Represión sindical en everis
El mercado de trabajo en el sector TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha ido evolucionando en los últimos años en todo el mundo acorde con la evolución del sistema capitalista. Mientras crece el ejército de reserva de trabajadores que buscan un empleo atraídos por las cifras sobre desempleo en el sector (más bajas que en otros sectores en los últimos años), las condiciones laborales han ido cayendo en picado, todo con la inestimable colaboración de los sindicatos del sistema, CCOO y UGT, que en los últimos años se han encargado de firmar miles de EREs, los cuales han permitido a las empresas deshacerse de los trabajadores con mejores condiciones para contratar después más barato, así como de firmar lamentables convenios sectoriales que permiten a las empresas hacer y deshacer a su antojo, el último de ellos el XVII Convenio colectivo estatal de empresas de consultoría y estudios de mercado y de la opinión pública, un convenio nefasto que elimina las categorías profesionales dejando en manos de la empresa todo lo relativo a la clasificación profesional, además de suponer una pérdida de poder adquisitivo de más del 20%.
Dentro del sector están ganando cada vez más peso las grandes empresas, las llamadas ‘cárnicas’, que a través de puertas giratorias y de la creación de cárteles para acaparar los contratos del sector público – siendo incluso sancionadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia – entre otras ‘estrategias’, han conseguido convertirse en los principales empleadores del sector.
Ante los ataques que estas empresas han ido realizando contra los trabajadores como parte de la estrategia de reconversión del sector, estos han comenzado a organizarse en muchas de ellas para defender sus derechos. Uno de los actores principales es actualmente la empresa everis, propiedad del grupo japonés NTT Data y que cuenta con más de 24.000 trabajadores en todo el mundo. En dicha empresa, en el centro de Sevilla, hay un Comité de Empresa en el que la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) ganó las últimas elecciones, convirtiéndose en la candidatura más apoyada entre los trabajadores.
Teniendo en cuenta que CSC es un verdadero sindicato de clase, afiliado a la Federación Sindical Mundial (FSM) y con unos principios firmes, era evidente que la dirección de la empresa no podía contar con el habitual colaboracionismo y pasteleo con el que los sindicatos del sistema y las candidaturas amarillas tienen acostumbrados a los empresarios. Es por ello que la estrategia seguida desde un primer momento por la empresa contra CSC ha sido la de acoso y derribo.
Como publican los miembros de la Sección Sindical de CSC en everis Centers, ante la decisión soberana del sindicato de organizarse a nivel de empresa en todo el Estado, nombrando así a los delegados sindicales en cualquiera de los centros de la misma, ésta se niega a reconocerlos y pretende coartar la libertad sindical de una organización totalmente independiente y ajena a la dirección de la empresa, inmiscuyéndose de manera ilegal en cómo los trabajadores deciden organizándose.
No conforme con esto, uno de los delegados designados por el sindicato mediante asamblea de sus afiliados en la empresa, al que ésta se ha negado a reconocer, fue recientemente despedido, mostrando así la dirección de la empresa su verdadera esencia reaccionaria, mostrando que la supuesta libertad en este sistema termina cuando entramos por las puertas de nuestro centro de trabajo.
La empresa everis invierte gran cantidad de los beneficios que extrae de la explotación a la que somete a sus trabajadores en abundantes campañas de publicidad con las que lavar su imagen, para esconder su verdadera faz, el tremendo desprecio hacia sus trabajadores y para intentar tapar la represión sindical hacia quienes deciden organizarse bajo las siglas de un verdadero sindicato de clase.
Esta es la realidad de las empresas en este sistema, salarios de miseria, explotación, represión sindical y ausencia absoluta de libertad, la dictadura del salario por encima de cualquier otra cosa. Y la única solución pasa por la organización de los trabajadores en los sindicatos de la FSM, así como en unir todas las luchas de los centros de trabajo con el resto de luchas de las clases populares en un Frente Único del Pueblo que permita que toda la riqueza que generamos los trabajadores esté al servicio del pueblo en lugar de engrosar el patrimonio de una minoría parasitaria.
Célula Jorge Dimitrov de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)