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La lucha en el sector textil y el veneno de CCOO

Recientemente hemos conocido que las grandes fortunas en España han crecido un 27%. Entre los cinco mayores parásitos encontramos a Amancio Ortega como el primero, seguido de su hija, siendo el presidente de Mango, Isak Andik, el quinto. El fundador de Inditex posee 120.200 millones de euros por robar los frutos del trabajo ajeno, y el cofundador de Mango tiene 4.500 millones por la misma razón. Aunque hay una gran diferencia entre una cifra y otra, ambas son monstruosas. Precisamente, estas dos últimas empresas mencionadas han sido muy señaladas al organizar la huelga del sector textil, que estaba prevista para el 21 de noviembre, aunque finalmente se ha pospuesto por, según dicen, considerarse inviable por los estragos de la DANA.

Ante la ausencia de avances al intentar negociar un nuevo convenio colectivo para los trabajadores de la industria textil, los obreros de dicho sector están dispuestos a un pulso con el burgués. El problema es que CCOO, sindicato de la patronal, es quien les guiará hacia una casilla que no significará ningún avance real; es su trabajo y siempre están preparados para calmar las aguas, alzando una bandera como “representantes de los trabajadores” mientras legitiman al empresario y su apropiación indebida de los frutos del trabajo, diciendo a los asalariados que deben pelear para alcanzar, como mucho, migajas que pueden ser admitidas porque hay unas leyes burguesas incumplidas. Veamos a continuación qué camino quieren tomar.

En el sector hay alrededor de 80.000 trabajadores, de los cuales más de la mitad son mujeres. Entre las principales reivindicaciones se encuentran la de cambiar la categoría profesional y unificar las tablas salariales, ya que hay diez categorías que están por debajo del salario mínimo interprofesional. También se demanda un incremento salarial del 5% anual, pues se ha perdido, según CCOO, un 10% de poder adquisitivo en los últimos tres años; el reconocimiento de enfermedades laborales y accidentes, así como “mejorar los permisos retribuidos”; una reducción de jornada anual y romper con la brecha salarial, ya que el salario de las mujeres es menor que el de los hombres en un 22%.

Es decir, durante demasiado tiempo el sindicato CCOO ha permitido la precariedad y ahora ofrece la posibilidad de regular las tablas salariales según la ley, como si significara un camino hacia la prosperidad. Se ha perdido bastante poder adquisitivo, y reclama una migaja calculada anualmente. En lo referente a los accidentes y enfermedades, se trataría de apuntar hacia la consecución de unos mínimos que, al estar tanto tiempo sin reconocer, parecerán un gran triunfo, cuando solo entraría dentro del marco legal. Por otro lado, el salario que perciben los hombres obreros apenas les permite vivir, y una de las metas es que sus hermanas de clase en el sector obtengan la misma precariedad, aflojando un poco las cadenas de éstas últimas, pero ambos bien encadenados, igualmente. También hablan de “contratación y protección de las víctimas de violencia de género”, que no serían más que subvenciones para el burgués por tener mano de obra en ciertas condiciones.

No caigamos en la trampa de pensar que el sindicato de la patronal, y financiado por su Estado, CCOO, ha dedicado duras palabras a los burgueses para disimular. Refiriéndose a empresas como Inditex y Mango, invita “a dejar de ponerse de perfil en este asunto” y a que “sean responsables con las condiciones laborales que se fijan en el sector”. Están refiriéndose claramente a canallas, y es un hecho que no les es desconocido, pero les “invita” a que “asuman su responsabilidad y mejoren las condiciones”.

Teniendo en cuenta que sin la clase obrera no hay fábricas, ni máquinas, ni extracción y manejo de materias primas, ni la conversión de éstas en todo tipo de productos, ni su venta y su transporte, ¿a qué “responsabilidad” se refieren? ¿Acaso los empresarios están para algo más que apropiarse de los frutos del trabajo? Ni son legítimas sus propiedades, ni la clase obrera obtiene lo que le corresponde por su trabajo. Solo un guardián de la patronal puede autoproclamarse defensor de los trabajadores mientras pone el poder en manos del criminal opresor y le dice a éste, con todo el cinismo, que tiene que sentarse a negociar para “hacer mejor” las cosas. La clase obrera lo produce todo; ¿por qué tiene que quedarse mirando y aceptar la esclavitud asalariada?

Echemos un vistazo solamente a Amancio Ortega y su empresa. Desde hace mucho tiempo se conoce la situación de precariedad en Inditex y, por tanto, no es algo nuevo. Como sabemos, en el capitalismo es el burgués quien se apropia del valor generado por el trabajo ajeno, mientras la clase obrera produce todo pero solo recibe un salario, que está destinado a reproducir su fuerza de trabajo y no va en relación a lo que produce, pues esto último va a manos del empresario por ser el propietario. Es frecuente saltarse incluso la propia ley burguesa, aun teniendo ésta como objetivo únicamente poder oprimirnos y garantizar su dominio, ya que hacerlo es aún más ventajoso para sus beneficios pues, a medida que aumenta la automatización, como por ejemplo podemos ver en muchas tiendas que no tienen personal en caja, la tasa de ganancia es menor por necesitar menor cantidad de mano de obra. En este sentido, el burgués opta por mayor carga de trabajo y menor salario para los trabajadores que sigan en sus puestos, o sean reemplazados una y otra vez con temporalidad disfrazada.

Cuando hablamos de explotación humana no nos referimos a las peores condiciones, sino a que todos y cada uno de los asalariados, por el hecho de serlo, están explotados, ya que trabajan para alguien que saca beneficio de su trabajo y a cambio éste último da una retribución que permita sobrevivir para seguir trabajando, siendo esta retribución infinitamente más baja que el valor producido por el trabajo del obrero. Amancio Ortega es solo un ejemplo que nos sirve para comprender el sistema en que vivimos. Este canalla no solo se dedica a la explotación humana en España, sino que son conocidas las infamias de Inditex en naciones del sur global y de bajo desarrollo, para hacerlo en condiciones más ventajosas para él y más inhumanas para los trabajadores; situaciones de esclavitud. Incluso se ha denunciado al descubrir que hay mano de obra menor de edad, alegando la empresa que son “casos aislados”.

Por otro lado, éste gran parásito, además de robar los frutos del trabajo evade impuestos, poniendo a buen recaudo y sin consecuencias grandes cantidades de ese medio de cambio llamado dinero, cuyo rol ficticio es dar a estos ladrones no solo la capacidad de apropiarse de los productos del trabajo ajeno para hacer negocio, sino para adquirir todo tipo de mercancías, servicios y lujos hechos por aquellos que hacen posible todo y sobreviven, mientras quienes se enriquecen con el robo nadan en la abundancia. Lo más curioso, es que realmente el robo secundario del Estado burgués para sostener su dominio y financiar su opresión, que es a través de impuestos, lo paga la clase obrera, siendo una cifra lamentable e insignificante la que sale de las grandes fortunas.

