Resolución del X Pleno del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español sobre la automatización de la producción
Quien mire hacia atrás verá que el mundo de 2023 es un mundo muy distinto al de inicios de 2020. La robotización, la automatización de la producción, de los procesos productivos, la proliferación de plataformas electrónicas que imponen la uberización del sector terciario, está teniendo su reflejo en la destrucción del empleo, la sustitución de las relaciones laborales, regida por los derechos laborales de los diferentes Estados capitalistas, a enmascararlas en relaciones mercantiles que conllevan la multiplicación de la pobreza y de la precariedad a la par que la concentración de cada vez más riqueza en unas pocas manos.
El moribundo mundo imperialista, que no aspira a liquidar el hambre ni tampoco a que todos los seres humanos del mundo tengan acceso al agua potable o un saneamiento que impida que 2.000 niños mueran cada día en el mundo de diarrea por beber agua contaminada, sino a perpetuar y acrecentar esta realidad que debe avergonzar a cualquier ser humano, sí que pretende hacer llegar la banda ancha a todo el mundo y otorgar un acceso universal a la misma para que los negocios de los monopolios marchen viento en popa.
En la década pasada los centros de poder imperialistas como el Fondo Monetario Internacional o el G20 reconocieron no solo la fuerza de la tecnología, sino la imposibilidad de detener la automatización de los procesos productivos y de los servicios en la confrontación entre las diferentes potencias imperialistas, siendo este uno de los terrenos donde se libra la batalla por la hegemonía mundial a pesar de que el desarrollo de la automatización a lo que conduce es a la liquidación de la actual formación socioeconómica imperialista y su supresión por una formación socioeconómica superior, la socialista, o lo que es lo mismo, el enterramiento de un mundo moribundo y el nacimiento de un mundo nuevo.
Esos órganos de poder imperialistas en 2017 y 2018 dieron su hoja de ruta, reformas laborales para desregular las condiciones de los trabajadores y depauperar más sus condiciones de vida, establecimiento de unas políticas fiscales basadas en rebajar las tasas impositivas, cuando no liquidarlas completamente, a los empresarios, sustituir progresivamente las relaciones laborales por relaciones mercantiles e incrementar la represión, medidas todas ellas que conducen no sólo a la precarización del trabajo sino también a la atomización de los trabajadores y a la obstaculización de la organización, en el terreno sindical, de la clase obrera.
En noviembre de 2017 los capitalistas señalaban que los robots eliminarían hasta 800 millones de empleos en el 2030. Aunque la aceleración de la automatización como consecuencia de la pugna interimperialista por la hegemonía mundial ya lleva al Foro Económico Mundial a señalar que en 2025, esto es en dos años, robots y humanos se repartirán por igual el trabajo. Conductores de autobús, taxistas, ferroviarios, personal de almacén, libreros, personal de atención al cliente y CAUs, secretarios, administrativos, personal de gestión de RRHH, intérpretes y traductores, contables, administradores, empleados de la banca, agentes de viajes, empleados de la industria, cajeros de supermercados, empleados de restaurantes de comida rápida o grabadores de datos son algunas de las profesiones que, según estudios de los imperialistas como los realizados por Oxford Economics o el Foro Económico Mundial, desaparecerán de aquí a 2030, esto es, en menos de siete años. Y a nadie se le debe escapar que con el desarrollo de los sistemas basados en el big data unido al avance de la inteligencia artificial, fundamentalmente el desarrollo de sistemas computacionales cuánticos, los sistemas de educación y sanitarios del mundo podrán prescindir de un número notable de docentes y médicos.
La densidad de robots promedio va en una línea ascendente y el número de horas automatizadas al año avanza inexorablemente sustituyendo horas de trabajo hombre en los procesos de producción, provocando una oleada de despidos en los últimos meses en las empresas tecnológicas donde se han destruido decenas de miles de puestos de trabajo de un plumazo.
La revolución socialista, a pesar incluso de muchos partidos comunistas que siguen instalados en 1970 y en el oportunismo más nauseabundo, ya está lanzada y el momento queda claramente definido por lo que expresaba Carlos Marx, en el prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política indicando lo siguiente:
“Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan, o por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización.”
La robotización, la automatización de la producción, demuestra que el desarrollo de las fuerzas productivas hoy es infinitamente superior al desarrollo que éstas tuvieron a lo largo del siglo XX, un desarrollo de las fuerzas productivas inimaginables para las mentes de aquéllos que vivieron en el siglo XX.
