25N. Victoria electoral de la oligarquía y el nacionalismo burgués

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“Cataluña es una nación. Pero Cataluña no puede aislarse. La tesis de que Cataluña puede resolver su problema nacional como un caso particular, desentendiéndose y hasta en oposición al problema general del imperialismo y de la lucha del proletariado, es reaccionaria. Por este camino se va a la exageración negativa de las peculiaridades nacionales, a un nacionalismo local obtuso. ¡Por este camino no se va hacia la liberación social y nacional, sino a una mayor opresión y vejación!”

Joan Comorera

Ante la cruda realidad por la que discurre un modo de producción agotado, que fabrica esclavos asalariados y desempleados en masa, regando de miseria y pobreza a las clases populares (paro, desahucios, suicidios), ante una oligarquía financiera que en plena agudización de la lucha de clases somete con descarnada brutalidad al conjunto de la clase trabajadora; ante la persistencia de un movimiento obrero debilitado y desorganizado, el PCOC no puede más que valorar el resultado de las elecciones catalanas del 25N como un nuevo triunfo de la oligarquía galvanizada entorno al Estado español, cosechado a base de un uso indiscriminado del siempre reaccionario nacionalismo burgués, eficaz narcótico para embrutecer y dividir al conjunto del proletariado del Estado. Ha triunfado, pues, la táctica burguesa para seguir manteniendo la opresión y la vejación sobre el pueblo trabajador catalán.

 

Tal y como anticipó el PCOC, los resultados electorales del 25N eran fácilmente predecibles, más allá de inesperados descalabros electorales de la burguesía nacionalista encuadrada en CiU, que a pesar de todo, sigue ostentando la hegemonía electoral en Catalunya. Así, esa institución preñada de charlatanes y parásitos al servicio del imperialismo europeo llamada Parlament, quedará integrado en base a una falsaria dicotomía nacional entre “separatistas”-50 (62) escaños CiU / 21 (10) ERC / 13 (10) ICV-EUiA/ 3 (0) CUP- y “unionistas”- 20 (28) escaños PSC /19 (18) PP/ 9 (3) C´s. Todas las formaciones, profundamente permeadas por la ideología dominante, centraron, centran y centrarán su discurso político entorno al omnipresente nacionalismo burgués. Estos resultados confirman una nueva victoria de la oligarquía en su terreno preferido; el electoral- conviene no olvidar que el capital financiero es propietario de buena parte de las fuerzas políticas que presentaron y obtuvieron representación a un Parlament que, tal y como ocurría hasta el 25N, seguirá funcionando al servicio fiel del IBEX-35,la UE, la CE, el BCE y el mismísimo FMI.

Precisamente en plena época del capitalismo monopolista de Estado, precisamente cuando la soberanía nacional catalana (y española) se halla sometida al eje Berlín-Bruselas, los lacayos políticos de la oligarquía (CiU-PSC-PP), así como la pléyade de oportunistas que presentaron listas al proceso electoral burgués (ERC-ICV-C´s-CUP), blanden sus lucidas banderas actuando a modo de peones políticos de la criminal oligarquía que nos desgobierna. Mientras unos izan enfervorecidos sus senyeres “federalistas”, otros hacen lo propio con sus estelades “independentistas” y el resto se envuelve tras las rojigualdas “unionistas” de negro cuño monárquico-franquista. Todos ellos inmersos en un penoso y alienante discurso adormecedor que halla su máxima expresión en la reclamación de simples formas de Estado (o Estados propios), olvidando conscientemente el fondo de la cuestión, a la que ninguno de los candidatos a President ha tenido a bien siquiera citar; la senilidad de un modo de producción putrefacto y la insaciable sed de sangre proletaria de una oligarquía que mantiene el control absoluto del Estado español ( y que se halla fuertemente integrada a la UE imperialista).

Son, casualmente, dos premisas esenciales en los que coinciden de pleno todos los “separatistas” y “unionistas” que han obtenido representación parlamentaria este 25N; mantener a Catalunya bajo el yugo de las estructuras económicas capitalistas e integrar sus diferentes versiones de Estado (ya sea éste catalán o español), en las superestructuras imperialistas de la UE. Se hace evidente, tras todo el ruido desatado y en virtud de los resultados electorales obtenidos este 25N, que la oligarquía lo tenía todo bien cocinado; los graves conflictos por los que discurren las masas laboriosas catalanas, o bien proceden “de Madrid”, o bien directamente de la “deriva independentista de Mas”. Ahí acaba todo el “debate político” de estos representantes de un régimen económico que ya nada puede ofrecer a los trabajadores catalanes. En momentos en que la oligarquía estrangula a millones de proletarios, jóvenes, pensionistas, autónomos, tanto en Catalunya con en el resto de nacionalidades del Estado, siempre es conveniente mantener al movimiento obrero embrutecido en el viscoso fango del nacionalismo burgués.

El PCOC, fiel a los principios emanados del socialismo científico, vuelve a hacer suyas las palabras del lúcido dirigente comunista catalán, camarada Joan Comorera;

“La soberanía nacional y el capitalismo monopolista son incompatibles y su consecuencia lógica, la recuperación de la soberanía por la nación, supone la liquidación previa del capitalismo monopolista, es decir, como primera medida, la nacionalización de los monopolios”. (…) La separación por la separación es una idea reaccionaria, ya que en nuestro caso concreto, Cataluña, constituyéndose en un Estado independiente, saldría de una órbita de explotación nacional para caer dentro de otra igual o peor. (…) La separación por la separación no resuelve el problema nacional, porqué la continuidad del imperialismo comporta la opresión nacional, progresiva, incluso de aquellas naciones que un día fueron independientes y soberanas”.

