el empresario para apropiarse indebidamente y “competir” con el resto de parásitos. De hecho, se demuestra que los trabajadores son el motor de todo una vez más, cuando han conseguido con la huelga de ISGF dejar sin atención telefónica a Orange, Iberdrola y Banco Santander, entre otros, y queda clara la gran importancia de los trabajadores del tranvía cuando, sobre todo a determinadas horas, son clave para que muchos lleguen a su centro de trabajo o de estudio.

Más allá de la empatía y la intransigencia, ¿no ven que se trata de auténticos criminales que incluso atentan contra la salud de los trabajadores para llenarse el bolsillo? Obviamente, lo saben. Pero con el presente documento no se pretende echar por tierra las luchas de los trabajadores, quitarles toda esperanza y decirles que están acorralados porque todo está contaminado y corrompido por traidores. Se trata de analizar la situación y poder ver dónde se encuentran aquellas barreras que impiden a la clase obrera luchar de verdad por sus intereses, sin ser engañados por discursos ambiguos y oportunistas. Es necesaria toda la lucha por las mejoras, pero la clave está en ampliar el alcance de dichas luchas y llevarlas al terreno político, buscando siempre una posición de auténtica fuerza para el proletariado, consciente de quién es el enemigo y qué armas usa.

Observamos que el papel de estos sindicatos es que los asalariados respeten la posición de los empresarios, y no hagan nada más allá de un tablero fijado con las trampas del burgués para que la lucha sea circular y siempre le acabe dando ventaja. En los hechos podemos ver el verdadero rostro de estos sindicatos y las intenciones de sus dirigentes. Por ejemplo, Vicente Sánchez, un importante líder de CC.OO., trabaja ahora sin careta para la CEOE, siendo recompensado por sus servicios. José María Fidalgo, que fue secretario general del mismo sindicato, también se dedica a asesorar a futuros parásitos. Pepe Álvarez, líder de UGT, recientemente ha defendido que los políticos, esos administradores del capital que representan a la burguesía, y que ganan sueldos desorbitados por engañar constantemente a la clase obrera, deberían estar mejor pagados. También ha vendido como un triunfo la demora de la jubilación, en la cual se incentiva de manera insignificante para alargar el tiempo que se genera ganancia al burgués, alargando la vida laboral sin importar, esta vez, la salud del trabajador y conociendo las carencias que van en aumento para los asalariados. Seguir enriqueciendo al empresario para que luego el Estado se encargue de pagar una cantidad que está demasiado lejos de lo producido durante la vida laboral. De hecho, ambos sindicatos de la patronal gestionan planes privados de pensiones, aumentando el dominio del capital financiero y fomentando un futuro incierto para la clase obrera, pues la quiebra del sistema capitalista es inevitable, y dichos planes son venta de humo: ganancia del parásito para hoy, pérdida para el trabajador hoy, con la plusvalía, y mañana cuando, además, probablemente no pueda cobrar ni una pensión porque los fondos privados ya no darán de sí.

También vemos las puñaladas de estos sindicatos – autodenominados como agentes sociales – cuando incluso participan en la propaganda del “emprendimiento” (es decir, ser aspirante a apropiarse del trabajo ajeno) en la educación. Forman parte de las armas de la burguesía y además reproducen continuamente la ideología de dicha clase social. No podemos seguir permitiendo que nos guíen hacia las migajas y nos digan que se trata de negociar con el opresor, para así conseguir, quizá, que aflojen nuestras cadenas. Se trata de romper las cadenas; de comprender que la lucha por la emancipación obrera comienza rechazando a aquellos falsos líderes que nos conducen hacia el mismo punto una y otra vez, al punto de la derrota. Los verdaderos avances solo pueden tener lugar si luchamos por nuestros intereses como clase y comprendemos que el poder está y debe estar en nuestras manos, y no en la del burgués.

Las eternas luchas sin frutos no tienen como causa la imposibilidad del cambio o que la clase obrera no quiera combatir, o se haya “acomodado”. La razón es que engañan al proletariado desviando el camino y mostrándose como un salvavidas para asalariados, grabando a fuego en la cabeza de éstos que no hay ni puede haber unión, que una vida digna es una utopía y que hay que adaptarse a lo que se nos impone. Nos dicen que solo podemos y debemos arañar migajas y pedir al opresor.

No hay nada que no sepa hacer la clase obrera, y todo lo que se realiza en las empresas es el fruto de su trabajo. El burgués no extrae materia prima, ni la trabaja, ni la transporta, ni construye, ni lleva a cabo los servicios. Solo se apropia de la plusvalía generada en el proceso productivo, y otorga a quienes son robados – clase obrera – una pequeña cantidad para que repongan fuerzas y sigan produciendo, pero no para ellos, sino para un empresario que roba legalmente siendo el capitalismo la auténtica raíz de los problemas.

Nuevamente, desde el PCOE, hacemos un llamamiento para unir todas las luchas de los trabajadores contra un sistema criminal que es enemigo del humanismo. Dividirnos y hacernos creer que se trata de los caminos que elegimos, del esfuerzo individual para “alcanzar metas”, es su estrategia. No somos individuos en diferentes centros de trabajo que deben pelear por unas insignificantes migajas que nos condenan a la miseria, mientras el burgués, que va tres pasos por delante, vuelve a pisotearnos en poco tiempo. Somos la clase social creadora, todo nuestro trabajo está interrelacionado y nuestro potencial no tiene límites. Solo uniendo todas las luchas conformando un Frente Único del Pueblo podremos hacer morder el polvo a los capitalistas abatiendo su criminal régimen de explotación. Debemos fusionar la lucha de barrios, centros de trabajo, universidades e institutos, de defensa de los servicios públicos en una única lucha contra el capitalismo y su Estado al objeto de que la clase obrera conquiste todo el poder político imponiendo el socialismo.

 

Barcelona, 19 de septiembre de 2024

SECRETARÍA DE MOVIMIENTO OBRERO Y DE MASAS DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El oportunismo de los sindicatos verticales en Castilla-La Mancha

Se agudizan las contradicciones en el sistema capitalista, la clase obrera se siente cada vez más abandonada políticamente y la búsqueda de un camino, así como de respuestas, se acentúa. Esto lo sabe muy bien la burguesía y por eso no duda en usar todas las herramientas que tiene a su alcance para que la lucha no salga de los márgenes burgueses. Sus caballos de Troya, como son los sindicatos amarillos vendidos a la patronal, no han tardado en utilizar las carencias en Castilla-La Mancha, concretamente en educación, para disfrazarse por enésima vez de abanderados de “la justicia social”.

En este caso se trata de una huelga, convocada por STE, CSIF y CC.OO., en la que piden mayor inversión, menos horas lectivas y ratio de alumnos por clase que permita una atención más individualizada. Por su parte, ANPE (Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza) se opone a la huelga, afirmando que son el sindicato mayoritario de la región y que no hay motivos para las protestas, puesto que ya han conseguido, junto a UGT, mejoras necesarias. Entre esas “mejoras” encontraremos la de seguir normalizando la interinidad (lo cual significa precariedad), pagarles las vacaciones solo si tienen plaza a curso completo o el teletrabajo, para convertir el hogar en otro lugar donde sufrir la explotación.

UGT y ANPE dicen no entender los motivos de la huelga, puesto que las reivindicaciones son lo que ya entra en el acuerdo firmado. Es decir, se oponen porque intentan defender su terreno y el beneficio que ello conlleva, tomando las protestas como un intento de boicot por parte de competidores que quieren su parte.

La realidad es que de ambas partes no hay más que cantos de sirena. Estamos acostumbrados a las traiciones de los principales sindicatos de la patronal, que son UGT y CC.OO., facilitando privatizaciones en la sanidad, abaratando el despido, demorando la jubilación, privatizando pensiones, etc. Cabe recordar que UGT, CC.OO, CSIF y ANPE no apoyaron los paros del profesorado de Madrid en febrero, convocados por sindicatos minoritarios. Su defensa era la siguiente: la huelga era inoportuna y precipitada porque ellos ya estaban negociando. Es decir, estos sindicatos nos demuestran continuamente que solo persiguen el beneficio y procuran ser las mejores herramientas de la paz social que busca la burguesía.

