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Sobre el fallecimiento de Alexis Castillo

El pasado 28 de octubre, el camarada Alexis Castillo cayó en combate durante un bombardeo de artillería cerca de Peski.

Alexis era conocido como “Alfonso” por sus camaradas de trinchera, en homenaje al guerrillero de las FARC Alfonso Cano. Fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de la República Popular de Donetsk y un valeroso brigadista internacional que acudió en 2014 a la península de Crimea para luchar contra el régimen fascista que se había instalado en Ucrania desde que se produjera el golpe de Estado de Maidán, apoyado y financiado por el imperialismo estadounidense y europeo.

Según contó en una entrevista para Radio Francia Internacional, mientras vivió en España se organizó en una coordinadora antifascista. Fue allí, en la militancia comunista, donde estudió lo que estaba pasando en Ucrania: «Algunos montaron estructuras para enviar ayuda humanitaria y otros nos organizamos para viajar hasta Ucrania y ayudar en todo lo posible, ya fuese en hospitales o incluso ayudando a defenderse con las armas. Eso fue una vez que las repúblicas de Donetsk y Lugansk fueron bombardeadas tras realizar un referéndum de independencia para separarse de Ucrania».

Durante los 8 años que estuvo en Ucrania, la labor del camarada Alexis se centró en mejorar el desarrollo de las milicias populares y en la lucha por una solución pacífica al conflicto, donde finalmente se juzgasen todos los crímenes de guerra que ha tenido que sufrir el proletariado de Ucrania. Por desgracia, Ucrania es el ejemplo vivo de cómo actúa el imperialismo, de cómo el reparto de la riqueza en el mundo se efectúa por medio de la fuerza y el dominio; de cómo los imperialistas no dudan en derramar la sangre de los trabajadores en sus disputas por el control geopolítico de los distintos rincones del mundo.

Desde el Partido Comunista Obrero Español expresamos nuestras más sinceras condolencias a su esposa y su hijo, así como a los camaradas que lo conocían y que lucharon codo con codo con Alexis Castillo.

Por la paz entre los pueblos y la guerra entre clases.

 

Madrid, 31 de octubre de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El sabotaje del Nord Stream y el declive del imperialismo

El pasado lunes 26 de septiembre, los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que conectan Rusia y Alemania a través de un sistema de tuberías construido bajo el mar Báltico sufrieron un fuerte sabotaje; dos explosiones alteraron los sismógrafos de la zona, las cuales provocaron que se abrieran tres agujeros gigantescos y simultáneos que dificultarán la llegada de gas ruso a Europa durante los próximos meses.

Aunque los medios de comunicación occidentales, en su afán por propagar el ideario otanista, acusen a Rusia del atentado, es más que evidente que el gran beneficiado de lo ocurrido es la potencia más criminal y asesina de la historia de la humanidad: los Estados Unidos.

Por un lado, Alemania, como pieza principal del imperialismo europeo, observa como su salvavidas a los problema de abastecimiento para este invierno se ha desinflado de golpe y queda más vulnerable que nunca, con una enorme conflictividad social que puede provocar una creciente movilización de los trabajadores del país, primero, contra el sentido mismo de la guerra contra Rusia y las sanciones impuestas por parte de la Comisión Europea que preside la alemana Ursula von der Leyen y, segundo, contra la alianza político-militar con los Estados Unidos.

Curiosamente, Polonia es uno de los países que tiene salida al Mar Báltico y sus fronteras se encuentran relativamente cerca de las zonas de los sabotajes, lo que se une al “Thank you, USA” que escribió en su cuenta de Twitter Radoslaw Sikorski, diputado polaco del Parlamento Europeo, y a las declaraciones realizadas por el propio Joe Biden el 7 de febrero, el cual declaró: “si Rusia invade… entonces ya no habrá un Nord Stream 2. Le pondremos fin”. Con todas las cartas sobre la mesa, a nadie le resultaría extraño que los Estados Unidos se hubieran apoyado en Polonia, uno de los países más lacayos del imperio y donde el fascismo se expresa de manera completamente abierta, para cometer tal tropelía.

 

El Mar Báltico es una zona bien vigilada y militarizada por diferentes países de la OTAN, como Dinamarca, Polonia y la propia Alemania. ¿Quieren hacernos creer que un par de submarinos rusos consiguieron pasar inadvertidos y esquivar la vigilancia de tres países de la OTAN para colocar alrededor de 500 kilos de dinamita en su propio gasoducto? Todo se vuelve más revelador si cabe si tenemos en cuenta que a principios de septiembre buques de la Marina y helicópteros de los Estados Unidos estuvieron realizando maniobras a lo largo de la zona afectada del Nord Stream 2. Además, «a solo 100 kilómetros al sur se encuentra la base naval polaca de Kolobrzeg […] que alberga barcos de colocación de minas y el 8º Batallón de Ingenieros de Combate Naval de Kolobrzeg. Los ingenieros de combate naval son expertos en hacer estallar cualquier cosa que esté bajo el agua, ya sean minas o tuberías». Todo ello ocurre, además, en un contexto de enemistad creciente y de tensiones diplomáticas entre Polonia y Alemania, puesto que a principios de mes el gobierno polaco exigía 1’3 billones de euros por los daños recibidos durante la II Guerra Mundial.

