La lucha no está en las urnas, está en las calles [ESP/CAT]

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El día 28 de este mes se desarrollarán las elecciones municipales a lo largo del Estado español, también en Cataluña. Y entre esas votaciones para administrar los ayuntamientos del Estado, descuellan la de las grandes ciudades entre las que se encuentra Barcelona.

Estas elecciones se producen en clave de elecciones generales que se celebrarán a finales de este año, en un marco de crisis absoluta, de decadencia del imperialismo y, más concretamente, del bloque imperialista en el que está alineado el Estado español.

La bancarrota del régimen capitalista se comprueba en los mensajes electorales que están dando en campaña las diferentes fuerzas políticas. No pueden ofrecer a la clase obrera nada más que empobrecimiento, explotación y una mayor represión, aparte de la defensa a ultranza de la propiedad privada, de la burguesía y sus intereses y la subordinación y obediencia debida de los explotados, de los parias, de las víctimas de la criminal explotación capitalista y su miserable Estado, criminalizando a todo aquel que ose discrepar.

Y en este escenario de quiebra absoluta, la burguesía no tiene más remedio que sacar a pasear a sus canes, a sus freikorps fascistas al objeto de que quede claro que la propiedad privada de los medios de producción es sacrosanta y que la clase obrera no puede más que defender los intereses de los monopolios, de los que juegan con la vida del pueblo con el único objetivo de lucrarse a costa de la pobreza y de la miseria de nuestra clase.

A pesar de la desorientación y de la falta de conciencia revolucionaria de nuestra clase, como consecuencia de un movimiento comunista débil donde todavía prepondera el oportunismo, en la ciudad de Barcelona sigue habiendo una clase obrera profundamente antifascista que desdeña al Estado fascista español y que, siempre que tiene oportunidad, sale a rechazarlo y a manifestar su desprecio a pesar de que ello lo haga con banderas que no son la suya.

Entre las encuestas electorales, donde siempre la burguesía manifiesta sus intereses para dirigir al pueblo trabajador hacia éstos, los medios del capital reiteran mensajes de que todo está abierto, o de resultados inciertos para diferentes Comunidades Autónomas y ayuntamientos, entre los que se halla el de la capital de Cataluña. Sin duda, las elecciones municipales arrojan un panorama mucho más fragmentado que otro tipo de votación y, además, pareciera que la burguesía no las tenga todas consigo en qué participación puede haber en estos comicios, que esta vez no se celebran junto a otras elecciones como aconteció en 2019, con las elecciones europeas en una situación de mucha más actividad como consecuencia de la efervescencia del Procès, hoy desinflado como consecuencia de la traición de la burguesía catalana a la causa de la autodeterminación, ya anunciada por nuestro partido entonces.

Otro motivo más para sacar a los freikorps nazis a pasear, para tratar de movilizar a la parte más reaccionaria, fundamentalmente en Barcelona, y agitar al pueblo para legitimar este sistema.

Es por todo ello por lo que el pistoletazo de salida de las elecciones municipales, el sistema lo diera en el corazón burgués de Barcelona, el barri de la Bonanova perteneciente al districte Sarrià-Sant Gervasi.

La burguesía, por un lado pretende agitar a la parte más reaccionaria y, por el otro, tratar de fortalecer a sus siervos oportunistas agitando el miedo fascista, a pesar de que el fascismo está vigente en este país desde 1939. Es la manera que tiene el Capital de adoctrinar y movilizar en torno a él para legitimar un sistema cada día más moribundo.

Prueba de ello, es que bajo esta “democracia” que dejó en herencia el asesino Franco y sus discípulos, los fascistas campan a sus anchas y los obreros que rechazamos el sistema seguimos sufriendo la represión de un Estado totalmente reaccionario.

Ada Colau, genuino producto del sistema capitalista, fue promocionada por el régimen, y apoyada en la propaganda emergente de las cloacas del Estado, alcanzó la alcaldía en 2015 con el apoyo de la clase obrera, del voto de nuestra clase de los barrios más obreros de nuestra ciudad, donde la participación creció. Ada Colau fue la criatura del sistema encargada de encauzar la indignación de un pueblo contra las medidas adoptadas por el capital contra la crisis de las subprime, al terreno de las urnas y de las instituciones como paso para sepultar la movilización y, como no, para desmovilizar al pueblo mediante el desengaño y el incumplimiento, como así ha ocurrido.

