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La clase obrera madrileña, duramente castigada por el COVID-19

El inhumano sistema de clases en el que vivimos no descansa, ni siquiera en tiempos en los que nos azota una pandemia mundial. Tanto en la Comunidad de Madrid como en el municipio de Madrid estamos viendo cómo, con los primeros datos publicados al respecto, las localidades y barrios obreros son los que más están sufriendo los efectos de la pandemia.

Podemos comparar y ver cómo el virus está afectando más en barrios obreros como Carabanchel, Puente de Vallecas, Moratalaz, Vicálvaro o Fuencarral-El Pardo. A nivel de Comunidad, también podemos apreciar cómo el virus recae más sobre localidades industriales como Leganés, Alcorcón o Móstoles, en donde miles de trabajadores acuden al centro de trabajo todos los días en condiciones precarias.

Estos datos no sorprenden. Son los trabajadores los que cada día salen de casa a trabajar, incluso en oficios que no son necesarios, con el terror de contraer la enfermedad y poner en riesgo su propia vida, la de sus familiares, la de su entorno cercano y la de todas las personas con las que mantienen contacto regular. Enviados al matadero por el patrón para producir riqueza y desamparados por un Gobierno que se dice “progresista” pero que en los hechos demuestra que no es más que otro instrumento al servicio del capital, el proletariado carga a sus espaldas el peso de la crisis, jaleado entre aplausos que se tornarán en pitos tan pronto como se organicen para reclamar unas condiciones dignas. El robo de plusvalía por parte de la burguesía no puede cesar ni en tiempos de pandemia. Se mantiene constante los 365 días del año, las 24 horas del día. Al Gobierno y a los capitalistas no les importa enviar a los trabajadores a producir sin precauciones mínimas de higiene. Lo único que importa es la tasa de ganancia.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de analizar estos datos es la accesibilidad a la vivienda en los barrios obreros. Muchas de las familias trabajadoras que viven en estos barrios están confinados y hacinados, pero no por la pandemia, sino durante todo el año, ya que con la miseria de salarios que reciben solo pueden permitirse compartir pisos enanos con un gran número de personas habitando en él o, el otro caso, en el que una o dos personas son el sustento de toda la familia e igualmente vive un gran número de personas. Esto es un caldo de cultivo perfecto para la expansión del virus.

El coronavirus sí que entiende de clases. Si la clase obrera es la que tiene que salir a la calle para que en los supermercados haya comida, para curar a los enfermos, para vender medicinas, para fabricar mascarillas, etc., mientras que la clase burguesa se queda en sus cómodas y amplias casas sin realizar ningún trabajo útil para la sociedad –como si alguna vez lo hubieran hecho–, claro que podemos hablar de que este virus entiende de clases, igual que todo lo que nos rodea.

Como si todo esto no fuera suficiente, los trabajadores tienen que sufrir la inacción de los Gobiernos –desde los municipales hasta el central– que miran para otro lado cuando los trabajadores exigen medidas sanitarias e higiénicas básicas. Esto ha provocado que los vecinos de estos barrios tengan que practicar la solidaridad mutua para poder resistir a la situación, pese a no tener apenas recursos ni para sí mismos.

En Leganés, se han organizado cajas de resistencia para adquirir material sanitario y cederlo al hospital Severo Ochoa y, además, se ofrece ayuda a personas dependientes para hacer la compra, etc; en el distrito de Fuencarral – El Pardo, la clase obrera se organiza para cubrir todas las necesidades de los vecinos, desde asistencia psicológica a asesoría sobre los ERTEs, además de prestar ayuda a los ancianos del barrio; en Vallecas, repartió alimentos para aquellas personas que por la situación no tuvieran posibilidad de adquirirlos. Podríamos seguir por mucho tiempo, pues las muestras de solidaridad entre la clase obrera son infinitas en estos momentos.

Día a día el capitalismo nos muestra hasta qué punto es un sistema criminal, corrupto y podrido hasta lo más profundo y durante la pandemia no iba a ser menos. Cada día que pasa queda patente que solo el pueblo salva el pueblo ya que el Estado solo mira por los intereses propios y de los suyos, es decir, de la burguesía. ¿Cuántos trabajadores tienen que morir para que nos levantemos contra este sistema que tiene las manos manchadas de sangre?

La clase obrera debe organizarse y conformar, junto con jubilados, estudiantes, parados, campesinos… su propio poder mediante un Frente Único del Pueblo que pueda construir el socialismo que nos libre de esta miseria y explotación capitalista y logremos la vida digna que nos merecemos.

¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!
¡TRABAJADOR, ORGANÍZATE EN EL PCOE!
¡SIN PARTIDO NO HAY REVOLUCIÓN!
Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid




#HanMatadoAJuanjo i ha estat el capitalisme

El passat més de març coneixíem a través de Débora Castell el imminent desnonament o expulsió de Juanjo Castell, un valencià amb 95% de discapacitat, del geriàtric on estava ingressat.

Juanjo quedà hemiplègic després d’un accident de moto, que va provocar la seua total dependència i una necessitat constant de tractaments especials que una persona comú no pot realitzar, per bona que siga la seua voluntat. Igualment requereix d’un lloc adaptat a la seua mobilitat reduïda, i una supervisió constant a tal d’assegurar el seu benestar. Aquesta situació el va portar al fet de ser traslladat constantment de residencia, derivat generalment a geriàtrics on acabava sent expulsat per “no complir les normes” o per ser massa complicat de cuidar. Després de molts problemes, expulsions injustes i constants descuits per part de les residencies, Débora, la seua germana, denuncia que el seu germà està desnutrit, totalment abandonat, sense els cuidats pertinents, és a dir, estan matant al seu germà lentament.

La última de les seues residencies, gestionada per “Centro Geriátrico Edad de Oro S.L.”, que te atorgada la contracta d’una residencia a Riba-roja del Túria, va mostrar una actitud escandalosament antihumana. Realitzaven cridades a la seua germana dient que “estava nerviós i agressiu” i que el seu comportament estava fora del normal. Davant d’aquestes declaracions, en una de les seues visites rutinàries, Débora va encontrar marques en la pell del seu germà, irritacions i pell escamada. Automàticament es va desplaçar a La Fe, on el diagnosticaren amb sarna, sarna que va contagiar a la seua germana i als seus nebots. Davant l’acusació, el centre geriàtric va acusar a Juanjo d’autolesionar-se, cosa impossible ja que la sarna no es contrau per rosar-se contra una superfície, encara que es faja molt violentament.

Davant la denuncia de la seua germana, el “Centro Geriátrico Edad de Oro S.L.”, empresa ara en liquidació, va enviar una carta afirmant que Juanjo infringia el reglament, i que per tant seria expulsat el 21 de març. Aquesta conducta inhumana per part de l’empresa, el descuit i el total abandonament de Juanjo es el motiu de la seua mort. Després de la carta de desnonament, es va activar l’estat d’alarma, que impedeix a la residencia expulsar a Juanjo, degut a motius evidents. Hem assenyalat ja la catàstrofe que ha suposat la gestió privada de les residencies. Juanjo, amb necessitats especials, no tenia un centre que s’adaptara a les seues necessitats, malgrat ser centres teòricament públics.

