El Ayuntamiento de Madrid legitima el desfalco de las arcas públicas
En los últimos meses hemos visto como algunos medios afines a la socialdemocracia publicaban noticias sobre la reducción de la deuda por parte del Ayuntamiento de Madrid dirigido por Manuela Carmena, vendiendo esto como un logro del ‘ayuntamiento del cambio’. Lejos quedó aquella reivindicación de auditar la deuda y no pagar la parte que se considerara ilegítima. Todo lo contrario: el Ayuntamiento de Manuela Carmena se ha convertido en uno de los mejores pagadores del estado, reduciendo la deuda a niveles de 2005, y todo ello envuelto en una crisis económica que hace más necesaria la inversión en gasto social.
Se están utilizando los impuestos de los madrileños para pagar deudas ilegítimas fruto de las políticas de malversación de caudales aplicadas previamente por el gobierno del PP, primero de Alberto Ruiz Gallardón y después de Ana Botella. Según diferentes informes, como el de la comisión de investigación de la M30, ha quedado demostrado que la inversión realizada durante años por el Partido Popular al frente de este ayuntamiento, estaba plagada de sobrecostes, trabajos no realizados, obras ilegales y un despilfarro que dejaron un agujero de 7.000 millones en las arcas públicas. Ahora, el Ayuntamiento de Ahora Madrid, en lugar de auditar esta deuda para evitar pagar el dinero que durante años han robado a los madrileños de forma ilegal, emplea gran parte de los impuestos que pagan todos los madrileños para devolver a los bancos lo que políticos y corruptores ya se habían llevado, cerrando el círculo de la malversación y legitimando una deuda fruto de todo tipo de irregularidades.
Hechos como este demuestran que quienes de verdad mandan en este país (y en cualquier país capitalista), son los bancos, los poderes económicos que supeditan cualquier poder político por la vía de la deuda y del control de la economía. El ejemplo de Grecia nos muestra cómo se puede someter a todo un pueblo independientemente de a quien vote este, por medio del control financiero que ejercen los bancos y las grandes empresas. Por ello, obviar esta cuestión fundamental y vender al pueblo que votando a uno u otro partido se pueden cambiar las cosas, no es más que un engaño para paralizar cualquier intento de movilización popular. La socialdemocracia (la vieja de PSOE o la nueva de Podemos) juega un importante papel en mantener este sistema criminal generador de miseria, engañando a quienes desean mejorar este mundo, embaucando con cantos de sirena a las clases oprimidas, haciéndoles soñar con sociedades utópicas en la que estos puedan convivir en armonía con las clases opresoras, elogiando incluso a los opresores más destacados en un vergonzoso lavado de cara.
Solo la lucha por el socialismo, por el control de las empresas por parte de los trabajadores, puede conseguir un verdadero cambio social. Solo una profunda transformación económica puede sostener la necesaria transformación social que permita a los trabajadores alcanzar verdaderas cotas de bienestar y dignidad. Lo demás son solo distracciones en un intento de perpetuar el capitalismo.
Por el impago de las deudas ilegítimas
Por la construcción del socialismo
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Comité Local de Madrid