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Caen las caretas socialdemócratas en Madrid

Carmena

 

Estamos en campaña electoral, y es algo de lo que nos hemos podido percatar desde hace unas semanas. Los candidatos empiezan a perfilar sus estrategias de diferentes maneras, pero con un mismo fondo: los discursos y las promesas vacías para engañar a la clase obrera. De entre todas, hay una que destaca con creces por su sinvergonzonería: la campaña de Manuela Carmena.

La todavía alcaldesa de Madrid, además de reavivar a última hora todos los proyectos que se prometieron hace cuatro años y que aún no están ni empezados, parece haberse cansado de llevar puesto ese disfraz progresista que le hizo ganar las elecciones de 2015. En estos últimos meses, Carmena ha dejado ver la realidad de sus propósitos, que no difieren en nada con los de la derecha más reaccionaria.

Para empezar, Carmena creó un nuevo grupo político llamado “Más Madrid” con el que se presentará a las elecciones de este año. Este proyecto se planteó con el objetivo de crear una plataforma sin partidos políticos, en la que cualquiera cupiese. Sin embargo, la realidad es que Carmena ha creado este grupo con el fin de que nadie le haga frente como líder indiscutible del Ayuntamiento, es decir, Más Madrid no es más que un grupo de fieles siervos de las políticas de la alcaldesa. Rodeándose de ellos evita cualquier disidencia que cuestione sus actos, como fue el caso de Carlos Sánchez Mato, al que Carmena cesó por oponerse a la subida de impuestos promovida por la alcaldesa y apoyada por el PP. Este proyecto parece haber gustado a otro viejo conocido de esta lucha de egos eterna en la que se encuentra inmerso Podemos, Iñigo Errejón, que se ha unido a Más Madrid con el único fin de tener algo de poder. Como las aves carroñeras, en definitiva.

Pero esto no queda aquí. El pasado mes de septiembre, el Gobierno de Manuela Carmena aprobó Madrid Nuevo Norte, más conocido como “Operación Chamartín”. Este proyecto urbanístico pretende crear un sector financiero que destruirá numerosas viviendas en favor de sedes empresariales, favoreciendo los intereses especulativos de bancos y constructoras que ven cómo este proyecto engordará sus arcas considerablemente. Proyectos como la Operación Chamartín recuerdan al modelo urbanístico que ha seguido el PP durante tantos años en la ciudad y del cual ahora coge el relevo Carmena y sus allegados de una forma hipócrita y ruin, y yendo en contra de sus propias propuestas.

Muchos oportunistas de la rama más servil de Carmena intentan justificar la aprobación del proyecto Madrid Nuevo Norte diciendo que no se podía hacer otra cosa, que era una herencia del PP y que se tenía que aprobar pese a que ellos no querían. A estas personas, les dedicamos las propias palabras de su líder: “Tiene que haber colaboración público privada y no importa, claro que sí, que en un momento determinado hay que llegar a acuerdos con entidades privadas, faltaría más. Los que quieran un mundo en el que no haya empresas no pueden gobernar Madrid desde mi punto de vista”.

Estas declaraciones van más allá del infame proyecto Madrid Nuevo Norte. Son una declaración abierta de acérrima defensa del capitalismo, una repugnante sumisión hacia la burguesía y sus intereses. No es más que la realidad del progresismo y del oportunismo, lo que tanto tiempo llevamos denunciando desde el PCOE.

Y, para terminar, y por si a alguien le quedaba alguna duda, la alcaldesa nos deleitó con el enésimo despropósito de su mandato. Manuela Carmena apoyó el pasado 1 de febrero, “sin ningún problema ni inconveniente”, que se reconociese a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y no ha considerado “en absoluto” que se tratase de un golpe de Estado.

Esta muestra pública de apoyo abierto al imperialismo que quiere destruir Venezuela ha sido la gota que ha colmado el vaso. En el momento actual en el que las contradicciones se agudizan y el fascismo crece a lo largo y ancho de los continentes, aupado por la burguesía, el oportunismo muestra la realidad de sus políticas. Las caretas caen y dejan verlo todo con claridad: Ahora Madrid, Podemos, Más Madrid, y cualquiera que sea la forma y nombre que adapte la socialdemocracia, no son más que un soporte para el fascismo, uno de sus altavoces. Las deficitarias políticas aplicadas por el Ayuntamiento de Carmena en estos cuatro años solo han servido para incrementar el paro, la desigualdad y la pobreza, allanando el camino al fascismo y contribuyendo a escorar aún más el eje político hacia la derecha, hacia la reacción, haciendo ver que “la izquierda” debe apoyar los pelotazos urbanísticos y los golpes de Estado patrocinados por el fascismo.

Carmena ya no engaña a nadie, ni tan siquiera a sus socios socialdemócratas de IU y Podemos. Sus políticas son la antítesis del bienestar de la clase obrera. Como lo fue Ana Botella, Manuela Carmena es la alcaldesa de los empresarios y de los bancos, y seguirá siendo así mientras siga existiendo el poder de la burguesía, por mucho que estos intenten camuflarse de “capitalismo rosa”. La única alternativa al capitalismo voraz que encarnan los burgueses y los politicuchos de turno es el poder de la clase obrera, el Socialismo.

 

¡TRABAJADOR, ORGANÍZATE CONTRA EL CAPITALISMO!

¡SIN PARTIDO NO HABRÁ REVOLUCIÓN!

 

Comité Local del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid