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Los oportunistas y su constitución

 Esta semana el Tribunal Constitucional ha fallado sobre un recurso interpuesto por el Gobierno navarro contra determinados aspectos de la Reforma Laboral realizada por el Gobierno de Rajoy. Estos aspectos sobre los que se ha posicionado el citado Tribunal han sido aprobar el descuelgue con el arbitraje de una Comisión Consultiva.

Aprueba el descuelgue de convenios con el arbitraje de la Comisión Consultiva Nacional de Conflictos Colectivos – que es un órgano administrativo – y otorga carta de constitucionalidad al contrato con un año de prueba sin indemnización. De este modo, el Tribunal Constitucional continúa encajando la totalidad de la Reforma Laboral del PP, pues ya en febrero falló a favor de la constitucionalidad de la rebaja de la indemnización por despido, la práctica supresión de los salarios de tramitación o la validez de tramitar dicha reforma como un decreto- ley.

El Tribunal Constitucional en la práctica y, con sus resoluciones, ha dicho alto y claro que las agresiones a los trabajadores son constitucionales; que la negociación colectiva es una entelequia donde los trabajadores no pintan absolutamente nada, al igual que el Parlamento puede ser esquivado por el Gobierno en la realización de leyes que anulen y atenten contra los trabajadores. Eso es la Constitución y así lo reconoce el Tribunal Constitucional con sus fallos.

Es normal que la burguesía glorifique a la Constitución, realizada por los herederos de Franco y los oportunistas de PSOE y PCE, pues para ellos la concordia es el sometimiento y la explotación de la clase obrera sin miramientos ni cuartel. Todos los atropellos perpetrados por la burguesía y sus gobiernos, durante estos 40 años, han sido realizados en nombre de la Constitución y bajo su ordenamiento.

La Constitución fue un producto de una transición – vanagloriada por la burguesía y sus perros oportunistas (PSOE, PCE (IU)) – dirigida por la oligarquía y que otorgó al Capital todos los elementos necesarios para legalizar su dominio político y militar, consagrar el capitalismo monopolista de estado, integrarse en las agrupaciones imperialistas (UE, OTAN) y adoptar y venerar los símbolos fascistas como la bandera, la corona o la unidad de España  –negándole el derecho de autodeterminación a las naciones que forman parte del estado español. Los resultados son seis millones de parados, más de dos millones exiliados, contratos basura y salarios paupérrimos, desahucios, suicidios y un estado que, además de reprimir a los trabajadores y de estar presente en todas las guerras de carroña imperialista, entrega dineros a manos llenas a banqueros y empresarios, negándole todo tipo de recurso a los distintos sectores sociales que componen el Proletariado y arruinando al pequeño empresario y campesino.

Esta verdad histórica, consecuencia de la Constitución y su democracia burguesa, ha puesto en el lugar de los traidores a aquellos que desde la orilla del eurocomunismo y del oportunismo engañaban a los trabajadores, señalando que se podía avanzar hacia el  socialismo mediante la progresiva profundización reformista en el seno de la democracia burguesa.

Éste es un buen momento para traer a primer plano unas palabras de Cayo Lara en un foro burgués patrocinado por los monopolios (Foro nueva Economía) en el año 2011, año de las últimas elecciones generales, donde el máximo representante decía a burgueses y estos, a través de sus medios de comunicación al Pueblo, que “Al socialismo o casi al socialismo  se puede llegar con la Constitución, ya que los artículos del 128 al 131 hablan de la planificación de la economía, del acceso de los trabajadores a los medios de producción, de que el Estado puede tener una banca pública y nacionalizar empresas”. Es evidente que el Tribunal Constitucional, que es el máximo órgano constitucional al que la misma Izquierda Unida recurre y cuya autoridad reconoce, pone en su sitio a Cayo Lara y a su organización política : en el sitio de los que engañan y traicionan a los trabajadores, o lo que es lo mismo, en el sitio donde están también los miembros de dicho Tribunal, que no es otro que en la orilla de los que explotan, oprimen y niegan los derechos a los trabajadores y sirven, cual lacayos, a los monopolios. La Constitución de 1978 cuando habla de planificación de la economía lo que señala es que la banca – privada – determina la economía, qué sectores productivos se estimulan – para crear una burbuja o crisis de superproducción con el que los monopolios se enriquecerán – y cuáles se tumban, y que cuando se habla de nacionalizar empresas, se hace en el sentido burgués del término, donde podemos tomar por ejemplo a Bankia, por el que el estado con el dinero del Pueblo reflota un banco para, una vez saneado con cargo a todos los ciudadanos, lo privatiza regalándolo a un oligarca.