El Govern del Botànic ha fet cas omís a les reivindicacions de Juanjo i la seua família, ha permès que les residencies el tractaren com a un animal, que el nugaren i l’abandonaren a un llit, provocant no solament l’empitjorament de la seua malaltia, sinó també l’aparició de noves malalties quasi erradicades com la sarna, posant en perill també la seua família. Aquest mateix descuit i menyspreu a la vida humana han sigut precisament els que portaren a que Juanjo morirà per una pneumònia bilateral.

Hui compromís, PSOE i Podem tenen les mans tacades de sang una volta mes, com les han tingut després de la mort del treballador de Vivers, com les tenen per els TES i els professionals mèdics infectats de Coronavirus. No han pogut evitar posicionar-se aus de carronya, com el Partit Popular, qui s’ha mostrar “comprensiu” i proper amb la mort de Juanjo, però que no parlen de les retallades en sanitat, les retallades en les ajudes de dependència i les gestions privades de les residencies que ells mateixos aplicaren i mantingueren. Evidentment estes paraules del PP no son sinó oportunisme polític, doncs hui sabem que les privatitzacions de aquest mateix partit en Madrid estan costant la vida a milers de persones i cents d’ancians en residencies de gestió privada.

Des del Partit Comunista Obrer Espanyol traslladem les nostres condolences a les families i denunciem al Govern del Botànic com a còmplice d’aquesta mort, al Partit Popular com a carronyers polítics amb la més baixa dignitat política, i al capitalisme com a principal artifici d’aquesta mort orquestrada.

Treballadors! Solament el socialisme te al ser humà com a epicentre del desenvolupament social i tan sols el socialisme es capaç de donar-nos una vida sense cadenes i digna per tots nosaltres per igual!

Socialisme o barbàrie!
Organitzem-nos contra aquest sistema criminal!
Comitè Regional del Partit Comunista Obrer Espanyol a València

#HanMatadoAJuanjo y ha sido el capitalismo

El pasado mes de marzo conocíamos a través de Débora Castell el inminente desahucio o expulsión de Juanjo Castell, un valenciano con un 95% de discapacidad, del geriátrico donde estaba ingresado.

Juanjo quedó hemipléjico tras un accidente de moto, que provocó su total dependencia y una necesidad constante de tratamientos especiales que una persona común no puede realizar, por buena que sea su voluntad. Igualmente requiere de un lugar adaptado a su movilidad reducida y una supervisión constante a fin de asegurar su bienestar. Esta situación lo lleva al hecho de ser trasladado constantemente de residencia, derivado generalmente a geriátricos donde acaban expulsándolo por “no cumplir las normas” o por ser demasiado complicado de cuidar. Tras muchos problemas, expulsiones injustas y constantes descuidos por parte de estas residencias, Débora, su hermana, denuncia que su hermano está desnutrido, totalmente abandonado, sin los cuidados pertinentes, es decir, están matando a su hermano lentamente.

La última de sus residencias, gestionada por “Centro Geriátrico Edad de Oro S.L.”, que tiene otorgada la contrata de una residencia en Riba-roja del Turia, mostró una actitud escandalosamente antihumana. Realizaban llamadas a su hermana diciendo que “estaba nervioso y agresivo” y que su comportamiento estaba fuera de lo normal. Ante estas declaraciones, en una de sus visitas rutinarias, Débora encontró marcas en la piel de su hermano, irritaciones y piel escamada. Automáticamente lo llevó a La Fe, donde le diagnosticaron sarna, sarna que contagió a su hermana y sus sobrinos. Ante esta acusación, el centro geriátrico acusó a Juanjo de autolesionarse, cosa imposible ya que la sarna no se contrae por rozarse contra una superficie, aunque se haga muy violentamente.

Ante la denuncia de su hermana, el Centro Geriátrico Edad de Oro S.L., empresa ahora en liquidación, envió una carta a su hermana afirmando que Juanjo se saltaba el reglamento y que por tanto iba a ser expulsado el 21 de marzo. Esta conducta inhumana por parte de la empresa, el descuido y total abandono de Juanjo es el motivo de su muerte. Tras la carta de desahucio, se activó el estado de alarma, que impide a la residencia expulsar a Juanjo, debido a motivos evidentes. Hemos señalado ya la catástrofe que ha supuesto la gestión privada de las residencias. Juanjo, con necesidades especiales, no tenía un centro que se adaptase a sus necesidades, pese a ser centros teóricamente públicos.

El “Govern del Botànic” ha hecho caso omiso a las reivindicaciones de Juanjo y su familia, ha permitido que las residencias lo trataran como a un animal, que lo ataran y abandonaran en una cama, provocándole no solo un empeoramiento de su enfermedad, sino la aparición de nuevas enfermedades casi erradicadas como la sarna, poniendo en peligro también a su familia. Este mismo descuido y desprecio a la vida humana han sido precisamente los que llevaron a que Juanjo muriera por una neumonía bilateral.

Hoy Compromís, PSOE y Podemos tienen las manos manchadas de sangre una vez más, como las han tenido tras la muerte del trabajador de Viveros, como las tienen por los TES y los profesionales médicos infectados de Coronavirus. No han podido evitar posicionarse las aves de carroña política, como el Partido Popular, quien se ha mostrado “comprensivo” y cercano con la muerte de Juanjo, pero que no hablan de los recortes en sanidad, los recortes en las ayudas de dependencia y las gestiones privadas de las residencias que ellos mismos aplicaron y mantuvieron. Evidentemente estas palabras del PP no son sino oportunismo político, pues hoy sabemos que las privatizaciones de ese mismo partido en Madrid están costando la vida a miles de personas y cientos de ancianos en residencias de gestión privada.

Desde el Partido Comunista Obrero Español trasladamos nuestras condolencias a las familias y denunciamos al Govern del Botànic como cómplice de esta muerte, al Partido Popular como carroñeros políticos con la más baja dignidad política y al capitalismo como principal artífice de esta muerte orquestada.

¡Trabajadores! ¡Tan solo el socialismo tiene al ser humano como centro del desarrollo social y tan solo el socialismo es capaz de darnos una vida sin cadenas y digna para todos nosotros por igual!

¡Socialismo o barbarie!
¡Organicémonos contra este sistema criminal!
Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en València




El COVID-19 une en la provincia de Cádiz a los políticos del régimen

En el Diario de Cádiz del domingo pasado podemos encontrar una encuesta a veinte políticos del régimen de la provincia de Cádiz para que, a través de dos sencillas preguntas, expusieran cuáles serían sus recetas para solucionar la situación de devastación total en la que va a quedar el pueblo tras la pandemia.

“1. ¿Cuáles son a su juicio las recetas políticas, económicas y/o sociales en la provincia de Cádiz para el día después a que superemos la actual crisis sanitaria?”

