El Callejero fascista en disputa en Córdoba

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En los últimos días hemos visto en diferentes medios de comunicación cómo el nuevo ayuntamiento cordobés, liderado por el PP, estrena su administración deseando retomar el callejero franquista de la ciudad, concretamente el nombre de la calle José Cruz Conde, la Plaza de Cañero y la Avenida del Conde de Vallellano. 

Este cambio de nombres en el callejero fue impulsado por organizaciones de Memoria Histórica (entre ellas, el Frente Único del Pueblo, que protestó en el ayuntamiento) y por ciudadanos que enviaron nombres alternativos a través de diferentes medios digitales, algo que fue utilizado de forma oportunista por la Administración del PSOE, que sólo se atrevió a desempeñar esta acción días antes de entregar el gobierno y que además era incompleta, pues no contemplaba la retirada de monumentos como el que conmemora la victoria fascista (situado enfrente de la Subdelegación de gobierno) o la inscripción en honor a José Antonio Primo de Rivera en un muro de la medieval Torre de la Malmuerta (lugar donde se honraba la memoria de este personaje por parte de los falangistas cada 20 de noviembre durante la dictadura), entre otros. 


La medida del nuevo alcalde, José María Bellido, cuenta con el apoyo incondicional de Ciudadanos, la misma organización que hace unos días, en boca de su presidente Albert Rivera, se quejaba de que “ahora va a resultar que somos fachas”. Por su parte, VOX prefiere seguir con su retórica de “la derechita cobarde” y tachar a esta medida de “paripé”, pidiendo que la recuperación de los nombres sea completa y no se limite exclusivamente a esas tres, incluyendo la calle José María Pemán o la dedicada al Cronista Rey Díaz. 

¿Quiénes son los personajes cuyos nombres se quiere recuperar para el callejero? 

· José Cruz Conde (1878-1939), fue un militar y político cordobés. Ocupó la alcaldía de Córdoba durante la dictadura de Primo de Rivera, además de apoyar de forma activa el golpe de estado de 1932 contra la República (la Sanjurjada) y el de 1936, que dio origen a la Guerra Civil. 

· Antonio Cañero (1885-1951), famoso rejoneador que durante la Guerra Civil se unió al bando fascista, creando el 24 de julio la Columna Cañero, dedicada a la persecución de republicanos en la provincia y responsable, según testigos, de numerosos fusilamientos. 

· Conde de Vallellano (1886-1964), cuyo nombre real fue Fernando Suárez de Tangil y Angulo. Fue alcalde de Madrid bajo la dictadura de Primo de Rivera y Ministro de Obras Públicas durante el franquismo. Durante la Segunda República tuvo que exiliarse por su apoyo al golpe de estado de Sanjurjo en 1932. En la Guerra Civil dirigió la Cruz Roja franquista a petición de Franco. Bajo este cargo, delató como simpatizante del bando republicano al Doctor Luis Calandre Ibáñez, uno de los cardiólogos más prestigiosos de la Historia de España, discípulo del Nobel Santiago Ramón y Cajal, sufriendo la cárcel y la depuración del sistema sanitario español. 

Respecto a la ampliación que propone VOX encontramos los dos siguientes: 

· Cronista Rey Díaz (1891-1963), fue presidente de la Subdelegación de Prensa y Propaganda de los sublevados fascistas en los primeros momentos de la Guerra Civil, por lo que estuvo al cargo de depurar de los medios de prensa a aquellos periodistas sospechosos de simpatizar con el Frente Popular. Posteriormente fue nombrado Gestor Delegado de la Beneficencia Municipal y Cementerios, lo que le condujo a llevar la cuenta de los fusilados junto a las tapias de los cementerios. 

· José María Pemán (1897-1981), gaditano conocido por su faceta poética, pero que a lo largo de su vida fue apologeta de dictadores como Miguel Primo de Rivera, Benito Mussolini o Francisco Franco. Entre sus aportes se encuentra la composición del Himno Nacional franquista y su labor como propagandista de guerra, acuñando términos como “Cruzada” o “Movimiento Nacional”. En la posguerra sirvió al fascismo encargándose de la depuración del sistema educativo a aquellos maestros y profesores sospechosos de simpatizar con el Frente Popular, además de servir como Censor del régimen de Franco. 

¿Quién podría lamentar la retirada de estos nombres en una sociedad realmente demócrata? Sólo los fascistas, que defienden con puños y dientes sus referentes y símbolos. Pues no es más que eso, una cuestión meramente simbólica que representa a un régimen que cada vez oculta menos su naturaleza fascista. Por esto mismo, el cambio de los nombres en el callejero de Córdoba (o cualquier otra ciudad de España) o la aclamada (y cada vez más pospuesta) medida del gobierno de Pedro Sánchez de exhumar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos no son más que superficialidades que nada cambiarán la vida de la clase obrera española si no se ataca de raíz al propio régimen fascista imperante y al capitalismo que lo sostiene. Pero como observamos, esta supuesta democracia ni siquiera se atreve con cuestiones meramente simbólicas. 

Volviendo al tema del callejero, quisiéramos señalar también la hipocresía de IU en la ciudad de Córdoba, que lamenta lo decidido por el actual ayuntamiento cuando no sólo ha tolerado en sus sucesivos gobiernos este callejero franquista, sino que ellos mismos colaboraron con la incorporación de nuevos nombres. Por ejemplo, la calle José María Pemán, reivindicada ahora por VOX, fue llamada así por el ayuntamiento de Julio Anguita (el mismo que blanquea a Salvini o habla de que la inmigración fue la causante de la caída del imperio romano). 

La plaza de Cañero, si bien fue bautizada de este modo bajo la administración franquista, sólo fue rotulada bajo el ayuntamiento de Herminio Trigo (IU) y la Avenida Fray Albino (autor del “Catecismo Patriótico Español”, donde utilizaba los valores católicos para legitimar la defensa al régimen de Franco) fue bautizada con este nombre por la alcaldesa Rosa Aguilar (por entonces en IU y ahora en el PSOE). Otros ejemplos los tenemos con la calle Alcalde Guzmán Reina (alcalde de la ciudad entre 1962 y 1971 y funcionario del Sindicato Vertical franquista) y la dedicada al Periodista Quesada Chacón, el cual fue secretario de Don Bruno, “el carnicero de Córdoba”, y que narró como si de gestas se trataran la actividad de los fascistas durante la guerra en Azul, órgano diario de expresión de Falange de la JONS. 

Desde el Partido Comunista Obrero Español animamos a la clase obrera a recuperar no sólo la Memoria de los defensores del Frente Popular caídos, reprimidos y exiliados durante la Guerra Civil, sino también sus ideales y a tomar el relevo para conseguir la sociedad por la que sacrificaron sus vidas.

 

Comité Provincial del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Córdoba

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