Hemos conocido también que Inditex, como no puede ser de otra manera, forma parte de esas empresas que mandaron a la clase obrera al desastre de la DANA y no les dieron ningún aviso ni tomaron medidas. Debido a esto y al enorme poder que tiene sobre el Estado y los medios de manipulación de masas, Amancio Ortega ha hecho su enésimo e inmundo acto de caridad, donando 100 millones de euros de dinero robado “para los afectados de la DANA”, y dos millones para Cruz Roja, y otros dos para Cáritas; buitres que hacen negocio con la miseria y cuyos asalariados tienen que encargarse, de manera precaria, de asistir a quienes necesitan cubrir sus necesidades más básicas, mientras los directores de las ONG se dedican a pedir recaudación y alguna reforma, sin señalar nunca la causa de los problemas: el capitalismo. No solo es un intento de Amancio Ortega por limpiar su imagen, que de paso deducirá dichas cuantías en el pago de los irrisorios impuestos que paga. Además, este burgués posee acciones en muchas empresas, incluidas inmobiliarias que tienen filial en España, como por ejemplo Pontegadea. También en Red Eléctrica Española y Telxius, siendo esta última filial de Telefónica. Por lo tanto, aparte de lo que se ahorrará en impuestos, gran parte de ese dinero robado a la clase obrera que ha donado, volverá a él, con lo que la campaña de blanqueo le sale gratis, pues la pagamos la clase obrera. Recientemente hemos señalado esta trampa del Estado burgués en un comunicado.

Es a canallas, como el anteriormente mencionado, a quienes CCOO se dirige para pedir “responsabilidad” y “que no se pongan de perfil”. La única responsabilidad de la que hay que hablar es la de su papel como opresores y causantes, con su sistema de barbarie, de las desgracias de la clase obrera. CCOO no les señala como enemigos, sino como a gente que tiene que entrar en razón y negociar para aliviar un poco a sus asalariados. Mientras los trabajadores apenas llegan a fin de mes y comprueban como se depauperan sus condiciones de vida, una minoría parásita, adueñándose del trabajo de los primeros, se lleva miles de millones. CCOO es responsable de esta realidad, su papel – y por eso es bien reconocida por el estado de los monopolios con jugosas subvenciones – es ser muro de contención para los explotadores, utilizando para ello la ideología burguesa y la traición para atomizar a los trabajadores. Nos acostumbran a creer que los sindicatos verticales llevan a la clase obrera a la lucha, pero la realidad es que, al ver que crece la indignación entre los asalariados, corren a sofocar las llamas para proteger al burgués, que es quien asegura sus privilegios. Es por ello que, mientras se dicen defensores de los trabajadores, reciben subvenciones del Estado, firman EREs, privatizan pensiones, sanidad, llevan a condiciones precarias disfrazadas de avances, etc.

Lo mismo ocurre con los partidos oportunistas, que son la pata izquierda del capital, y podemos ver declaraciones repugnantes en las que legitiman el despido colectivo siempre y cuando cumpla con “la normativa”. Es decir, el burgués tiene derecho a arrebatarte tu derecho al trabajo, tu sustento, si no tiene los beneficios deseados o quiere reducir plantilla para agudizar más la explotación asalariada. Yolanda Díaz también dice que si una empresa tiene buenos beneficios, no debería poder despedir a los trabajadores, e incluso pasa la pelota diciendo que el Ministerio de Trabajo no tiene competencias en otras regiones. Por si fuera poco, esta mamporrera del capital llegó a elogiar a Inditex como empresa ejemplar, y también se reúne con todo tipo de oportunistas y enemigos de la clase obrera en general, sindicatos verticales incluidos, y los llama “expertos” para tratar la próxima estafa con la cifra del salario mínimo.

El Partido Comunista Obrero Español apoya la lucha de los obreros del sector textil, y hacemos un llamamiento para que fortalezcan el sindicalismo de clase como instrumento económico y político para desarrollar una lucha sin cuartel contra la patronal. Asimismo, hacemos un llamamiento a la clase obrera a unir todas las luchas de los diferentes sectores que la conforman en una única lucha de clase contra la burguesía y su Estado, conformando un Frente Único del Pueblo para acabar con este orden que condena a la clase obrera y construir órganos de poder de la clase obrera que pongan a su servicio toda la producción, así como todo el poder político y económico.

 

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del PCOE




La hipocresía burguesa sobre la DANA y su verdadera esencia

Durante la semana pasada una DANA atravesó la península y causó varios daños en distintas zonas de Andalucía. El pasado 13 de noviembre estaba haciendo estragos en Málaga cuando la empresa Konecta optó por no decir nada, obligando por omisión a sus trabajadores a ir a trabajar y cuando ya era demasiado tarde mandó un aviso para no acudir al centro de trabajo, como dicen los propios testigos: “Con todo, el centro de trabajo continuó abriendo sus puertas, aunque muchos empleados optaron por quedarse en casa para no poner en riesgo su seguridad y sus vidas. La imprudencia fue tal que, a mediodía, cuando la EMT ya había paralizado todas sus líneas de autobús, y cuando el río Campanillas estaba a punto de desbordarse, la empresa decidió activar la evacuación de los empleados presentes”. No contentos con eso, ahora quieren contar las ausencias como faltas injustificadas y no pagar esos días a los trabajadores, yendo en contra de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Cabe recordar también que en el verano del pasado año la misma empresa mantuvo la actividad laboral de la plantilla durante un rato mientras una trabajadora de 60 años falleció en su puesto.

Este suceso demuestra que la preocupación y duelo por las víctimas de Valencia no es más que una fachada hipócrita, ya que habiendo pasado dos semanas del desastre vuelven a cometer los mismos “errores” que en el pasado. Aunque lo que realmente pone en evidencia es la clara esencia criminal de la burguesía ya que no se trata de “errores” sino de una acción meditada en la cual ponen por encima la extracción de plusvalía antes que las vidas humanas. Para los burgueses los asalariados somos únicamente una inversión más de la que exprimir el máximo beneficio antes de descartarnos, sin importar las leyes que se han autoimpuesto, las cuales solo son un bálsamo falso para enturbiar la mente del obrero y alejarlo de su impulso revolucionario.

Debido al avance cada vez mayor de la automatización, la cantidad de plusvalía que puede robar el burgués va mermando, ya que el valor que tanto ansían para obtener ganancias solamente es generado por el trabajo humano. La producción es la auténtica riqueza y solo la clase obrera la hace posible, ya que somos la aplastante mayoría y cada vez somos más, puesto que van quebrando cada año más pequeñas y medianas empresas de las que se crean, cuyos dueños pasan a engrosar las filas del proletariado. Se va concentrando el capital progresivamente en menos manos, y debido a que el dominio de la producción requiere cada vez de más máquinas y, por tanto, menos obreros, disminuye la tasa de ganancia, y es por eso que la burguesía ya no puede controlar el mercado y la adquisición de los frutos del trabajo solamente con la rama productiva, así que debe dedicarse a actividades especulativas, como la inversión en acciones, en suelo, etc.