“2. ¿Qué lecciones ha aprendido desde el punto de vista personal durante esta crisis de cara al futuro?”

Si analizamos detenidamente las respuestas nos damos cuenta de que todos ellos tienen un mismo discurso, discurso dirigido a justificar las medidas antiobreras decretadas por el gobierno y a pedir que se amplíen aún más.

Pongamos algunos ejemplos de lo dicho por estos representantes de los intereses capitalistas:

José Ignacio Landaluce (PP): “… hará falta diversificación económica …”

Sergio Romero (Ciudadanos): “Cádiz tiene potencial para ver cómo se diversifica su economía».

Ángela Mulas (Vox): “… Debería establecerse un Plan Estratégico que contenga importantes rebajas fiscales, así como ayudas económicas a fondo perdido …”

Manuel Jiménez Barrios (PSOE): “… hay que reactivar la inversión pública como motor para tirar del carro de la iniciativa privada.”

Hugo Palomares (IU): “… Por ello, es necesario invertir en la creación de industrias que se afiancen en el territorio …”

José Ignacio García (Podemos): “… Hay que replantear el modelo productivo de nuestra provincia para huir del monocultivo del turismo hacia más diversificación y desarrollo …”

Como podemos ver todos tienen la misma receta que no es otra que seguir manteniendo a este Estado opresor, todos ellos como fieles lacayos del sistema capitalista criminal se desviven en proporcionar capital a los empresarios justificándose además en que esto generaría mano de obra. Pero todas las fábricas que se implantaran, produjeran lo que produjeran, sería bajo el yugo de los capitalistas, concentrando éstos aún más empresas en sus manos y por tanto más poder tras la criba de quiebras y ruinas que se produce en cada estallido de crisis, lo cual les permite comprar empresas a precio de saldo. Y esto con la ayuda de la “inversión pública”, que es el dinero que sale del bolsillo principalmente de las familias trabajadoras, que están sobreviviendo como pueden. Inversión pública que ha servido y sirve desde que el capitalismo existe para subvencionar despidos masivos también de multinacionales norteamericanas como General Motors en la bahía de Cádiz.


Decía Antonio González Sangil, ex-ingeniero jefe de Delphi, en 2010, acerca del cierre de la fábrica: «había interés de la propia General Motors en cerrarla, no porque no fuera rentable, sino porque la trasladaban a otro sitio en donde iban a obtener de nuevo la concesión y los beneficios que tuvieron aquí, es decir, las subvenciones«.

Por tanto, resulta que ante la dramática situación que ha generado esta pandemia que ha mandado a millones de trabajadores más a la más absoluta miseria, las recetas que desde la derecha más reaccionaria a la izquierda traidora nos dan es facilitar al capitalista montar aquí sus empresas una vez que les han garantizado que podrán obtener subvenciones y la mano de obra por debajo del precio de saldo.

Más vergüenza si cabe aún dan las palabras de los que se dicen llamar de izquierdas, en cuyas declaraciones no los vemos ni tan siquiera una vez referirse a la clase obrera.

Pero si analizamos más profundamente observamos su falsedad para con el pueblo, pues nos hablan de promover la diversificación del tejido productivo en nuestra provincia como si alguno de ellos tuviese potestad para hacerlo, cuando saben, y más teniendo la experiencia como cargos políticos que tienen, que desde ningún estamento que pertenezca a este régimen pueden hacerlo, ni un ayuntamiento, ni un gobierno autonómico, ni el gobierno central, ni tan siquiera la Unión Europea, porque la economía mundial está en manos de los monopolios empresariales que están en manos de la oligarquía financiera, que son los que imponen su voluntad acorde a las máximas ganancias que puedan obtener, para muestra el chantaje de la multinacional norteamericana Willis a Aena:


Desde el PCOE contestamos a estas dos preguntas.

Para el día después a esta pandemia, de la que se han servido para encubrir la enorme crisis del sistema, inyectando billones de euros a los monopolios y la banca, que vamos a pagar la clase obrera, y abonándoles el terreno además con flexibilizaciones y medidas para que los millones de parados que generan en cada crisis puedan serles más rentables a través de una mayor explotación, nuestra respuesta es la siguiente.

Puesto que como hemos visto desde los estamentos burgueses no es sólo que no se pretenda, sino que es imposible cambiar este sistema, la única receta posible es la reorganización de la clase trabajadora para la toma de los medios de producción que serían socializados, estableciendo una economía planificada dirigida a satisfacer al pueblo en todas sus necesidades y cuya producción revertirá en el pueblo. ¿Cómo puede ser que después de 40 años de democracia, con varias generaciones de trabajadores produciendo para este país, el Estado español no tenga medios para mantenerse ni tan siquiera un mes sin entrar en bancarrota? Pues precisamente porque las riquezas que nos matamos en producir durante generaciones están en manos de unos pocos mientras hoy nosotros no tenemos ni mascarillas.

A la segunda pregunta hecha a los políticos que representan al sistema sobre qué es lo que han aprendido durante esta crisis, todos contestan, a parte de la consabida demagogia, que todos han aprendido a valorar más si cabe a sus familias.

Nuestra respuesta a esta segunda pregunta es que desde las clases trabajadoras les tenemos que decir que nosotros ya valorábamos mucho las nuestras, por ellas hemos dejado que nos exploten, nos humillen y nos vejen durante todo estos años de esta democracia de los empresarios y que lo que hemos aprendido es que solo arrebatándoles los medios de producción a los opresores a los que nuestras familias les importa un bledo y a las que solo ven como mercancía para que les generen más enriquecimiento podremos protegerlas.

Por tanto, se hace patente más que nunca que solo mediante la organización y la unión de las clases populares en el Frente Único del Pueblo, será posible conseguir la receta necesaria para poder vencer al verdadero virus que nos amenaza tras esta pandemia que no es otro que un sistema criminal que lleva a sus espaldas muchas más muertes de trabajadores que cualquier otro virus que haya aparecido en el planeta.

Hoy más que nunca tiene sentido la consigna
SOCIALISMO O BARBARIE
Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Cádiz




Els TES són treballadors, no herois

Durant les últimes setmanes hem estat veient com els diferents col·lectius de “treballadors de necessitat” eren qualificats com a herois. Ha passat amb metges, caixeres, repartidors… i també, amb els TES.

Ja el passat 21 de març avisàvem de la perillosa situació dels TES a València i de l’actitud de la Generalitat front a les reclamacions d’aquests.

Poques hores després de la publicació d’eixe mateix article, el Cap de Guàrdia d’un hospital anomenava “cagaos” als Tècnics d’Emergències Sanitàries per negar-se a treballar sense les màscares necessàries. En aquell moment, hi havien més de 20 TES en quarantena per possible COVID-19. Tres dies més tard, la Consellera de Salud, Ana Barceló, afirmava que el personal mèdic contagiat –entre aquests, els TES– s’havien infectat per “visitar els familiars o viatjar”.

