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El capitalismo y la salud mental

En 2011, la Organización Mundial de la Salud publicaba un estudio titulado “Impact of economic crises on mental health” [1], en el que se analizaba el impacto en la salud mental de la crisis económica iniciada en 2007.

En este estudio se comprobaba la relación entre el cambio en la tasa de suicidios con respecto al cambio en la desigualdad según los valores del coeficiente de Gini en determinados países europeos.

Se comprobaba igualmente el riesgo de padecer enfermedades mentales en personas que veían incrementadas sus deudas económicas.

En ambos casos se encontró una relación entre esos factores económicos y el incremento de enfermedades mentales y suicidios.

En 2017, investigadores y miembros del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental CIBERSAM, del Instituto Universitario de Neurociencias del Principado de Asturias INEUROPA, del Servicio de Salud del Principado de Asturias SESPA, del Departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación de la Universidad de Oviedo y del National Suicide Research Foundation de Cork, Irlanda, publicaban un artículo en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental de la Sociedad Española de Psiquiatría titulado “Suicidio, desempleo y recesión económica en España” [2], en el que investigaban la relación entre desempleo y suicidio.

En dicha investigación, se encontró una relación entre desempleo y suicidio en el periodo previo a la crisis de 2007. En ese periodo (1999-2007), en la población total, cada incremento del 1% en la variación anual de desempleo se asoció a un 6,90% de incremento en la variación anual de suicidio. En hombres en edad laboral, el 1% de variación anual de desempleo se asoció a un 9,04% de incremento en la variación anual de suicidio.

Es evidente que la situación económica es un factor determinante en la salud mental de las personas. La situación de empobrecimiento generalizado que la clase trabajadora sufre cada día más en el capitalismo, genera numerosos problemas de salud, desde el estrés hasta la ansiedad y la depresión, que en ocasiones se convierten en suicidios. El silencio generalizado sobre los suicidios en los medios, lejos del temor al posible ‘efecto llamada’ [3], está más relacionado con la incapacidad de encontrar factores que expliquen estos casos sin apuntar a la raíz de la gran mayoría de problemas que llevan a una persona a padecer problemas mentales que puedan acabar en suicidio, el propio sistema capitalista.

En un estudio de febrero de 2018 publicado por investigadores del Peking University Sixth Hospital, el National Clinical Research Center for Mental Disorders y el Chifeng Anding Hospital de China [4], se encontró que los trastornos de ansiedad y depresión son los mayores factores de riesgo para los comportamientos suicidas.

Numerosos estudios sobre el estrés [5][6][7][8] confirman las diversas consecuencias para la salud que éste puede tener, siendo la ansiedad uno de los principales problemas de salud mental asociados al mismo. En un artículo publicado en marzo de 2018 por el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España [9], se estudiaba el aumento del estrés y la ansiedad entre la población española, llegando entre otras a estas conclusiones:

  • Nueve de cada diez españoles (96%) habían sentido estrés en el último año, y cuatro de cada diez (42,1%), lo habían hecho de manera frecuente o continuada, porcentaje que equivale a casi 12 millones y medio de españoles (12.413.000). Solamente un 4,0% de los entrevistados declaraba no haber sentido estrés en el último año.
  • Entre las causas más frecuentes de aparición del estrés, se señalan el exceso de actividad o la falta de tiempo (50,9%), junto con los problemas de cansancio y sueño (46,2%)
  • Si se consideran sólo los factores que se catalogan como cronificadores del estrés, los problemas laborales son los que estresan más a menudo a los encuestados (43,2%).
  • En relación con el ámbito laboral, seis de cada diez trabajadores españoles –tanto por cuenta propia como ajena– (60,3%) se sienten estresados por la carga de trabajo, el 27,2% por la relación con sus jefes o compañeros, y uno de cada cuatro (25,1%) ante el miedo a no estar a la altura de las expectativas.

El desarrollo del capitalismo ha conllevado un aumento de la tasa de explotación constante, mientras que la tasa de ganancia ha ido disminuyendo [10]. La inevitable lucha de los monopolios por aumentar sus beneficios ha hecho que la explotación de los trabajadores sea cada vez mayor en el mundo capitalista, por lo que los niveles de estrés se han visto aumentados de forma considerable, generando esto a su vez un incremento de problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.

Además de esto, el bajo número de profesionales de la salud mental en el sistema sanitario público español –6 psicólogos por cada 100.000 habitantes [11]-, unido a los precios de una consulta psicológica privada –51 €/hora de media [12]-, impiden el acceso a estos profesionales a gran parte de la población, precisamente a quienes más afectan estos problemas de salud debido a su precaria situación económica.

