Contra el desfile imperialista en Sevilla

 

Las fuerzas armadas del eslabón imperialista español, servil al imperialismo yanqui y europeo, especialmente el francés, exhiben sus tropas homenajeando a lo que el propio gobierno socialista califica como «personal de mantenimiento de paz» en el extranjero. 

La «paz» que dicen mantener es, por ejemplo, la del sometimiento de antiguas colonias africanas a las potencias imperialistas que se repartieron dicho continente en el siglo XIX, especialmente Francia, que controla todavía hoy el 85% de las reservas de 14 países africanos que están obligados a almacenarlas en el Banco de Francia. Estos países a su vez, contraen deudas inmensas que reportan a Francia 440.000 millones de euros al año en concepto de intereses. Además, y ahí está la necesidad de mantener la «seguridad» de las empresas francesas, éstas tienen prioridad en la adjudicación de contratos de las antiguas colonias. Como consecuencia de todo esto, los activos en el ámbito del abastecimiento, las finanzas, el transporte, la energía y la agricultura están en manos de sociedades francesas. 

De ahí la necesidad de enviar «personal de mantenimiento» del imperialismo a países como República Centroafricana, Somalia, Guinea, Malí, Costa de Marfil, Senegal, o Gabón. En los últimos 50 años ha habido 67 golpes de Estado en 26 países africanos. 16 de esos 26 países eran antiguas colonias francesas. 

El Ejército español saca pecho ante el pueblo trabajador desorganizado y todavía sin ser consciente de su potencial transformador de la sociedad, pero agacha la cabeza ante su amo yanqui que vigila desde cerca a unos cuantos kilómetros de Sevilla, en Rota y Morón de la Frontera. 

Las fuerzas armadas españolas se integraron en la OTAN para contribuir al acoso y derribo del campo socialista y una vez acabado con él, apoyar el expolio, ya sin contrapeso, de los recursos naturales y energéticos, ya sea por el chantaje financiero o por la fuerza. Las tropas españolas, bajo gobiernos «progresistas» o «reaccionarios», de la mano de la OTAN, son cómplices de genocidios y masacres en la antigua Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Yemen, Ucrania, Somalia, Palestina, Siria, Sudán, Congo, y un largo etcétera. 

El Ejército español, además, es heredero del franquismo como así lo atestiguaron los más de 1.000 militares que firmaron un manifiesto en el que ensalzan la figura del criminal Franco como «el mando único de la España agredida y asediada por el comunismo internacional aceptado y adoptado por el Frente Popular» y como «todo un símbolo la reconciliación». 

Por todo ello, y por ser un instrumento necesario para defender el régimen de esclavitud y represión bajo el que está sometida la clase obrera, el Comité Provincial del PCOE en Sevilla repudia la presencia de dichas fuerzas en nuestra capital, y hace un llamamiento al pueblo trabajador a organizarse a través del Frente Único del Pueblo para convertirse en una fuerza organizada y disciplinada, que busque la unidad con el resto de pueblos trabajadores del mundo, para desmantelar estos ejércitos y alianzas militares al servicio de las clases dominantes, de los monopolios, que ya no podrán parar ni evitar que los pueblos tomen el control de las riquezas que les pertenecen.