Mentrestant, la Consellera afirmava aquestes paraules, els TES realitzaven les alarmes de COVID-19 amb aquesta improvisada protecció:


Tornem a veure durant aquesta crisi el menyspreu absolut cap als TES, que eren tractats en alguns casos de “ambulancieros” o “conductores”. Aquest tracte de menyspreu explicaria perquè, inclús després de rebre la Generalitat 216.860 EPls segons la Consellera Ana Barceló, els TES segueixen sense tindre suficients EPI i, són enviats amb equips realitzats que no es poden reutilitzar o amb equips de protecció improvisats que poc o gens asseguren als treballadors. Aquest menyspreu explicaria també, per què aquells TES que exigeixen les mesures de seguretat necessàries per a evitar el contagi estan sent represaliats i apartats del servei.

Ja van 5 TES morts, i centenars d’infectats al llarg de l’Estat. Aquesta crisi demostra com de perillós és que el sistema sanitari siga desmantellat, la perillositat de la gestió privada de la sanitat pública, la perillositat de deixar que empreses privades decidisquen sobre el servei d’emergència. En definitiva, aquesta crisi deixa patent la perillositat del capitalisme, amb la seua única resposta a les reclamacions dels treballadors, la qual és la repressió i els menyspreu.

Com bé deia Marx: “el capitalisme tendeix a destruir les seues dues fonts de riquesa: la natura, i l’ésser humà”. Ara, els mitjans de comunicació tracten als sanitaris i als TES com a “herois” i així, els condecoraran fins que passe aquesta crisi, per a després no dubtar en criminalitzar-los i tractar-los d’egoistes o privilegiats quan exigisquen un tracte i unes condicions dignes. No, els TES no són herois, són treballadors, i com a treballadors mereixen respecte, seguretat i dignitat. No deuen sacrificar la seua vida per a ser tractats amb dignitat, no deuen sacrificar la seua salut i la salut de les seues famílies per a ser tractats amb respecte.

Des del Partit Comunista Obrer Espanyol, ens solidaritzem amb els sanitaris que pateixen dia a dia el menyspreu del sistema capitalista i veuen minvats constantment els seus drets i recursos, abocant a milers de persones a la mort. Ens solidaritzem amb tots els treballadors que, mentre la crisi dura, aguanten com les seues vides són posades en perill en benefici de les butxaques d’uns pocs. De la mateixa manera cridem tots els treballadors a solidaritzar-se amb els sanitaris més enllà dels balcons, més enllà dels aplaudiments, perquè quan açò acabe, haurà que exigir responsabilitats, deuran pagar els qui han posat en perill als treballadors.

Organitzem-nos contra les empreses que fan negoci de la nostra salut!
Organitzem-nos contra l’Estat que només protegeix els interessos dels burgesos!
Treballador, organitza’t per la teua classe en el Front Únic del Poble!

 

En defensa dels treballadors!
Cuidem de qui ens cuida!
Comitè Regional del Partit Comunista Obrer Espanyol a València

Los TES son trabajadores, no héroes

Durante las últimas semanas hemos estado viendo como los diferentes colectivos de trabajadores de “necesidad” eran calificados como héroes. Ha pasado con médicos, cajeras, repartidores… y también con los TES.

Ya el pasado 21 de marzo avisábamos de lo peligroso de la situación de los TES en València y de la actitud de la Generalitat frente a las reclamaciones de estos.

Pocas horas después de la publicación de ese mismo artículo, el Jefe de Guardia de un hospital llamaba “cagaos” a los Técnicos de Emergencias Sanitarias por negarse a trabajar sin las mascarillas necesarias para ello. En aquel momento había más de 20 TES en cuarentena por posible COVID-19. Tres días más tarde, la Consellera de Salud, Ana Barceló, afirmaba que el personal médico contagiado, entre ellos los TES, habían sido infectados por “visitar a familiares o viajar”.

Mientras la Consellera afirmaba esto, los TES realizaban las alarmas de COVID-19 con esta improvisada protección:


Volvemos a ver durante esta crisis el menosprecio absoluto hacia los TES, que eran tratados en algunos casos de “ambulancieros” o “conductores”. Este trato de desprecio explicaría por qué, incluso después de recibir la Generalitat 216.860 EPIs según la Consellera Ana Barceló, los TES siguen sin tener suficientes EPI y son enviados con equipos reutilizados que no se pueden reutilizar o con equipos de protección improvisados que poco o nada aseguran a los trabajadores. Este menosprecio explicaría también por qué aquellos TES que exigen las medidas de seguridad necesarias para evitar el contagio están siendo represaliados y apartados del servicio.

Ya van 5 TES fallecidos y cientos de infectados a lo largo del estado. Esta crisis demuestra lo peligroso de que el sistema sanitario sea desmantelado, lo peligroso de la gestión privada de la sanidad pública, lo peligroso de dejar que empresas privadas decidan sobre el servicio de emergencias. En definitiva, esta crisis deja patente lo peligroso del capitalismo, cuya única respuesta a las reclamaciones de los trabajadores es la represión y el menosprecio.

Como bien decía Marx, “el capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza, la naturaleza, y el ser humano”. Ahora los medios tratan a los sanitarios y a los TES como “héroes”, y así los condecorarán hasta que pase esta crisis, para después no dudar en criminalizarlos y tratarlos de egoístas o privilegiados cuando estos exijan un trato y unas condiciones dignas. No, los TES no son héroes, son trabajadores y como trabajadores merecen respeto, seguridad y dignidad. No deben sacrificar sus vidas para ser tratados con dignidad, no deben sacrificar su salud y las de sus familias para ser tratados con respecto.

Desde el Partido Comunista Obrero Español nos solidarizamos con los sanitarios que sufren día a día el menosprecio del sistema capitalista y ven mermados constantemente sus derechos y recursos, abocando a miles de personas a la muerte. Nos solidarizamos con todos los trabajadores que, mientras la crisis dura, soportan como sus vidas son puestas en peligro en beneficio de los bolsillos de unos pocos. De igual manera llamamos a todos los trabajadores a solidarizarse con los sanitarios más allá de los balcones, más allá de los aplausos, porque cuando esto termine, habrá que exigir responsabilidades, deberán pagar quienes han puesto en peligro a los trabajadores.

¡Organicémonos contra las empresas que hacen negocio de nuestra salud!
¡Organicémonos contra el Estado que tan solo protege los intereses de los burgueses!
Trabajador, ¡organízate por tu clase en el Frente Único del Pueblo!

 

¡En defensa de los trabajadores!
¡Cuidemos de quien nos cuida!
Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en València




El capitalisme destrossa la salut mental i física del proletariat

No fa falta parlar amb gaire gent de cercles propers, ja siguin amics, família o fins i tot tu mateix per adonar-se que al proletariat i a les altres classes laborioses neixen malalties tant físiques com psicològiques, sent aquestes últimes igual o més perilloses que les primeres. Encara que tot això sembli nou, i és que és a causa de les condicions materials del moment històric que ens ha tocat viure, porta present des dels primers anys del sistema burgès.