Es decir, una manera más de convertir el fruto del trabajo ajeno en lucro es, por ejemplo, la planificación urbanística, que ha derivado en el desastre que hemos visto con la DANA y ha llevado a la muerte y a la ruina a demasiadas personas. Solo se busca la ganancia, y esa es la manera de planificar que tiene la burguesía: la búsqueda del máximo beneficio privado a costa del trabajo de nuestra clase. Además, la dinámica destructiva del capitalismo no solo deteriora a los humanos que viven bajo su yugo y son explotados, sino que arrasa sin freno con la naturaleza, y esto causa enormes desequilibrios medioambientales que hacen mucho más probables las catástrofes. Queda claro una vez más que los capitalistas no pueden vivir sin explotar al máximo a la clase obrera, y ésta última no podrá vivir segura, tranquila y disfrutando al máximo de los que produce mientras esa clase opuesta y parásita, con su sistema sangriento y criminal, no sean más que un recuerdo.

Por todo ello desde el Partido Comunista Obrero Español recordamos que para acabar con estos sinvergüenzas necesitamos que la clase se organice sobre la unión de todas las luchas en el Frente Único del Pueblo como herramienta para destruir este sistema y la construcción del mundo nuevo que tanto necesitamos.

 

¡NUESTROS MUERTOS, SUS BENEFICIOS!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del PCOE




Huelga del transporte: se agudizan las contradicciones dentro del capitalismo

Los sindicatos amarillos CCOO y UGT han convocado una huelga en el sector del transporte de viajeros, de los conductores de autobuses urbanos e interurbanos y de grúas para los días 29 y 11 de octubre, 28 y 29 de noviembre y 5 y el 9 de diciembre, que se convertirá en indefinida a partir del 23 de diciembre.

De todos es sabido que estos sindicatos, así como el resto de los adscritos a la Confederación Sindical Internacional, son una herramienta de la burguesía para canalizar las luchas obreras, en la medida de sus posibilidades, y reducir sus legítimas pretensiones, mantenerlas por la vía del reformismo y terminar por firmar acuerdos contra los intereses obreros disolviendo el movimiento.

Así lo hemos visto con la desconvocatoria de la huelga en el sector del transporte por carretera. Siendo el objetivo principal de esta huelga obtener un recorte de los 67 a los 60 años en la edad de jubilación, sin impacto en las pensiones, los sindicatos vendidos a la patronal han aceptado la jubilación parcial para desmovilizar a los trabajadores.

El movimiento obrero, desde la pandemia, ha aumentado año tras año, aumentando tanto las huelgas como las jornadas no trabajadas:

En estos momentos de aumento del movimiento huelguístico es cuando los sindicatos amarillos vendidos a la patronal tienen que justificar su existencia, a pesar de su debilidad. Estos sindicatos solo convocan movilizaciones cuando la presión de la plantilla es insostenible y su objetivo, una vez convocada la huelga, es comenzar cuanto antes las negociaciones con la patronal para desactivarla lo antes posible y rebajar las pretensiones de los trabajadores al mínimo.

Las reivindicaciones de los trabajadores del transporte, totalmente justas y de imperiosa necesidad, van, sin embargo, en contra del desarrollo del imperialismo en el Estado español, igual que el resto de reivindicaciones de los trabajadores de todas y cada una de las empresas, generando unas contradicciones que deben resolverse inexorablemente.

La reducción en la edad de jubilación, el aumento de salarios, la mejora en la seguridad y salud en el puesto de trabajo, la reducción de la jornada laboral, la conciliación real de la vida personal y profesional y el resto de derechos necesarios para la clase obrera sólo vendrán de la mano de la lucha organizada y revolucionaria en torno al sindicalismo de clase y combativo. De la mano de los sindicatos de la patronal solo obtendremos cada vez mayor desmovilización, ventajas para el burgués disfrazadas de avances para el trabajador y discursos llenos de cinismo, como declarar que “la huelga es de justicia porque no va de subir salarios”. ¿La lucha por la mejora salarial no es de justicia?

El reformismo y el sindicalismo amarillo son enemigos acérrimos de la clase trabajadora, la primera línea de defensa de la burguesía ante el movimiento obrero, y como tal la clase obrera debe enfrentarse a estos elementos con toda su energía, dando pasos de esta manera para el derrocamiento del capitalismo.

Así lo demuestra la historia y solo así volverá la clase obrera a resurgir del lodazal ideológico en el que está sumido hoy. Cuando la clase trabajadora decida tomar en sus manos su propio destino no habrá treta, engaño ni organización reformista que le impida tirar al vertedero de la historia al capitalismo y construir su propio futuro, que indudablemente comenzará con el socialismo.

 

¡Socialismo o barbarie!

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del PCOE




Los sindicatos verticales contaminan la lucha obrera sin descanso

A pesar de los múltiples intentos de la clase obrera por buscar una salida a sus problemas, no deja de encontrar barreras en defensores del capital que se hacen llamar “representantes de los trabajadores”. Podemos observarlo en las luchas de distintos sectores.

Ahora mismo lo vemos en dos ejemplos. El primero es la huelga de los trabajadores del tranvía de Tenerife en este mes de septiembre. Se persigue garantizar revisiones médicas a los trabajadores, debido a la exposición de éstos al polvo de sílice, el cual es tóxico, y según las fuentes han sido muchos años sin las medidas pertinentes. La sustancia cancerígena es el asunto central. El segundo ejemplo es la huelga en Murcia de los trabajadores de los Call Center de ISFG. En este caso se centran sobre todo en que no se les reconoce la antigüedad laboral ni la categoría profesional.

En ambos casos está la mano de CC.OO y UGT. Comenzaremos con Tenerife. A principios de este año se convocó una huelga que quedó parcialmente suspendida en marzo, ya que parecía llegarse a un acuerdo en el aspecto central, que afecta gravemente a la salud. La empresa pública (Metropolitano Tenerife) no cumplió y nuevamente los trabajadores se lanzaron a la calle. De hecho, la empresa había contratado a Servicios de Prevención Ajenos para hacer las mediciones del polvo de sílice, y esto carece de rigor, puesto que debía realizarse siguiendo el criterio del Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) y el Instituto Nacional de Silicosis (INS). Además, denuncian que la consejera de Movilidad llevase una previsión de gasto de 3.450.000 euros, para un concurso internacional de ideas para el tren insular y su viabilidad, cuando hay un conflicto laboral con los trabajadores por 1,5 millones, que se deben a irregularidades como tener a toda la plantilla por debajo de su categoría laboral. Entonces, en julio, se “celebraron” avances debido a que la empresa estaba realizando pruebas para la sustitución de los mecanismos que funcionan con polvo de sílice, ya que un estudio confirmó los riesgo para la salud, pero finalmente han reanudado los paros en septiembre por, entre otras cosas, seguir expuestos a dicha sustancia.