La situación es mucho peor de lo que nos quieren hacer creer. Según Eurostat, España es de los países de la Unión Europea con menor inversión educativa. Además, tiene la segunda peor tasa de abandono escolar y hay una gran cantidad de docentes con contrato temporal, lo cual refleja la precariedad existente en el ámbito educativo. De hecho, más allá de la comparación con Europa, un estudio refleja el aumento de los problemas de salud mental en los centros educativos. La gran mayoría de docentes y personal sanitario de estos centros afirman tener alumnos con diagnóstico relacionado. Entre las principales patologías referenciadas se encuentran, en gran medida, la ansiedad y la autolisis, así como trastornos del comportamiento, de la conducta alimentaria y depresión. En menor medida, aunque también de manera considerable, hacen referencia a conductas destructivas (34,1%) adicciones (17,2%) y psicosis (6%).

Casi el 91% del personal sanitario refiere que la Administración no procura programas o recursos de apoyo a la salud mental para el profesorado, y casi el 60% señala que no tiene formación relacionada con la salud mental. Se señalan también de manera preocupante la falta de protocolos de actuación, así como de herramientas y conocimientos que permitan atender las necesidades del profesorado, del alumnado e intervenir con las familias de éstos últimos.

Todo ello no es más que el reflejo de la barbarie capitalista, basada en la continua búsqueda del lucro por parte de una minoría parásita (clase burguesa) que posee los medios de producción, sirviéndose para ello del trabajo de la gran mayoría, que es la clase obrera. Sobre esta última se vierte ininterrumpidamente la inmunda ideología burguesa que reduce las relaciones humanas a explotación, competencia, supervivencia y transacción, usando todo lo que está a su alcance para atomizar al proletariado; al sujeto revolucionario que ha de hacer caer a este sistema, el cual lleva demasiado tiempo expandiendo la miseria. Y cuanto más se evidencia la bancarrota de este criminal sistema, más arrecia la deshumanización.

Una de las señales de la podredumbre capitalista, relacionada con el tema que nos ocupa, es la inversión récord en educación privada. Bien sabe la burguesía que su quebrado sistema necesita de ciertas operaciones si quiere seguir encontrando espacio para la ganancia. El Estado burgués sólo está para salvaguardar la economía de mercado y gestionarla; a medida que aumentan las pérdidas, disminuye la tasa de ganancia, tienen lugar las crisis y crece la deuda, son necesarias cada vez mayores transferencias de dinero público a sanear las pérdidas privadas o como nueva fuente de ingresos, sirviendo de soporte temporal para retrasar el colapso. De hecho, con la escalada bélica y la colisión de las grandes potencias imperialistas en la lucha por los mercados, se destinarán cantidades ingentes de recursos a la guerra. Ya el Estado burgués no puede financiar el mal llamado Estado de bienestar y repartir migajas.

Es por ello que la educación pública se muestra insuficiente para cubrir las necesidades de formación del mercado, y los estudiantes no tienen más remedio, en muchos casos, que buscar plaza en centros privados. Un ejemplo claro es la cantidad de alumnado que no puede obtener plaza en formación profesional, aumentando enormemente la matriculación en centros privados en la última década. Lo mismo ocurre con el aumento de la oferta de universidades privadas. Ya un artículo del PCOE explicaba de qué manera la burguesía consigue crear una trampa en la que la clase obrera debe pagar por trabajar, incrementándose el negocio que aprovecha la necesidad de formación. Aun así, no para de aumentar el número de trabajadores con estudios superiores en el ejército industrial de reserva.

No son pocas las carencias existentes en lo que a educación se refiere, y derivan de la dinámica del mercado, de la búsqueda de la ganancia robando el fruto del trabajo de la gran mayoría, y esto frenará, aunque la cifra del salario pueda aumentar un poco, los contratos temporales se alarguen o se incorpore personal sanitario en los centros. Los sindicatos verticales forman parte del dique de contención ante el descontento de la clase obrera, junto con los partidos socialdemócratas. Su función es reconducir el descontento hacia callejones sin salida o bucles en los que el problema no dejará de repetirse, pues solo aplican maquillaje y no cuestionan las relaciones de producción. Sacan a relucir los desastrosos datos en todos los sectores para fingir ser un aliado, conociendo bien las carencias y preocupaciones del proletariado, y luego interpretar la situación de manera simplista y con unas consignas vagas, fáciles de asimilar, que no amenazan en lo más mínimo el orden burgués. Su misión es manipular y normalizar la explotación asalariada, poniendo en manos de la clase dominante el poder de hacer ciertas reformas o no; la clase social cuyo interés se opone al de la clase obrera que clama por cubrir sus necesidades y poder tener una vida digna.

Si bien toda lucha de los trabajadores para presionar en favor de sus intereses es justa y necesaria, en manos de estos traidores solo va por el camino que eterniza los problemas inherentes al sistema capitalista. Saben que la debilidad de la clase obrera radica en la falta de organización e ideología.

La clase obrera crea toda la riqueza y toda le corresponde. Sólo se librará de sus explotadores centrándose en la lucha de clases, entendiendo que todos los trabajadores y las múltiples formas en las que se manifiestan los problemas tienen una única causa: la propiedad privada de los medios de producción. Solo así comenzará a organizarse y a oponerse a la opresión de aquellos que nos roban la vida. Para ello, el PCOE defiende firmemente el trabajo para crear un Frente Único del Pueblo que materialice todas las aspiraciones de la clase obrera, y pueda unir todas las luchas contra el capital en una.

Los explotadores ponen todos sus esfuerzos en imponernos su sesgada visión del mundo; su deshumanización. No caigamos en su trampa luchando según sus reglas, legitimando la sociedad de clases, aceptando migajas y perpetuando las contradicciones que emanan de este sistema de parasitación. Somos el motor de la sociedad y quienes hacen posible todo lo que se produce en ella, pero la miseria se extiende sobre nosotros porque falta socializar los medios de producción; obtener lo que es nuestro. Falta fortalecer las filas de la revolución. La lucha por las mejoras debe ser una herramienta para adquirir conciencia de clase, para elevar la lucha y enfocarla al poder político de nuestra clase. Comencemos a crear nuestros propios órganos de poder contra el capital y convirtamos nuestras consignas en acción política organizada contra la minoría parásita que nos domina, mientras llama a ese dominio “democracia”. Sólo así comenzaremos a construir la democracia obrera.

 

¡Socialismo o barbarie!

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del PCOE




El PCOE en el 1° de Mayo de Sevilla

Durante este 1° de Mayo los camaradas del Partido Comunista Obrero Español en la provincia de Sevilla han vuelto a estar presentes en la concentración convocada por el sindicato Alternativa Sindical de Clase. En el acto se ha recordado a los mártires de chicago, quienes en 1886 realizaron una huelga en la cual se llevó a cabo el asesinato de 5 dirigentes.

En el acto se ha puesto en evidencia el empeoramiento de las condiciones vida de la clase obrera tanto de Sevilla como internacional. Por un lado, el sistema capitalista se encuentra en tal punto de decadencia que no le queda más que apostar por la guerra, como podemos ver en Ucrania o en el genocidio que está teniendo lugar en Gaza. Por otro lado, la clase obrera es cada vez más pobre, en Andalucía la tasa de población en riesgo de pobreza incrementó durante 2023 hasta superar el 37%.

También recordamos la lucha que están llevando a cabo las compañeras del SAD, quienes llevan un mes acampando en la puerta del Ayuntamiento como protesta por sus condiciones laborales. En nuestra ciudad también podemos ver este empobrecimiento en muchos de los barrios obreros, en los cuales ya no se asegura ni algo tan básico como es la luz.

Desde el PCOE hacemos un llamamiento a engordar las filas de la ASC, sindicato encuadrado en la Federación Sindical Mundial. También hacemos un llamamiento a unificar todas las luchas de la clase obrera en un Frente Único. Solo a través de la unidad y la organización la clase obrera podrá ponerle fin al sistema capitalista, origen de toda nuestra miseria.

 

 

Comité Provincial de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español




Sofitec: La dirección lo tiene todo atado y bien atado

El pasado 10 de abril en la empresa Sofitec tuvieron lugar unas elecciones sindicales, unas elecciones marcadas por la muerte de un trabajador de 24 años de edad mientras manipulaba una máquina de estiraje el pasado 31 de enero.