Ja Friedrich Engels en la seva gran obra “Principis del comunisme” (1847) parla de les contradiccions del sistema capitalista. Engels compara la situació social i econòmica dels esclaus a la antiguitat amb la dels proletaris en la societat industrial. Els esclavistes es preocupaven de mantenir sans i amb vida els seus esclaus, encara que fos legal la propietat sobre ells mateixos i no se’ls considerés persones, ja que volien treure el més gran profit d’ells, mentre que en l’actualitat els proletaris encara que siguin considerats legalment com a persones i “suposadament” iguals als capitalistes, són considerats peces d’un procés productiu que li és igual la seva salut i el seu futur, quan un proletari s’erosiona o s’esgota el burgès el llança a l’atur forçós i el substitueix per un altre, privant-li la forma d’aconseguir els seus mitjans de supervivència. Llavors, l’esclau tenia una situació social molt baixa en comparació amb el seu equivalent actual però si que tenia un futur assegurat per la classe explotadora, no com passa avui en dia amb els proletaris.

Per tant, no ens hauria de semblar estrany per desgràcia que a dia d’avui la OMS digui que la depressió la pateixen 300 milions de persones en tot el món i, de les quals, el 95% dels casos estiguin sense tractament efectiu, sent Espanya el quart país del món amb més casos. A més, el suïcidi és la segona causa de mort de les persones entre 15 i 29 anys, sent 800.000 les persones que moren per ella a l’any. Aquests són dos exemples de molts que conformen, tristament, una llarga llista. Les dades son verdaderament preocupants i es poden consultar a aquesta pàgina o a la pròpia pàgina de la OMS. Aquestes dades donen una bona perspectiva de com el sistema d’explotació capitalista fa emmalaltir la salut mental del poble treballador, i la seva letalitat – sobretot a la població més jove. De totes formes, i amb una sanitat pública despullada pels capitalistes, i que el COVID-19 ha posat de manifest la precarietat de la sanitat pública a ulls del poble, es comprova que la part encarregada de la psicologia i psiquiatria en aquest país es troba completament desbordada, sense recursos, de manera que son les pròpies polítiques sanitàries dictades pels successius governs del capital que empenyen a aquells que emmalalteixen de la ment a recórrer a la sanitat privada per aconseguir un diagnòstic i un tractament. Sanitat privada per la que una cita té un preu superior als 60€, i que perquè realment el diagnòstic i per suposat el tractament tingui efecte cal realitzar vàries cites successives, disparant així el cost. Observant aquesta realitat, no ens equivoquem si afirmem que pels treballadors d’aquest país, els quals emmalalteixen mentalment com a conseqüència de la descarnada explotació capitalista, les cures de la seva salut mental és molt deficient per part del sistema públic de salut, sent un luxe pràcticament inassolible per la majoria del poble treballador l’assistència de la sanitat privada, fet que explica que el 50% de les persones diagnosticades de malalties mentals es trobin sense ningun tipus de tractament o amb un tractament incorrecte.

La burgesia explotadora i criminal no veu als treballadors res més que eines, com màquines amb les que produir beneficis i així poder-se pagar les seves vides excèntriques i opulenta mentre la major part de la població mundial viu i pateix trastorns físics i mentals que no és més que l’erosió d’un criminal sistema socioeconòmic i una classe social voraç, miserable que no mereix viure, com és la burgesia. Tot això s’extrapola i es projecta a la societat, en els mètodes que ella mateixa proposa de com ser feliç, de com créixer com a persona dins d’ella i si no ho fas és perquè no t’esforces suficientment o no has evolucionat com a individu per arxivar la grandesa. En definitiva, es culpabilitza al treballador del seu fracàs davant d’un sistema criminal que institucionalitza el saqueig i la seva deshumanització, doncs el capitalisme no és més que la legalització i la institucionalització de la impunitat de la burgesia per explotar, robar i sotmetre mitjançant la violència a la classe obrera. Cada dia que passa la soga del capitalisme pressiona més i més el coll del treballador, tant econòmicament com psicològicament. La cultura s’encareix a passos gegants, l’oci es converteix en un plaer residual per la falta de diners, de temps o de tots dos. La burgesia intenta justificar la pobresa i la desgracia de les classes populars en la ganduleria ja que, suposadament, vivim en una meritocràcia en la que obtens els beneficis equivalents a l’esforç que inverteixes en un projecte. Res més lluny de la realitat, els exemples que desmenteixen aquesta meritocràcia són abundants i estan a l’abast de tothom, com l’exemple de que les famílies més riques d’Itàlia actualment son les mateixes que les de El Renaixement, o les proclamades icones burgeses que suposadament han començat de zero, els quals amb un mínim d’investigació es descobreix que els seus “inicis humils” són més falsos que una moneda de tres euros.

Mentre els treballadors passen un mínim de 8 hores al dia, 40 a la setmana treballant (creant la riquesa que es queden uns pocs), guanyant el just per malviure i garantir la reproducció de l’explotació futura, no poden gaudir de la cultura o l’oci i allà on mira no veu més que burgesos amb tots els seus luxes i vicis possibles, mentre que en tots els mitjans possibles li diuen que si ell no els té és perquè és un vago i no s’esforça suficient. Tota aquesta desferra ideològica del Capital s’uneix amb el derrotisme inculcat per l’oportunisme que pretén mostrar a l’obrer que, faci i el faci, no canviarà el sistema, desviant el treballador de senyalar l’arrel del problema – el capitalisme- per garantir la pervivència d’aquest, mantenint als oprimits malalts i decaiguts aprofitant i afavorint a la vegada l’alineació creada pel treball aliè, el qual és descrit per Marx en el seus “Manuscrits d’economia i filosofia” com “un treball extern al treballador, no pertany al seu ésser; en què en el seu treball, el treballador no s’afirma , sinó que es nega; no se sent feliç, sinó desgraciat; no desenvolupa una lliure energia física i espiritual, sinó que mortifica el seu cos i arruïna el seu esperit. Per això el treballador se sent en si fora del treball, i en el treball fora de si”. Per tant, el proletari mai es sentirà complet, lliure o feliç sota el règim capitalista, ja que pateix tots els mals de la societat burgesa i no pot sentir cap dels beneficis que el propi treballador genera, tornant als Manuscrits de Marx que ho torna a descriure de forma precisa quan afirma que “certament el treball produeix meravelles pels rics, però produeix privacions pel treballador. Produeix bellesa, però deformitats pel treballador. Substitueix el treball per màquines, però envia una part dels treballadors a un treball bàrbar, i es converteix en màquines a l’altra part. Produeix esperit, però origina estupidesa i cretinisme pel treballador”. Aquestes paraules, escrites el 1844, ressonen avui més que mai, encara més amb la pandèmia actual, ja que som els treballadors qui fem moure el món, qui creem tota la bellesa i els avenços del planeta però no ho gaudim nosaltres, sinó els paràsits que viuen de la suor dels treballadors i tenen la societat als seus peus com a conseqüència de la violència que exerceixen.