Es decir, no han cesado los intentos de desgastar a los trabajadores, y CC.OO., como es habitual, ha demostrado una vez más su inoperancia. Según indica un representante del sindicato, hay 7 trabajadores que “tienen afecciones pulmonares que podrían ser compatibles con un cuadro de neumoconiosis por silicosis” y asegura que la mayor parte de la plantilla lleva más de 15 años en su puesto en esas condiciones de riesgo. Sin embargo, ante este grave atentado contra la salud de los trabajadores, la queja de CC.OO. es la “falta de empatía” de la consejera de Movilidad al negarse a llevar a cabo las mediciones higiénicas. Declaran: “tras muchísimas jornadas de huelga, conseguimos que entrara en razón (…) Nos hizo hacer una huelga y que la mayoría de empleados perdieran mucho dinero por no pagar un contrato menor para velar por la salud”.

Llaman “falta de empatía” al hecho de rechazar un gasto destinado a algo tan básico como la salud de la plantilla. A acceder a ello después de varias huelgas, lo llaman “entrar en razón”. No solo eso, sino que señalan las pérdidas de los trabajadores que solo han servido para poner sobre la mesa un asunto que es menester y ni siquiera se ha solucionado. Es demasiado grave como para referirse a ello en estos términos, dando a entender que simplemente se trata de mala actitud y terquedad, y que con un poco de presión han conseguido un cambio positivo en los responsables. Nada de eso: se trata de violencia y deshumanización. El Cabildo, administración pública y único accionista de la empresa que gestiona el tranvía (Metropolitano de Tenerife) tras comprar las demás participaciones en 2017, ha explotado a los trabajadores, no ha cumplido ni siquiera su ley burguesa, está especulando y ha puesto en riesgo demasiado tiempo la salud de quienes hacen posible el servicio. ¿La lucha requiere solamente exigencias y peticiones a nivel legal, y una abogada mediadora? ¿dónde está el avance?

Por otro lado, tenemos a UGT y otros sindicatos que convocaron una huelga para el 13 de septiembre en los Call Center de ISFG. Reclaman “condiciones laborales justas” y se quejan de la falta de respuesta por parte de la empresa tras una huelga convocada en agosto. Veamos cuáles son sus reivindicaciones y cómo enfocan los problemas.

Refieren la necesidad de aumentar el poder adquisitivo, señalando la ausencia de un plus por antigüedad, y que esto refleja una “falta de reconocimiento a la experiencia y dedicación de los empleados”. ¿Es que el problema radica en la falta de consideración por parte del empresario? El sindicato denuncia presiones y coacciones, y “pide” eliminar la penalización por absentismo, declarando que “El modelo de incentivos, aplicado de manera unilateral por la empresa, castiga cualquier ausencia del trabajo; sea por motivos personales, de salud o por permisos laborales, lo que obliga al trabajador a recuperar esas ausencias si quiere acceder a los incentivos”. En este sentido, también dicen lo siguiente: “No toleraremos más presiones indebidas hacia la plantilla. Exigimos un entorno laboral libre de coacciones, donde los derechos de los trabajadores sean respetados en todo momento”.

Parece que el problema es que el modelo de incentivos se aplica de manera unilateral, es decir, que quizá debería ser “bilateral”, en cuyo caso se respeta el poder del empresario y volvemos a la famosa “negociación” entre oprimido y opresor como si se tratase de una relación igualitaria. Por otro lado, no toleran coacciones ni presiones “indebidas” y quieren que se respeten los derechos del trabajador. ¿Hay coacciones y presiones pertinentes por parte de quienes usan el trabajo ajeno para obtener ganancia? De sobra saben lo que sufre la clase obrera, que es consciente de que en cualquier momento puede quedarse sin su sustento porque todo se reduce al beneficio del burgués y a la comodidad de éste, pues no tolera desafíos. ¿No es suficiente presión y coacción? Además, los mal llamados “derechos” son papel mojado para la clase obrera, y aun cumpliéndose no son suficientes, ya que con la propiedad privada de los medios de producción la ley está al servicio de la clase dominante, dueña del trabajo y sus frutos, y así las leyes responden a los intereses y exigencias del mercado. Con ese enfoque conformista parecería que se trata de una ley natural y que no hay que ir más allá; ¿Qué hay de las luchas obreras para conquistar nuevos derechos?

Al parecer, se califica de “reivindicación histórica” lo siguiente: un tiempo “razonable” entre llamadas que “respete” el descanso mental, pues generaría menos bajas por depresión y ansiedad. ¿Se preocupa por los trabajadores o por la productividad que beneficia al empresario? Solo reclama que se reduzca aquello que exige el burgués para obtener la ganancia, pero hay que seguir generándola, y además no parece que la lucha a la que da forma el sindicato sea muy efectiva, puesto que es una “reivindicación histórica” de la plantilla.

Por su lado, CC.OO. dice sobre este asunto que nadie quiere ir a la huelga porque es una pérdida de salario, pero que la situación lo exige por salud y “humanidad”. Representantes del sindicato declaran también lo siguiente: “se trata de cuestiones muy básicas como es el reconocimiento de la antigüedad laboral o la categoría profesional por eso no comprendemos por qué los representantes de la empresa no se avienen a razones.  La cerrazón llega hasta el punto de que nos hemos visto obligadas a pedir mediación en la OMAL hasta para la convocatoria de estas movilizaciones y el propio órgano de mediación señaló la falta de empatía de la empresa hacia su plantilla en el escrito de mediación”. Es la fórmula a la que nos tienen acostumbrados los sindicatos verticales: quejarse de falta de empatía, de intransigencia y defender que reclaman inocentes aspectos básicos, “viéndose obligados” a pedir mediación entre opresores y oprimidos.

Que finjan preocuparse por la salud de los trabajadores es una cosa, pero decir que no entienden por qué el empresario se niega a mejorar las condiciones es un insulto a la inteligencia del proletariado, ya que saben perfectamente que proletarios y burgueses son clases con intereses contrarios; son clases antagónicas, y de esta manera lo que beneficia al burgués, cuyo único rol es ser un parásito, perjudica a los trabajadores, y viceversa. Cuanto más reclame el obrero lo que le corresponde, que en realidad es todo porque genera toda la riqueza, menos tendrá el empresario para apropiarse indebidamente y “competir” con el resto de parásitos. De hecho, se demuestra que los trabajadores son el motor de todo una vez más, cuando han conseguido con la huelga de ISGF dejar sin atención telefónica a Orange, Iberdrola y Banco Santander, entre otros, y queda clara la gran importancia de los trabajadores del tranvía cuando, sobre todo a determinadas horas, son clave para que muchos lleguen a su centro de trabajo o de estudio.

Más allá de la empatía y la intransigencia, ¿no ven que se trata de auténticos criminales que incluso atentan contra la salud de los trabajadores para llenarse el bolsillo? Obviamente, lo saben. Pero con el presente documento no se pretende echar por tierra las luchas de los trabajadores, quitarles toda esperanza y decirles que están acorralados porque todo está contaminado y corrompido por traidores. Se trata de analizar la situación y poder ver dónde se encuentran aquellas barreras que impiden a la clase obrera luchar de verdad por sus intereses, sin ser engañados por discursos ambiguos y oportunistas. Es necesaria toda la lucha por las mejoras, pero la clave está en ampliar el alcance de dichas luchas y llevarlas al terreno político, buscando siempre una posición de auténtica fuerza para el proletariado, consciente de quién es el enemigo y qué armas usa.

