Inflación, rescate y burbujas: La esencia del capitalismo es la usura [ESP/GAL]

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Si en el año 2020 el Banco Central Europeo fijaba un límite de inflación máxima del 2%, actualmente en España la inflación asciende al 10’2% frente al 8’6% que hay de media en la zona euro y en EEUU.

Al contrario de lo que se afirma desde los medios de comunicación del régimen, esta situación no viene provocada por la guerra en Ucrania ni mucho menos. En primer lugar porque esta tendencia inflacionista comienza en el primer trimestre de 2021 y alcanza el 7’6% a principios de febrero del año en curso, todo esto antes del estallido de la guerra abierta en Ucrania.

Donde debemos fijar la vista para tratar de darle una explicación veraz a esta situación es en la política monetaria que vienen realizando los bancos centrales (tanto el BCE como la FED) desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, con su consecuente crisis mundial, en el año 2007. Ahí se dio el pistoletazo de salida a la nueva política monetaria basada en la estimulación artificial de la economía, mediante las inyecciones masivas de liquidez y los tipos de interés a cero o incluso negativos.

Esto se aceleró bruscamente durante la crisis de 2020, cuando la oligarquía financiera sacó la “artillería pesada contra el coronavirus”, resultando en una barra libre de dinero para Estados, bancos y empresas.

 

Evidentemente, si la economía mundial sufre un parón repentino de la práctica totalidad de la producción y aun así se continúa imprimiendo dinero – respaldado en la nada – éste se devalúa, aumentando los precios. En palabras de Karl Marx:

“Según la ley de la circulación de mercancías, la masa de dinero debe ser igual al volumen de dinero necesario para la circulación, más una cantidad de dinero que se encuentra en forma de tesoro y aumenta o disminuye según la contracción o la expulsión de la circulación”.

Debido a esta situación económica, los Bancos Centrales se están viendo obligados a aplicar medidas con las que tratan de paliar la inflación. De momento, la FED ha anunciado una subida de tipos de interés de 75 puntos básicos hasta alcanzar el 1,5% y el BCE otra subida de 25 puntos básicos. Esta subida más tímida en la zona euro se debe a la espera de un mayor impacto económico, ya que en palabras del mayor banco de inversión suizo UBS “el invierno al que se enfrenta Europa es terrorífico”.

A principios del mes de junio el BCE anunciaba públicamente el fin de compra de deuda soberana de los Estados, sin embargo, a mediados de mes se vio obligado a dar marcha atrás y anunció extraoficialmente un rescate a los países PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) mediante una refinanciación de sus deudas. Este rescate no es incondicional, viene acompañado de un paquete de recortes que se esperan tanto en servicios públicos como en pensiones.

Todo lo hasta ahora comentado nos muestra a las claras que el imperialismo yanki y europeo están terriblemente debilitados, endeudados y en franca decadencia. Sin embargo, el otro polo imperialista que hoy se erige como hegemónico encabezado por China y Rusia presenta unas deudas mucho más moderadas: 68% y 17% respectivamente.

Y aunque existen algunos horizontes que anuncian un estallido de la burbuja china, lo cierto es que no se espera que impacte tanto como a Estados Unidos la caída de Lehman Brothers. Y es que China y Rusia tienen unas reservas de recursos que nada tienen que envidiar a las de Occidente, aparte de un ahorro doméstico mucho más elevado.

Recordando el estallido de Lehman Brothers, no son pocos los economistas que auguran un nuevo estallido de burbuja inmobiliaria, Jeremy Grantham advierte sobre una superburbuja en los EEUU cuyos efectos en la economía podrían ser devastadores. Y esto no es en absoluto descabellado teniendo en cuenta que el precio de la vivienda se encuentra en valores cercanos a la anterior burbuja y que 2021 fue el año con más compra de vivienda desde el estallido de la burbuja del 2007.

En los últimos meses estamos asistiendo también a un crack en el mercado de las criptomonedas, que previamente presumían de ser un supuesto valor refugio.

En enero de 2022, JPMorgan afirmaba:

“Muchos están comprando criptomonedas (persiguiendo en nuestra opinión) porque las criptomonedas están superando significativamente a otras clases de activos, creemos que los méritos del bitcoin soportarán fluctuaciones de valor a corto plazo, tanto en términos de escasez digital como también como una buena reserva de valor”.

Para después ver con nuestros propios ojos que el precio del Bitcoin ha pasado a representar sólo la mitad seis meses después. Las caídas originadas en junio estaban sobre todo motivadas por la subida de la inflación y otras criptomonedas como Luna perdieron todo su valor (irónicamente, se le llamaba “stablecoin”). Pese a todo, al representar tan solo un 1% de los mercados mundiales, es poco probable que el crash de las criptomonedas se traduzca en una crisis económica.

Vemos que, de todas formas, esos activos que eran omnipotentes y a los que no les afectaban los condicionantes de los activos “al uso” se comportan exactamente igual y que no eran más que otra carnaza que alimentaba la economía de la usura, una engañifa más de un sistema basado en la estafa que trataba de convencer a los pobres de que podían hacerse ricos.

Este breve análisis sobre la situación económica actual pone de relieve la esencia usurera y estafadora de un sistema que se fundamenta en la estafa, y que supone un freno para el desarrollo de la humanidad, como es el capitalismo. El momento es de lucha, de construir un poder obrero y popular alternativo al Estado burgués que se erija en contrapoder de éste y que sea capaz de abrir el camino a la única alternativa que tenemos hoy los trabajadores: acabar con el capitalismo y construir el socialismo.