És per això que des del Partit Comunista Obrer de Catalunya proclamem que per poder destruir aquesta alienació, que tortura la ment i el cos dels treballadors, s’ha de destruir aquest sistema econòmic basat en l’esclavitud assalariada, en l’explotació de l’home per l’home i en la transformació del treball en una mercaderia més. Per això, cridem a tots els sectors que conformen el proletariat a unir totes les seves lluites en una única lluita de classes contra el capitalisme, la burgesia i el seu estat conformant el Front Únic del Poble (FUP) que serveixi com instrument i contrapoder de classe per superar aquest règim criminal capitalista i construir el socialisme com la única forma possible que té el proletariat i les classes populars per conquerir la seva emancipació i la seva plenitud. I és que pel proletariat, avui, actuar en llibertat és sinònim de lluitar per conquerir el socialisme, acabant amb el capitalisme, sent essencial per donar fi a la missió històrica que té el proletariat: el desenvolupament del Partit Comunista, del PCOC i del seu partit germà, el PCOE.

Treballador, omple i enforteix les files del PCOC!
Que caigui el capitalisme terrorista i explotador!
Pel Front Únic del Poble!
Socialisme o barbàrie!
Barcelona, 16 d’abril del 2020

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (PCOC)

El capitalismo destroza la salud mental y física del proletariado

No hace falta hablar con demasiada gente de círculos cercanos, ya sean amigos, familia o incluso tú mismo para darte cuenta de que en el proletariado y demás clases laboriosas proliferan enfermedades tanto físicas como psicológicas, siendo estas últimas igual o más peligrosas que las primeras. Aunque todo esto parezca nuevo y que es a causa de las condiciones materiales del momento histórico que nos ha tocado vivir, lleva presente desde los primeros pasos del sistema burgués.

Ya Friedrich Engels en su gran obra “Principios del comunismo” (1847) habla sobre una de las contradicciones del sistema capitalista. Engels compara la situación social y económica de los esclavos en la antigüedad con la de los proletarios en la sociedad industrial. Los esclavistas se preocupaban de mantener sanos y con vida a sus esclavos, aun siendo legalmente una propiedad de su amo y no ser considerado una persona, ya que querían sacar el mayor provecho de ellos; mientras que en la actualidad los proletarios aun siendo considerados legalmente cómo personas y “supuestamente” iguales a los capitalistas, son considerados piezas del entramado productivo que da igual su salud ni su porvenir, cuando un proletario se erosiona o agota el burgués lo arroja al paro forzoso y lo sustituye por otro, quitándole la forma de conseguir sus medios de supervivencia. Entonces el esclavo tenía una situación social muy baja en comparación con su equivalente actual pero sí que tenía un porvenir asegurado por la clase explotadora, no como los proletarios hoy en día.

Por tanto, no nos debería parecer extraño por desgracia que hoy en día la OMS hable sobre que la depresión la sufran 300 millones de personas en todo el mundo y, de las cuales, el 95% de los casos estén sin tratamiento efectivo, siendo España el 4º país del mundo con más casos. Además, el suicidio es la segunda causa de muerte de personas entre los 15 y los 29 años, siendo 800.000 personas las que perecen por ello al año. Éstos son dos ejemplos de muchos que conforman, tristemente, una larga lista. Los datos son verdaderamente preocupantes y se pueden consultar en esta página o en la propia página de la OMS. Estos datos dan buena cuenta de cómo el sistema de explotación capitalista hace enfermar la salud mental del pueblo trabajador, y su letalidad – fundamentalmente en la población más joven. Sin embargo, y con una sanidad pública desmantelada por los capitalistas, y que la COVID-19 ha descorrido la cortina de su precariedad a ojos del pueblo, se comprueba que la parte encargada de la psicología y psiquiatría en éste país se encuentra completamente desbordada, sin recursos, de tal modo que son las propias políticas sanitarias dictadas por los sucesivos gobiernos del Capital las que empujan a aquéllos que enferman de la mente deban recurrir a la sanidad privada para conseguir un diagnóstico y un tratamiento. ¡Sanidad privada en la que una cita tiene un precio superior a los 60 euros!, y para que realmente el diagnóstico y por supuesto el tratamiento surta efecto se deben realizar sucesivas citas, con lo que se dispara el coste. A tenor de esta realidad, no nos equivocamos si afirmamos que para los trabajadores de este país, los cuales enferman mentalmente como consecuencia de la descarnada explotación capitalista, el cuidado de su salud mental es muy deficiente por parte de los sistemas públicos de salud, siendo un lujo prácticamente inalcanzable para la mayoría del pueblo trabajador la asistencia a la sanidad privada, hecho que explica que el 50% de los diagnosticados de enfermedades mentales se encuentre sin ningún tipo de tratamiento o con un tratamiento incorrecto.

La burguesía explotadora y criminal no ve a los trabajadores más que cómo herramientas, cómo máquinas con las que producirles beneficios con los que pagarse su vida excéntrica y opulenta mientras la mayor parte de la población mundial padece y sufre trastornos físicos y mentales que no son más que la erosión de un criminal sistema socio-económico y una clase social voraz, miserable, que no merece vivir, como es la burguesía. Todo eso se extrapola y proyecta en la sociedad, en los métodos que ella misma favorece de cómo ser feliz, de cómo crecer como persona dentro de ella y si no lo haces es porque no te esfuerzas lo suficiente o no has evolucionado cómo individuo para alcanzar la grandeza. En definitiva, se culpabiliza al trabajador de su fracaso ante un sistema criminal que institucionaliza su robo y su deshumanización pues el capitalismo no es más que la legalización y la institucionalización de la impunidad de la burguesía para explotar, robar y someter mediante la violencia a la clase obrera. Cada día que pasa la soga del capitalismo aprieta más y más el cuello del trabajador, tanto económica como psicológicamente. La cultura se encarece a pasos agigantados, el ocio se convierte en un placer residual, por la falta de dinero, de tiempo o de ambos. La burguesía intenta justificar la pobreza y la desgracia de las clases populares en que se trata de holgazanería o vagancia ya que, supuestamente, vivimos en una meritocracia en la que obtienes los beneficios equivalentes al esfuerzo que inviertes en un proyecto. Nada más lejos de la realidad, los ejemplos que desmontan dicha meritocracia son abundantes y están al alcance de todos, cómo el ejemplo de que las familias más ricas de Italia son las mismas que en El Renacimiento, o los proclamados iconos burgueses que supuestamente han empezado desde cero, los cuales con un mínimo de indagación se descubre que sus “inicios humildes” son más falsos que una moneda de tres euros.