Las listas que se presentaron a las elecciones fueron: GIS (grupo de trabajadores), UGT y CGT.

En las elecciones, pudimos ver con claridad cómo están actuando los sindicatos mayoritarios, con mensajes desclasados y usando la falacia del miedo, para dirigir a los trabajadores al redil en el que la única que sale ganando es la dirección de la empresa.

La dirección de la empresa presentó una lista, GIS, esto es cada vez más frecuente en las elecciones sindicales. También se presentó una lista por UGT, sindicato firmante y cómplice de que los empresarios del metal tengan las condiciones tan beneficiosas, con unos márgenes de beneficios, un robo de plusvalía, cada vez mayores y una situación tan denigrante para los trabajadores del metal, con temporalidad, subcontratación y la muerte.

Lo último y como parte del desmantelamiento de las pensiones públicas por parte de UGT:

La tercera lista presentada fue la de CGT, un sindicato que se autodefine “combativo”. Este sindicato en un canal en la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, se ha expresado en estos términos durante el proceso:

Buenas tardes. A día de hoy no hay candidatura del colegio de técnicos y administrativos de UGT, de CGT ni en coalición de ambos. Seguramente sí la haya del denominado GIS, que es un grupo de trabajadores que han formado candidatura más que probablemente bajo la promoción y amparo de Sofitec. Si así fuera, 4 miembros del comité de empresa serán de GIS al no haber candidaturas alternativas. Aún estamos a tiempo de presentar candidatura. No lo pienses más y únete a CGT o UGT

y una vez terminadas las elecciones:

(…)

Por tanto la composición del comité de empresa queda así:

UGT 6

GIS  6

CGT 1

(…)

Dar la enhorabuena a UGT por ser el sindicato más votado.

 

Entre UGT y CGT se tiene la mayoría del Comité de Empresa. Esa es la mejor noticia hoy.

(…)

Esto es solo el principio del cambio necesario en Sofitec para todos los trabajadores. Podéis estar de enhorabuena.

Ante todo lo expuesto con anterioridad, desde el PCOE vemos una desfachatez hacia los trabajadores los términos en los que se ha expresado durante el proceso electoral el sindicato CGT, a los que engaña con la falacia del mal menor, lavando la cara de UGT, cómplice de los atropellos que sufre la clase obrera en el Estado español, los atropellos que sufren los trabajadores del metal con su firma de convenios cada vez más insultantes y “miedos” para llevarlos al redil en el que gana la dirección de empresa y no los trabajadores de Sofitec en particular, ni la clase obrera en general.

A esta situación tan denigrante nos lleva el anarco-sindicalismo de CGT, el cual no se le debería de apelar como sindicato combativo, y al cual la clase obrera en el Estado español debería de dar la espalda.

La clase obrera en el Estado español, para la lucha económica, sólo tiene una salida y pasa por el sindicalismo de clase bajo la Federación Sindical Mundial, que en el Estado español es Alternativa Sindical de Clase (ASC), donde los camaradas del PCOE están poniendo todos sus esfuerzos para combatir a los sindicatos del régimen (CCOO y UGT) a los que CGT está visto que hace de muleta.

Pero la clase obrera no se puede quedar en la lucha económica. Aunque sea una lucha fundamental, hay que unificar todas las luchas: la económica en cada centro de trabajo, por la sanidad, por la educación, por las pensiones, etc., convirtiendo todas las luchas aisladas en una única lucha de clase contra el sistema capitalista, en un Frente Único del Pueblo.

 

¡Hay que acabar con los sindicatos del Régimen!

¡Por un sindicalismo de clase!

¡Socialismo o barbarie!

Comité Provincial de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español




1º de mayo. La clase trabajadora debe tomar las riendas de su destino

La clase obrera afronta un nuevo 1º de mayo más depauperado y en peores condiciones que el año anterior, con un mayor grado de explotación en los centros de trabajo y con menos poder adquisitivo debido al número de horas trabajadas y la subida de precios por la inflación.

El proceso de automatización, acelerado al máximo por la burguesía a modo de tabla de salvación del capitalismo, empobrece al trabajador a pasos agigantados, quitándole horas de trabajo y, por ende, salario. Mientras, los grandes capitalistas llenan sus bolsillos llevando al Estado a una nueva crisis.

La burguesía internacional prepara un escenario de guerra en el marco de las luchas interimperialistas que sirva, de nuevo, para salvar la crisis del capitalismo que se cierne. Y para ello no dudará en llevar al frente a la clase trabajadora a morir y a matar a sus hermanos de clase en beneficio de sus espurios intereses, como ya hemos comprobado en el pasado.

El tiempo del capitalismo ha finalizado y los síntomas son evidentes. La guerra, la destrucción del planeta y la explotación inmisericorde de la clase obrera son las consecuencias de este capitalismo decadente y podrido que lleva a la humanidad al desastre más absoluto.

El primero de mayo recordamos cómo lo hicieron los mártires de chicago, llevando a cabo una huelga que comenzó el 1 de mayo de 1886 en la capital del Estado de Illinois y que duró 3 días para conseguir la jornada de 8 horas y que costó la vida de 5 dirigentes asesinados en la horca por reivindicar los derechos de la clase obrera.

La clase trabajadora debe tomar nuevamente las riendas de su destino. Debe tomar los ejemplos históricos de la lucha de su clase y organizarse, no solo para ganar derechos en el terreno laboral sino también por destruir el sistema capitalista que le ahoga y destruye el mundo y levantar el Socialismo, máxima aspiración de la clase obrera, en el que todo pivote sobre las necesidades de la humanidad y no sobre la acumulación de capital.

Desde el PCOE hacemos un llamamiento a todos los trabajadores a acudir unidos a las convocatorias del 1º de mayo que están realizando los sindicatos de clase de la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL, que en el Estado español es ALTERNATIVA SINDICAL DE CLASE.

 

¡VIVA EL 1º DE MAYO!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

¡FORTALECE LAS FILAS DE LA REVOLUCIÓN, FORTALECE EL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL!

Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Huelga en los ferrocarriles de Catalunya [ESP/CAT]

La huelga, como elemento de presión, es una herramienta de que dispone la clase obrera para ejercer presión contra el capital y debe, mediante la misma, generar pérdidas y dificultades que obliguen a los capitalistas a ceder en sus pretensiones. Por llamarlo de alguna manera, la huelga debe hacer ruido y su objetivo es la paralización de la producción o de la oferta de servicios en un periodo determinado. Este recurso de presión en manos de los sindicatos verticales CCOO y UGT se ha desnaturalizado y perdido su esencia combativa, sirviendo únicamente como una actuación, ampliamente publicitada por los medios de comunicación, más para mantener sus posiciones de influencia entre los obreros. Un buen ejemplo lo tuvimos en Catalunya.

El pasado 7 de febrero hubo una huelga en los Ferrocarriles Generales de Catalunya (FGC) convocada por CGT y CCOO. El objetivo era protestar contra el aumento de la inflación y las consecuencias desencadenadas por la misma. También, por la eliminación del gasto militar y la reinversión de éste en la mejora de los servicios públicos, argumentos muy loables para llevar a cabo dicha iniciativa pero un poco faltos de concreción. Hasta aquí todo aceptable sino fuera porque se presentan unos servicios mínimos del 85% que es un flagrante insulto a la inteligencia. Hay que preguntarse qué tipo de presión ejercen las medidas llevadas a cabo. Llegados a este punto, no hay que perder de vista que, por ejemplo, en el año 2021, CCOO, que es uno de los sindicatos convocantes, recibió más de cinco millones de euros de subvenciones públicas por parte del estado Español, siendo el sindicato que mayor cantidad recibe. Por otro lado, CGT, el otro convocante, fue el sexto sindicato, a nivel nacional, en recibir dichas subvenciones, con una cuantía reconocida que superaba los trescientos mil euros. Estos sindicatos, sin olvidarnos de UGT y algunos más, son los que plantean movilizaciones como las que podemos ver en este ejemplo y que dejan vendida a la clase obrera. Estos sindicatos mayoritarios financiados por el Estado, copan muchos de los comités de empresa y hacen una gestión entreguista como pudimos ver, también en Barcelona, con el caso de NISSAN, del cual en el PCOC ya hablamos largo y tendido.