Pero si analizamos las soluciones que el sistema ofrece a quienes sufren problemas de salud mental, vemos que en muchos casos éstas no son más que parches que no eliminan de raíz el origen de esos problemas, sino que tan sólo intentan paliar las consecuencias sin llegar a conseguirlo. En este sentido, en noviembre de 2020, Johannes Haushofer, profesor de la School of Public and International Affairs de la Universidad de Princeton, Robert Mudida, profesor de economía política de la Strathmore Business School de Nairobi y Jeremy P. Shapiro, profesor de la Busara Center for Behavioral Economics de Nairobi, publicaban un estudio titulado “THE COMPARATIVE IMPACT OF CASH TRANSFERS AND A PSYCHOTHERAPY PROGRAM ON PSYCHOLOGICAL AND ECONOMIC WELL-BEING” [13], en el que estudiaban los efectos económicos y psicológicos en 3 situaciones de estudio en una muestra de 5.756 personas de zonas rurales de Kenia; la primera, una transferencia monetaria incondicional del equivalente a 1.076 dólares; la segunda, un programa de psicoterapia de cinco semanas; y la tercera, la combinación de ambas intervenciones.

Un año después de las intervenciones, los receptores de transferencias de efectivo tenían un mayor consumo e ingresos, así como niveles más altos de bienestar psicológico que los hogares de control. Por el contrario, el programa de psicoterapia no tuvo efectos medibles sobre los resultados psicológicos o económicos, tanto para las personas con mala salud mental al inicio como para otras personas. Los efectos del tratamiento combinado fueron similares a los de la transferencia de efectivo aislada.

El capitalismo no sólo no puede ofrecer soluciones a los problemas de salud mental que él mismo genera en la clase trabajadora, sino que su desarrollo incrementa las contradicciones generando crisis cada vez más largas y con consecuencias cada vez más graves, por lo que esos problemas de salud mental se ven incrementados conforme avanzan las propias crisis sistémicas. Este sistema es responsable de millones de muertes en el mundo por guerras de rapiña, por el saqueo constante de recursos en países del tercer mundo, por millones de accidentes laborales –2,78 millones de muertes al año según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) [14]- a causa de la explotación laboral extrema, con trabajadores semiesclavos y niños, a lo que hay que sumar los cientos de miles de personas que se quitan la vida cada año [15] –sólo en España, se quitan la vida 10 personas al día [16]-, en gran medida porque su situación económica, derivada de la propia esencia del sistema, los arrincona hasta no dejarles otra salida, ya que el 79% de los suicidios a nivel mundial se producen en países de ingresos medios y bajos [17].

Dentro del capitalismo, la clase trabajadora no puede aspirar a un bienestar mental. La única forma de lograr reducir los factores que incrementan estos problemas, es armonizar las relaciones de producción, superar todas las contradicciones del capitalismo, construir un sistema en el que la producción de bienes materiales se rija por criterios sociales, no por el afán de lucro privado de una minoría. Sólo superando el capitalismo y construyendo un sistema en el que la producción se organice para servir al pueblo, sólo construyendo el socialismo, podremos aspirar a una sociedad más humana, una sociedad dónde la salud mental no sea un privilegio.

 

Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)

 

 

Referencias

 

[1] https://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0008/134999/e94837.pdf

[2] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1888989117300198

[3] https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/abci-no-habla-suicidios-201703091424_noticia.html

[4] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0165032717308480

[5] https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-53053-6_3

[6] https://europepmc.org/article/med/28665278

[7] https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10253890.2018.1437413

[8] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167488916302853

[9] http://www.infocop.es/view_article.asp?id=7365

[10] https://pcoe.net/actualidad/actualidad-nacional/ante-la-inviabilidad-del-capitalismo-el-socialismo-es-la-salida/

[11] https://www.infolibre.es/noticias/politica/2021/03/18/las_tragedias_salud_mental_que_ocultan_tras_vete_medico_que_grito_errejon_118130_1012.html

[12] https://www.20minutos.es/noticia/4393285/0/cuanto-cuesta-ohra-psicologo-espana/

[13] https://www.nber.org/system/files/working_papers/w28106/w28106.pdf?fbclid=IwAR3lyXYPbETjACTweSHBTQIeddCoWZET3UWpizQ1vo6y3Mdi6UfFUHbj6Pw

[14 https://www.ilo.org/global/topics/safety-and-health-at-work/lang–es/index.htm

[15] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide

[16] http://www.infocop.es/view_article.asp?id=8491

[17] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/suicide