La Constitución de 1978 legaliza la explotación de la clase obrera, el robo, otorga impunidad al burgués y machaca al pueblo – y múltiples casos de corrupción o de guerra sucia y terrorismo de estado así lo acreditan -, perpetuando el capitalismo y otorgando al estado la prerrogativa legal de utilizar las Fuerzas de Orden Público – Ejército – contra cualquiera que pretenda subvertir al sistema capitalista. Cayo Lara conoce todo esto, pero lo omite porque tanto él como su organización no están al servicio de los trabajadores sino que sirven a los oligarcas, que lo mismo, los sacan a pasear y a hablar en sus medios de comunicación o en sus foros económicos. Se entiende perfectamente que bancos condonen deudas a la organización de Cayo Lara, la cual según el Tribunal de Cuentas, adeuda a los bancos 15,1 millones de euros y, según la prensa burguesa, se encuentra en quiebra desde 2009. Está claro que el que paga manda, y que siempre hay quien carece de principios y de vergüenza para prestarse a los capitalistas como instrumento para engañar al Pueblo oprimido con tal de obtener migajas que les permitan subsistir con algunos privilegios, a costa de perpetuar a los explotadores y el sufrimiento y las miserables condiciones de vida de la mayoría. Eso es IU-PCE:  burla y traición a los trabajadores, lo hizo en la Transición y lo hace hoy.

Los trabajadores no tenemos otra salida que acabar con este sistema y su Constitución que le da carta de legalidad, que nos sume en la miseria más absoluta y que nos condena a la muerte,  y ello sólo es posible desde la unidad y la organización como clase para luchar contra los imperialistas, por la destrucción del capitalismo y por la consecución del Socialismo. Para ello es fundamental construir el órgano o instrumento para que el Pueblo pueda intervenir en la vida política y crear su poder, el Poder del Pueblo Trabajador. Este instrumento es el Frente Único del Pueblo.

Ningún partido financiado por la oligarquía financiera, ni ningún tertuliano de los medios de comunicación de masas en manos de los monopolios atentará contra aquél que le financia y le dota de medios. De hecho les dota de medios para que perpetúen el dominio de los monopolios. Sólo el proletariado, que sufre la explotación descarnada es quien puede romper las cadenas de este sistema criminal que nos somete y que nos niega el presente y el futuro, y romper las cadenas no es otra cosa que romper con el Estado burgués y las estructuras políticas actuales. El Comité Ejecutivo del Partido Comunista Obrero Español hace un llamamiento a los trabajadores del estado español a la unidad para acabar con el capitalismo, que es la raíz de todos los males que nos afectan, y para ello es esencial organizar el FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, o lo que es lo mismo, desarrollar los órganos de poder popular; órganos que perfectamente pueden y deben sustituir a las instituciones capitalistas y representar una nueva democracia para construir una sociedad distinta en la que deje de existir el que una minoría (capitalistas) viva a costa del trabajo y del sufrimiento de la mayoría (trabajadores) y que nos abra camino a otro sistema donde la mayoría trabajadora dirija económica, ideológica y políticamente la sociedad donde desaparezca por completo la explotación del hombre por el hombre, enviando al capitalismo y a la burguesía al estercolero de la historia.

¡ABAJO EL CAPITALISMO Y SU ESTADO!

¡POR EL SOCIALISMO, CONSTRUYAMOS PODER POPULAR, CONSTRUYAMOS FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)