Para Estados Unidos son todo ventajas, puesto que el sabotaje del gasoducto impide que Europa reciba este invierno el gas necesario para su autoabastecimiento por parte de Rusia y la Unión Europea se verá obligada a comprarle el gas a precios mucho más altos; Estados Unidos vende el gas a Europa un 40% más caro que Rusia.

Debemos tener claro que estos movimientos de EEUU en los últimos años son única y exclusivamente para salvaguardar la imperancia del dólar en el mundo, pues ese es el verdadero objetivo a alcanzar por parte de Rusia y China. Y para esta acometida, Joe Biden hundirá al euro, a la libra o saboteará falsamente los gaseoductos que sean necesarios.

Rusia, por su parte, no tendría necesidad alguna de realizar tal acto terrorista, ya que el gas suministrado procede de Gazprom y de querer chantajear con el desabastecimiento de gas en Europa para provocar una crisis en los gobiernos dependientes solo tendría que “cerrar el grifo”.

EEUU para tratar de salvar su economía, la cual está totalmente quebrada, no vacila en sentenciar de muerte a la economía de su socio más lacayuno, la Unión Europea, que no pasa de ser un subalterno del imperialismo norteamericano mirando hacia el otro lado ante este acto de sabotaje que perjudica a los ciudadanos europeos, demostrando no solo la  irrelevancia  de la UE, con Alemania a la cabeza, en el terreno político sino que esa unión económica y política de los monopolios europeos antepone los intereses norteamericanos a la vida de sus propios ciudadanos, a los que no dudan en machacar cotidianamente.

Todos estos sucesos lo que acreditan es el declive del imperialismo, el cual se está haciendo añicos, de tal modo que lejos de fortalecerse ninguno de los contendientes lo que hacen es debilitarse todavía más. Estamos ante una crisis terminal del capitalismo monopolista y putrefacto que debe conducirnos a un mundo diferente. Esta situación se constata no solo en la situación económica, donde los monopolios se ven obligados a profundizar en la automatización de la producción, a pesar de que son conscientes que ésta les niega su propia existencia. Y esta situación moribunda del imperialismo en el terreno económico, su putrefacción, se refleja en  la proliferación del fascismo, ideología que atraviesa los Estados de las potencias imperialistas desde hace décadas, como demuestra que las fuerzas políticas del capital se expresan ya todas ellas de una manera abiertamente reaccionaria, incluida la falsa izquierda, siendo una de las señales más evidentes de que el capitalismo se encuentra en su fase terminal, que ya no tiene más que ofrecer ni nada más a qué recurrir.

Lo viejo, el imperialismo, está moribundo, y morirá matando por su naturaleza criminal, y únicamente se sostiene por la falta de empuje de la fuerza revolucionaria, el proletariado, que debe tirarlo al estercolero de la historia. La gran fuerza que únicamente puede resolver la situación de guerra, miseria y muerte a la que nos ha abocado el capitalismo, y que tiene la salida del atolladero al que nos ha conducido el imperialismo armonizando el desarrollo de las fuerzas y las relaciones de producción – hoy totalmente confrontadas – estableciendo unas nuevas relaciones de producción, socialistas, es la clase obrera dirigida revolucionariamente con el horizonte del socialismo y del comunismo, y para ello es fundamental el desarrollo del Partido y el engarce de este con las masas proletarias.

 

¡MUERTE AL CAPITALISMO!

¡FORTALECER EL PARTIDO ES CONSTRUIR LA REVOLUCIÓN!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Madrid, 1 de octubre de 2022

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El fascismo y la crisis del sistema capitalista

Es un hecho objetivo que las formaciones políticas abiertamente fascistas están ganando terreno en el continente europeo. En Reino Unido, a Boris Johnson lo ha sustituido Elisabeth Truss, la cual ha sido comparada en numerosas ocasiones con Margaret Thatcher; en Francia, la fascista Marine Le Pen cuenta con cada vez más apoyos y no se ha coronado aún como presidenta porque la estrategia de la izquierda francesa, ante su completa bancarrota organizativa e ideológica, fue aunar votos en torno a Emmanuel Macron como “mal menor”; en otros países, como Polonia, Hungría, Turquía o Ucrania, el fascismo campa completamente a sus anchas; en España, la burguesía monopolista que controla hoy día el Estado es descendiente directa de la élite franquista, la cual tiene un andamiaje político sólido con sus marionetas del PSOE-PP, junto con Vox para derechizar aún más el tablero político cuando sea necesario; y el último episodio se ha dado en Italia, donde Georgia Meloni, heredera ideológica del MSI que se formó en 1946 por seguidores de Mussolini, se ha hecho con la victoria en unas elecciones marcadas por un histórico 36% de abstención.