Es obvio que los poderosos altavoces mediáticos de la oligarquía, desplegaron una monstruosa campaña nacionalista que copó debates y “programas” electorales, confirmándose la eficacia de tal campaña propagandística en los resultados obtenidos por las formaciones burguesas y oportunistas. Es de esperar, que con la nueva conformación del Parlament, el reaccionario nacionalismo burgués vuelva a situarse en el centro del “debate”; casi 1 millón de parados, millones de sobreexplotados, cientos de miles de pobres y desahuciados, miles de exiliados o decenas de suicidios, representan sólidas razones como para que la oligarquía siga narcotizando a un todavía débil movimiento obrero a través del gran circo nacionalista desatado.

No es fruto de la casualidad, que en plena crisis estructural capitalista, semejante circo haya conseguido que la primera fuerza política en cada proceso electoral burgués -la abstención- haya incluso achicado sus elevados porcentajes habituales. Es tal la putrefacción del régimen, también en su superestructura política, que lo amos de Catalunya y sus lacayos políticos se vanagloriaban el mismo domingo 25N por una “gesta histórica”; y es que “sólo” el 30,5% de catalanes nos abstuvimos de participar en semejante farsa electoral (10 puntos por debajo de los índices de abstención normales, que suelen rondar el 40%, con puntas del 51%). En definitiva, nada más y nada menos que cerca de 2 millones de catalanes decidieron no votar ni a nacionalistas “separatistas y unionistas”, ni a extraños proyectos federalistas o falsas salidas “anticapitalistas” que basan su proceder en el municipalismo interclasista. La abstención, posicionamiento firme adoptado por nuestro Partido,a pesar de los fuegos de artificio, se consolidó nuevamente como la primera fuerza electoral en Catalunya (sin contar con el numeroso voto en blanco).

Ante la previsible campaña nacionalista que volverá a dominar la superestructura político-ideológica del régimen, el PCOC vuelve a reafirmar su fidelidad inquebrantable al internacionalismo proletario, reafirmando nuestra convicción en que no será posible la liberación social y nacional de Catalunya si, con anterioridad, el proletariado catalán no es capaz de derribar al capital monopolista, uniendo sus luchas a las del conjunto del proletariado del resto de las nacionalidades del Estado, si con anterioridad la clase obrera catalana no es capaz de combatir en solidaria unión frente a nuestro enemigo común; el Estado burgués, auténtica síntesis de la opresión y la represión obrera y popular. El PCOC reafirma su convicción en que, en la actual fase imperialista que vivimos, sólo el socialismo podrá garantizar, democráticamente y en pie de igualdad, el inalienable derecho a la autodeterminación de Catalunya;

“El nacionalismo militante de la burguesía, que embrutece, engaña y divide a los obreros para hacerles ir a remolque de los burgueses, es el hecho fundamental de nuestra época” Lenin

“En diferentes épocas salen a la palestra diferentes clases, y cada clase entiende a su manera la cuestión nacional. Por consiguiente, la cuestión nacional sirve en las distintas épocas a distintos intereses y adopta distintos matices según la clase que la promueve y la época en que se promueve”

Stalin

 

Los comunistas catalanes, férreamente armados a través de nuestra ideología proletaria, no caeremos ni en aventurismos independentistas ni en nefastas actualizaciones del nacional-catolicismo españolista, pues tenemos muy claro que la clase que dirige este reaccionario proceso nacionalista no es más que la oligarquía dominante, inserta en plena época imperialista. Sabemos bien que para la clase dominante, ya esté asentada en Madrid o Barcelona, una de las funcionesprioritarias en estos precisos momentos, no es otra que la de seguir “embruteciendo, engañando y dividiendo” a la clase trabajadora, instrumentalizándola en favor de sus espurios intereses.

 

El PCOC, haciendo de la unidad y la solidaridad de la clase obrera la mejor arma contra las maniobras y ofensivas clasistas de una oligarquía netamente antiobrera y antipopular, reafirma su llamamiento al conjunto de la clase trabajadora catalana para que se organice democráticamente a través de sus órganos representativos, caminando hacia la constitución de una Asamblea unitaria de Comités, Delegados y Trabajadores, encaminada a crear sólidas estructuras de poder popular al servicio de los intereses proletarios. Un llamamiento a las AAVV ya la juventud obrera para que se organicen en Asambleas Populares y de Estudiantes, confluyendo en un poderoso Frente Único del Pueblo que aglutine al conjunto de las masas laboriosas, dirigiéndolas hacia el fin a la barbarie capitalista y poniendo los cimientos de la construcción socialista. Esta es la única salida hacia la emancipación del conjunto de trabajadores y masas laboriosas, la única salida hacia la liberación social y nacional de Catalunya y el resto de nacionalidades del Estado, la única salida hacia el fin del nauseabundo nacionalismo burgués reinante.

 

¡BASTA YA DE FARSAS BURGUESAS!

¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

 

COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA

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