Observamos que el papel de estos sindicatos es que los asalariados respeten la posición de los empresarios, y no hagan nada más allá de un tablero fijado con las trampas del burgués para que la lucha sea circular y siempre le acabe dando ventaja. En los hechos podemos ver el verdadero rostro de estos sindicatos y las intenciones de sus dirigentes. Por ejemplo, Vicente Sánchez, un importante líder de CC.OO., trabaja ahora sin careta para la CEOE, siendo recompensado por sus servicios. José María Fidalgo, que fue secretario general del mismo sindicato, también se dedica a asesorar a futuros parásitos. Pepe Álvarez, líder de UGT, recientemente ha defendido que los políticos, esos administradores del capital que representan a la burguesía, y que ganan sueldos desorbitados por engañar constantemente a la clase obrera, deberían estar mejor pagados. También ha vendido como un triunfo la demora de la jubilación, en la cual se incentiva de manera insignificante para alargar el tiempo que se genera ganancia al burgués, alargando la vida laboral sin importar, esta vez, la salud del trabajador y conociendo las carencias que van en aumento para los asalariados. Seguir enriqueciendo al empresario para que luego el Estado se encargue de pagar una cantidad que está demasiado lejos de lo producido durante la vida laboral. De hecho, ambos sindicatos de la patronal gestionan planes privados de pensiones, aumentando el dominio del capital financiero y fomentando un futuro incierto para la clase obrera, pues la quiebra del sistema capitalista es inevitable, y dichos planes son venta de humo: ganancia del parásito para hoy, pérdida para el trabajador hoy, con la plusvalía, y mañana cuando, además, probablemente no pueda cobrar ni una pensión porque los fondos privados ya no darán de sí.

También vemos las puñaladas de estos sindicatos – autodenominados como agentes sociales – cuando incluso participan en la propaganda del “emprendimiento” (es decir, ser aspirante a apropiarse del trabajo ajeno) en la educación. Forman parte de las armas de la burguesía y además reproducen continuamente la ideología de dicha clase social. No podemos seguir permitiendo que nos guíen hacia las migajas y nos digan que se trata de negociar con el opresor, para así conseguir, quizá, que aflojen nuestras cadenas. Se trata de romper las cadenas; de comprender que la lucha por la emancipación obrera comienza rechazando a aquellos falsos líderes que nos conducen hacia el mismo punto una y otra vez, al punto de la derrota. Los verdaderos avances solo pueden tener lugar si luchamos por nuestros intereses como clase y comprendemos que el poder está y debe estar en nuestras manos, y no en la del burgués.

Las eternas luchas sin frutos no tienen como causa la imposibilidad del cambio o que la clase obrera no quiera combatir, o se haya “acomodado”. La razón es que engañan al proletariado desviando el camino y mostrándose como un salvavidas para asalariados, grabando a fuego en la cabeza de éstos que no hay ni puede haber unión, que una vida digna es una utopía y que hay que adaptarse a lo que se nos impone. Nos dicen que solo podemos y debemos arañar migajas y pedir al opresor.

No hay nada que no sepa hacer la clase obrera, y todo lo que se realiza en las empresas es el fruto de su trabajo. El burgués no extrae materia prima, ni la trabaja, ni la transporta, ni construye, ni lleva a cabo los servicios. Solo se apropia de la plusvalía generada en el proceso productivo, y otorga a quienes son robados – clase obrera – una pequeña cantidad para que repongan fuerzas y sigan produciendo, pero no para ellos, sino para un empresario que roba legalmente siendo el capitalismo la auténtica raíz de los problemas.

Nuevamente, desde el PCOE, hacemos un llamamiento para unir todas las luchas de los trabajadores contra un sistema criminal que es enemigo del humanismo. Dividirnos y hacernos creer que se trata de los caminos que elegimos, del esfuerzo individual para “alcanzar metas”, es su estrategia. No somos individuos en diferentes centros de trabajo que deben pelear por unas insignificantes migajas que nos condenan a la miseria, mientras el burgués, que va tres pasos por delante, vuelve a pisotearnos en poco tiempo. Somos la clase social creadora, todo nuestro trabajo está interrelacionado y nuestro potencial no tiene límites. Solo uniendo todas las luchas conformando un Frente Único del Pueblo podremos hacer morder el polvo a los capitalistas abatiendo su criminal régimen de explotación. Debemos fusionar la lucha de barrios, centros de trabajo, universidades e institutos, de defensa de los servicios públicos en una única lucha contra el capitalismo y su Estado al objeto de que la clase obrera conquiste todo el poder político imponiendo el socialismo.

 

Barcelona, 19 de septiembre de 2024

SECRETARÍA DE MOVIMIENTO OBRERO Y DE MASAS DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Sofitec: La dirección lo tiene todo atado y bien atado

El pasado 10 de abril en la empresa Sofitec tuvieron lugar unas elecciones sindicales, unas elecciones marcadas por la muerte de un trabajador de 24 años de edad mientras manipulaba una máquina de estiraje el pasado 31 de enero.

Las listas que se presentaron a las elecciones fueron: GIS (grupo de trabajadores), UGT y CGT.

En las elecciones, pudimos ver con claridad cómo están actuando los sindicatos mayoritarios, con mensajes desclasados y usando la falacia del miedo, para dirigir a los trabajadores al redil en el que la única que sale ganando es la dirección de la empresa.

La dirección de la empresa presentó una lista, GIS, esto es cada vez más frecuente en las elecciones sindicales. También se presentó una lista por UGT, sindicato firmante y cómplice de que los empresarios del metal tengan las condiciones tan beneficiosas, con unos márgenes de beneficios, un robo de plusvalía, cada vez mayores y una situación tan denigrante para los trabajadores del metal, con temporalidad, subcontratación y la muerte.

Lo último y como parte del desmantelamiento de las pensiones públicas por parte de UGT:

La tercera lista presentada fue la de CGT, un sindicato que se autodefine “combativo”. Este sindicato en un canal en la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, se ha expresado en estos términos durante el proceso:

Buenas tardes. A día de hoy no hay candidatura del colegio de técnicos y administrativos de UGT, de CGT ni en coalición de ambos. Seguramente sí la haya del denominado GIS, que es un grupo de trabajadores que han formado candidatura más que probablemente bajo la promoción y amparo de Sofitec. Si así fuera, 4 miembros del comité de empresa serán de GIS al no haber candidaturas alternativas. Aún estamos a tiempo de presentar candidatura. No lo pienses más y únete a CGT o UGT

y una vez terminadas las elecciones:

(…)

Por tanto la composición del comité de empresa queda así:

UGT 6

GIS  6

CGT 1

(…)

Dar la enhorabuena a UGT por ser el sindicato más votado.

 

Entre UGT y CGT se tiene la mayoría del Comité de Empresa. Esa es la mejor noticia hoy.

(…)

Esto es solo el principio del cambio necesario en Sofitec para todos los trabajadores. Podéis estar de enhorabuena.

Ante todo lo expuesto con anterioridad, desde el PCOE vemos una desfachatez hacia los trabajadores los términos en los que se ha expresado durante el proceso electoral el sindicato CGT, a los que engaña con la falacia del mal menor, lavando la cara de UGT, cómplice de los atropellos que sufre la clase obrera en el Estado español, los atropellos que sufren los trabajadores del metal con su firma de convenios cada vez más insultantes y “miedos” para llevarlos al redil en el que gana la dirección de empresa y no los trabajadores de Sofitec en particular, ni la clase obrera en general.

A esta situación tan denigrante nos lleva el anarco-sindicalismo de CGT, el cual no se le debería de apelar como sindicato combativo, y al cual la clase obrera en el Estado español debería de dar la espalda.

La clase obrera en el Estado español, para la lucha económica, sólo tiene una salida y pasa por el sindicalismo de clase bajo la Federación Sindical Mundial, que en el Estado español es Alternativa Sindical de Clase (ASC), donde los camaradas del PCOE están poniendo todos sus esfuerzos para combatir a los sindicatos del régimen (CCOO y UGT) a los que CGT está visto que hace de muleta.

Pero la clase obrera no se puede quedar en la lucha económica. Aunque sea una lucha fundamental, hay que unificar todas las luchas: la económica en cada centro de trabajo, por la sanidad, por la educación, por las pensiones, etc., convirtiendo todas las luchas aisladas en una única lucha de clase contra el sistema capitalista, en un Frente Único del Pueblo.

 

¡Hay que acabar con los sindicatos del Régimen!

¡Por un sindicalismo de clase!

¡Socialismo o barbarie!

Comité Provincial de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español




1º de mayo. La clase trabajadora debe tomar las riendas de su destino

La clase obrera afronta un nuevo 1º de mayo más depauperado y en peores condiciones que el año anterior, con un mayor grado de explotación en los centros de trabajo y con menos poder adquisitivo debido al número de horas trabajadas y la subida de precios por la inflación.

El proceso de automatización, acelerado al máximo por la burguesía a modo de tabla de salvación del capitalismo, empobrece al trabajador a pasos agigantados, quitándole horas de trabajo y, por ende, salario. Mientras, los grandes capitalistas llenan sus bolsillos llevando al Estado a una nueva crisis.

La burguesía internacional prepara un escenario de guerra en el marco de las luchas interimperialistas que sirva, de nuevo, para salvar la crisis del capitalismo que se cierne. Y para ello no dudará en llevar al frente a la clase trabajadora a morir y a matar a sus hermanos de clase en beneficio de sus espurios intereses, como ya hemos comprobado en el pasado.

El tiempo del capitalismo ha finalizado y los síntomas son evidentes. La guerra, la destrucción del planeta y la explotación inmisericorde de la clase obrera son las consecuencias de este capitalismo decadente y podrido que lleva a la humanidad al desastre más absoluto.

El primero de mayo recordamos cómo lo hicieron los mártires de chicago, llevando a cabo una huelga que comenzó el 1 de mayo de 1886 en la capital del Estado de Illinois y que duró 3 días para conseguir la jornada de 8 horas y que costó la vida de 5 dirigentes asesinados en la horca por reivindicar los derechos de la clase obrera.

La clase trabajadora debe tomar nuevamente las riendas de su destino. Debe tomar los ejemplos históricos de la lucha de su clase y organizarse, no solo para ganar derechos en el terreno laboral sino también por destruir el sistema capitalista que le ahoga y destruye el mundo y levantar el Socialismo, máxima aspiración de la clase obrera, en el que todo pivote sobre las necesidades de la humanidad y no sobre la acumulación de capital.

Desde el PCOE hacemos un llamamiento a todos los trabajadores a acudir unidos a las convocatorias del 1º de mayo que están realizando los sindicatos de clase de la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL, que en el Estado español es ALTERNATIVA SINDICAL DE CLASE.

 

¡VIVA EL 1º DE MAYO!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

¡FORTALECE LAS FILAS DE LA REVOLUCIÓN, FORTALECE EL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL!

Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Las trabajadoras del Servicio de Asistencia a Domicilio en lucha

La clase obrera de Sevilla está siendo testigo una vez más de los niveles inhumanos del sistema capitalista. En esta ocasión son las trabajadoras del Servicio de Asistencia a Domicilio quienes lo están sufriendo. Son quienes están viendo cómo, de forma descarada, la clase capitalista se apropia del dinero público que sale de nuestros impuestos, teniendo una vez más al Estado como cómplice, en esta ocasión en forma de ayuntamiento.

Estas compañeras llevan días acampando frente al Ayuntamiento de Sevilla como protesta por las condiciones lamentables que se dan en el sector de la dependencia. Un empeoramiento de las condiciones que se ha dado con la complicidad de CCOO, colaborador activo en la depauperación del convenio del sector, como buen sindicato del sistema que es. Otra de las reivindicaciones de las trabajadoras del sector se da respecto a las enfermedades laborales, ya que son muy pocas las que se les acaba reconociendo, llegando a negarse la condición ‘in itinere’ de los accidentes sufridos en desplazamientos de un servicio a otro.

Este servicio, en teoría público, se da a través de empresas privadas, las cuales reciben millones por parte del Ayuntamiento, desde donde se excusan en que no sería rentable si se realizase de otra forma. Cabe preguntar aquí: ¿Para quién no es rentable? Está claro que lo es para la burguesía, para los monopolios, puesto que incluso los fondos de inversión tienen sus zarpas puestas en el mismo sector, sacando unos beneficios enormes de la explotación de las trabajadoras y las subvenciones estatales. Son varias las empresas que están detrás de este robo tan descarado, una de ellas es Clece, empresa que forma parte del grupo de empresas de Florentino Pérez. A pesar de ello no podemos caer en pensar que la solución pasa por la simple municipalización de dicho servicio. Bajo el capitalismo el fin siempre va a ser servir los intereses de la burguesía, ya sea gestionado por ella misma de manera directa o, como es este caso, a través del ayuntamiento burócrata de manera indirecta. La única solución real para cubrir una necesidad tan esencial como la ayuda a domicilio pasa por el control obrero, tanto del sector de la dependencia como del resto de la economía y esferas de la sociedad.

Con el fin de acabar con la acampada que las trabajadoras están llevando a cabo, el Estado no ha dudado en mandar a sus fuerzas de represión para impedir de todas las formas posibles que lleven a cabo la protesta. Entre otras cosas les hicieron quitar las tiendas de campaña, teniendo que pasar estas compañeras las noches a la intemperie.