No es casualidad que esta fascistización de la política se produzca en este contexto histórico. El modo de producción capitalista se encuentra completamente atravesado por una profunda crisis económica a nivel global desde que se produjo el crack financiero de 2008. Fue a partir de la crisis de octubre de 2008 cuando la caída de inversión de Lehman Brothers Holdings y la tormenta financiera posterior puso en jaque a la economía capitalista a nivel mundial y provocó, en el Estado español, un estallido de la burbuja inmobiliaria que arrastró a gran parte del proletariado a una situación de pauperización y miseria enormes. Es entonces cuando se observa que existe un agotamiento de la reproducción ampliada de capital. Para superar dicha crisis, la burguesía monopolista desplegó un ataque sin presentes contra la clase obrera, en forma de desempleo forzoso, políticas de austeridad, precariedad laboral, pérdida de derechos previamente conquistados, represión, guerra imperialista, socialización de deuda pública, crisis climática y violencia extrema. Todo ello, dispuesto desde los organismos burgueses de gobernación supranacional; la Unión Europea, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, la llamada Troika. El estallido de la crisis de 2008 significó para la burguesía desposeer por todos los medios posibles al proletariado, desplegando nuevas estrategias de acumulación capitalista que se siguen llevando a cabo como, por ejemplo, con los precios abusivos de los alquileres y la privatización de la vivienda misma; la oleada de desahucios que se están produciendo diariamente desde hace más de una década es una muestra innegable de este proceso – según datos de la PAH, desde 2008 hasta 2020 se produjeron en el Estado español 1.002.000 desahucios, lo que implica un desahucio cada 12 minutos. A estos habría que sumar los 41.359 que se realizaron en 2021, es decir, una media de 110 desahucios diarios.

Es entonces cuando se produce la nueva juventud del fascismo, patrocinado y financiado por la misma burguesía al objeto de alienar al proletariado y evitar que éste tome conciencia de clase para sí en un momento de crisis extrema y que cumpla con su misión histórica como sujeto revolucionario, es decir, acabar con el sistema capitalista e imponer de manera revolucionaria el socialismo y la dictadura del proletariado. El fascismo, como nos enseñó el camarada Gueorgui Dimitrov «no es un fenómeno local, temporal o transitorio, sino que representa un sistema de dominación de clase de la burguesía capitalista y su dictadura en la época del imperialismo y de la revolución social», es decir, del periodo establecido tras la victoria de la gloriosa Revolución Bolchevique y el final de la I Guerra Mundial. Por tanto, el fascismo representa la última fase de la dictadura de la burguesía y se encuentra enraizado como un elemento indisoluble de la superestructura ideológica capitalista; un peligro permanente y creciente mientras exista el modo de producción capitalista y la propiedad privada de los medios de producción que solo podrá ser eliminado de la faz de la tierra mediante la dictadura del proletariado. Como bien sabemos, como ya sucedió en su época con Hitler, Mussolini, Franco y demás, y sucede hoy día con Le Pen, Meloni o Ayuso, es sencillo observar que no cuestionan un ápice del modo de producción capitalista, aunque el fascismo del siglo XX adquiriera del socialismo cierta retórica obrerista y el actual enmascare sus objetivos hablando contra “el globalismo”. No tienen otro fin que consolidar la dictadura de la burguesía, nunca destruirla, sosteniendo un régimen de explotación obrera y dominio del capital basado en la propiedad privada de los medios de producción y en el sometimiento extremo de las amplias masas proletarias que son obligadas a vender su fuerza de trabajo para poder subsistir.

Por otra parte, tanto el fascismo como la guerra imperialista y la economía de guerra que nos quieren imponer se encuentran estrechamente ligadas con las contradicciones económicas del sistema, son un producto del capitalismo monopolista. Bajo la dominación burguesa, el fascismo se demuestra como un fenómeno universal que no atiende a una particularidad histórica o psicológica de tal o cual nación, sino que forma parte de la esencia de los países imperialistas y que se expresa hoy de manera completamente abierta al ser la expresión de una grave crisis económica y de legitimidad social del sistema. El fascismo es, en estos momentos históricos, el giro de tuerca en cuanto a la fuerza y violencia con la que se produce la reproducción del capital en favor del capital monopolista, mientras que la máscara de la democracia burguesa, que no existe, es solo una mentira que utiliza la burguesía para suavizar periódicamente las contradicciones con ciertas reformas sociales.

Los comunistas, a la vista de los acontecimientos históricos que están sucediendo, debemos rechazar tajantemente los análisis de los politicuchos socialdemócratas y sus medios de comunicación afines que se aferran a la legalidad burguesa a cualquier precio. La represión y la miseria de la burguesía monopolista no dejará de crecer a nivel internacional, al objeto de evitar la lucha del proletariado contra el sistema en un momento de absoluta bancarrota política, económica y social del modo de producción capitalista. El fascismo es el poder del propio capital financiero en la actual fase de crisis general del capitalismo y no es el grado de violencia lo que lo determina sino un corpus ideológico determinado – como es el anticomunismo, el repudio al humanismo, el revisionismo histórico, el nacionalismo burgués, el racismo exacerbado, el machismo, la negación de la lucha de clases como motor de la historia, el chovinismo, la guerra imperialista, etc., –  y la democracia burguesa, tal y como señala Lenin, fenece cuando se produce un cambio en la estructura económica como consecuencia de la desaparición de la libre competencia y la prevalencia del monopolio y del imperialismo, siendo su progresivo desarrollo lo que conduce a la reacción extrema, al fascismo, en la época de crisis general del capitalismo.

