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La banca continúa su desfalco a la clase obrera mientras el gobierno ‘progresista’ aplaude

Desde que comenzó la pandemia, los grandes bancos españoles que cotizan en el Ibex-35 –Bankinter, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Santanderhan obtenido unas ganancias netas de 22.897 millones de euros. Un gran porcentaje corresponde a CaixaBank, incluyendo los resultados de 2020 de Bankia, entidad que absorbió a primeros de este año con el beneplácito del gobierno de coalición entre los socialfascistas del PSOE y los oportunistas de PODEMOS-IU-PCE, esos que iban a recuperar el dinero del rescate bancario pero que en su lugar se ponen de lado ante una nueva fusión que afianza el poder de los monopolios y perjudica a la clase trabajadora.

Mientras tanto, esas mismas entidades que fueron rescatadas con dinero público y que actualmente reciben 70.000 millones en impuestos que no pagan y garantía del Estado para 110.000 millones de euros en créditos de dudoso cobro, continúan desahuciando a miles de familias a pesar del tan cacareado ‘escudo social’, siendo precisamente los bancos rescatados con dinero público los que más han desahuciado.

Con esas ayudas millonarias recibidas por los bancos, estos además se han encargado de enviar al paro a más de 17.000 trabajadores con la excusa de la pandemia –que como hemos visto les ha generado suculentos beneficios– a través de numerosos EREs. En otros sectores, los ERTEs, la medida estrella del gobierno de coalición que no es más que una transferencia de dinero público a manos privadas, y que ya han sido usados de forma fraudulenta por más de 5.700 empresas, se convierten paulatinamente en EREs, reconociendo el propio Banco de España la ineficacia de esta medida.

Todas estos desmanes de los monopolios bancarios contrastan con las supuestas intenciones de Podemos de crear una banca pública, medida que cada cierto tiempo los oportunistas usan como propaganda ante el cada vez mayor desengaño de la clase trabajadora, que tiene que escuchar una y otra vez las promesas vacías de los socios de gobierno de ‘los del GAL y la cal viva’, teatralizando un supuesto enfrentamiento interno en el seno del ejecutivo para justificar así la aplicación de nuevas medidas contrarias a los trabajadores. Banca pública era Bankia, que fue rescatada con dinero público para posteriormente ser regalada de nuevo a manos privadas. En lugar de socializar toda la banca, Podemos pretende crear otro banco con dinero público que después podrá ser igualmente regalado a los monopolios, que ya han demostrado de sobra ser quienes de verdad dirigen el Estado.

Queda demostrado una vez más que ningún gobierno, ni los abiertamente reaccionarios, ni la pata izquierda del sistema, puede reformar este sistema criminal y lleno de podredumbre, pues como hipócritamente fingía haber descubierto recientemente el oportunista Pablo Iglesias, el gobierno no tiene el poder del Estado. El Estado es un entramado mucho mayor que el propio gobierno, una herramienta de dominación de una clase sobre otra, que en España está en manos de fascistas –empresarios, jueces, ejército– que gracias a la traición del PCE se levantaron siendo demócratas un día de 1977.

Por ello la única salida para la clase obrera es la destrucción de este Estado fascista y la construcción de un Estado obrero que ponga en manos del pueblo trabajador todos los medios de producción y la riqueza generada, construyendo así el socialismo como paso previo al comunismo y garantizando de una vez por todas el bienestar de la gran mayoría trabajadora.

 

¡Socialismo o barbarie!

Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)