La Universidad de Córdoba al servicio del genocidio en Gaza
Desde el año 2021 –fecha en que el Ministerio del Interior publicó la resolución definitiva para que la provincia de Córdoba fuera la sede de la nueva base militar del Ejército de Tierra– nuestra ciudad está experimentando un proceso de militarización que continúa en nuestros días. Finalmente, según se anunció en diciembre del pasado año, esta base militar estará situada en La Rinconada, habiéndose iniciado ya las obras, y ocupará un terreno de 85 hectáreas y para la que el Estado invertirá 273 millones de dinero público.
No conformes con ello, los próximos días 10 y 11 de abril tendrá lugar en Córdoba la Feria de Seguridad y Defensa (más conocida como la “feria de armas”) y se ha anunciado la apertura de una fábrica de armas con vínculos con el Estado de Israel, todo ello con la colaboración de la Universidad de Córdoba (UCO). De esta manera se confirma lo que cualquier persona que analice nuestra realidad desde una perspectiva de clase ya sabe: que la Educación Pública en los estados burgueses (donde incluimos a las universidades públicas del estado español, como es el caso de la UCO) sólo atienden a los intereses de la burguesía en detrimento de los de la clase obrera.
El propio consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos –que fue rector de la UCO– anunció la creación de esta nueva base militar como un gran logro para Córdoba, afirmando que “va a ser un antes y un después en la ciudad en particular y en Andalucía en general”, tal como recoge el Diario Córdoba. Fue el mismo Villamandos el que anunció la fábrica de armas que se va a instalar en nuestra ciudad, al cargo de un gigante del sector industrial de defensa como es Escribano Mechanical and Engineering (Escribano M&E), que ha firmado con el Ministerio de Defensa un proyecto de 700 millones de euros. Esta fábrica de armamento sería abierta en el Parque Tecnológico de Rabanales 21 de Córdoba, ocupando 23.000 metros cuadrados.
Y es aquí donde comienzan las relaciones de la UCO con el genocidio que Israel está cometiendo contra el pueblo palestino, ya que la empresa armamentística aliada de Escribano M&E, es Elbit Systems, la mayor industria militar del Estado israelí, que ha desarrollado los sistemas de control que han conformado el apartheid contra la población palestina desde hace décadas en Gaza y Cisjordania. Además, una de las armas que se fabricarán en Córdoba serán los nuevos lanzacohetes SILAM, los cuales han sido probados no en un laboratorio, sino en combate durante la nueva ofensiva contra Gaza. Según relata Alejandro Pozo –analista de conflictos armados e investigador del Centre Delás de estudios sobre la paz– a Cordópolis: “publicitar un tipo de armamento porque ha sido utilizado en lugares donde quien paga es la población en su conjunto, para nosotros es algo muy negativo (…). No es un producto probado en un laboratorio. El laboratorio es Gaza”. Esta arma será también empleada por el ejército español dentro de un proceso de modernización técnica.
Todo esto fue acordado por el gobierno de Pedro Sánchez con Israel después del pasado 7 de octubre, cuando el estado de Israel decidió llevar su genocidio contra el pueblo palestino a otro nivel, causando desde entonces más de 30.000 muertos palestinos, la destrucción del 80% de las viviendas en Gaza y el desplazamiento de 1,5 millones de gazatíes de manera forzosa. Después de esto, ¿quién puede creer las palabras de Pedro Sánchez respecto a un reconocimiento del Estado palestino? Y no es la primera vez que el partido que preside el actual gobierno (el PSOE) justifica su apoyo a la represión de Israel contra los palestinos, como ya el entonces presidente Zapatero (ahora alabado como “hombre de paz” por militantes de Podemos) en medio de la Operación Plomo Fundido de 2008-2009 defendió en un programa de televisión el incremento de la venta de armas al estado sionista. Tampoco debe sorprendernos la posición del gobierno andaluz (PP) respecto a este asunto, ya que no sólo ha sido un gran defensor de Israel a través de la Fundación FAES, sino que colaboró junto al imperialismo estadounidense en la invasión de Irak hace 21 años, sin que Aznar (al igual que Bush Jr. o Tony Blair) hayan pagado por este crimen.