 

Madrid, 30 de septiembre de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Las calles arden contra la dictadura iraní

El pasado 13 de septiembre, la joven de 22 años Mahsa Amini fue detenida por la patrulla de orientación iraní (una policía defensora de la moral islámica) en Teherán, bajo el pretexto de no llevar puesto el velo de manera correcta, acto por lo que sería castigada con una sesión obligatoria de “reeducación/orientación”, según dijeron a su hermano. Horas más tarde, Amini sería trasladada al hospital de Kasra, con su salud en estado crítico, mientras la policía empleaba la violencia y sprays de gas pimienta contra sus familiares. Sin duda, los golpes que sufrió Amini por parte de las fuerzas represivas iranies y el retraso a la hora de decidir si llevarla o no al hospital negaron cualquier posibilidad de salvar su vida. Finalmente, fue declarada muerta el 16 de septiembre.

Este episodio, ejemplo de la cruel represión patriarcal que sufren las mujeres en Irán, ha provocado que desde entonces la indignación se apodere del pueblo y las calles ardan contra el régimen que lidera el ayatolá Alí Jamenei. Por su parte, los camaradas del Partido Tudeh (partido comunista iraní, clandestino por la persecución hacia los comunistas en el país) han destacado en un comunicado el aumento en los últimos meses de la represión y la violencia de la dictadura teocrática iraní contra el pueblo trabajador, así como la situación opresiva que sufren las mujeres en el país. De momento, las fuentes oficiales han anunciado más de 40 muertos en las protestas, así como cientos de detenidos y heridos.

Uno de los hechos más distintivos durante las protestas y manifestaciones ha sido ver a las mujeres iraníes quemar sus velos en público, símbolo inequívoco de la subyugación que sufren. Un episodio que nos recuerda al hujum realizado por el PCUS en la época del camarada Stalin. Así como en su día lo hizo la Unión Soviética, hoy la clase obrera en Irán lucha contra una teocracia autoritaria y patriarcal que somete a las mujeres, no sólo con el uso obligatorio del hijab desde los 7 años, sino también con una Ley de Familia que permite a las niñas ser casadas de manera forzosa desde los 8 años, con la inexistencia de escuelas mixtas, segregación social o la imposibilidad de las mujeres de ser candidatas presidenciales.

En estos momentos históricos, Irán es un país que tiene una importancia geoestratégica enorme. Por un lado, Irán y Rusia (a través de Gazprom) tienen ahora mismo un acuerdo de cooperación energética. Además, Irán es tras Rusia el país con mayores reservas de gas de todo el globo, lo que es un activo muy importante con el avance del invierno y el nuevo nivel de escalada bélica que veremos en Ucrania. Por ello, la inestabilidad en el país es algo que aplauden los medios de comunicación occidentales, a sabiendas de que un nuevo gobierno podría ser un gran respaldo para paliar la dependencia del gas ruso en países clave para la OTAN como Alemania. No obstante, que el régimen iraní sea un enemigo del imperialismo occidental no niega su carácter criminal, al igual que tampoco niega su relación de amistad con las nuevas potencias imperialistas de los BRICS, donde destaca Rusia, razón por la cual se encuentra en el punto de mira de las sanciones y agresiones por parte de los EEUU (como fueron los asesinatos de Qasem Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis a comienzos de 2020), así como de sus principales aliados en esa zona: Arabia Saudí y el Estado fascista de Israel.

Desde el Partido Comunista Obrero Español hacemos nuestras a las reivindicaciones de los camaradas comunistas y de la clase obrera que luchan en Irán contra una dictadura burguesa, teocrática y patriarcal. Es necesario que el régimen iraní caiga como un paso más en el camino hacia la revolución del proletariado internacional.

 

¡CONTRA LA TEOCRACIA IRANÍ!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

 

Madrid, 29 de septiembre de 2022

 

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Nos dejasteis sin nada y ahora lo queremos todo

Desde el año 2020, el movimiento Black Lives Matter ha redoblado sus esfuerzos y presencia en las calles estadounidenses mediante una ola de protestas, concentraciones y manifestaciones en las cuales han confrontado directamente contra las fuerzas de represión de los EE. UU., a lo que el Estado respondió sacando a su ejército a las calles – la Guardia Nacional – y decretando toques de queda de emergencia en diferentes ciudades al objeto de defender a auténticos asesinos con placa.

En mayo de ese mismo año, fue noticia internacional el cruel asesinato de George Floyd a manos de tres policías por el mero hecho de pagar en una tienda con un billete falso. Un crimen que reveló al mundo la naturaleza fascista y asesina de la policía estadounidense, así como la enorme brutalidad policial que tiene reservada la burguesía para los trabajadores por su condición de clase y de raza, además de ser la gota que colmó el vaso y que provocó que muchos trabajadores indignados salieran finalmente a las calles para protestar contra esa barbarie.

Recientemente, la indignación volvía a recorrer los EE. UU. a causa del asesinato de Donovan Lewis, de tan solo 20 años, a manos de la policía de Columbus el pasado 30 de agosto. El joven se encontraba totalmente desarmado, en su cama, cuando los agentes irrumpieron en su domicilio para arrestarlo. Nada más abrir la puerta de su dormitorio, las imágenes muestran de forma clara como Ricky Anderson, uno de los policías, dispara nada más ver a Donovan, engrosando así la terrorífica lista de afroamericanos muertos a manos de la policía estadounidense. Cada año, más de 1.000 personas son asesinadas por la policía fascista en los EE. UU., donde la población afroamericana asesinada representa el 24% de los muertos pese a constituir el 16% de la población total del país.