 

¡EL CAPITALISMO ES ROBO, USURA Y GUERRA!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Secretaría de Agitación y Propaganda del PCOE en Galicia

Inflación, rescate e burbullas: A esencia do capitalismo é a usura

 

Se no ano 2020 o Banco Central Europeo fixaba un límite de inflación máxima do 2%, actualmente en España a inflación ascende ao 10’2% fronte ao 8’6% que hai de media na zona euro e en EEUU.

Ao contrario do que se afirma desde os medios de comunicación do réxime, esta situación non vén provocada pola guerra en Ucraína nin moito menos. En primeiro lugar porque esta tendencia inflacionista comeza no primeiro trimestre de 2021 e alcanza o 7’6% a principios de febreiro do ano en curso, todo isto antes do estalido da guerra aberta en Ucraína.

Onde debemos fixar a vista para tratar de darlle unha explicación veraz a esta situación é na política monetaria que veñen realizando os bancos centrais (tanto o BCE como a FED) desde o estalido da burbulla inmobiliaria, coa súa consecuente crise mundial, no ano 2007. Aí deuse o pistoletazo de saída á nova política monetaria baseada na estimulación artificial da economía, mediante as inxeccións masivas de liquidez e os tipos de interese a cero ou mesmo negativos.

Isto acelerouse bruscamente durante a crise de 2020, cando a oligarquía financeira sacou a “artillería pesada contra o coronavirus”, resultando nunha barra libre de diñeiro para Estados, bancos e empresas.

 

Evidentemente, se a economía mundial sofre un parón repentino da práctica totalidade da produción e aínda así continúase imprimindo diñeiro – apoiado na nada – este devalúase, aumentando os prezos. En palabras de Karl Marx:

“Según la ley de la circulación de mercancías, la masa de dinero debe ser igual al volumen de dinero necesario para la circulación, más una cantidad de dinero que se encuentra en forma de tesoro y aumenta o disminuye según la contracción o la expulsión de la circulación”.

Debido a esta situación económica, os Bancos Centrais están a verse obrigados a aplicar medidas coas que tratan de paliar a inflación. De momento, a FED anunciou unha subida de tipos de interese de 75 puntos básicos ata alcanzar o 1,5% e o BCE outra subida de 25 puntos básicos. Esta subida máis tímida na zona euro débese á espera dun maior impacto económico, xa que en palabras do maior banco de investimento suízo UBS “o inverno ao que se enfronta Europa é terrorífico”.

A principios do mes de xuño o BCE anunciaba publicamente o fin de compra de débeda soberana dos Estados, con todo, a mediados de mes viuse obrigado a dar marcha atrás e anunciou extraoficialmente un rescate aos países PIGS (Portugal, Italia, Grecia e España) mediante un refinanciamento das súas débedas. Este rescate non é incondicional, vén acompañado dun paquete de recortes que se esperan tanto en servizos públicos como en pensións.

Todo o ata agora comentado móstranos ás claras que o imperialismo ianki e europeo están terriblemente debilitados, endebedados e en franca decadencia. Con todo, o outro polo imperialista que hoxe se erixe como hexemónico encabezado por China e Rusia presenta unhas debedas moito máis moderadas: 68% e 17% respectivamente.

E aínda que existen algúns horizontes que anuncian un estalido da burbulla chinesa, o certo é que non se espera que impacte tanto como a Estados Unidos a caída de Lehman Brothers. E é que China e Rusia teñen unhas reservas de recursos que nada teñen que envexar ás de Occidente, a parte dun aforro doméstico moito máis elevado.

Lembrando o estalido de Lehman Brothers, non son poucos os economistas que auguran un novo estalido de burbulla inmobiliaria, Jeremy Grantham advirte sobre unha superburbuja nos EEUU cuxos efectos na economía poderían ser devastadores. E isto non é en absoluto desatinado teniendo en cuenta que o prezo da vivenda atópase en valores próximos á anterior burbulla e que 2021 foi o ano con máis compra de vivenda desde o estalido da burbulla do 2007.

Nos últimos meses estamos a asistir tamén a un crack no mercado das criptomonedas, que previamente presumían de ser un suposto valor refuxio.

En xaneiro de 2022, JPMorgan afirmaba:

“Moitos están a comprar criptomonedas (perseguindo na nosa opinión) porque as criptomonedas están a superar significativamente a outras clases de activos, cremos que os méritos do bitcoin soportarán fluctuaciones de valor a curto prazo, tanto en termos de escaseza dixital como tamén como unha boa reserva de valor”.

 

Para despois ver cos nosos propios ollos que o prezo do Bitcoin pasou a representar só a metade seis meses despois. As caídas orixinadas en xuño estaban sobre todo motivadas pola subida da inflación e outras criptomonedas como Luna perderon todo o seu valor (ironicamente, chamábaselle “stablecoin”). A pesar de todo, ao representar tan só un 1% dos mercados mundiais, é pouco probable que o crash das criptomonedas tradúzase nunha crise económica.

Vemos que, de todos os xeitos, eses activos que eran omnipotentes e aos que non lles afectaban os condicionantes dos activos “ao uso” compórtanse exactamente igual e que non eran máis que outra carnaza que alimentaba a economía da usura, unha engañifa máis dun sistema baseado na estafa que trataba de convencer aos pobres de que podían facerse ricos.

Esta breve análise sobre a situación económica actual pon de relevo a esencia usurera e estafadora dun sistema que se fundamenta na estafa, e que supón un freo para o desenvolvemento da humanidade, como é o capitalismo. O momento é de loita, de construír un poder obreiro e popular alternativo ao Estado burgués que se erixa en contrapoder deste e que sexa capaz de abrir o camiño á única alternativa que temos hoxe os traballadores: acabar co capitalismo e construír o socialismo.

 

O CAPITALISMO É ROUBO, USURA E GUERRA!

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Secretaría de Axitación e Propaganda do PCOE en Galiza

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