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La Comunidad de Madrid, punto del constante saqueo y corrupción de la burguesía

EspeAg
 
El ejecutivo de la Comunidad de Madrid malgastó 15 millones de euros a través de 345 tarjetas bancarias que emitían entidades como Bankia, Santander, Caixabank, Banco Caja España y American Express, con los gobiernos de Aguirre y su mano derecha Ignacio González entre los años 2008 y 2015. Estos “gastos desconocidos” corresponden a un desglose que realiza la Cámara de Cuentas en el informe sin que consten medidas de control alguna. La presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, en su día afirmaba que los españoles sabían lo duro que eran los recortes, las reformas, y que no quedaba más que acometerlas y no posponerlas. Pero en esencia estos psicópatas actúan con despotismo manejando todo en su interés, con planes sistemáticos de destrucción de los servicios, de saqueo en busca del lucro privado. 

Quince millones de euros repartidos en tarjetas durante años, que en el informe del Tribunal de Cuentas se indica que no había ningún marco regulador para su uso y que hubo organismos que ni han respondido al Tribunal de Cuentas sobre su utilización. El informe señala que alrededor 145.000 euros no tienen ni siquiera una justificación. Dicho informe expone además que algunos de esos gastos no eran de altos cargos, que “realizaban viajes oficiales con reiteración, singularmente al extranjero”. Pone ejemplos. Un cargo del IFEMA gastó más de un millón de euros con la American Express; otro directivo del grupo más de 100.000 con una tarjeta de Bankia, y otros 53.000 euros tal como informa “El País”. 

Asimismo, se señala que en el 2011 se registraron gastos por valor de 8.800 euros realizados por una persona vinculada al IFEMA, a quien concedían dietas diarias de 100 euros sin justificar. En Metro de Madrid el gasto en 2008 fue en total de 142.000 euros. 

Todo esto se encuadra en un marco de intereses privados de la burguesía. La Comunidad de Madrid se ha convertido en la región que demuestra como antepone sus intereses la burguesía, tanto en lo social como en lo político, con sus diferentes prácticas. Una naturaleza parasitaria de la clase dominante que se traduce en dominar y no gobernar, expoliar y no administrar, que, pese a las diferencias de los distintos partidos burgueses en sus variantes, su práctica es el poder y el enriquecimiento de todas las posturas ideológicas de los partidos con representación parlamentaria. 

La política burguesa en cualquiera de sus variantes (socialdemocracia o fascismo), no es más que tensiones abstractas en base a intereses sociales de la clase dominante, donde políticos que se contradicen en los principios que proclaman al pueblo en sus discursos, van cambiando a veces de partido a otros que parecen en abstracto alejados ideológicamente y de siglas, pero que buscan su beneficio y el sostenimiento del capitalismo. 

De esta forma prima la necesidad de la burguesía de perpetuar su poder capitalista tanto por la denominada “derecha” (fascistas como PP, Ciudadanos, VOX), la supuesta izquierda como PSOE (fascistas enmascarados) o la “izquierda del cambio” (oportunistas en todas sus variantes, PODEMOS, IU, Más Madrid). Su esencia fundamental es no dejar que el Estado Capitalista se desmorone e incluso (dependiendo del contexto social y concreto) le sirve a la clase dominante cuando le interesa en ciertos momentos como palanca del capitalismo. 

Lo cual quiere decir que todos ellos siguen sosteniendo lo mismo, el capitalismo, lo que permite al Capital manejar los parlamentos según sus necesidades. 

La corrupción, los beneficios políticos, utilización de lo público para sus intereses, separación de poderes – que es una falacia-, etc.., se encuadran en un marco en el que se instala la idea de “siempre hubo de eso” como verdad tan vieja como la humanidad organizada socialmente. Pero esto de “siempre hubo” es una superficialidad atemporal cuando esta actividad es histórica y social, no natural, con lo cual se puede transformar. Lo que sí es cierto es que, dentro de este contexto social donde la burguesía se beneficia de su poder, ciertos delitos son tratados y valorados de forma bien diferente según sea la posición social del delincuente. 

