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Nueva humillación a las Brigadas Internacionales en Madrid

Este 7 de noviembre conocíamos que el Ayuntamiento de Madrid, presidido por Martínez Almeida, instalará un cantón de basura en el mismo lugar donde es más que probable que exista una fosa con 451 brigadistas internacionales, según se deduce de una petición de 1941 que mencionaba desplazar los cuerpos de aquel lugar.

La política del Estado Español sigue supurando fascismo por todos sus poros.  No solo atenta contra los vivos, sino que también lo hace contra los muertos, contra su recuerdo y por tanto contra la historia. Los 35.000 hombres y mujeres de las brigadas internacionales fueron y son ejemplo de solidaridad internacionalista, hombres y mujeres de 53 países distintos que vinieron a España a combatir el fascismo y la decadencia que este trae consigo. Pero, por desgracia, el fascismo terminó por imponerse y el recuerdo de la lucha de todos y todas aquellos que combatieron la mayor lacra ideológica sigue siendo manchado y pisoteado hasta nuestros días.

Este intento por sepultar la historia del movimiento obrero evidencia el carácter fascista del Estado español, donde no hay ni pretende haber justicia para los combatientes de las brigadas internacionales, pese al Real decreto del 19 de Enero de 1996, el cual reza que: “Es de justicia reconocer la labor en pro de la libertad y de la democracia llevada a cabo por los voluntarios integrantes de las Brigadas Internacionales durante la guerra civil española de 1936 a 1939.”, así se evidencia el estado “democrático” como lo que es, una careta que se puso el fascismo para formar parte del imperialismo de la OTAN y la UE.

Nunca ha habido ni ha querido haber una ruptura con el pasado. En estos momentos que la amnistía está en boca de todos, tenemos que recordar que nuestra “democracia” concedió una amnistía a todos aquellos criminales que bajo el franquismo torturaron, asesinaron y detuvieron a los luchadores antifascistas durante 40 años de dictadura, al igual que todos los crímenes cometidos por la barbarie fascista durante la Guerra Civil. No podemos pedirle a un Estado fascista que respete la memoria de aquellos que entregaron su vida por un mundo antifascista, y que vieron en el conflicto español una forma de proteger a la clase obrera mundial, cuando el régimen actual se basa en el anterior sin una ruptura.

El proletariado no puede dejar en manos de la legalidad burguesa la justicia que a él mismo le corresponde reclamar, no puede limitarse a esperar la bondad “democrática” de los organismos del estado burgués. El proletariado no debería seguir incurriendo en el error de tener fe en estos organismos o instituciones por ser, en teoría, democráticos, porque aunque así fueran, estos van a expresar siempre los intereses de la clase capitalista, es por eso que las acciones pasivas de denuncia nunca serán suficientes para reclamar nuestros intereses como clase, y menos aun cuando a quien se le reclama es al fascista Estado español.

El único método probado que tiene el proletariado para imponer sus intereses sobre los de la burguesía no es otro que el de hacer suyo el terreno de la lucha de clases, y para esto es imprescindible el partido.

El partido es la herramienta más poderosa que tiene el proletariado, y si bien es cierto que la unidad de los comunistas sigue presentándose como una necesidad, la tarea fundamental que tiene hoy la clase obrera en general es la de unirse, la de conformar el Frente Único del Pueblo que envíe a este sistema al vertedero de la historia, uniendo todas las luchas en una sola contra el capitalismo. La lucha es la única garantía que tenemos, no solo para combatir en el presente, sino también, para defender el pasado y construir el futuro.

 

¡VIVAN LAS BRIGADAS INTERNACIONALES!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Comité Regional del PCOE en Madrid