Empresas sin trabajadores, la absurda contradicción de la automatización en el capitalismo
El pasado 13 de septiembre Carrefour anunciaba la apertura de su primer supermercado sin empleados, un establecimiento que ha abierto sus puertas en Dubai y que refleja una de las mayores contradicciones del capitalismo. Y es que bajo este sistema, la automatización genera más paro y pobreza, incrementando la gravedad de las inevitables crisis cíclicas, en lugar de liberar al ser humano del trabajo pesado para mejorar sus condiciones de vida.
La automatización y la robotización son una necesidad para todas las empresas, que deben competir en un mercado controlado por monopolios que imponen sus propias normas y leyes a través de los Estados capitalistas en manos de gobiernos títeres. Esta automatización que pretende contrarrestar la decreciente tasa de ganancia hace que aumente la composición orgánica del capital (aumenta el capital constante y disminuye el capital variable), reduciendo la plusvalía total que el empresario obtiene de los trabajadores, forzando a su vez a incrementar la tasa de explotación sobre estos.
Vemos por tanto como la automatización se abre paso en todos los sectores: Los Robo Taxis supondrán un negocio de 38,610 millones de dólares en 2030; Los departamentos de RRHH introducen herramientas de automatización para la captación y selección de candidatos, llegando a despedir a trabajadores aplicando algoritmos; Se automatizan centros logísticos, farmacias, empresas de publicidad, almazaras, empresas financieras, hospitales, camareros y toda clase de trabajos que serán reemplazados por inteligencias artificiales.
Un estudio de McKinsey Global Institute (MGI), que cuenta con la participación de expertos del departamento de Economía de Oxford y el Banco Mundial, estima que para 2030 el 14% de los trabajadores del mundo perderán sus puestos de trabajo. La automatización eliminará en ese periodo entre 400 y 800 millones de puestos, de los cuales unos 375 millones nunca serán recuperados.
Además de esto, la depauperación de las condiciones de los trabajadores, que son los potenciales consumidores de los productos y servicios de estas empresas, hace que el aumento de la producción propiciado por la automatización no pueda ser asimilado por el mercado, generándose así una crisis de sobreproducción.
Sin embargo, la automatización en manos de la clase obrera y generando productos y servicios con el único fin de satisfacer las necesidades del ser humano, se convierten en herramientas de progreso que mejoran la calidad de vida, algo que sólo es posible si esas máquinas, robots y demás medios de producción están en manos de la clase obrera.
La automatización es un callejón sin salida en el capitalismo, y una prueba más de que los días que vivimos no le corresponden ya a este sistema que, moribundo, se resiste a morir. Es labor de la clase obrera organizada acabar con él de forma revolucionaria y construir el socialismo, única vía para armonizar las relaciones de producción y hacer que el enorme incremento en la producción de bienes y servicios suponga progreso para la mayoría del pueblo en lugar del enriquecimiento de una minoría a costa de la pobreza y las vidas de millones de trabajadores en todo el mundo.
¡Por la socialización de los medios de producción!
¡Socialismo o barbarie!
Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)