Todo carcomido a favor del capitalismo, en la corrupción, quebrado económicamente y políticamente, con la burguesía saqueando con impunidad al pueblo, engañándolo. Nos hablan de combatir la corrupción como forma de desviar la atención del pueblo trabajador de la verdadera raíz de la corrupción generalizada, el sistema capitalista en el cual la burguesía busca su máximo beneficio. 

Se llama austeridad a la selección de prioridades de la clase dominante en su interés privado, el artificio contrario “al bien común y social”, una hegemonía de diversos intereses de una burocracia que gobierna para el Capital y su beneficio particular. 

Recopilando en el conjunto del Estado español, el “indultómetro Civio” que realiza investigaciones a fondo sobre los indultos concedidos desde 1996 publica que bajo los gobiernos del PP y PSOE se concedieron 227 indultos, la mayoría de ellos a condenados por corrupción. Pero no debería sorprendernos la dinámica de un sistema cuya acumulación originaria fue producto de violencia, fraude, robo y genocidio. Por ello se sigue fundamentando el robo “legal”, el utilizar lo público para el interés privado mientras que la mayoría social, la clase trabajadora, trabaja y mal vive, para engordar así las riquezas y beneficios personales de una minoría que matiene sus privilegios. 

Expolio de lo público, tráfico de influencias, facilitación de contratos públicos, falsificación de informes, fraude a hacienda, financiación ilegal, blanqueo de capitales, etc.…, prácticas del personal del Estado y la clase que representan. Toman la administración usada para el interés de la burguesía, que no es satisfacer las necesidades sociales sino el lucro y beneficio. 

Esto es un reflejo más de un sistema económico en bancarrota. Lo único que nos ofertan los gobiernos de la burguesía del monopolio es explotación, corrupción, utilización de lo público para el interés privado, mientras cada vez la clase trabajadora vive peor, son más pobres incluso disponiendo de trabajo, los jóvenes no se pueden emanciparse y la sociedad no tiene cubiertas las necesidades reales en su conjunto. 

La clase trabajadora no tiene otra salida que acabar con el sistema capitalista para liberarse de las condiciones sociales impuestas por la burguesía, su sistema criminal y corrupto que busca el constante beneficio mientras el pueblo paga sus consecuencias a diario. 

El PCOE hace un llamamiento a todos los trabajadores a unirse y organizarse para conquistar el poder social y político a través el socialismo, para conquistar la producción y que su beneficio se reinvierta en la sociedad. También a unirse y organizarse junto a los diferentes sectores de nuestra clase social como estudiantes, jubilados, parados, etc…, en el Frente Único del Pueblo en todos los lugares del país, con el objetivo de acabar con la explotación, con los ladrones capitalistas que nos gobiernan y nos arrebatan toda la riqueza que se produce con nuestro esfuerzo y se concentra en unas pocas manos, y ponerla en manos de la clase trabajadora para su beneficio social, al servicio de la mayoría del pueblo. 

Hacemos un llamamiento al pueblo trabajador para que no se deje engañar por los partidos políticos de la burguesía (desde PP, Cs y VOX, pasando por PSOE, hasta Podemos, IU, Más Madrid), porque ninguno, como se viene demostrando, defiende los intereses de la clase trabajadora, y ninguno de ellos eliminará los problemas de los trabajadores. 

Solamente adueñándonos de lo que nos corresponde como fruto de nuestro trabajo, e instaurando un sistema político que defienda nuestros intereses, el socialismo, acabaremos con su circo.

 

¡DERROTEMOS EL CAPITALISMO CORRUPTO! 
¡DERROTEMOS A LA EXPLOTACIÓN! 
¡CREEMOS UNA SOCIEDAD NUEVA! 
¡POR EL SOCIALISMO!
 

Comité Regional de Madrid del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)