Como podemos ver, para que la burguesía mantenga su poder es fundamental el papel de las diferentes instituciones del sistema capitalista. Por un lado el gobierno, ya sea estatal, regional o local, desde los cuales se riega con dinero público los bolsillo de la burguesía, prolongando su insaciable acumulación. Por otro lado, es imprescindible el papel de las fuerzas represivas del Estado, cuyo papel no es otro que defender los intereses de la clase capitalista, es decir, la propiedad privada y la explotación, ejerciendo para ello todo tipo de violencia contra la clase obrera. Por último, pero no por ello menos importante, para la continuidad de este sistema es imprescindible el papel de los sindicatos amarillos, principalmente CCOO y UGT. Estas organizaciones al servicio del capital hacen caer a la clase obrera en el mayor de los pesimismos a través de sus continuas traiciones, haciendo creer a esta que no hay una salida posible a la explotación capitalista.

Frente al mayor grado de explotación que sufre cada día la clase obrera sevillana e internacional, desde el Partido Comunista Obrero Español abogamos por la unidad y organización de nuestra clase. Requisito indispensable para superar un sistema tan inhumano y destructivo como es el capitalismo, construyendo así el socialismo, sistema donde la clase obrera tenga el control político y económico de su propia vida, donde sea realmente posible la abolición de la explotación del ser humano por sí mismo. Un sistema que, tal y como lo definió Rosa Luxemburgo, nos haga socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.

 

¡POR LA UNIÓN DE LAS LUCHAS EN UNA SOLA CONTRA EL CAPITALISMO!

¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!

¡POR EL SOCIALISMO!

Comité Provincial de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español




Apoyo a la huelga de Acerinox

El pasado día 5 de febrero los trabajadores de Acerinox se lanzaron a las calles de Cádiz para luchar por un convenio colectivo digno en su empresa, la cual se encuentra en una situación delicada ya que de boca del burgués solo sale que es una fábrica que lleva en pérdidas tres años y que aspiran a una organización laboral “flexible”, que traducido al idioma de la lucha de clases significa precariedad.

Entonces el pasado domingo en el 25 de febrero la huelga cumplía su 20 día de lucha consecutivo, ante lo cual recibió un regalo del autoproclamado gobierno “más progresista de la historia”: cargas policiales destinadas a destruir la combatividad de la clase obrera que se enfrenta a la ola precarizadora de la burguesía.

Incluso se ha impuesto una pena de un año de prisión suspendida para el trabajador de la fábrica de Acerinox en Los Barrios que fue detenido el pasado viernes durante el corte de la autovía A-7 en el marco de las protestas por la huelga indefinida. Un ejemplo más del carácter reaccionario del Estado, a sueldo de la burguesía.

Desde el Partido Comunista Obrero Español queremos mostrar nuestra completa solidaridad con los obreros de Acerinox en lucha, denunciamos la acción lacaya del Gobierno para con la burguesía, a quien rinde pleitesía sin reparos y estamos en la obligación de advertir a toda la clase obrera de la necesidad de luchar por sus intereses económicos y políticos, transformando las agresiones de los empresarios en huelgas de carácter económico y estas en huelgas políticas con el objetivo de tumbar el régimen capitalista culpable de todos los males que aquejan al trabajador hoy.

 

Comisión de Movimiento obrero y de masas del Comité Central del PCOE




Huelga en los ferrocarriles de Catalunya [ESP/CAT]

La huelga, como elemento de presión, es una herramienta de que dispone la clase obrera para ejercer presión contra el capital y debe, mediante la misma, generar pérdidas y dificultades que obliguen a los capitalistas a ceder en sus pretensiones. Por llamarlo de alguna manera, la huelga debe hacer ruido y su objetivo es la paralización de la producción o de la oferta de servicios en un periodo determinado. Este recurso de presión en manos de los sindicatos verticales CCOO y UGT se ha desnaturalizado y perdido su esencia combativa, sirviendo únicamente como una actuación, ampliamente publicitada por los medios de comunicación, más para mantener sus posiciones de influencia entre los obreros. Un buen ejemplo lo tuvimos en Catalunya.

El pasado 7 de febrero hubo una huelga en los Ferrocarriles Generales de Catalunya (FGC) convocada por CGT y CCOO. El objetivo era protestar contra el aumento de la inflación y las consecuencias desencadenadas por la misma. También, por la eliminación del gasto militar y la reinversión de éste en la mejora de los servicios públicos, argumentos muy loables para llevar a cabo dicha iniciativa pero un poco faltos de concreción. Hasta aquí todo aceptable sino fuera porque se presentan unos servicios mínimos del 85% que es un flagrante insulto a la inteligencia. Hay que preguntarse qué tipo de presión ejercen las medidas llevadas a cabo. Llegados a este punto, no hay que perder de vista que, por ejemplo, en el año 2021, CCOO, que es uno de los sindicatos convocantes, recibió más de cinco millones de euros de subvenciones públicas por parte del estado Español, siendo el sindicato que mayor cantidad recibe. Por otro lado, CGT, el otro convocante, fue el sexto sindicato, a nivel nacional, en recibir dichas subvenciones, con una cuantía reconocida que superaba los trescientos mil euros. Estos sindicatos, sin olvidarnos de UGT y algunos más, son los que plantean movilizaciones como las que podemos ver en este ejemplo y que dejan vendida a la clase obrera. Estos sindicatos mayoritarios financiados por el Estado, copan muchos de los comités de empresa y hacen una gestión entreguista como pudimos ver, también en Barcelona, con el caso de NISSAN, del cual en el PCOC ya hablamos largo y tendido.

Acciones como las de la huelga en los Ferrocarriles Generales de Cataluña, a las que se le da una amplia difusión en los medios, son un espejismo para la clase obrera, a la que venden y engañan, y dan la sensación de que se trabaja para ella siempre que la misma no se entere de los condicionantes en que se realizan, como los servicios mínimos pactados por traer sólo el ejemplo de este caso. Los sindicatos amarillos tienen que fingir una actividad ante la clase obrera a la que dicen representar y que, a la vez, no lesione los intereses de la clase capitalista y sus intermediarios porque sus propios intereses coinciden con los de esa clase social, son una parte esencial del entramado para mantener adormecida las luchas de la clase obrera.

Ante este panorama, desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya entendemos que la clase obrera debe construir un verdadero sindicalismo de clase, que no esté amancebado por la burguesía y que represente a los verdaderos intereses de clase de la clase obrera. Ya lo decía Lenin hace cien años “para que a una clase le vaya muy bien, a la otra le tiene que ir muy mal”. El sindicalismo por el cual luchamos, ha de ser un sindicalismo que derive de la lucha económica a la lucha política. Ese sindicalismo ha de tener en cuenta que el grado de putrefacción del sistema capitalista es tal, por su carácter monopolista, que ha preparado la llegada al socialismo para las amplias masas trabajadoras. Por lo tanto, este sindicalismo ha de unificar a la masa atomizada en las distintas subdivisiones artificiales (empresa, sector, profesión, etc…) hacia la superación del capitalismo. Dicho sindicalismo está materializado en la FSM a nivel internacional y en el estado español su representante es ASC. Pero la lucha será incompleta siempre y cuando no se reconduzca hacia la revolución socialista que arrase el sistema capitalista y permita construir el socialismo que es el único garante del futuro y bienestar del proletariado.