A esta cruel injusticia se suma la delicadísima situación del proletariado estadounidense, donde han aumentado un 800% la venta de mochilas y uniformes escolares antibalas, se han creado buzones para abandonar bebés a causa de las políticas antiabortistas, los universitarios tienen que vivir en sus coches porque no pueden hacer frente a sus deudas y donde la ciudad de Jackson, donde el 80% de la población es negra, ha estado durante una semana sin acceso al agua potable.

Al igual que ocurre en Europa, en Estados Unidos se está atravesando la peor crisis del modo de producción capitalista desde que este se hiciera con la hegemonía global tras su victoria en la Guerra Fría. Una crisis que se revela como la más amenazante para el proletariado internacional, pues la burguesía está tratando de paliar los efectos de la crisis en su clase social mundializando la pobreza, aumentando enormemente la desigualdad entre ricos y proletarios, obviando la crisis alimentaria mundial y la crisis ambiental, debido a encontrarse encadenada a una economía fuertemente sustentada en la explotación de combustibles fósiles.

Es una realidad objetiva que la tasa de ganancia en los Estados Unidos está en su mínimo histórico lo que, unido a la crisis global de todo el bloque imperialista occidental que comenzó en 2007, supone no solo el punto de partida del inminente declive de los Estados Unidos como potencia hegemónica, sino también una oportunidad magnífica para que el proletariado de muerte a este carcomido sistema de producción e implante de manera revolucionaria la dictadura del proletariado como la única alternativa posible frente a la actual dictadura de la burguesía.

 

¡ABAJO EL IMPERIALISMO!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Madrid, 9 de septiembre de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




La muerte de Gorbachov y la contrarrevolución en la Unión Soviética

El pasado día 30 de agosto murió Mijaíl Gorbachov, quien fue desde 1985 hasta 1991 Secretario General del Comité Central del PCUS y cuya trayectoria política lo evidencia como uno de los mayores enemigos de la historia para con el proletariado internacional y el movimiento comunista.

La mera presencia de este canalla en las filas del PCUS, así como su posterior ascenso a la dirección del partido, es una muestra clara de como durante décadas las tendencias trotskistas, contrarrevolucionarias, burocráticas, revisionistas, oportunistas y anticomunistas fueron arraigándose y destruyeron desde dentro la Unión Soviética. Y esto ocurrió porque el Partido de nuevo tipo leninista es el instrumento sublime del proletariado revolucionario, es su alma y su corazón, es su herramienta más esencial para derrocar definitivamente a la burguesía y acabar con su criminal sistema capitalista, así como para sostener el dominio de la mayoría explotada sobre la minoría de explotadores y parásitos burgueses mediante la dictadura del proletariado.

Los revolucionarios bien sabemos que el periodo que comprende desde el inicio del mandato de Nikita Jrushchov, en 1953, hasta el final del gobierno de Mijaíl Gorbachov, en 1991, se caracteriza por ser aquel donde el revisionismo se desarrolló hasta alcanzar su máxima expresión y donde el socialismo en la Unión Soviética se fue eliminando, partiendo del repudio que demostraron Jrushchov y su camarilla hacia los principios más elementales del marxismo-leninismo y la memoria del camarada Stalin, hasta la completa restauración del capitalismo en el país de los soviets con la “reestructuración económica” de la Perestroika y la falsa “apertura y transparencia” del Glásnost.

Gorbachov fue durante toda su vida un lacayo de la CIA y una marioneta dirigida por los monopolios norteamericanos cuyo único objetivo era acabar con el avance del movimiento obrero revolucionario hacia el comunismo y poner el punto y final a la restauración capitalista en la URSS, como así lo confesó en un discurso pronunciado en 2018: “El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo… mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A. N. Yakovlev y Shevardnadze”.

La disolución de la Unión Soviética fue, además, un proceso que permitió a los burócratas nuevos y viejos – la llamada nomenklatura, que utilizaban el Estado soviético como si de una empresa gigantesca se tratase – acumular todas las riquezas que pertenecían al poder obrero y popular al objeto de desposeer por completo al proletariado soviético, arrebatarle su legítimo control sobre sus medios de producción, y convertirse en los oligarcas que dominan Rusia hoy día, donde la pobreza, el anticomunismo, la subyugación de la mujer, el nacionalismo, la miseria y las mafias están a la orden del día. Este es el legado de Jrushchov, Brézhnev, Gorbachov y compañía, y que continua hoy día Vladímir Putin.

La burguesía imperialista que domina hoy Rusia es fruto del corrompido sistema establecido en 1956 tras el XX Congreso del PCUS y donde Gorbachov significó la coronación de un proceso de restablecimiento del capitalismo que era contrario a los anhelos del pueblo soviético, como bien demostraron los resultados del Referéndum sobre el futuro de la URSS, celebrado el 17 de marzo de 1991, donde el 77’8% de los votos –  es decir, más de 113 millones de soviéticos – fueron favorables a la preservación del socialismo, aunque este ya estuviera para entonces completamente degenerado y carcomido por la camarilla anticomunista que se había hecho con el poder durante las últimas décadas y cuyo objetivo principal era disolver la URSS.