Mientras los trabajadores se pasan un mínimo de 8 horas al día, 40 a la semana trabajando (creando la riqueza que se quedan unos pocos), ganando lo justo para poder malvivir y garantizar la reproducción de la explotación futura, no pueden disfrutar de los goces culturales o el ocio y allá donde mira no ven más que a los burgueses con todos los lujos y vicios posibles, mientras en todos los medios led dicen que si él no los tiene es porque es un vago y no se esfuerza lo suficiente. Toda esta basura ideológica del Capital se junta con el derrotismo inoculado por el oportunismo que pretende mostrar al obrero que, haga lo que haga, no cambiará el sistema, desviando al trabajador de señalar la raíz del problema – el capitalismo – para garantizar la pervivencia de éste manteniendo a los oprimidos enfermos y decaídos, aprovechando y favoreciendo a su vez la alienación creada por el trabajo enajenado, el cual es descrito por Marx en sus Manuscritos de economía y filosofía como “un trabajo externo al trabajador, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí.” Por tanto el proletario jamás se sentirá completo, libre o feliz bajo el régimen capitalista, ya que sufre todos los males de la sociedad burguesa y no saborea ninguno de los beneficios que el propio trabajador genera, volviendo a los Manuscritos de Marx que lo vuelven a describir de una forma precisa cuando afirma que “Ciertamente el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones para el trabajador. Produce belleza, pero deformidades para el trabajador. Sustituye el trabajo por máquinas, pero arroja una parte de los trabajadores a un trabajo bárbaro, y convierte en máquinas a la otra parte. Produce espíritu, pero origina estupidez y cretinismo para el trabajador.” Estas palabras, aunque escritas en 1844, resuenan hoy más que nunca, todavía más si cabe con la pandemia actual, ya que somos los trabajadores quienes hacemos mover el mundo, quienes creamos toda la belleza y avances de este planeta, pero no los disfrutamos nosotros, sino los parásitos que viven del sudor de los trabajadores y tienen la sociedad a sus pies como consecuencia de la violencia extrema que ejercen.

Por eso es que desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya proclamamos que para poder destruir esta alienación, esta enajenación que tortura la mente y el cuerpo de los trabajadores hay que destruir este sistema económico basado en la esclavitud asalariada, en la explotación del hombre por el hombre y en la transformación del trabajo en una mercancía más. Para ello llamamos a todos los sectores que conforman al proletariado a unir todas sus luchas en una única lucha de clases contra el capitalismo, la burguesía y su Estado conformando el Frente Único del Pueblo (FUP), que sirva como instrumento y contrapoder de clase para superar este régimen criminal capitalista y construir el socialismo como única forma posible que tiene el proletariado y las clases populares para conquistar su emancipación y su plenitud. Y es que para el proletariado hoy, actuar en libertad es sinónimo de luchar por conquistar el socialismo, acabando con el capitalismo, siendo esencial para dar cumplimiento a dicha misión histórica que tiene el proletariado el desarrollo del Partido Comunista, del PCOC y de nuestro partido hermano, el PCOE.

¡Trabajador engrosa y fortalece las filas del PCOC!
¡Abajo el capitalismo terrorista y explotador!
¡Por el Frente Único del Pueblo!
¡Socialismo o barbarie!
Barcelona, 16 de abril de 2020

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (PCOC)




La salud en el capitalismo está subordinada a los beneficios: las mutuas

La crisis del coronavirus está agudizando todas las contradicciones del sistema capitalista. Toda la superestructura se resiente de esta crisis que afecta profundamente a las raíces de la estructura económica del capitalismo y, con ello, saltan por los aires las instituciones, empresas y organizaciones creadas por la burguesía con el único objetivo de explotar y saquear a la clase trabajadora.

Este es el caso de las mutuas, empresas privadas que hacen de intermediario con las prestaciones económicas y la asistencia sanitaria, cuya rentabilidad se basa en que los trabajadores estén el menor tiempo posible de baja. Las aportaciones, aunque sean empresariales no dejan de ser rentas del trabajo, por lo que es el trabajador, en definitiva, quien paga porque una empresa le impida, en la medida de lo posible o más allá, cogerse bajas cuando está enfermo.

Así, en el caso de un accidente laboral o enfermedad profesional las mutuas se hacen cargo de los gastos, por tanto, cuanto menos tiempo estemos de baja, menos pruebas nos realicen, menos muertes por enfermedades profesionales existan, más beneficio van a parar a los bolsillos de las mutuas. Estas mutuas no dudan en utilizar cualquier método, hasta los más rastreros como la contratación de detectives privados que espíen a los trabajadores de baja, para evitar pagar estas bajas laborales.

La lucha ideológica ha jugado un papel fundamental, como hace siempre, para que estas empresas se hayan asentado, robando a los trabajadores su dinero y su salud. La batalla la ganó la burguesía en este terreno iniciando una campaña de criminalización contra la clase trabajadora inventando el concepto de “absentismo laboral” de los trabajadores, como justificación para que estas mutuas controlasen dicho absentismo, culpando a estos de fingir bajas para no ir a trabajar.

En esta crisis estamos observando cómo empresas y mutuas ponen por delante los beneficios empresariales a la salud. Trabajadores de Ferrovial han denunciado prácticas contra la salud pública y de sus empleados, no tramitando las bajas por “contacto estrecho” con personas infectadas, obligando a ir al puesto de trabajo a las personas con graves patologías a riesgo del propio trabajador, etc. Empresas como Ayesa AT, a pesar de la recomendación del Ministerio de Salud de realizar teletrabajo, está mandando a los trabajadores a realizar sus funciones al centro de trabajo.

El Tribunal de Cuentas ya detectó malversación y fraude masivo a las arcas públicas en 2006 por parte de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y enfermedades profesionales, afectando a todas las mutuas fiscalizadas (8) que sumaban el 53% de las cuotas y el 51% de los trabajadores protegidos. Según el Tribunal las mutuas podrían estar ocasionando un perjuicio de 8.200 millones de euros a la Seguridad Social.

Estas mutuas no han declarado ni una sola muerte por accidente laboral en todo 2006 (año del estudio), año en que el índice de accidentes mortales en España (1.255) era el doble de la media en la UE. También ocultan las enfermedades profesionales, fuente de 10 veces más mortalidad que los accidentes laborales. La razón es sencilla. Así evitan la obligación legal de pagar una pensión laboral, que es mayor que la pensión normal de la Seguridad Social, a los familiares, viudas o viudos o dependientes del trabajador muerto.

En cambio, según el Grupo de Investigación de Salud Laboral de la Universidad Pompeu y Fabra (UPF), en España mueren 14.000 hombres y más de 2.000 mujeres por enfermedades contraídas en el lugar de trabajo, cada año hay 9.400 personas muertas por cáncer, 3.600 por enfermedades cardiovasculares y 1.700 por enfermedades respiratorias contraídas en el lugar de trabajo y ninguna de estas muertes aparece en los registros de las mutuas. Esta ocultación de datos supone que los costes sanitarios que deberían asumir las mutuas laborales recaigan en la sanidad pública, y que el 14% del presupuesto en salud pública de la Comunidades Autónomas sea para atender estas patologías. La UPF estima que este fraude alcanza los 82.000 millones de euros anuales. Las cifras del último informe del Tribunal de Cuentas se quedan cortas.

