Y así muñe la burguesía un pacto para arremeter contra la clase obrera

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Mientras la extrema derecha arremete contra el gobierno por los indultos a los presos políticos del Procès y mientras los oportunistas están haciendo sus tejemanejes también con los indultos y la supuesta mesa de negociación, el Estado sigue inexorablemente reprimiendo al pueblo de Cataluña.

El pasado día 16 de junio, la Audiencia Provincial de Barcelona condenaba al militante de la izquierda independentista de la CUP, Marcel Vivet, a 5 años de prisión por, según señala la Audiencia, lesionar a un antidisturbios de los Mossos d’Esquadra en una manifestación de la organización reaccionaria JUSAPOL en 2018 en el Clot-Camp de l’Arpa en Barcelona.

Es curioso que a otro militante de izquierda, Adrià Catasús, la fiscalía pida 8 años de prisión por los mismos hechos por los que condenan a Marcel Vivet. Sin duda, nos encontramos ante un nuevo montaje policial al estilo Altsasua que demuestra la esencia reaccionaria y fascista del Estado.

Hay que reseñar que en este acto represivo contra Marcel Vivet coronado por la Audiencia Provincial de Barcelona, ha participado la “policía del poble”, els Mossos d’Esquadra, y como acusación particular la Generalitat de Catalunya.

Y es que, mientras el Gobierno pretende blanquear cínicamente al Estado con unos indultos, no duda en reivindicar a este Estado como un Estado de Derecho aprobando su papel criminal y represivo y amenazando al pueblo catalán, tal y como lo acreditan las palabras del ministro reaccionario Ábalos recogidas por la prensa burguesa:

 

Y es que la propia sentencia del juez Marchena reconoce que bastó registrar en el BOE la aplicación del 155 para aplacar completamente el intento secesionista, negando incluso que existiera sedición a pesar de condenar a los políticos catalanes por ello, los que han traicionado el mandato del pueblo catalán dado el 1 de Octubre no dudan en establecer mecanismos para tratar de cerrar un pacto entre facciones de la burguesía, como lo acreditan los actos del Cercle de Economía, los posicionamientos de la Patronal catalana Foment del Treball y de la CEOE favorables a los indultos, haciendo de muñidores para cerrar filas en torno al Estado, expresándolo el diario EL PAÍS de la siguiente manera:

 

 

Por no hablar de lo que sostuvo Junqueras, pretendiendo mostrar estos indultos como un avance en parámetros independentistas:

La realidad es que en Cataluña hay en torno a 2.850 represaliados por el 1 de octubre que han sido implicados en más de 30 juzgados de las cuatro provincias catalanas, por no hablar de los exiliados. Y la represión política contra el pueblo y la izquierda sigue avanzando tanto en Cataluña (la condena a Marcel Vivet es un ejemplo claro) como a lo largo y ancho del resto del Estado español, donde las farsas para reprimir políticamente al pueblo proliferan.

Mientras todo esto pasa, el “Gobierno más progresista de la historia”, apoyado por ERC y BILDU entre otros, no ha modificado una sola coma de la Ley Mordaza. Y por supuesto, todos esos partidos al servicio de la burguesía y sus diferentes facciones no dudan en tejer un nuevo pacto para satisfacer los intereses de éstos a costa de continuar reprimiendo a la clase obrera, ya sea de manera propiamente represiva, ya sea con medidas económicas impuestas por la UE como reformas laborales, reformas de las pensiones, reformas fiscales, etcétera, todas ellas en favor de los monopolios al objeto de entregar dineros a la burguesía que, sin duda, pagará la clase obrera con su sudor, su sangre y su vida.

Los indultos deben situarse en el chalaneo entre diferentes facciones de la burguesía para cerrar un pacto que les dé salida al momento actual a costa de perpetuar la opresión y la explotación del pueblo como fórmula para seguir manteniendo sus privilegios y su riqueza. La única patria de la burguesía es su bolsillo, la cual juega con dos barajas para satisfacer sus intereses: por un lado, usa a socialfascistas y oportunistas –donde deben incardinarse ERC y Bildu también– para buscar un pacto que le permita a la burguesía avanzar; por otro lado, trata de conducir el descontento del pueblo hacia el fascismo moviendo a sus peones del PP y su fracción verde tricornio de VOX, sacando a los muertos de sus féretros como, por ejemplo, la pandilla de reaccionarios que se prestaron como marionetas convocantes de la movilización de Colón en Madrid que fue sin duda un varapalo para los fascistas.

La clase obrera no tiene más salida que romper el sistema capitalista y, con él, el Estado. El nacionalismo es el instrumento ideológico, junto con el oportunismo, que tiene la burguesía para fraccionar y engañar a la clase obrera. Los comunistas debemos estar a la altura del momento histórico, donde el capitalismo monopolista ya vive unos días que no le corresponden y que, a medida que la automatización y la robotización avanza, el sistema se va negando a sí mismo. En este sentido, los comunistas debemos dar pasos hacia la unidad de acción para quitar a la clase obrera las anteojeras que la burguesía le coloca – ya sea con el nacionalismo, el chovinismo, el fascismo o el oportunismo– y para ello los comunistas debemos rebajar nuestro egocentrismo y nuestro acomplejamiento que en muchas ocasiones nos lleva a diluirnos en el oportunismo.

 

¡ABAJO EL FASCISMO Y EL OPORTUNISMO!

¡ROMPAMOS CON LA UNIÓN EUROPEA!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

 

Madrid, 21 de junio de 2021

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)

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