Los camaradas Lenin y Stalin demostraron holgadamente que el modo de producción socialista, pese a todas las trabas e injerencias que lleva a cabo la burguesía internacional – hambrunas, guerras, aislamiento, golpes de Estado y calamidades de todo tipo – es superior al sistema de producción capitalista. La Unión Soviética fue la prueba palmaria de que el socialismo es viable y es necesario, y cuya debilidad solo existe cuando se abandona el marxismo-leninismo. Por tanto, la caída de la Unión Soviética a causa de la labor de miserables como Gorbachov no es una constatación de que el socialismo fracasó; al contrario, la caída de la URSS fue consecuencia del abandono del socialismo.

 

Madrid, 2 de septiembre de 2022

 

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El “Socialismo” del siglo XXI se alinea con el régimen de Marruecos

El pasado 18 de agosto, a través de un comunicado oficial de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de Pedro Castillo decidió «retirar el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática y romper toda relación con esta entidad» debido a que, tras el refuerzo de las relaciones bilaterales entre Perú y el régimen genocida de Marruecos, ahora «El Gobierno de la República del Perú, en concordancia con el Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU sobre el asunto del Sáhara, valora y respeta la integridad territorial del Reino de Marruecos y su soberanía nacional».

Esta vergonzosa decisión demuestra nuevamente como el “socialismo” del siglo XXI es un enemigo declarado del proletario internacional y un lacayo de “izquierdas” del imperialismo en América Latina. Desde 1975, las fuerzas de ocupación marroquíes han tratado de imponer a sangre y fuego su administración y su sistema político en los territorios que le pertenecen al pueblo saharaui y borrar del mapa toda existencia de la República Árabe Saharaui Democrática. Desde entonces, han pasado casi cinco décadas en las que el valiente pueblo saharaui ha tenido que sufrir los bombardeos de la aviación marroquí contra civiles que huían a zonas seguras, represión, ocupación de sus territorios, ataques con napalm, de fósforo blanco, bombas incendiarias, violaciones, torturas, saqueos, encarcelamientos, desapariciones masivas y una de las mayores crisis de refugiados que ha conocido la humanidad. Es decir, el “socialismo” del siglo XXI de Pedro Castillo apoya conscientemente el terror, la masacre y el exterminio planeado del régimen genocida de Marruecos contra el pueblo saharaui.

La podredumbre ideológica del “socialismo” del siglo XXI, alejado completamente de la ideología de la clase trabajadora, del marxismo-leninismo, ha hecho que inevitablemente este movimiento reformista se someta al imperialismo norteamericano, reniegue de la lucha de clases y sea un engranaje más de la actual dictadura del capital contra los pueblos del mundo. Por ello, apelamos a los sectores más avanzados de la sociedad peruana, a su vanguardia comunista y a las amplias masas proletarias, a que luchen resueltamente contra la nueva burguesía comandada por Pedro Castillo al objeto de imponer de manera revolucionaria el socialismo y la dictadura del proletariado como etapa temprana de la sociedad comunista.

Sepan que el Sáhara Occidental sufre desde hace demasiado tiempo los horrores de la guerra imperialista, donde Marruecos, como punta de lanza del imperialismo en el norte de África, tiene total impunidad para cometer tantos crímenes de guerra como considere necesarios en los territorios ocupados por sus fuerzas militares a cambio de garantizar el expolio de los recursos naturales de la zona y de exterminar a quienes no duden en levantarse en armas contra su tiranía.

Por tanto, todo apoyo a este régimen de terror no puede ser considerado de otra manera que como una traición a la causa del proletariado internacional por su libertad y por el fin de la explotación y la opresión. Desde el Partido Comunista Obrero Español defendemos que el pueblo saharaui tiene derecho a la autodeterminación y que es de imperiosa necesidad que se ponga fin de una vez por todas al aniquilamiento de su población, siendo para ello imprescindible destruir el sistema capitalista y construir una nueva sociedad en la que los trabajadores del mundo acabemos con el yugo del imperialismo.

 

¡SÁHARA LIBRE!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

Madrid, 22 de agosto de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Saludo al II Congreso de la League of Young Communists USA

Desde el Partido Comunista Obrero Español enviamos un fraternal y revolucionario saludo a los camaradas de la League of Young Communists USA (LYCUSA) en la celebración de su II Congreso de este próximo 27 de agosto.

Estos jóvenes camaradas tienen ante sí una misión histórica importantísima, pues deben luchar por construir un movimiento obrero organizado y revolucionario en las entrañas mismas de la bestia imperialista. Se enfrentan, además, no solo a la reacción fascista sino también a los oportunistas que intentan penetrar en la juventud obrera al objeto de desmovilizarla y perpetuar así la dictadura de la burguesía; esto es, los socialdemócratas de ideología pequeño-burguesa, los anarquistas cuya punta de lanza es su ferviente anticomunismo y los trotskistas y otros falsos comunistas que no son otra cosa que un tentáculo del Partido Demócrata y sus políticas criminales.