No hay dudas en que el ayuntamiento de Ada Colau no solo no ha plantado cara a la burguesía, sino que ha cumplido disciplinadamente con lo que le ordenaban sin rechistar además de encubrirlo con frases supuestamente progresistas. Colau es un fraude que no hubiera tocado la alcaldía de Barcelona si no fuera porque en 2015 prometió a los trabajadores una serie de cuestiones que no ha cumplido y en 2019, ya desgastada, porque el supremacista de Manuel Valls le dio apoyo incondicional para que no gobernara ERC, un supuesto partido independentista que para dicho movimiento es como Colau para la clase obrera, otro fraude. Recordemos lo que nuestro partido señalaba sobre Colau en 2020, y resulta que tras 8 años del govern del Canvi que nos ofrecía Colau y Els Comuns lo que tenemos es mucho más de lo mismo: Oportunismo, nacionalismo – donde Colau ha resucitado al vejestorio derechista de Trías- o fascismo y por supuesto el deber cumplido de Colau con quienes la crearon: La desvertebración y desactivación de la movilización, a lo que también ha colaborado el partido que gobierna la Generalitat. Al fin y al cabo ambos son iguales de socialdemócratas.

Ocho años de Colau en el Ajuntament han servido para resucitar a los muertos reaccionarios, para rehabilitar a CiU a través de Trías, para no dar satisfacción a las demandas de los trabajadores y de las trabajadoras barcelonesas, a los que cada día se nos hace más difícil poder pagar una vivienda y que somos cada día expulsados a vivir fuera de la ciudad a la par que crecen los pisos turísticos y la especulación inmobiliaria. ¡Gran labor la que Colau le ha hecho al Capital!

La única salida que tiene la clase obrera pasa por la destrucción del capitalismo y de su Estado para comenzar la construcción del socialismo y de la dictadura del proletariado. Para ello es necesario combatir a la burguesía y a su Estado, combatir con firmeza a la ideología burguesa y declarar la guerra sin cuartel al oportunismo, rompiendo con el interclasismo y la fragmentación de la lucha de la clase obrera uniendo todas las luchas de los diferentes sectores que conforman la clase obrera en una única lucha de clase contra la burguesía y su Estado, para romper con el capitalismo monopolista de Estado y construir el socialismo. Al fascismo y al capitalismo se les destruye por el camino de la Revolución Proletaria.

 

¡ABAJO EL ESTADO FASCISTA!

¡POR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA DE LA CLASE OBRERA!

¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO!

 

Barcelona, 24 de mayo de 2023

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya

(P.C.O.C.)

La lluita no està a les urnes, està als carrer

 

El día 28 d’aquest mes es desenvolupen les eleccions municipals al llarg de l’estat Espanyol, també a Catalunya. I entre aquelles votacions per administrar els ajuntaments de l’estat, descullen la de les grans ciutats entre les que està Barcelona.

Aquestes eleccions es produeixen en clau de eleccions generals que es celebrarán a finals d’aquest any, en un marc de crisi absoluta, de decadencia de l’imperialisme i, més concretament, del bloc imperialista en el qual está alineat l’estat Espanyol.

La bancarrota del règim capitalista es comproba en els missatges electorals que estàn donant en campanya les diferents forçes polítiques. No poden oferir a la classe obrera res més que empobriment, explotació i una major repressió, a part de la defensa a ultrança de la propietat privada, de la burgesia i els seus interessos i la subordinació i obediencia deguda dels explotats, els pàries, de les víctimes de la criminal explotació capitalista i el seu miserable estat, criminalitzant a tot aquell que gosi discrepar.

I en aquest escenari de fallida absoluta, la burguesia no té més remei que treure a passejar als seus canyes, als seus freikorps feixistes al objecte de que quedi clar que la propietat privada dels mitjans de producció es sacrosanta i que la clase obrera no pot més que defendre els interessos dels monopolis, dels que juguen amb la vida del poble amb el únic objectiu de lucrar-se a costa de la pobresa i de la miseria de la nostra classe.

Malgrat de la desorientació i falta de conciencia revolucionaria de la nostra classe, com a consecuencia de un moviment comunista débil on encara prepondera l’oportunisme, en la ciutat de Barcelona segueix havent una classe obrera profundament antifeixista que menysprea a l’estat feixista Espanyol i que, sempre que té oportunitat, surt a rebutjarlo i a manifestar el seu menyspreu a pesar de que allò ho fagi amb banderes que no siguin la seva.

