Acuerdo de paz FARC-EP con el gobierno colombiano: Entre la reacción política y la indiferencia popular

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El acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos acabó en fracaso tras el sometimiento a referéndum popular el pasado domingo 2 de octubre. El pueblo colombiano, pese a más de 50 años de conflicto armado, expresó su desinterés en el proceso de paz con una participación del 37,28%.

El premio Nobel de la paz otorgado al presidente Juan Manuel Santos –Ministro de Defensa del anterior gobierno del reaccionario Álvaro Uribe-, sin embargo, evidencia el profundo interés de los enemigos de clase del proletariado en el proceso liquidador de las FARC-EP y su sometimiento a la democracia burguesa, en un intento de reforzar la pata izquierda de un sistema quebrado. Esclarecedora es la propuesta de una representante de la burguesía colombiana como Ingrid Betancourt para que se otorgue también el Premio Nobel de la Paz a las FARC-EP

La reacción política colombiana, encabezada por Álvaro Uribe -conviene recordar aquí sus fuertes lazos con el paramilitarismo- se ha declarado como ganadora del referéndum, así lo atestiguaron todos los medios de comunicación al servicio del capital, con el 50,2% de aquel ridículo 37,28% de votos. Es decir, de un total de 34.899.945 de colombianos llamados a expresarse en las urnas, acudieron 13.010.762 y de estos, 6.531.402 votaron no al acuerdo de paz y 6.479.360 votaron a favor de este. Esto supone, de facto, que en la democracia burguesa el 18,71% tiene la capacidad para decidir sobre el 100% del pueblo.

¿Qué significa entonces que más del 60% del pueblo colombiano haya decidido no votar acerca de un proceso de paz que puede terminar con esos más de 50 años de conflicto armado? Pues bien sencillo: que el acuerdo, su negociación, el destino de las FARC-EP y todo lo relativo al mismo no es del interés del pueblo colombiano. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué al pueblo colombiano no le interesa este acuerdo de paz? Porque los trabajadores colombianos saben que nada va a cambiar con la desaparición de las FARC-EP como guerrilla ni con su inclusión en la democracia burguesa de hoy que los oprime, los explota y los manda a la miseria.

Bien sabe el pueblo trabajador colombiano que ni el anterior gobierno reaccionario de Álvaro Uribe, ni el actual de Juan Manuel Santos ni un futuro gobierno de la formación política resultante de la liquidación de las FACR-EP como guerrilla traerá, bajo el sistema de la democracia burguesa –sometida a las implacables leyes del capitalismo-, ninguna mejora para su clase. En el fondo de todo el proceso subyace el reforzamiento de un sistema que es injusto y criminal por naturaleza, que lo sufre en especial la clase obrera y campesina colombiana como demuestran los datos.

El informe del Banco Mundial de marzo de este año destacaba que Colombia, sin ser de los países más pobres de su región, es el segundo país más desigual de Latinoamérica sólo por detrás de Honduras. En Colombia, el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% más pobre y la desigualdad se mantiene constante año tras año, de acuerdo con la publicación. En el Índice de Desarrollo Humano de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Colombia pierde diez puntos una vez que se lo pondera en términos de desigualdad de acceso a la salud, la educación y bajos salarios y según una investigación de Ana María Ibáñez, decana de Economía de la Universidad de Los Andes, un 77,6% de la tierra está en manos del 13,7% de los propietarios. “Aplicando el coeficiente Gini (usado por el Banco Mundial para medir la desigualdad) a la distribución de la tierra, esta proporción da uno de los índices más altos de desigualdad: un 0,86”*, según indica la decana.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE) en la encuesta de calidad de Vida del pasado año 2015 indicó que el 23,1% de los hogares no tiene ingresos suficientes para cubrir sus necesidades mínimas mientras que el 61,7% dijo que apenas cubrían los gastos mínimos para su subsistencia.

En Quibdó, la capital de Chocó -la ciudad con mayor índice de pobreza en el país- las cifras de la pobreza aumentaron según el DANE respecto del 2014 pasando del 46% de su población inmersa en ella al 50 %, y del 14% de pobreza extrema al 17%. Bucaramanga -la urbe con el menor indicador- pasó de tener un 8,4% de pobreza al 9%, y de tener un 1,1% de pobreza extrema a tener un 1,3%.

Estos datos, que provienen de las propias fuentes “oficiales” del régimen capitalista, nos da una idea de lo que el pueblo trabajador colombiano sufre y, por lo tanto, de cuáles son sus intereses reales: el poder tener una vida digna, con ingresos suficientes para mantener a su familia. Algo que hoy se les niega a la mayoría de los colombianos.

¿Cómo podemos entonces sorprendernos de los datos de participación del referéndum? El pueblo colombiano tiene como máxima prioridad salir de la pobreza en la que este sistema capitalista criminal le tiene sumido mientras que la burguesía y sus lacayos en el gobierno tratan de vender el circo de la paz, a la par que ganan el tiempo necesario para reforzar la pata izquierda de un sistema ya quebrado económica y políticamente, prestándose a todo este juego las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo.

Esto es lo único que nos puede ofrecer ya a los trabajadores del mundo la democracia burguesa como superestructura del sistema capitalista: miseria y circo. Es por ello que la desafección por la politiquería burguesa de nuestra clase aumenta por momentos, siendo más necesario que nunca el Partido Comunista, guiado por los principios del socialismo científico que magistralmente definieron nuestros maestros Marx, Engels, Lenin y Stalin.

Desde el Partido Comunista Obrero Español denunciamos, por lo tanto, a todos aquellos partidos y fuerzas políticas que hoy se dedican a centrar la atención de los trabajadores en un acuerdo de paz absolutamente ajeno a la clase obrera y campesina, en lugar de luchar con todas las fuerzas por los intereses de éstas y por su organización para la conquista del poder político, en definitiva, por el Socialismo.

D. García – Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)

*Recordemos que el coeficiente Gini se utiliza en base a dos variables absolutas: el cero (todos tienen el mismo ingreso o perfecta igualdad) y el 1 (una persona concentra todo el ingreso y el resto no tiene nada o desigualdad absoluta).

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