La automatización de la producción implica la negación del capitalismo en tanto niega lo esencial de éste, como es la apropiación de la plusvalía generada por el obrero. Con la automatización de la producción se desarmoniza completamente la composición orgánica del capital en favor del capital constante y en detrimento del capital variable que es el que genera plusvalía.
La automatización de la producción implica un cambio en la base económica y, consecuentemente, esta revolución de la base económica también revoluciona la superestructura que la misma engendra. Así pues, nos hallamos en palabras de Marx en la época de revolución social.
Hoy el desarrollo de las fuerzas productivas ya no se corresponde con el capitalismo sino con un modo de producción superior, el socialismo, unas fuerzas productivas que han creado las condiciones materiales para el socialismo y que entran en colisión con las relaciones de producción capitalistas, correspondiendo acompasar las relaciones de producción a unas fuerzas productivas que chocan con la propiedad privada sobre los medios de producción, la cual objetivamente será arrasada por el desarrollo de las fuerzas productivas.
A tenor de todo ello, el Pleno del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español resuelve:
- Desde el triunfo de la Revolución bolchevique la contradicción fundamental que rige el mundo es la lucha entre el imperialismo y el socialismo.
- La Unión Soviética ha sido, hasta el momento, la mayor experiencia humana por la consecución de un mundo humano e igualitario, siendo no solo una experiencia que a la humanidad, y a las fuerzas comunistas y por el progreso social nos ha otorgado multitud de enseñanzas y la constatación de que el socialismo y el comunismo se van a imponer, sino que nos enseña porqué esa primera experiencia fue abortada por la reacción mundial, por el imperialismo. No obstante, también esa experiencia soviética, la cual el PCOE reivindica y de la que se siente heredero, demuestra la brillantez y exactitud de la ciencia emancipadora del proletariado, la ciencia de la supresión revolucionaria del capitalismo y la consecución del socialismo y el comunismo, el marxismo-leninismo que demuestra con precisión las condiciones necesarias para que pueda darse un cambio de formación socioeconómica.
- La ciencia del marxismo-leninismo nos señala que no es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social (el modo en que se produce) lo que determina su conciencia. La automatización implica un cambio en el modo de producción, en cómo se produce y consecuentemente más temprano que tarde tiene un reflejo en la sociedad. En consecuencia, la época de la automatización es la época de la revolución social, es la época de la sustitución de la vieja formación socioeconómica imperialista por la nueva formación socioeconómica socialista a nivel planetario.
- Las fuerzas reaccionarias, las fuerzas que niegan el desarrollo de la historia y que niegan el progreso social y humano, la burguesía, conscientes de esta realidad de estar en la época de su fenecimiento, de la revolución social y del nacimiento del nuevo mundo socialista, pretenden extender su existencia y su dominio de la única manera que pueden, mediante el fascismo al objeto de reprimir a las fuerzas del progreso social, la clase obrera, y la guerra puesto que a la burguesía no le queda otra que tratar de liquidar el excedente humano que para ella y su moribundo y criminal mundo genera la automatización.
- El Partido Comunista Obrero Español debe hacer llegar a la clase obrera la situación exacta del momento histórico en el que vivimos y la situación de guerra a muerte que mantienen los defensores del mundo moribundo que hoy nos pretende negar la vida para que tome conciencia que es el momento de poner el ingente desarrollo de las fuerzas productivas, la ingente riqueza que genera el desarrollo tecnológico y la automatización, a disposición de la humanidad y no al servicio de una panda de ladrones y asesinos que hoy tienen la propiedad de la tecnología, de los monopolios y del mundo.
- El Partido Comunista Obrero Español debe hacer llegar a la clase obrera que la única salida que tenemos como clase y como la mayor parte de la humanidad es la socialización de los medios de producción, la socialización de la automatización y del fruto que ésta dé y mostrarle a la clase obrera que con el socialismo el desarrollo tecnológico, la robotización de la producción y de los servicios, implica un incremento de la esperanza de vida, de la cultura del pueblo, del desarrollo humano como consecuencia de retirar al ser humano de la producción pero hacer que el éste sea el dueño de la ingente producción, de la abundancia, que esa automatización genera. Y en base a todo ello organizar al proletariado para que éste tome el poder, abola el Estado capitalista y edifique su propio Estado poniendo todas las riquezas al servicio del proletariado para liberar al género humano de su prehistoria, de la explotación capitalista.
Madrid, a 21 de enero de 2023
X PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)