Entre tantes enquestes electorals, on sempre la burguesia manifesta els seus interessos per dirigir al poble treballador cap a aquests, els mitjans del capital reiteren missatges de que tot está obert, o de resultats incerts per diferents comunitats autónomes i ajuntaments, entre els que es troba el de la capital de Catalunya. Sens dubte, les eleccions municipals donen un panorama molt més fragmentat que un altre tipus de votació i, a més, sembla que la burguesia no les tingui totes amb si en quina participació pot haber en aquests comicis, que aquest cop no es celebran junt amb altres eleccions com va esdevenir al 2019, amb les eleccions europees en una situació de molta més activitat com a conseqüència de la efervescència del Procès, avui desinflat com a conseqüència traïció de la burguesia catalana a la causa de la autodeterminació, ja anunciada pel nostre partit llavors.

Un altre motiu més per treure als freikorps nazis a passejar, per tractar de mobilitzar a la part més reaccionaria, fundamentalment a Barcelona, i agitar al poble per legitimar aquest sistema.

Es per tot allò pel que el tret de sortida de les eleccions municipals, el sistema ho donés al cor burgés de Barcelona, el barri de la Bonanova pertanyent al districte Sarrià-Sant Gervasi.

La burguesia, per un costat preté agitar a la part més reaccionaria i, per un altre, tractar de enfortir els seus serfs oportunistes agitant la por feixista, malgrat de que el feixisme está vigent en aquest país desde 1939. És la manera de legitimar un sistema cada cop més moribund.

Prova d’allò, es que sota aquesta «democracia» que va deixar en herencia l’assasí Franco i els seus deixebles, els feixistes campen a plaer i els obrers que refusem el sistema seguim patint la represió d’un estat totalment reaccionari.

Ada Colau,  genuí producte del sistema capitalista, fou promocionada pel régim, i recolzada en la propaganda emergent de les clavegueres de l’estat, va arribar a l’alcadía en 2015 amb el suport de la clase obreram del vot de la nostre classe dels barris més obrers de la nostra ciutat on la participació va créixer. Ada Colau fou la criatura del sistema encargada de canalitzar la indignació d’un poble contra les mesures adoptades pel capital contra la crisi e les subprime al terreny de les urnes i de les institucions com paso per sepultar la mobilització i, com no, per desmobilitzar al poble mitjançant el desegany i el incompliment, com aixì ha ocorregut.

No hi han dubtes de que l’ajuntament d’Ada Colau no només no ha plantat cara a la burgesia sinó que ha complert disciplinadament amb el que li ordenaven sense dir ni piu a més d’encobrir-ho amb frases soposadament progresistes. Colau es un frauque no hagués tocat la alcaldia de Barcelona si no fos porque en 2015 va prometre als treballadors una serie de cuestions que no ha complert i en 2019, ja desgastada, perquè el supremacista de Manuel Valls li va donar el seu suport incondicional per a que no gobernara ERC, un suposat partit independentista que per a aquest moviment es com a Colau per a la clase obrera, un altre frau. Recordem el que el nostre partit senyalaba sobre Colau en 2020, i resulta que després de 8 anys del Govern del Canvi que ens oferia Colau i Els Comuns el que tenim es molt més del mateix: oportunisme, nacionalisme – on Colau ha ressuscitat al vell de Trías- o feixisme i per descomptat el deber complert de Colau amb qui la van crear: la desvertebració i desactivació de la mobilització, al que també va colaborar el partit que goberna la generalitat. Al cap i a la fi tots dos son igual de socialdemócrates.

Vuit anys de Colau en el ajuntament han servit per ressuscitar als morts reaccionaris, per rehabilitar a CiU a través de Trías, per no donar satisfacció a les demandes dels treballadors i de les treballadores barcelonines, als que cada día se’ns fa més difícil poder pagar un habitatge i que som cada dia expulsats a vivir fora de la ciutat a la par que creixen els pissos turístics i la especulació inmobiliaria. Gran labor la que Colau ha fet al capital!

La única sortida que té la classe obrera passa per la destrucció del capitalisme i del seu estat per començarla construcció del socialisme i de la dictadura del proletariat. Per això és necessari combatir a la burguesia i al seu estat combatir amb fermesa a la ideología burgesa i declarar la guerra sense caserna a l’oportunisme, trencant amb l’interclassisme i la fragmentació de la lluita de la classe obrera unint totes les lluites dels diferents sectors que conformen la classe obrera en una única lluita de classe contra la burgesia i el seu estat, per trencar amb el capitalisme monopolista d’estat i construir el socialisme. Al feixisme i al capitalisme se’ls destrueix pel camí de la revolució proletaria.

 

¡ABAIX L’ESTAT FEIXISTA!

¡PER LA UNITAT REVOLUCIONARIA DE LA CLASSE OBRERA!

¡PER LA CONSTRUCCIÓ DEL SOCIALISME!

Barcelona, 24 de mayo de 2023

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya

(P.C.O.C.)

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