Bajo el capitalismo, no hay futuro para nuestro planeta
El desarrollo actual del capitalismo ha llegado a límites tales que no permiten ninguna rectificación bajo los parámetros del libre mercado. Mientras los medios de producción estén en manos privadas y la ley de la libre competencia sea la que marque el ritmo de la producción, el control por los recursos naturales mediante guerras de rapiña, y la explotación desmedida llevada a los máximos extremos, serán las únicas alternativas del imperialismo. Destruir o no el planeta no son opciones para quienes pretenden salvaguardar este sistema decrépito; tan solo les interesa su supervivencia.
El capitalismo es un sistema que ha quedado obsoleto, puesto que la producción está socializada, mientras que todo lo que producimos los trabajadores es propiedad de quienes controlan los medios de producción. Los dueños de las grandes empresas ya no tienen ninguna labor ni son necesarios para el funcionamiento de las mismas, toda la producción está en manos de trabajadores, incluidas las tareas de dirección, por lo que lo único que hacen los empresarios es usurpar la plusvalía de nuestro trabajo.
La concentración de más riqueza en cada vez menos manos unida al desarrollo actual de la tecnología, que al servicio de los trabajadores nos permitiría trabajar menos horas y vivir mucho mejor, hacen que las contradicciones de este sistema sean cada vez más evidentes.
La época de los monopolios, del imperialismo, es la época de la competencia feroz por el control de recursos, que conlleva un descontrol absoluto de la producción, lo que está acelerando el proceso de cambio climático. Solo una producción organizada y al servicio del pueblo puede garantizar el respeto al medio ambiente y frenar el cambio climático. Solo si la economía está al servicio de las clases populares, si arrebatamos el control a quienes sólo buscan su beneficio particular, podremos frenar la destrucción del planeta.
Pedir soluciones a los parlamentos tampoco va a solucionar nada, puesto que estos están al servicio de las empresas, que son quienes financian y controlan a los partidos del sistema, y las que presionan mediante lobbies para que se hagan políticas favorables a sus intereses.
Solo la unidad de la clase obrera, organizada con todas las clases populares en un Frente Único del Pueblo, puede frenar la barbarie capitalista que nos lleva a la destrucción del planeta. Solo construyendo el Socialismo podremos tener un futuro.
¡Por el futuro del planeta!
¡Organízate en el Frente Único del Pueblo!
Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)