Por otro lado, desde el Estado español observamos con atención el auge del sindicalismo de clase en los Estados Unidos a través del sindicalismo de la Federación Sindical Mundial (FSM) en diferentes empresas como Starbucks y Amazon, donde trabajan los camaradas de la LYCUSA y del Party of Communists USA (PCUSA). Sin duda, afianzar el sindicalismo de clase en los centros de trabajo a la par que se construye una organización nacional e independiente de estudiantes son dos de las tareas más importantes que tiene la juventud revolucionaria de los Estados Unidos a la hora de combatir las nuevas embestidas de la burguesía.

En la fase actual del capitalismo, donde los intereses de los Estados burgueses se entrelazan en un abrazo mortal con los intereses de los monopolios, donde el plano político se derechiza constantemente, donde imperan las políticas económicas neoliberales y donde la clase obrera se encuentra en un momento histórico de enorme desmovilización, es más necesario que nunca recuperar la cosmovisión revolucionaria del marxismo-leninismo para el Movimiento Comunista Internacional como única tabla de salvación para la humanidad y el proletariado mundial. Es necesario, por tanto, a partir de aquí plantear la cuestión de un debate profundo en el seno de los Partidos Comunistas que integran el Movimiento Comunista Internacional, pues es imprescindible que éste se reponga de la grave crisis en la que está sumido y que todos los Partidos Comunistas adquieran el compromiso insobornable del internacionalismo, de la defensa inquebrantable del marxismo-leninismo y que se eliminen de raíz todos los vicios heredados de épocas pasadas.

Desde el PCOE estamos seguros de que los camaradas de la LYCUSA estarán a la altura de las circunstancias y su trabajo militante servirá para dar un nuevo paso en el camino hacia la dictadura del proletariado y la eliminación completa de la podrida sociedad burguesa y del imperialismo que asfixia sin descanso a los pueblos y trabajadores del mundo.

 

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO!

Madrid, 20 de agosto de 2022

Bernardo Baños González

SECRETARIO DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Sobre la “gestación subrogada solidaria” de Cuba

El próximo 25 de septiembre, la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba llevará a referéndum una serie de medidas entre las que se encuentran: legalizar el matrimonio y las uniones civiles entre personas del mismo sexo, la adopción por parte de parejas del mismo sexo y la regulación de la gestación subrogada sin ánimo de lucro. Desde el Partido Comunista Obrero Español no podemos sino aplaudir estos cambios dispuestos a mejorar la vida de las personas LGTB+ a excepción de la regulación de los vientres de alquiler, independientemente de los supuestos bajo los que se apruebe.

Desde nuestra organización consideramos que abrir la puerta a la legalización de los vientres de alquiler, aunque se haga bajo un supuesto “altruismo” y “solidaridad”, es tender la mano a las políticas más atroces del neoliberalismo e implica dar paso atrás en la construcción del socialismo en Cuba. No negamos que el nuevo Código de las Familias tenga una finalidad humanista, pero la posible aprobación de la “gestación subrogada solidaria” facilita enormemente que los vientres de alquiler se produzcan de forma encubierta, con pagos en negro y cuyas consecuencias recaerán en aquellas mujeres cuya situación personal sea lo suficientemente desesperada como para aceptar las condiciones del comprador.

Los vientres de alquiler representan para el proletariado una doble mercantilización; para el cuerpo de la mujer trabajadora y para los propios bebés que son tratados como una simple mercancía. Sin duda alguna, la gestación subrogada es uno de los procesos más agresivos que existen hoy día contra el cuerpo de la proletaria y una amenaza directa del capitalismo monopolista hacia la soberanía de las mujeres sobre sus cuerpos. Reconocer en la legalidad la modalidad “altruista” o “solidaria” de los vientres de alquiler implica, a su vez, reconocer y legitimar como un derecho algo que es un deseo, y supone además someter la dignidad y soberanía de las mujeres a una minoría capitalista que busca mercantilizar hasta la reproducción de la clase trabajadora.

El destino de las mujeres proletarias no es satisfacer los deseos reproductivos de otras personas, sino luchar resueltamente contra todos aquellos que pongan en jaque su dignidad y su integridad, eliminar completamente la propiedad privada de los medios de producción, la institución de la familia burguesa como elemento de opresión y romper con todo elemento reaccionario que fomente la esclavitud doméstica, es decir, el destino de la mujer obrera es la implantación vía revolucionaria del Socialismo y la dictadura del proletariado como etapa temprana de la futura sociedad comunista.

Los vientres de alquiler son una práctica atroz y así se ha mostrado en numerosos países capitalistas como Canadá, Reino Unido, EE.UU., Grecia, Polonia o Ucrania, donde las compañías ofrecen “intentos ilimitados” en caso de que la pobre madre gestante sufra un aborto o donde hemos contemplado con horror casos donde se han producido “devoluciones” de bebés por padecer enfermedades como el síndrome de Down.

Para la burguesía, los vientres de alquiler son una política central en la nueva ofensiva hacia el sometimiento de las mujeres trabajadoras y sus cuerpos, en un intento por controlar la reproducción de la mercancía más esencial del modo de producción capitalista: la fuerza de trabajo. El imperialismo, en su fase actual de decadencia y de bancarrota política, social y económica, busca crear nuevas formas de acumulación y para ello crea a su vez nuevas formas de esclavitud y explotación brutales que implican la opresión directa sobre el cuerpo de las mujeres.

