Sobre los Presupuestos Generales del Estado
Los Presupuestos Generales del Estado habían suscitado curiosidad más que expectativas, por cuanto debían confeccionarse para conformar a un elenco de partidos muy diversos con el fin de consensuar su aprobación, aunque el PSOE había puesto sobre la mesa de debate su decisión de hacerlos posible por la vía del decreto si no se lograba por el cauce parlamentario.
Tenían que ser unos Presupuestos que satisficiesen al menos a PODEMOS tras haber llegado con este partido a un pacto amplio, que cubría toda una serie de reivindicaciones que dicha fuerza imponía para apoyar al gobierno. Pero esto lo ha logrado a medias, según la opinión de sus dirigentes.
Para un partido marxista-leninista es obvio que, en la situación actual de crisis aguda, es imposible diseñar unas propuestas favorables a los trabajadores dentro de las lindes del capitalismo, porque las fuerzas entrañables de la economía burguesa las repelen. PSOE y PODEMOS deberían saberlo; aunque las ciencias políticas ya han demostrado que la socialdemocracia es la llave que abre las puertas al fascismo.
Ambos grupos plantean las partidas presupuestarias como un mero ejercicio de contabilidad, si quitamos de un lado lo podemos poner en tal sitio y así hacen sus cábalas, como en esta ocasión en la que no tienen en consideración la dinámica de la economía de un país como éste, que además se halla concatenada con la economía mundial, la cual depara influencias en la actividad económica de cualquier nación del mundo. Hay que salirse inexcusablemente del capitalismo para no dejarse arrastrar por sus fuerzas arrolladoras, especialmente en estos momentos que nos presenta la disyuntiva capitalismo o socialismo.
El PSOE basa su proposición económica demagógicamente viendo el mundo desde una perspectiva metafísica, inamovible. Sus Presupuestos se cuecen a través del simple intercambio de las partidas. Los ingresos se plantean sobre bases muy frágiles como son el aumento de determinados impuestos, un endeudamiento superior, el incremento del consumo privado y el incremento del 14% de recaudación a través del impuesto de sociedades.
Tal vez en los momentos gloriosos del capitalismo sus resultados hubiesen sido excelentes, pero esa época hace muchísimo tiempo que se acabó. En un sistema en el que el capitalista tiene legalmente concedido el libre albedrío para actuar a su conveniencia, en el que el país está maniatado por una deuda insoportable y que estructuralmente las palancas económicas están en manos de la anarquía productiva y de las leyes económicas burguesas, aprisionadas por la grave crisis económica y social, no es de recibo ningún proyecto económico que no contemple cambios estructurales profundos que sustituyan el sistema de producción actual, manifiestamente agotado.
Es fácil predecir que sí se van a cumplir aquellas partidas que redundan en beneficios de la consolidación del sistema en momentos de crisis infernal, tales como destinar 8.863 millones al Ministerio de Defensa, un 1,5% más que en 2018. También se llevará a efecto el aumento del 4,8% para alcanzar los 298 millones destinados al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), servicio secreto que ha pasado a depender de Defensa. En realidad, la partida de inversiones aumenta hasta alcanzar los 2.648 millones, aunque el 75% de dicha cantidad va destinado a los Programas Especiales de Armamento (PEAS). Además, La Casa Real contará con 111.890 euros más de presupuesto para 2019 respecto a 2018, subiendo la asignación en total a 7.999.040 euros. Estas partidas están aseguradas para apuntalar un capitalismo en ruina y consagrar el Estado imperialista.
Serán las partidas que favorecen a los trabajadores las que no tienen garantías de cumplirse, o se harán profundizando en la crisis, porque como decíamos, las fuerzas centrífugas harán su labor de constricción, dado que la realidad del cuento es que el paro va a aumentar de forma importante, pues al tiempo de pergeñarse los Presupuestos, decenas de empresas han anunciado reducciones drásticas de plantillas, por motivo de la desaceleración de la economía, incidiendo en una merma sensible en la recaudación del impuesto de sociedades, mientras que el gobierno, demasiado triunfalista, piensa ingresar con menos trabajadores un 14% más que en el ejercicio anterior por la vía del IRPF. Por otro lado, el gobierno no es capaz de explicar que cuando el Índice de Confianza del Consumidor comienza a desplomarse según los indicadores, se plantee una recaudación superior al 11% a través del IVA.
O todos los Presupuestos son falsos o las clases populares serán acribilladas a impuestos, toda vez que Europa no está por actuar tan alegremente como lo ha hecho hasta ahora en la compra de deudas.
El problema es que tire por donde tire, sin franquear las fronteras del capitalismo, la socialdemocracia hundirá más al país, abriendo de par en par las puertas para que penetre la derecha con su fascismo a cuestas, porque el capitalismo, y esto se está demostrando en el mundo actual, no puede sobrevivir ni siquiera con su democracia criminal.
El capitalismo en estos momentos atraviesa por las circunstancias más duras de su historia. Las Fuerzas Productivas han adquirido tal desarrollo que no las puede soportar, se produce infinitamente más de lo que necesita la humanidad y, sin embargo, son miles de millones los seres humanos que se debaten en la miseria, que mueren de hambre, mientras que los ricos se acuestan en camas de oro. Ha llegado la hora de hablar claro al pueblo, de organizarlo y emprender la vía revolucionaria para que este mundo tenga lógica.
Mantener incólume las estructuras económicas del sistema solo puede llevarse a efecto a costa de las espaldas de los trabajadores, de leyes cada vez más represivas, de la coacción de las libertades, del crimen y de todo lo espurio que han creado las clases sociales explotadoras a través de la historia de la humanidad. La socialdemocracia, llámese PSOE o PODEMOS, está contribuyendo a ello mal formando la conciencia del pueblo trabajador.
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡POR EL SOCIALISMO!
COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)