Continúa la explotación contra los trabajadores del campo
El pasado 13 de enero se nos informó de que la Guardia Civil, dentro de los servicios que viene realizando en la provincia de Córdoba contra la trata de seres humanos con fines laborales, había detenido a un explotador que tenía bajo su control a dos trabajadores inmigrantes en Belmez en situación irregular, además de tenerlos bajo condiciones insalubres y carentes de cualquier bien básico. Este explotador, además, disponía de otra segunda finca ubicada en la provincia de Huelva, donde había otras tres personas extranjeras trabajando en las mismas condiciones que los que estaban en Belmez, explotadas con jornadas de trabajo sin horarios.
Esta situación no es algo que nos sorprenda a los que analizamos la realidad en la que vivimos desde una perspectiva de clase, pues en un Estado como es el español, donde la economía se estructura según el sistema capitalista, y en la situación actual, atendiendo a las necesidades de los grandes monopolios, no podemos esperar más que explotación y barbarie para la clase trabajadora. Sabemos, además, que el caso citado no es el primero ni el último que se va a producir si no se destruye primero el sistema capitalista, pues los trabajadores para los explotadores no son más valiosos que las herramientas o las maquinarias que emplean en sus fincas, siendo fácilmente reemplazables por otros, por los que da igual que su salud se deteriore o que incluso acaben muertos durante su labor.
Dentro de los explotados conviene hacer una alusión especial a los de origen extranjero, pues ante la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran son un blanco fácil para cualquier parásito que desea vivir a costa del trabajo de otros. Ya en febrero del 2020, un relator de la ONU dijo: “los inmigrantes con los que hablé en Lepe y en las afueras de Huelva viven en chabolas y no tienen ni agua, ni electricidad, ni alcantarillado; viven en condiciones precarias, en las que en cualquier momento hay un incendio, se duchan al aire libre y algunos llevan más de cinco años allí, se deben mejorar esas condiciones. La industria de la fresa mueve más de 500 millones de euros y las grandes empresas deben preguntarse cómo esto sigue así y tomar medidas para mejorar esas condiciones”.
Van a cumplirse casi cuatro años de estas declaraciones. Cuatro años en las que ha estado gobernando el autodenominado “gobierno más progresista” del mundo, ¿y qué resultados han tenido? ¿Han podido, quizás, cumplir con la propia legalidad burguesa respecto a los trabajadores del campo? Noticias como la expuesta al principio de este comunicado nos dice a las claras que no. Si ni siquiera se cumple con la propia legalidad del sistema burgués en la que estamos envueltos, ¿Qué más da que gobierne un partido u otro, o que se aprueben unas leyes u otras si al final lo que prima es el beneficio del explotador?
A la clase obrera no le queda más que la barbarie dentro del sistema capitalista, por lo que desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) defendemos la organización unida de los trabajadores, tanto del campo como de la ciudad, en alianza con sectores como los estudiantes y los pensionistas, en un mismo movimiento, el Frente Único del pueblo (FUP), como única salida de la dictadura del Capital en las que nos encontramos. Como ya dijera la camarada Rosa Luxemburgo: “¡Socialismo o barbarie!”.
¡POR LA UNIÓN DE TRABAJADORES!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡POR EL SOCIALISMO!
COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE) EN CÓRDOBA