Acciones como las de la huelga en los Ferrocarriles Generales de Cataluña, a las que se le da una amplia difusión en los medios, son un espejismo para la clase obrera, a la que venden y engañan, y dan la sensación de que se trabaja para ella siempre que la misma no se entere de los condicionantes en que se realizan, como los servicios mínimos pactados por traer sólo el ejemplo de este caso. Los sindicatos amarillos tienen que fingir una actividad ante la clase obrera a la que dicen representar y que, a la vez, no lesione los intereses de la clase capitalista y sus intermediarios porque sus propios intereses coinciden con los de esa clase social, son una parte esencial del entramado para mantener adormecida las luchas de la clase obrera.

Ante este panorama, desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya entendemos que la clase obrera debe construir un verdadero sindicalismo de clase, que no esté amancebado por la burguesía y que represente a los verdaderos intereses de clase de la clase obrera. Ya lo decía Lenin hace cien años “para que a una clase le vaya muy bien, a la otra le tiene que ir muy mal”. El sindicalismo por el cual luchamos, ha de ser un sindicalismo que derive de la lucha económica a la lucha política. Ese sindicalismo ha de tener en cuenta que el grado de putrefacción del sistema capitalista es tal, por su carácter monopolista, que ha preparado la llegada al socialismo para las amplias masas trabajadoras. Por lo tanto, este sindicalismo ha de unificar a la masa atomizada en las distintas subdivisiones artificiales (empresa, sector, profesión, etc…) hacia la superación del capitalismo. Dicho sindicalismo está materializado en la FSM a nivel internacional y en el estado español su representante es ASC. Pero la lucha será incompleta siempre y cuando no se reconduzca hacia la revolución socialista que arrase el sistema capitalista y permita construir el socialismo que es el único garante del futuro y bienestar del proletariado.

 

¡MUERTE AL SINDICALISMO AMARILLO!

¡POR UN SINDICALISMO DE CLASE!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya

 

 

Vaga als ferrocarrils de Catalunya

 

La vaga, com a element de pressió, és una eina de què disposa la classe obrera per exercir pressió contra el capital i deu, mitjançant aquesta, generar pèrdues i dificultats que obliguin els capitalistes a cedir a les seves pretensions. Per dir-ho d’alguna manera, la vaga ha de fer soroll i el seu objectiu és la paralització de la producció o de l’oferta de serveis en un període determinat. Aquest recurs de pressió en mans dels sindicats verticals CCOO i UGT s’ha desnaturalitzat i ha perdut la seva essència combativa, servint únicament com una actuació, àmpliament publicitada pels mitjans de comunicació, més que res per mantenir les seves posicions d’influència entre els obrers. Un bon exemple el tenim a Catalunya.

El passat 7 de febrer hi va haver una vaga als Ferrocarrils Generals de Catalunya (FGC) convocada per CGT i CCOO. L’objectiu era protestar contra l’augment de la inflació i les conseqüències desencadenades per aquesta. També, per l’eliminació de la despesa militar i la reinversió d’aquesta en la millora dels serveis públics, arguments molt lloables per dur a terme aquesta iniciativa però una mica mancats de concreció. Fins aquí tot acceptable sinó fora perquè es presentin uns serveis mínims del 85% que és un flagrant insult a la intel·ligència. Cal preguntar-se quin tipus de pressió exerceixen les mesures dutes a terme. Arribats a aquest punt, no cal perdre de vista que, per exemple, l’any 2021, CCOO, que és un dels sindicats convocants, va rebre més de cinc milions d’euros de subvencions públiques per part de l’estat espanyol, sent el sindicat que major quantitat rep. D’altra banda, CGT, l’altre convocant, va ser el sisè sindicat, a nivell nacional, a rebre aquestes subvencions, amb una quantia reconeguda que superava els tres-cents mil euros. Aquests sindicats, sense oblidar-nos d’UGT i alguns més, són els que plantegen mobilitzacions com les que podem veure en aquest exemple i que deixen venuda a la classe obrera. Aquests sindicats majoritaris finançats per l’estat, copen molts dels comitès d’empresa i fan una gestió entreguista com podem veure, també a Barcelona, amb el cas de NISSAN, del qual al PCOC ja vàrem parlem llargament.

Accions com les de la vaga als Ferrocarrils Generals de Catalunya, a les quals es dóna una àmplia difusió als mitjans, són un miratge per a la classe obrera, a la qual vénen i enganyen, i donen la sensació que es treballa per a ella sempre que la mateixa no s’assabenti dels condicionants en què es realitzen, com els serveis mínims pactats per portar només l’exemple d’aquest cas. Els sindicats grocs han de fingir una activitat davant la classe obrera a la qual diuen representar i que, alhora, no lesioni els interessos de la classe capitalista i els seus intermediaris perquè els seus propis interessos coincideixen amb els d’aquesta classe social, són una part essencial de l’entramat per mantenir adormida les lluites de la classe obrera.

Davant aquest panorama, des del Partit Comunista Obrer de Catalunya entenem que la classe obrera ha de construir un veritable sindicalisme de classe, que no estigui amancebat per la burgesia i que representi els veritables interessos de classe obrera. Ja ho deia Lenin fa cent anys “perquè a una classe li vagi molt bé, a l’altra li ha d’anar molt malament”. Aquest sindicalisme pel qual lluitem ha de tenir en compte que el grau de putrefacció del sistema capitalista és tal, pel seu caràcter monopolista, que ha preparat l’arribada al socialisme per a les àmplies masses treballadores.

Per tant, aquest sindicalisme ha de unificar la massa atomitzada a les diferents subdivisions artificials (empresa, sector, professió, etc…) cap a la superació del capitalisme. Aquest sindicalisme està materialitzat a l’FSM a nivell internacional i a l’estat espanyol el seu representant és ASC. Però la lluita serà incompleta sempre i quan no es recondueixi cap a la Revolució Socialista que arrasi el sistema capitalista i permeti construir el Socialisme que és l’únic garant del futur i benestar del proletariat.

 

MORT AL SINDICALISME GROC!

PER UN SINDICALISME DE CLASSE!

SOCIALISME O BARBÀRIE!

 

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya




UGT, como siempre, del lado de la patronal

Recientemente ha informado la prensa de que el Tribunal supremo anulaba subvenciones de 30 millones para la patronal y UGT, valga la redundancia. Se trataban de unas ayudas enfocadas en la digitalización del sector productivo y se han anulado debido a que las actividades ciudadanas han vuelto a la normalidad.

De esos 30 millones unos 20 eran para la patronal y unos 10 para UGT. Esta situación es otra prueba más de que el dinero público no tiene mayor objetivo que el mantenimiento de la clase burguesa y su poder. Será porque en el Estado español la situación de la sanidad es crítica o la educación pública pende de un hilo o las pensiones son una fantasía para las futuras generaciones como para que se destine el dinero público para regar a las empresas para que sus beneficios no se resientan ni en una situación de pandemia mundial.

También cabe destacar que 10 millones iban destinados a mantener funcionando la mejor herramienta que tiene la burguesía en el Estado español para mantener dormido al proletariado: UGT, que una vez más demuestra ser la punta de lanza de la burguesía dentro del propio movimiento sindical. Dicha herramienta debe ser mantenida, aunque la sindicalización esté en mínimos históricos y en este caso estuviese apostando por el teletrabajo y la uberización, un modelo laboral destinado a la eliminación de los lazos de los trabajadores en los centros de trabajo que es uno de los pilares del desarrollo sindical entre los trabajadores.

Además, es de sobra conocido que dicho dinero público no está destinado a desarrollar un movimiento sindical fuerte y con conciencia de clase sino a mantener felices y fieles a los aristócratas de la clase obrera para que maten la posibilidad de adquisición de conciencia de la clase obrera desde dentro, los cuales viven una vida de lujos a costa de la miseria de los obreros.

