El PCE como sustento del régimen explotador del 78

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Hace unos días supimos que el juzgado número 30 de Madrid de lo contencioso había paralizado la emisión por parte de Correos de un sello conmemorativo del centenario de la fundación del PCE a raíz de una petición de la organización fascista Abogados Cristianos, considerados “el martillo de la secta ultracatólica El Yunque, grupo paramilitar secreto de origen mexicano.

Ya anteriormente, los partidos políticos abiertamente fascistas como el PP, VOX o Ciudadanos protestaron contra la emisión del sello, lo cual fue tomado como pretexto por parte de militantes del PSOE y Unidas Podemos para hacer una “defensa” del PCE basada en que este partido fue el responsable de que se aprobara la Constitución del 78 o de que hoy en día “disfrutemos de la democracia actual”, como si esto fuese positivo. Entre ellos tenemos a Alberto Garzón, ministro de Consumo del gobierno y coordinador de Izquierda Unida, que en un tuit afirmóPP, Cs y VOX olvidan siempre que, a diferencia de ellos y de sus matrices históricas, el PCE fue esencial para la recuperación de la democracia y para la propia Constitución. Estos tres partidos no son constitucionalistas sino simples reaccionarios”.

Es decir, la defensa que hacen del PCE, no es del PCE histórico, el que hizo frente (aún estando en minoría en aquella época) a la dictadura de Primo de Rivera, el que se enfrentó al levantamiento fascista en 1936 y despertó las esperanzas de la clase trabajadora española por su ejemplo y organización, o el que, ya en la clandestinidad, combatió al régimen franquista, ya fuera de manera armada (los maquis) o mediante la organización de los trabajadores.

Se reivindica al PCE que a partir de 1956, bajo el liderazgo de Dolores Ibárruri, aprobó la política de reconciliación nacional, que apostaba por la paz entre explotadores y explotados, abandonando por completo su carácter de clase. Al PCE carrillista que tras perseguir a los que combatían su deriva ideológica abandonó la línea marxista-leninista en pos del eurocomunismo, transformándolo en una organización revisionista e inofensiva para la burguesía. Ese PCE que para ser legalizado tuvo que aprobar los Pactos de la Moncloa y la constitución del 78, que defiende la monarquía heredera del dictador Franco como forma de estado y que blinda al sistema capitalista a través de sus artículos 33 y 38, que defiende la propiedad privada de los medios de producción y que reconoce “la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado”.

No es de extrañar en este contexto que figuras como el fascista Albert Rivera salieran en defensa del PCE de Carrillo cuando el 2 de marzo del 2016 dijo en el parlamento que “aquellos hombres y mujeres trajeron libertad, igualdad, amnistía, autonomía y se dieron la mano bajo una misma bandera y una misma constitución y hubo muchas renuncias de aquel Partido Comunista (PCE) pero demostraron tener sentido de Estado. Yo quiero hoy homenajear a aquellos hombres y mujeres que independientemente de su ideología eran capaces de participar. ¿Cuántos ministerios y secretarías de estado pedían desde el PCE? Ninguna, sólo pedían libertad”.

Y si nos atenemos a los últimos tiempos, hemos podido ver cómo dos ministros provenientes de este partido han avalado las políticas represivas del actual gobierno español, con una ministra de Trabajo (del PCE) que ha tragado con la Reforma Laboral del presidente Rajoy, que ha alabado a empresas explotadoras como Inditex o al actual presidente estadounidense Joe Biden y que no ha dejado de llamar a la colaboración con un régimen abiertamente anti-comunista como es el ucraniano, que ha ilegalizado a partidos comunistas y tiene en prisión a sus militantes, como es el caso de los hermanos Kononovich. En ningún momento los militantes del PCE, incluyendo a los que están ocupando ministerios en el actual gobierno, han pedido solidaridad por los presos comunistas ucranianos, como nunca lo han hecho con otros presos comunistas en el Estado Español, como es el caso del Camarada Arenas.

Claro que las instituciones del Estado fascista español celebran al PCE, porque este, a día de hoy, no es el mismo que combatía al fascismo y al padre de este (el capitalismo), sino que forma parte del propio sistema que explota a nuestra clase y que defiende los intereses de la burguesía, ejerciendo de apaga-fuegos de las protestas de los trabajadores encauzándolas por la vía parlamentaria burguesa, con falsas promesas de mejora para su situación como explotados.

En este sentido, el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) no puede más que sentir desprecio hacia quienes bajo las siglas y símbolos del comunismo empañan el legado de revolucionarios como José Díaz y nuestro deber es denunciarlos como los oportunistas que son.

Desde nuestra organización animamos a la clase obrera a recuperar no sólo la Memoria de todos los hombres y mujeres que dieron su vida por la clase trabajadora con su militancia en el PCE histórico, el combativo (no el dócil con los explotadores), sino a tomar sus ideas y el relevo en la lucha que ya iniciaron. Para ello es necesario la unión de las diferentes luchas populares en un Frente Único del Pueblo que canalice todas estas reivindicaciones en pos de la construcción del socialismo.

 

¡POR EL COMUNISMO!

¡CONTRA LOS OPORTUNISTAS!

 

COMITÉ PROVINCIAL DEL PCOE EN CÓRDOBA

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