Es un deber de los marxistas-leninistas tener claro el papel que juega la división sexual del trabajo al igual que las condiciones opresivas de la familia burguesa. Debemos entender la familia burguesa como un elemento fundamental para el funcionamiento del capitalismo, para que pueda continuar la explotación, en tanto que las mujeres – y sus cuerpos – se hallan aún sometidas, convertidas en objetos de lucro en unas relaciones que se presentan como irremediablemente opresivas mientras la sociedad siga estando dividida en clases sociales antagónicas, donde la fuerza de trabajo es una mercancía y donde la existencia de la propiedad privada implica, a su vez, la existencia de la división sexual del trabajo, que condena a las mujeres a la esclavitud en el hogar.

Cuba tiene sobre sus hombros una responsabilidad enorme, pues sus pasos son vistos con atención por todos los revolucionarios del mundo. Por ello, apelamos a los camaradas del Partido Comunista de Cuba, así como a la población cubana que votará en el próximo referéndum, a recapacitar sobre las repercusiones que puede tener aprobar la “gestación subrogada solidaria”.

 

Madrid, 10 de agosto de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El Estado genocida de Israel bombardea con total impunidad a la población civil palestina

En los últimos días, el Estado fascista de Israel ha vuelto a desplegar el terror y la violencia extrema en la Franja de Gaza con bombardeos constantes contra la población palestina en lo que es ya un nuevo episodio del genocidio y apartheid desplegados por el ente sionista.

Fue el pasado 5 de agosto, bajo el nombre en clave Amanecer, cuando Israel comenzó una nueva ofensiva militar atacando indiscriminadamente a la población civil y estructuras no miliares palestinas. Además, las autoridades sionistas prohibieron la libertad de movimiento de la población palestina que se encuentra en Gaza, en lo que es una clara violación del derecho internacional humanitario.

Esta nueva ofensiva criminal comenzó cuando, a principios de mes, Israel arrestó a Bassem al-Saadi, uno de los líderes de la Yihad Islámica Palestina (YIP). En dicha operación, las fuerzas militares del ente sionista bombardearon indiscriminadamente un campamento en la ciudad de Yenín, provocando la muerte de civiles palestinos. Tras esto, Israel decidió “atacar primero” previniendo la respuesta de la YIP y bombardeó Gaza al objeto de asesinar a Tayssir al-Jabari, otro de los líderes de la YIP. Los ataques de la bestia sionista provocaron ese día la muerte de otras 10 personas y cerca de 100 heridos.

La operación Amanecer del Estado fascista y genocida de Israel se ha completado con el bloqueo a la entrada de combustible a la zona de Gaza y numerosos bombardeos en otros lugares de Palestina durante prácticamente una semana, estableciendo un auténtico régimen de terror.

Con estos últimos bombardeos, el sionismo suma 45 asesinatos más a su larga lista de crímenes contra el proletariado mundial, entre los que se han contabilizado 16 niños. Una auténtica masacre que cuenta, para más inri, con el silencio y la complicidad de muchos medios de comunicación y políticos burgueses que son auténticos títeres de los Estados Unidos y que nunca condenaran la limpieza étnica y el bloqueo criminal por tierra, mar y aire contra la Franja de Gaza que lleva impuesto por más de 15 años al ser Israel la punta de lanza del imperialismo otanista en Oriente Medio.

Con estos ataques, la aviación israelí ha llevado a cabo la mayor ofensiva contra la Franja de Gaza y el pueblo palestino desde mayo del año pasado, con bombardeos constantes contra la población civil y contra campos de refugiados bajo el pretexto de estar combatiendo a la YIP.

El pueblo palestino, castigado, bloqueado y continuamente masacrado requiere la solidaridad del mundo. En la tragedia de Gaza vemos de forma transparente la hipocresía diaria, el silencio del oportunista, los discursos vacíos de los políticos socialdemócratas, las declaraciones huecas de los organismos internacionales, las posturas ambiguas, la barbarie imperialista, el abandono, las promesas de paz incumplidas y, sobre todo, la sagrada impunidad de un genocidio que no se está deteniendo.

Solo la solidaridad entre los pueblos, la alianza internacionalista de los proletarios del mundo y el avance progresivo de la revolución socialista mundial podrán parar la barbarie del imperialismo. El capitalismo, como vemos a lo largo y ancho del globo, es sinónimo de represión, miseria y muerte para el proletariado, ya sea en Palestina, el Sáhara Occidental, Ucrania o Taiwán. Solo mediante la lucha organizada contra el enemigo de clase, la burguesía, y la liquidación absoluta de su sistema de explotación capitalista, la clase obrera podrá liberarse de una vez por todas de las cadenas de su opresión. La conquista revolucionaria del poder y la construcción del Socialismo son el camino a recorrer para que el proletariado mundial pueda conseguir una sociedad sin clases, libre de explotación y encaminada hacia la paz mundial.

 

¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO!

 

Madrid, 9 de agosto de 2022

SECRETARÍA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)