En conclusión, el sindicalismo vertical desarrollado por UGT y CCOO no es más que una táctica burguesa para mantener su aplastante victoria sobre el movimiento sindical, por tanto, si se ha de acabar con este sistema se ha de atacar incansablemente a estos sindicatos. Desde el Partido Comunista Obrero Español apostamos por un sindicalismo de clase y combativo cuya base de actuación sea rechazar las subvenciones estatales y de la patronal junto a negarse a tener liberados dentro de sus filas. En el Estado español esos principios se materializan en Alternativa Sindical de Clase (ASC) que forma parte de la FSM y que comparte dichos principios. El desarrollo de un movimiento sindical sano, consciente y libre de oportunismo es una pieza clave para la organización de la clase obrera en los centros de trabajo que será un pilar importante para la organización total necesaria para la destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo.

 

Comisión de Movimiento obrero y de masas del Comité Central del PCOE




Saludo a la FSM en su aniversario

Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) queremos expresar nuestra felicitación a la Federación Sindical Mundial por su aniversario. Una trayectoria de lucha obrera iniciada tras la Segunda Guerra Mundial, que significó la victoria del socialismo sobre el imperialismo, y que 78 años después sigue defendiendo los valores de la unidad de clase y el internacionalismo proletario por la superación del sistema capitalista de producción.

Trasladamos a la FSM todo nuestro apoyo en su labor de fortalecer el sindicalismo de clase y combativo en el mundo y esperamos que la celebración de su aniversario sea exitosa y sirva de impulso para el desarrollo del trabajo que tiene por delante su organización.

Hacemos un llamamiento desde el Partido Comunista Obrero Español a los miles de militantes obreros adscritos a la FSM en el estado español a la unidad sindical en una central sindical única que barra de una vez por todas al sindicalismo amarillo financiado por el Estado español, anhelo de la clase obrera en nuestro país, y sirva de herramienta a los trabajadores para la dura lucha que deben librar en su objetivo de derrotar a los monopolios y el imperialismo.

La lucha sindical, defendiendo honestamente los principios de la Federación Sindical Mundial, será la única que permitirá al proletariado cumplir sus objetivos históricos de emancipación como clase.

 

¡POR UN SINDICALISMO DE CLASE Y COMBATIVO!

¡CONTRA EL CAPITALISMO Y LA EXPLOTACIÓN DEL GÉNERO HUMANO!

¡VIVA LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL!

 

Madrid, 3 de octubre de 2023

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Hay que liquidar al oportunismo y a la aristocracia obrera. ¡Por la unidad del Sindicalismo de Clase, por el desarrollo de la FSM!

Huelguita
 
El pasado día 7 de abril, en el diario digital infolibre.es y, más concretamente, en la sección denominada “PLAZA PÚBLICA”, publicaba el Secretario General de CCOO, Unai Sordo, un artículo de opinión titulado “Medidas a priori para contener el desastre” que evidencian no sólo su servidumbre para con la Patronal, sino que retratan a CCOO como lo que es: un instrumento del capitalismo monopolista al servicio del Estado, de los monopolios, de la burguesía. Algo que también es aplicable a UGT.

Sordo Calvo deja patente en su artículo la adhesión plena de CCOO y UGT al Gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE, cuya acción sigue la mayoría de las directrices acordadas por la Patronal – CEOE y CEPYME –, CCOO y UGT, un par de días antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma.

La medida “estrella” del acuerdo de 12 de marzo era, según Sordo Calvo, “la utilización de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como alternativas a los despidos, así como habilitar ‘un fondo de ayuda extraordinario para cubrir las mismas’”. La táctica, según describe en su narración cronológica de los acontecimientos producidos desde el 12 de marzo, es que hasta el 27 de marzo, “se había abierto una vía de canalización (ERTE, y adaptación de jornada) pero había que cerrar otra: los despidos”, vía de canalización, la de los despidos que, según Sordo Calvo, plantearon cerrar “al Gobierno en una reunión virtual el 23 de marzo y se materializó en el Consejo de Ministros del 27 eliminando temporalmente como causa de despido objetivo aquellas de fuerza mayor así como las económicas, organizativas y productivas que pueden justificar un ERTE”. Por tanto, a tenor de lo expresado en dicho artículo del Secretario General de CCOO, el Gobierno ha sido diligente a la hora de seguir las políticas recomendadas por dicho sindicato. Y es que, ya se sabe, ¡qué haría el capitalismo monopolista español sin CCOO!

Quien conozca cómo funciona el capitalismo monopolista de Estado sabe, a la perfección, que el acuerdo al que el Secretario General de CCOO se refiere de 12 de marzo refleja la voluntad de quienes realmente ostentan el poder del Estado y lo ejercen sin dar la cara, los monopolios, y ello se corrobora viendo a quién benefician las medidas contenidas en él. Ya están las marionetas, entre las que se encuentran CCOO, UGT y el Gobierno, para escenificar las decisiones que determinan quiénes ostentan el poder real y que no dan la cara.

Sordo Calvo, en su artículo, dice claramente que “habíamos puesto las bases de lo que debía ser el modo de evitar que el enorme parón de actividad que venía se tradujera en una destrucción de puestos de trabajo de dimensiones imprevisibles”. Saca pecho el Secretario General de CCOO de dichas medidas cuando, en el mismo artículo, cita los siguientes datos que demuestran lo nocivas que han sido dichas medidas para los trabajadores, y lo beneficiosas que han sido para los empresarios:

● “En marzo el dato de paro registrado aumenta en 302.000 personas, el peor dato conocido (en enero de 2009, un mes nefasto para el empleo, el aumento fue de 200.000 personas)”.

● “Entre el 12 y el 31 de marzo, la afiliación a la seguridad social se desmorona en 900.000 personas. Desaparecen 550.651 cotizantes con contrato temporal (el 77% del total del mes)”.

● “se han presentado un número oficialmente reconocido de 246 mil ERTEs. En datos de CCOO el dato oficioso es de 343.138 ERTEs presentados, que afectarían (de aprobarse todos) a más de 2.500.000 trabajadores”.

A tenor de estos resultados – más de 2 millones y medio de trabajadores que perderán, como mínimo, un 30% de su salario en los 180 días siguientes a la suspensión de sus contratos, que serán asumidos por el Estado, y que en esos 6 meses pueden ver la extinción de sus contratos y la pérdida de sus puestos de trabajo, unido a los 302 mil parados más de marzo – hay que tener muy poca vergüenza y engañar vilmente a los trabajadores para afirmar que “Se puede decir sin ninguna duda que la anticipación ha salvado cientos de miles de empleos, máxime cuando Sordo Calvo prevé que “Vendrá un mes de abril que será igualmente duro en materia de empleo.

Ahí tenemos nuevamente a CCOO sacando pecho de esta nueva traición a los trabajadores, algo que, por otra parte, llevan 4 décadas haciendo. Y es que estas medidas, aparte de resultar totalmente nocivas para la clase obrera como demuestran los propios datos que da Sordo Calvo, no son más que una nueva transferencia de riqueza a favor de la burguesía de tal modo que:

● Con el Permiso Retribuido Recuperable, “que no deja de ser una distribución irregular de jornada en cómputo anual”, como el propio Sordo Calvo reconoce en su artículo, se garantiza al empresario la extracción intensiva de plusvalía tras pasar el estado de alarma hasta final de año. El empresario se garantiza intensificar la extracción de plusvalía, pero el obrero no consigue más que incrementar su grado de explotación. Ahí tenemos a CCOO aplaudiendo y abrazando una medida introducida por la nociva reforma laboral de Zapatero, profundizada posteriormente por la reforma laboral de Rajoy. Reformas laborales que, lejos de desaparecer, sin duda, serán el punto de partida de sucesivas reformas donde los trabajadores seguirán perdiendo derechos, salvo que la clase trabajadora rompa con el Estado burgués y, consecuentemente, envíe al estercolero de la historia al sindicalismo corrompido de CCOO y UGT.

● Con los ERTEs, el trabajador pierde como mínimo un 30% de su salario en los 180 primeros días. A partir del sexto mes, muchos de esos ERTEs se transformarán en EREs, es decir, lo que son hoy suspensiones de contratos se transformarán en extinciones de contratos, despidos. A quien sin duda beneficia el ERTE es al empresario, que le exime del pago de los salarios y las cotizaciones a la seguridad social, transfiriendo un gasto mayor al Estado que, sin duda, afrontará dicho compromiso recortando todavía más en partidas sociales, como será la sanidad, la educación, la dependencia, etcétera, elevando el coste de la vida a la clase obrera.