 

¡MUERTE AL SINDICALISMO AMARILLO!

¡POR UN SINDICALISMO DE CLASE!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya

 

 

Vaga als ferrocarrils de Catalunya

 

La vaga, com a element de pressió, és una eina de què disposa la classe obrera per exercir pressió contra el capital i deu, mitjançant aquesta, generar pèrdues i dificultats que obliguin els capitalistes a cedir a les seves pretensions. Per dir-ho d’alguna manera, la vaga ha de fer soroll i el seu objectiu és la paralització de la producció o de l’oferta de serveis en un període determinat. Aquest recurs de pressió en mans dels sindicats verticals CCOO i UGT s’ha desnaturalitzat i ha perdut la seva essència combativa, servint únicament com una actuació, àmpliament publicitada pels mitjans de comunicació, més que res per mantenir les seves posicions d’influència entre els obrers. Un bon exemple el tenim a Catalunya.

El passat 7 de febrer hi va haver una vaga als Ferrocarrils Generals de Catalunya (FGC) convocada per CGT i CCOO. L’objectiu era protestar contra l’augment de la inflació i les conseqüències desencadenades per aquesta. També, per l’eliminació de la despesa militar i la reinversió d’aquesta en la millora dels serveis públics, arguments molt lloables per dur a terme aquesta iniciativa però una mica mancats de concreció. Fins aquí tot acceptable sinó fora perquè es presentin uns serveis mínims del 85% que és un flagrant insult a la intel·ligència. Cal preguntar-se quin tipus de pressió exerceixen les mesures dutes a terme. Arribats a aquest punt, no cal perdre de vista que, per exemple, l’any 2021, CCOO, que és un dels sindicats convocants, va rebre més de cinc milions d’euros de subvencions públiques per part de l’estat espanyol, sent el sindicat que major quantitat rep. D’altra banda, CGT, l’altre convocant, va ser el sisè sindicat, a nivell nacional, a rebre aquestes subvencions, amb una quantia reconeguda que superava els tres-cents mil euros. Aquests sindicats, sense oblidar-nos d’UGT i alguns més, són els que plantegen mobilitzacions com les que podem veure en aquest exemple i que deixen venuda a la classe obrera. Aquests sindicats majoritaris finançats per l’estat, copen molts dels comitès d’empresa i fan una gestió entreguista com podem veure, també a Barcelona, amb el cas de NISSAN, del qual al PCOC ja vàrem parlem llargament.

Accions com les de la vaga als Ferrocarrils Generals de Catalunya, a les quals es dóna una àmplia difusió als mitjans, són un miratge per a la classe obrera, a la qual vénen i enganyen, i donen la sensació que es treballa per a ella sempre que la mateixa no s’assabenti dels condicionants en què es realitzen, com els serveis mínims pactats per portar només l’exemple d’aquest cas. Els sindicats grocs han de fingir una activitat davant la classe obrera a la qual diuen representar i que, alhora, no lesioni els interessos de la classe capitalista i els seus intermediaris perquè els seus propis interessos coincideixen amb els d’aquesta classe social, són una part essencial de l’entramat per mantenir adormida les lluites de la classe obrera.

Davant aquest panorama, des del Partit Comunista Obrer de Catalunya entenem que la classe obrera ha de construir un veritable sindicalisme de classe, que no estigui amancebat per la burgesia i que representi els veritables interessos de classe obrera. Ja ho deia Lenin fa cent anys “perquè a una classe li vagi molt bé, a l’altra li ha d’anar molt malament”. Aquest sindicalisme pel qual lluitem ha de tenir en compte que el grau de putrefacció del sistema capitalista és tal, pel seu caràcter monopolista, que ha preparat l’arribada al socialisme per a les àmplies masses treballadores.

Per tant, aquest sindicalisme ha de unificar la massa atomitzada a les diferents subdivisions artificials (empresa, sector, professió, etc…) cap a la superació del capitalisme. Aquest sindicalisme està materialitzat a l’FSM a nivell internacional i a l’estat espanyol el seu representant és ASC. Però la lluita serà incompleta sempre i quan no es recondueixi cap a la Revolució Socialista que arrasi el sistema capitalista i permeti construir el Socialisme que és l’únic garant del futur i benestar del proletariat.

 

MORT AL SINDICALISME GROC!

PER UN SINDICALISME DE CLASSE!

SOCIALISME O BARBÀRIE!

 

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya




UGT, como siempre, del lado de la patronal

Recientemente ha informado la prensa de que el Tribunal supremo anulaba subvenciones de 30 millones para la patronal y UGT, valga la redundancia. Se trataban de unas ayudas enfocadas en la digitalización del sector productivo y se han anulado debido a que las actividades ciudadanas han vuelto a la normalidad.

De esos 30 millones unos 20 eran para la patronal y unos 10 para UGT. Esta situación es otra prueba más de que el dinero público no tiene mayor objetivo que el mantenimiento de la clase burguesa y su poder. Será porque en el Estado español la situación de la sanidad es crítica o la educación pública pende de un hilo o las pensiones son una fantasía para las futuras generaciones como para que se destine el dinero público para regar a las empresas para que sus beneficios no se resientan ni en una situación de pandemia mundial.

También cabe destacar que 10 millones iban destinados a mantener funcionando la mejor herramienta que tiene la burguesía en el Estado español para mantener dormido al proletariado: UGT, que una vez más demuestra ser la punta de lanza de la burguesía dentro del propio movimiento sindical. Dicha herramienta debe ser mantenida, aunque la sindicalización esté en mínimos históricos y en este caso estuviese apostando por el teletrabajo y la uberización, un modelo laboral destinado a la eliminación de los lazos de los trabajadores en los centros de trabajo que es uno de los pilares del desarrollo sindical entre los trabajadores.

Además, es de sobra conocido que dicho dinero público no está destinado a desarrollar un movimiento sindical fuerte y con conciencia de clase sino a mantener felices y fieles a los aristócratas de la clase obrera para que maten la posibilidad de adquisición de conciencia de la clase obrera desde dentro, los cuales viven una vida de lujos a costa de la miseria de los obreros.

En conclusión, el sindicalismo vertical desarrollado por UGT y CCOO no es más que una táctica burguesa para mantener su aplastante victoria sobre el movimiento sindical, por tanto, si se ha de acabar con este sistema se ha de atacar incansablemente a estos sindicatos. Desde el Partido Comunista Obrero Español apostamos por un sindicalismo de clase y combativo cuya base de actuación sea rechazar las subvenciones estatales y de la patronal junto a negarse a tener liberados dentro de sus filas. En el Estado español esos principios se materializan en Alternativa Sindical de Clase (ASC) que forma parte de la FSM y que comparte dichos principios. El desarrollo de un movimiento sindical sano, consciente y libre de oportunismo es una pieza clave para la organización de la clase obrera en los centros de trabajo que será un pilar importante para la organización total necesaria para la destrucción del capitalismo y la construcción del socialismo.

 

Comisión de Movimiento obrero y de masas del Comité Central del PCOE