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Elecciones catalanas retratan al Estado fascista y los une a los que trafican con Cataluña y Euskadi

El periodo político contemplado entre las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017 y las que se celebrarán el próximo 14 de febrero en Cataluña son otro botón de muestra del carácter fascista del Estado español.

Hemos de recordar cómo se celebraron las elecciones del 21 de diciembre de 2017, apaleando el Estado al pueblo de Cataluña el 1 de Octubre para impedir el Referéndum, liquidando un gobierno elegido en las urnas, interviniendo la Generalitat de Cataluña, persiguiendo judicialmente a miles de catalanes, encarcelando a dirigentes políticos y sociales, enviando al exilio al President de la Generalitat y varios de sus Consellers.

El corrupto y fascista gobierno de Rajoy, apoyado por el PSOE de Pedro Sánchez, y jaleado por toda la cohorte de fascistas, hizo todo lo expresado y decidió convocar las elecciones autonómicas del 21 de diciembre de 2017.

Una vez se celebraron las elecciones, y ante el escenario que arrojaron, donde las fuerzas políticas defensoras del 1 de Octubre tuvieron los votos necesarios para conformar gobierno, y el vapuleo recibido por el PP, el Estado español impidió que se eligiera President a aquél que reunía el apoyo mayoritario de la Cámara, Carles Puigdemont, encarceló al siguiente candidato que propuso el Parlament, Jordi Turull, inhabilitó a diputados electos a los que tiene encarcelados, inhabilitó al President de la Generalitat Quim Torra por el mero hecho de mantener una pancarta en la fachada del Palau de la Generalitat, y ahora la Judicatura ha determinado la fecha electoral, importándole bien poco la situación de pandemia. Asimismo, el CIS no está dudando en tratar de inferir en el sentido del voto de los catalanes con una primera encuesta que salió una semana antes de lo que por sus propias leyes correspondía, sacándose de la manga una segunda encuesta “flash” al objeto de promocionar al caballo favorito para los intereses del capitalismo monopolista en estas elecciones: Illa del PSC.

El próximo 14 de febrero se celebrarán las elecciones autonómicas catalanas, y escuchamos diariamente a los esbirros del capital que parlotean en nombre de los partidos políticos burgueses la necesidad de participación del pueblo, unos para llevar a cabo una Declaració Unilateral d’Independència (DUI), otros para incrementar la base para la autodeterminación, otros para barrar el derecho a la autodeterminación de Cataluña y garantizar la premisa franquista de la “unidad de España”. Palabras rimbombantes para tapar la incapacidad de la burguesía para solucionar los problemas del pueblo y salir de la situación de atoramiento en la que se halla el sistema, pues la raíz del problema son precisamente la burguesía, su Estado y su base económica. Palabrería huera para seguir engañando a la clase obrera, huérfana de un partido comunista potente que tenga capacidad de influir decisivamente en las masas proletarias y pueda organizarlas y dirigirlas hacia una solución revolucionaria, hacia la construcción del socialismo, única vía para acabar con los problemas que acucian a la clase obrera.

El pasado lunes 1 de febrero, el PNV a través del presidente del Euzkadi Buru Batzar, Josu Ortuzar, apoyaba al PdeCAT y su propuesta para lograr un referéndum de autodeterminación pactado, y que ello no es posible sin mirar a Madrid para pactar el mismo y mirar a Bruselas para que Cataluña obtenga un reconocimiento internacional pues, señalaba Ortuzar, la autodeterminación y la consecución de la independencia es imposible sin un reconocimiento internacional.

Como puede comprobarse por las palabras de Ortuzar, el derecho a la autodeterminación en realidad no existe, puesto que una nación ya no se autodetermina ella por sí misma y la voluntad democrática expresada por sus ciudadanos, sino que tiene que ser “reconocido” por las potencias imperialistas, es decir, deja de ser un derecho democrático de una nación que se convierte en la voluntad de las potencias imperialistas sobre cómo debe configurarse el mundo.

Sin duda los hechos, al igual que Ortuzar, dan la razón a Lenin que calca a la perfección en “Sobre la caricatura del marxismo y el ‘economismo imperialista’” cuando señalaba que “Tanto en política exterior como en el interior, el imperialismo tiene por igual a conculcar la democracia, tiende a la reacción. En este sentido resulta indiscutible que el imperialismo es la ‘negación’ de la democracia en general, de toda la democracia, y no solo, en modo alguno, de una de las reivindicaciones de la democracia, a saber: la autodeterminación de las naciones”. Hoy la dictadura de la burguesía no se expresa de la misma forma que se expresaba con el capitalismo premonopolista, ni tampoco se expresa en términos de democracia burguesa pues la propia burguesía cada vez es menor, proletarizándose a pasos agigantados la pequeña y la mediana burguesía condenadas inexorablemente a la ruina, la concentración del capital en un puñado de manos, oligarcas, es mayor y, por tanto, al desaparecer la competencia por completo y estar entronizado el capitalismo monopolista, el imperialismo, ésta concentración también tiene su reflejo en la superestructura, en la dominación política del capital financiero, en la imposición del fascismo que, como definía Jorge Dimitrov, “es el poder propio del capital financiero”.

Es normal que el PNV salga en defensa del PdeCAT, ambos son dos fuerzas políticas de derechas que chalanean con Euzkadi y con Cataluña. Ahí está el PNV y CiU, posteriormente PdeCAT para tapar la inmensa corrupción de Convergència, haciendo la política de “peix al cove” tanto con el PSOE del GAL como con el fascista PP, siempre votando en el parlamento todas las agresiones posibles contra la clase obrera haciendo negocio con las naciones que dicen defender y que, en realidad, no son más que instrumentos para la obtención de prebendas para las facciones de la burguesía periférica que ellos representan.

De hecho, tanto el PNV como el PdeCAT como también Junqueras y Puigdemont cuando hablan del reconocimiento internacional y defienden la UE, traicionan a la emancipación nacional de Cataluña y del País Vasco. Y es que defienden el imperialismo europeo, la UE donde en su parlamento el pasado mes de noviembre votó en contra del derecho a la autodeterminación dentro de la UE, o lo que es lo mismo, contra el derecho a la autodeterminación de Cataluña, Euskadi o Galicia, por ejemplo.

Y es que bajo el imperialismo el derecho a la autodeterminación es una quimera, la emancipación nacional únicamente puede venir de la mano de la emancipación de la clase obrera, del socialismo. Sin duda, la disyuntiva en el mundo actual, la contradicción fundamental, es o socialismo o imperialismo.

 

Madrid, 6 de febrero de 2021

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)