● Con el Real Decreto 8/2020 de 17 de marzo, que Sordo Calvo en parte hace suyo – “El 17 de marzo se decreta un paquete de medidas sociolaborales que recoge parte de las propuestas del documento sindical y patronal” -, el Gobierno moviliza 117.530 millones de euros de dinero público de los que 112.200 millones de euros son destinados a los empresarios, o lo que es lo mismo un 95,46% de ese dinero público comprometido; por los 5.330 millones de euros destinados para el pueblo trabajador, o lo que es lo mismo, el 4,54% del dinero público comprometido. Ni que decir tiene que ese dinero público movilizado, en forma de avales públicos a los créditos, serán gestionados por los Bancos, los cuales no sólo obtendrán beneficio por la vía del interés, sino que también colocarán todo tipo de productos financieros, como por ejemplo todo tipo de seguro, con lo que el negocio es redondo para los bancos, teniendo como garantía al Estado.

Pero si esta transferencia de riqueza a favor de la burguesía fuera poco, tanto el Gobierno, como el Secretario General de CCOO cuando señala que el Consejo de Ministros del 27 de marzo eliminó temporalmente como causa de despido objetivo aquellas de fuerza mayor así como las económicas, organizativas y productivas que pueden justificar un ERTE”, no hacen más que un ejercicio de trilerismo político, un engaño más contra el proletariado. Con esta medida, y toda su propaganda, lo que pretenden es hacer albergar en el cerebro de los trabajadores la idea de que prohíben el despido como consecuencia del COVID-19. Sin embargo, es una triquiñuela, pues ese despido objetivo por COVID-19 pasaría a ser despido improcedente, es decir, pasaría de 20 días por año a 33 días por año. Pero es más, el contenido de ese RD lo que le dice al empresario es que, si emplea el despido objetivo, lo haga eludiendo poner como causa el COVID-19, por lo que el despido objetivo sigue plenamente vigente y las empresas siguen empleándolo de manera cotidiana. Por cierto, Sánchez fue aupado por la ‘izquierda’ del sistema – ya sea españolista o independentista -, en junio hará 2 años, con el aplauso de CCOO y UGT y todavía, casi dos años después, sigue rigiendo la Reforma Laboral de Rajoy. Reforma Laboral que ya dijeron tanto la Ministra de Trabajo – de PODEMOS-IU – como CCOO y UGT que no se puede derogar, mucho antes de decretarse el estado de alarma, cuando el COVID-19 no había salido de China.

Después de todo esto, el Secretario General de CCOO, que atiende a los apellidos Sordo Calvo, tiene la desvergüenza de señalar que “Toca seguir protegiendo a las personas sin recursos. No resolver esta crisis por exclusión, sobre las espaldas del precariado, los inquilinos pobres, la clase trabajadora más nómada. Reforzar las redes de protección social ante la emergencia (…) El reto es enorme. La disposición a afrontarlo, también” cuando, a tenor de las políticas realizadas, están traicionando nuevamente a la clase obrera sirviendo diligentemente al gran Capital. Es miserable que Sordo Calvo hable de evitar una destrucción de puestos de trabajo de dimensiones imprevisibles” cuando su sindicato, junto con UGT, han liquidado sectores enteros como la minería, han deteriorado el empleo hasta la saciedad, y han firmado todos los EREs que les han puesto por delante en la industria y otros sectores de la producción, fundamentalmente en la segunda mitad de la década de los 90s y durante estas dos primeras décadas del siglo XXI; sectores a los que han mermado de manera notable, como por ejemplo, la industria. EREs por los que, según la prensa burguesa en el año 2011, cobraban entre un 5% y un 10% del monto del despido colectivo:


Por no hablar de lo que están haciendo en Empresas como Telefónica, firmando los planes de bajas incentivadas, denominado Plan de Suspensión Individual (PSI), que permitió a este monopolio destruir 2.636 puestos de trabajo estables favoreciendo la política de precarización del trabajo mediante la fórmula de las segregaciones de empresas al objeto de que el trabajo sea realizado por subcontratas y falsos autónomos, depauperando al máximo las condiciones de trabajo y fomentando, todavía más, la división de los trabajadores.

Tras la Gloriosa Revolución de Octubre de 1917, la forma superior en la que se expresa la lucha de clases y la contradicción fundamental que rige en el mundo, se manifiesta en la lucha a nivel mundial entre el socialismo – que es la máxima aspiración que en el momento actual puede alcanzar el proletariado – y el imperialismo – máxima aspiración de los monopolios.

Quien conozca el desarrollo del movimiento sindical en el mundo tras la II Guerra Mundial contempla que esa contradicción fundamental entre socialismo e imperialismo también se reproduce en el terreno sindical. De tal modo que, por un lado, se hallan los sindicatos de clase, los sindicatos que reconocen la lucha de clases como la fuerza motriz del desarrollo y el progreso de la sociedad y que aspiran a la supresión de la explotación capitalista y la superación de dicho sistema económico – el sindicalismo de clase aglutinado en la Federación Sindical Mundial (FSM) – y los sindicatos de los monopolios que abrazan el interclasismo, la subordinación de la fuerza de trabajo a los intereses del capital, o lo que es lo mismo, a los intereses del mercado y que se organizan en la Confederación Sindical Internacional (CSI). Ambos sindicatos mundiales engloban a multitud de sindicatos de los distintos países y conforman sus filas centenares de millones de obreros en el mundo.

Sin duda, los comunistas tenemos que participar en los sindicatos y tenemos que esforzarnos en ensanchar entre la clase obrera la organización sindical, fundamentalmente porque es la formulación primaria de organización de la clase trabajadora, de las masas trabajadoras rompiendo su dispersión y su atomización. Para los comunistas es esencial la relación Partido-clase-masa y, por ello, los comunistas debemos volcarnos en el desarrollo de la organización sindical.

El desarrollo de la lucha de clases nos ha legado un movimiento comunista dividido, un movimiento sindical dividido en sindicalismo de clase – FSM – y sindicalismo corrompido de subordinación del proletariado al Capital – CSI. Sin duda, la posición de los comunistas debe ser la de la participación en los sindicatos y, concretamente, en el fortalecimiento del sindicalismo de clase, de la FSM. Y dentro de la FSM en el Estado español, nos corresponde luchar por la unidad sindical de todos los sindicatos afiliados a la FSM en base a dos principios fundamentales: 1) el reconocimiento de la lucha de clases como motor de desarrollo de la sociedad; 2) el internacionalismo proletario, anteponiendo la cuestión de clase a la cuestión nacional y siendo conscientes de que, en el desarrollo actual del imperialismo, el reconocimiento pleno de los derechos democráticos de las naciones oprimidas hoy están subordinados a la emancipación de la clase oprimida, de la clase obrera, que no es otra cosa que la conquista del socialismo.

Es fundamental fortalecer la FSM, que pasa por la unidad de los sindicatos afiliados y amigos de la FSM en el estado español, para conformar un polo lo suficientemente fuerte como para atraer al mayor número de trabajadores, que en su mayoría no tienen adscripción sindical y desconfían de CCOO y UGT, en los que visualizan la corrupción y la podredumbre, y para arrancar a los elementos que puedan quedar sanos de los aparatos sindicales del Estado – CCOO y UGT.

Un sindicato es una organización de masas y el movimiento de la clase obrera y de otras capas de trabajadores cuyo objetivo es la defensa de sus intereses económicos y políticos. Sin duda, contemplamos que en este país, tanto CCOO como UGT defienden los intereses económicos y políticos de los monopolios, del Estado. Esos sindicatos hoy, sin duda, son mantenidos por el Estado y sus prebendas, entre las que está la de negociar en nombre de los trabajadores a pesar de no tener implantación entre ellos, como está aconteciendo en la negociación de miles de EREs y ERTEs en empresas donde no existe representación sindical; es el burgués el que le otorga la legitimidad con su podrida legalidad, no los obreros con su organización y afiliación. El desarrollo del capitalismo monopolista, lejos de fortalecer a CCOO y UGT en términos cuantitativos, de masa, lo que ha hecho es debilitarlos, alejando a los trabajadores de dichas centrales sindicales.