Respecto a la Universidad, el artículo ya citado de Cordópolis cita las palabras de Diego Llanes, catedrático de Genética y representante de Ecologistas en Acción, afirmando que “no entiendo cómo la UCO permite que una empresa dedicada a la fabricación de armas se sitúe en el Parque Tecnológico (…) Costó mucho esfuerzo poner en marcha el Parque Tecnológico para que termine produciendo misiles. Mucho más que se haga en colaboración con una empresa israelí que prueba sus armas en Gaza. No olvidemos que Israel lleva 75 años incumpliendo resoluciones de la ONU”.
Más allá del papel ya señalado que cumplen las universidades públicas bajo el capitalismo, en Córdoba sabemos que esta deriva reaccionaria no es algo nuevo de esta institución, sino que se ha ido incrementando desde hace algunos años. Desde el Comité Provincial de PCOE en Córdoba ya hemos denunciado el papel cómplice de la UCO en la represión contra los derechos democráticos del pueblo catalán durante el Procés en 2017 o cómo el entonces rector de la UCO, el ya citando José Carlos Gómez Villamandos, propuso romper relaciones académicas con profesores cubanos e iraníes que no expresaran públicamente su rechazo a la invasión rusa de Ucrania, lo cual no se llegó a aplicar, aunque sí el cortar las relaciones institucionales e intercambio de profesorado o estudiantes con Rusia y Bielorrusia, una postura muy semejante a la de la Universidad de Valencia. Con estos antecedentes, ¿qué se podía esperar de una institución como la UCO? ¿O cómo podemos creer lo que está publicado en su compromiso institucional acerca de “la creación de una cultura de paz y no violencia”? ¿Qué tipo de paz podría estar buscando la UCO sino la paz del cementerio?
Desde el Comité Provincial de PCOE en Córdoba también hemos denunciado la complicidad de los organismos estudiantiles con la oficialidad de la UCO: “en consonancia con estas declaraciones de la Universidad de Córdoba, ni el Consejo de Estudiantes ni el Frente de Estudiantes, sindicato este último con posiciones pretendidamente defensoras de los intereses de la clase obrera, han emitido una sola palabra acerca del proceso en el que la Universidad se ha visto involucrada. Estas dos organizaciones estudiantiles son las que gozan de la mayor influencia entre el estudiantado de la Universidad de Córdoba, demostrando su incapacidad para atajar los problemas que afectan a la clase obrera”.
Ante la impotencia que sufre la clase obrera al ver cómo masacran al pueblo palestino y ante una campaña cada vez mayor de insensibilización hacia su causa, el PCOE tiene claro que sólo la unidad y la organización de la clase obrera española e internacional será lo que ponga fin a este genocidio. El camino nos lo ha marcado la clase obrera desde el inicio de las nuevas hostilidades de Israel, con acciones como la decisión de los estibadores de no cargar ni descargar buques que lleven material armamentístico al estado sionista, como ha ocurrido en Barcelona y que se han repetido en países como Italia y Bélgica. Ese es nuestro poder y es el que debemos utilizar para la lucha. Pero dicha lucha será imposible sin la unidad de su vanguardia, sin la unidad de los comunistas en el partido revolucionario que eleve nuestra conciencia de clase para destruir a este sistema criminal (el capitalismo) y construir el socialismo.
¡PAZ ENTRE PUEBLOS Y GUERRA ENTRE CLASES!
¡SÓLO LA ORGANIZACIÓN DE LA CLASE OBRERA PONDRÁ FIN A LA BARBARIE DEL SISTEMA CAPITALISTA!
COMITÉ PROVINCIAL DE PCOE EN CÓRDOBA
Marichu Fernández
says:Es de Vergüenza que una Universidad se manifieste de esa forma. Ese Rector es tan cómplice del Genocidio como todos los Estados Europeos que no se definen y defienden al Pueblo Palestino.