Señalaba Lenin en ¿qué hacer? que “nuestro deber [como comunistas] consiste en desenmascarar asimismo toda nota conciliadora, de “armonía”, que se deslice en los discursos liberales en las reuniones obreras, ya se deban estas notas a que dichas gentes abriguen el convencimiento sincero de que es deseable una colaboración pacífica de las clases (…)”. Sin embargo, leemos a organizaciones que se autodenominan “comunistas” señalando, de manera pública, cosas tal falsas como la siguiente:


Flaco favor hacen los que se denominan “comunistas” engañando a los trabajadores llamándolos a organizarse en torno a CCOO, al que muestra como ejemplo de sindicato “de clase combativo” cuando ese sindicato hoy, al igual que UGT, forma parte del Estado, y es un instrumento no de las masas proletarias, sino del Estado que no duda en financiarlos y en otorgarles prebendas de carácter político al objeto de subordinar a la clase trabajadora a los intereses del Capital.

Estos falsos comunistas, oportunistas hasta la médula, no dudarán en arrojarnos desde su revisionismo más descarado y repugnante, a Lenin y el apartado VI ¿Deben actuar los revolucionarios en los sindicatos reaccionarios? de “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, tachándonos de izquierdistas, para justificar su colaboración con los apéndices del Estado, como es CCOO. Sin duda, deforman a Lenin. Nosotros apoyamos plenamente la exposición ideológica realizada por Lenin. La cuestión es ser leninista, ser dialéctico, y preguntarse si aquéllos “sindicatos reaccionarios” eran como hoy, por ejemplo, es CCOO. La respuesta es rotunda y clara, no. Pero tampoco es igual el panorama sindical existente hoy al que existía en el periodo en el que Lenin elaboró dicho análisis. Hoy no es momento de intervenir en los sindicatos reaccionarios puesto que, a diferencia del tiempo que lo tocó vivir a Lenin cuando señalaba que “Para saber ayudar a «las masas» y conquistar su simpatía, su adhesión y su apoyo no hay que temer las dificultades, las cicaterías, las zancadillas, los insultos y las persecuciones por «los jefes» –que, siendo oportunistas y socialchovinistas, están en la mayor parte de los casos relacionados directa o indirectamente con la burguesía y la policía– y se debe actuar sin falta allá donde estén las masas, hoy las masas no están en dichos sindicatos reaccionarios como CCOO y UGT. Tampoco hoy es momento de crear un sindicato, como criticaba Lenin a los izquierdistas alemanes señalando que “tampoco pueden dejar de parecernos un absurdo ridículo y pueril (…) de que has de salir de los sindicatos y organizar forzosamente una “unión obrera”, nuevecita del todo y completamente pura, inventada por comunistas muy simpáticos”. De lo que se trata hoy es, como dijimos antes, del proceso inverso, de integrar todos los sindicatos de clase, cada uno de ellos con sus contradicciones y sus imperfecciones – nacidos como consecuencia de la fragmentación del movimiento sindical fruto de la derrota que significó para la clase obrera la caída de la Unión Soviética y la victoria del oportunismo – en una central sindical unitaria. La FSM es una realidad de un centenar de millones de obreros organizados, es la unión del sindicalismo de clase a nivel mundial, del sindicalismo que aspira a suprimir la explotación capitalista, que llama a sus militantes sindicales al internacionalismo proletario y a la lucha contra el imperialismo. El cúmulo de sindicatos nacidos como consecuencia de la lucha contra el oportunismo, y que en conjunto – rompiendo su atomización ya sea por sectores, por empresas o por territorios – y fusionándose todos ellos en base a los principios que dicen abrazar – la lucha de clases y el internacionalismo proletario – darían cuerpo a una central sindical de una potencia notable pero, sin duda, infinitamente superior en términos de clase. La única forma de arrancar lo poco sano que pueda quedar en los sindicatos al servicio del Estado tiene que hacerse mediante la confrontación ideológica sin cuartel entre el sindicalismo de clase y el sindicalismo corrompido de CCOO y UGT. Pero en esa pugna lo más importante es arrancar a la masa a la participación en los sindicatos y, concretamente, llevarla a engrosar las filas del sindicalismo de clase, siendo esto, la participación, lo que el Estado y los sindicatos a su servicio han llevado a mínimos históricos y pretenden evitar.

El golpe de estado perpetrado en la URSS en 1953, con el asesinato de Stalin y el triunfo del oportunismo sobre el marxismo-leninismo, condujo no sólo a la Unión Soviética a su desintegración, sino fundamentalmente y con anterioridad a la caída de la URSS, a la división del proletariado y del Movimiento Comunista. Hoy los comunistas tenemos que tener clara una enseñanza, que no es que el marxismo-leninismo ha fracasado sino el oportunismo el que ha fracasado. Esta realidad ha demostrado que el socialismo, si se desvía de los principios de la economía marxista-leninista, se desnaturaliza revirtiendo nuevamente en capitalismo ocasionando no sólo destrozo en el terreno de la base, sino también de la superestructura, esto es, tanto del Movimiento Comunista, el movimiento sindical y en las filas del proletariado, avanzando la burguesía en todos los terrenos – político, económico e ideológico. Fundamentalmente en el terreno ideológico que es el que hoy sostiene al imperialismo.

Es obligación de los comunistas actuar en los sindicatos de clase, sin duda, al igual que es obligación hacer la guerra sin cuartel al capitalismo, su Estado, al oportunismo y a su aristocracia obrera sobornada por los capitalistas que en el Estado español tienen el rostro de CCOO y UGT. Es obligación de los comunistas fortalecer la Federación Sindical Mundial (FSM), que es fortalecer sus sindicatos y, en el caso del Estado español, además, nuestra misión debe ser la de unir todo el sindicalismo de clase en una central sindical unitaria que englobe a la totalidad del sindicalismo de clase. Esa fórmula no sólo ensanchará las filas del sindicalismo de clase, no sólo atraerá a más masa proletaria que está hoy fuera del sindicalismo, sino también para acabar con la dispersión del sindicalismo de clase en el desarrollo de un proceso dialéctico de integración y unificación, de fortalecimiento del sindicalismo de clase y, consecuentemente por lucha de contrarios, del debilitamiento del Estado como consecuencia del debilitamiento del sindicalismo de conciliación que propugnan.

Sin el fortalecimiento del proletariado en los centros de trabajo, sin romper la atomización de los trabajadores haciendo que la masa trabajadora deje de estar dispersa organizándose sindicalmente bajo los principios del sindicalismo de clase, la superación del capitalismo, que nos conduce a los trabajadores a ser explotados y vivir en oprobio, se posterga. Se demora la emancipación del proletariado, la conquista del socialismo que hoy es una necesidad vital e histórica para la vida de la clase trabajadora. Para que la humanidad pueda vivir, el imperialismo debe morir.

 

¡CONTRA EL OPORTUNISMO TRAIDOR Y LA ARISTOCRACIA OBRERA!
¡POR LA UNIDAD DEL SINDICALISMO DE CLASE, POR EL FORTALECIMIENTO DE LA FSM!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Madrid, 9 de abril de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Así engaña UGT a la clase trabajadora. Así sirve a la patronal, a los capitalistas

UGT
 
El pasado día 24 de enero, en el medio nuevatribuna.es, el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, escribía un artículo titulado “El empleo, una necesidad olvidada” que, aparte de dejar bien patente que es una pieza más del engranaje del Estado capitalista español, es una oda a la desvergüenza impropio de lo que le correspondería a un supuesto líder sindical.

Pero bueno, UGT lleva décadas siendo uno de los sindicatos predilectos de la patronal, que sirve para albergar muchas candidaturas amarillas bajo las precitadas siglas, e incluso llamarle sindicato se nos hace excesivo, máxime cuando en el propio artículo Pepe Álvarez se autodenomina “agente social”.

Su alineamiento con la burguesía es tal, que le lleva en todo momento a hablar de empleo. Para Pepe Álvarez y la UGT, el problema no es el capitalismo, ni la negación del derecho al trabajo, ni la explotación capitalista; ese es el marco que ellos defienden, por ello, siempre hablan de empleo, rehuyendo hablar del derecho al trabajo que tiene todo trabajador, todo ser humano.

Y es que hablar en términos de empleo, implica despojar al ser humano de su esencia, del elemento decisivo desencadenante del desarrollo del género humano, de su evolución, de su humanización, como es el trabajo que, en palabras del propio Engels, es el elemento distintivo que desencadena “la transformación del mono en hombre”. Y el Secretario General de UGT se expresa así porque asume el capitalismo como el único sistema económico posible, y por tanto, anteponiendo el interés de una minoría criminal y explotadora como es la burguesía al interés de la inmensa mayoría de la humanidad, a la que le niega de facto el derecho al trabajo y, por consiguiente, le arrebata a esa mayoría de hombres y mujeres, despojados de los medios de producción, su esencia humana, lo aleja de su esencia creadora condenándolo al proceso inverso de la humanización, a la deshumanización, al embrutecimiento ensordecedor. Ello es lo que implica abandonar la reivindicación del derecho al trabajo y sustituirlo por el empleo que, al fin y al cabo, no es más que una ocupación laboral retribuida salarialmente, es decir, una relación económica que implica la existencia de un salario y, por consiguiente, la consagración de la explotación capitalista, la subordinación de la mayoría humana a los intereses de una minoría criminal y explotadora como es la burguesía.

El derecho al trabajo es el derecho que tiene todo ser humano a contribuir en la generación de riqueza para la sociedad, en contribuir con su actividad a la producción de bienes para la sociedad, en definitiva, a la relación fundamental y necesaria del hombre con la naturaleza y, también, con la sociedad en la que se siente partícipe de la construcción de la misma, así como del beneficio producido por la masa trabajadora. Así pues, el trabajo no sólo es la forma en la que el ser humano se relaciona con la naturaleza para generar riqueza para la sociedad y para garantizar su desarrollo como ser humano, sino que es su aportación a la construcción de la sociedad, de la civilización, y el producto de esta relación no es otro que construir a la sociedad, de la que el trabajador también forma parte, siendo ésta la beneficiaria del fruto del trabajo del trabajador y no la minoría explotadora, la burguesía, que se apropia de dicho fruto negando a la mayoría el derecho al trabajo, despojando a la mayoría de su esencia creadora como ser humano, condenando a la mayoría a la deshumanización para consagrar la explotación asalariada, salario que le sirva a los empleados para poderse sostener mínimamente y poder reproducir su situación de explotación en beneficio del burgués. Esto es lo que significa equiparar empleo con trabajo.

Pepe Álvarez no puede pensar de otra forma; de lo contrario, sería socialista y, por consiguiente, jamás habría llegado a dirigir a ese sindicato, el cual tiene abierto varios casos de corrupción en Andalucía, Canarias y Asturias, entre otros. Pues bien, esta corrupción económica es infinitamente menor que la enorme corrupción o degeneración ideológica en la que cae Pepe Álvarez y demás sindicalistas amarillos que conforman el sindicato UGT, algo que también se podría extender a CCOO, y que se refleja, por ejemplo, en esta cuestión.

El servicio de Pepe Álvarez al capitalismo monopolista de Estado español es tal, que no duda en deformar la realidad, en engañar a quien le lea. Señala Álvarez “Desempleo. Esa es la palabra que define la situación de 3,2 millones de personas en nuestro país”. Según la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2019, realizada por Instituto Nacional de Estadística, publicada el pasado 28 de enero, en el Estado español hay una tasa de actividad del 58,74%, compuesta por 19.966.900 ocupados y por 3.191.900 parados. Hay que tener en cuenta que, en España, un trabajador que cotice una hora o que haga un curso de formación impartido por el INEM o un servicio de empleo público, deja de figurar como demandante de empleo, deja de figurar como parado, con lo que las cifras del paro en España, cada vez que salen, están totalmente manipuladas. Pues bien, si hay una tasa de actividad del 58,74% de los ciudadanos del Estado español en edad de trabajar, quiere decir que hay una tasa de inactividad del 41,26%, es decir, personas que ni tienen ocupación ni figuran como demandantes de empleo en las Oficinas Públicas de Empleo, o lo que es lo mismo, 16.267.145 personas en edad de trabajar. Si a la población inactiva le añadimos los 3.191.900 parados tenemos que, en el Estado español, 19.459.045 personas no tienen, ni tan siquiera, un empleo. O lo que es lo mismo, en España en realidad hay un 49,35% de personas en edad de trabajar que no tienen un empleo. Con lo que Pepe Álvarez miente.

Este es un dato demoledor, que demuestra que el capitalismo monopolista de Estado deja en la cuneta a la mitad del pueblo, y ello a pesar de que las cifras del paro y de la ocupación están manipuladas, infladas. Si a esas cifras le sumamos los trabajadores públicos, y los trabajadores que trabajan para la administración paralela o para empresas privadas cuyo trabajo tiene su origen en el Estado, tenemos que la iniciativa privada, a duras penas crea 1 puesto de trabajo por cada 3 trabajadores. A ello hay que sumarle una tasa de temporalidad del 26,1% y que, según la OCDE, en España el 21,7% de los puestos de trabajo registran un alto riesgo de automatización, es decir, que serán trabajos realizados por robots en el corto plazo, y que “un 30,2% de los trabajadores ocupa puestos de trabajo con una elevada probabilidad (que cifra entre el 50% y el 70%) de sufrir una profunda transformación” (Diario El País, 25 de abril de 2019), con lo que se demuestra que el capitalismo monopolista cada día que pasa es más insostenible.

Dice Álvarez que es necesario “un cambio de modelo productivo que refuerce la política industrial” y para ello reclama “un Pacto por la Industria, reclamado por los agentes sociales en el seno del Consejo Económico Social, que aumente el peso del sector industrial en el PIB hasta el 20% como reclama la Unión Europea (actualmente el 16%) y lo convierta en uno de los principales generadores de empleo estable”. En coherencia con ello, es decir, que la Industria aumente su peso en el PIB, CCOO y UGT se están hartando de firmar EREs, aumentando hasta octubre un 77% los despidos por ERE con respecto al 2018, de los que el 42% de los mismos provienen de la Industria. Y no sólo los EREs, UGT ha firmado convenios vergonzosos como en Telefónica y en ENDESA, donde la destrucción de empleo y las prejubilaciones son la constante, a la par que se acrecienta la subcontratación. UGT en ENDESA ha firmado que todo trabajador con 25 años cotizados se pueda prejubilar percibiendo entre el 60% y el 80% de su salario hasta alcanzar los 63 años, donde obligatoriamente se deberán jubilar; estamos hablando de prejubilaciones de trabajadores de 50 y 51 años. Esto significa que UGT está firmando destrucción de empleo, y cierres de empresas, que en ENDESA se traducen en cierres como las de las centrales térmicas de Andorra, Litoral, As Pontes o Compostilla.

UGT es un instrumento más al servicio de la Patronal para llevar a cabo las reestructuraciones de plantillas, para destruir empleo, para negar a más trabajadores su derecho al trabajo y para enriquecer cada vez más a los empresarios. Eso es lo que llevan haciendo desde hace 40 años en España, eso es lo que están haciendo en la actualidad y eso es lo que harán en el futuro mientras los trabajadores no los mandemos al estercolero de la historia junto con el sistema económico que defienden: El capitalismo. El discurso de Pepe Álvarez lo puede firmar cualquier empresario o cualquier banquero, es profundamente antiobrero y está totalmente alineado con los intereses y con la dirección económica impuesta por la burguesía.

Pepe Álvarez y la UGT, y lo que digamos para este sindicato también es plenamente válido para CCOO, son enemigos jurados de la clase obrera. No solo basta con no estar afiliados a dichos sindicatos, que son apéndices del Estado, los trabajadores deben organizarse en los centros de trabajo, fortaleciendo las filas de los sindicatos de clase, de los sindicatos que conforman la Federación Sindical Mundial (FSM).

Es necesario que los trabajadores fortalezcan el sindicalismo de clase para fortalecer la organización de la clase obrera en los centros de trabajo, que es el auténtico motor revolucionario y de cambio capaz de aglutinar todas las luchas de los distintos sectores que conforman el proletariado y unirlas en una única lucha de clase contra la burguesía, su sistema económico y la superestructura que éste eleva, conformando un Frente Único del Pueblo como instrumento de poder para superar al capitalismo monopolista de Estado, en bancarrota económica y política, y de dar una alternativa a este moribundo y criminal sistema, que no puede ser otra salida que el socialismo.


F. Barjas
Secretario General del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)