Las mutuas no son más que lucrativos negocios para unos pocos burgueses que comercian con la salud de la clase trabajadora. El que era gerente de Mutua Universal, Joan Aicart, superaba los 600.000 euros al año de retribución y recibía hasta 3.000 euros por cada reunión de la junta directiva o del consejo a las que asistía además de otro tipo de dietas. A su sucesor se le limitó a poco más de 200.000 euros anuales, cantidad superada en 2008 por Jorge Serra, gerente de Asepeyo (245.000 euros en 2008) o Fernando Eguidazu, gerente de Fraternidad-Muprespa (240.000 euros). Además de los gerentes, los sueldos de altos cargos sobrepasan habitualmente los 150.000 euros en Fraternidad-Muprespa, Asepeyo o Balear y de más de 100.000 en Ibermutuamur, Fremap o Intercomarcal.

Se observa nítidamente como en el capitalismo comerciar con la salud es un negocio rentable, bien visto, promocionado por la burguesía y permitido por el Estado, a tenor de la Ley 35/2014. El capitalista no duda en obtener pingües beneficios de las enfermedades de los obreros a causa de la explotación a la que le somete y de transferir el capital proveniente de las rentas del trabajo hacia sus arcas privadas a costa de toda la clase trabajadora.

Bajo el capitalismo el obrero no tiene derecho a nada. Ni al trabajo, ni a la vivienda, ni a la salud. Solo tiene derecho a ser explotado, cuando y como diga el burgués, el dueño del medio de producción y por un salario cada vez más mísero. Esta crisis está poniendo de relieve todos los engaños y todas las estafas a la clase trabajadora de un sistema capitalista moribundo y putrefacto.

A los trabajadores no nos queda otra solución que barrer este sistema podrido y construir el nuestro, en base únicamente a nuestros intereses como clase, puesto que somos la mayoría. Construyamos un Frente Único del Pueblo donde los trabajadores y el resto de capas populares (pensionistas, jubilados, estudiantes, parados…) podamos decidir nuestro futuro, el futuro del pueblo, librándonos de todas las sanguijuelas que nos chupan hoy la sangre con leyes injustas. Construyamos el vehículo con el que llegaremos a nuestra máxima aspiración, el Socialismo, donde el pueblo sea un único que dirija su designio.

¡No al capitalismo criminal!
¡Construyamos el Frente Único del Pueblo!
¡Por el Socialismo!
Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Ford Almussafes, En peus!

Novament els treballadors de Ford es veuen abocats a un expedient de regulació temporal de l’ocupació (ERTO), però en aquesta ocasió, no afecta a una part, sinó a la totalitat de la plantilla. El passat mes de març ha batut rècords de desocupació a València i al conjunt de l’Estat, les grans companyies com Ford han aplicat ERTOs justificats per “força major”.

Des del Comitè Executiu del Partit Comunista Obrer Espanyol ja es va avisar al conjunt de la classe treballadora que la irrupció del Coronavirus sols ha vingut per a exacerbar la crisi econòmica que era palpable i que es feia present a totes les potències mundials. Aquest fet no es diferent a València.

Ja a l’inici de març avisàvem als treballadors de Ford Almussafes sobre la perillosa situació cap a la qual avançaven. Hui tornem a reivindicar la necessitat imperant de mobilitzar-se, de solidaritzar-se i de lluitar contra l’expedient de regulació de l’ocupació (ERO) de 410 llocs de treball que proposa la direcció de Ford. Aquesta situació, ja crítica a l’inici de març, es fa més greu amb la crisi del COVID-19 a causa de l’ERTO que afecta als 7.400 treballadors de Ford. Aquest fet ens deixa una situació clara: l’ERO per a 410 treballadors que ja es plantejava s’engrossirà, però a més, la prolongació i administració d’aquest ERTO suposarà una lenta tortura de dessagnament per als treballadors de Ford Almussafes.

L’ERTO referent al COVID-19 està plantejat per a 180 dies, és a dir, 6 mesos. Tant la direcció de la Ford com UGT i CCOO –sempre en consonància i servitud– han afirmat que la tornada serà progressiva, amb un increment parcial dels treballadors. Aquesta actitud ens dona pistes de per on aniran les mesures. Donada aquesta situació, i la normativa del govern que no permet acomiadar a un treballador afectat per l’ERTO fins passats 6 mesos de la seua reincorporació, Ford donarà el dia 27 l’eixida a la tornada d’una part de la plantilla, una volta passats eixos 6 primers mesos i, amb la reincorporació progressiva de la resta dels treballadors, començarem a veure les primeres víctimes de l’ERO fixat fins ara en 410 persones, però que sens dubte augmentarà les seves xifres en els pròxims mesos.

De cara a aquesta situació, UGT ja ha afirmat que seran moments complicats i que hauran de fer esforços per tal d’evitar agreujar la situació. Aquestes paraules, juntament amb les pronunciades en un vídeo per Carlos Faubel, Secretari General de UGT-Ford, davant de l’ERO de 410 persones ens demostren que els treballadors de Ford no estan en bones mans amb els seus actuals representants sindicals. És marca pròpia dels sindicats grocs i oportunistes la verborrea buida de contingut i informació, que és el que podem observar en les comunicacions de UGT a la plantilla de Ford. No suficient amb no donar cap tipus d’informació, abandera com a exemple a seguir l’ERO de 2009 realitzat a Ford: una catàstrofe per als treballadors.

Mitjançant l’article 64 de l’Estatut dels Treballadors sobre drets d’informació i consulta, permet als sindicats, mitjançant el Comitè d’Empresa, tenir accés als comptes de l’empresa i a ser informats sobre la situació general del sector econòmic al qual pertany la seua empresa. És UGT cega? No veu la situació de la planta? No veu vindre les mesures evidents de Ford Almussafes? Ja s’ha anunciat que, per a l’any 2022, la part de Ford Almussafes que fabrica els motors Ecoboost passarà a fabricar-se als Estats Units. No és evident que amb una irrisòria inversió de 42 milions per a la rama elèctrica no seran suficients, ni remotament, per a cobrir el buit a la càrrega de treball que deixaran els motors Ecoboost? Veient la situació podem afirmar dues coses: o bé, els sindicats són incapaços de veure el problema que vindrà; o bé, l’han vist però no volen parlar d’ell perquè faria perillar la seua situació hegemònica i privilegiada. I donat que aquests sindicats els formen “experts” en la matèria, és evident per quina opció hem de decantar-nos.

Els treballadors de Ford esteu en mans de l’enemic, tant al Comitè d’Empresa com al Govern del Botànic de Ximo Puig, que no dubta en cap moment a riure-li les gràcies a la direcció de l’empresa. És moment de deixar d’autocompadir-se amb les mentires del sindicalisme traïdor, és moment d’organitzar-se contra la direcció de Ford i les seues mesures antiobreres.

La Comunitat Valenciana acumula 56.678 ERTOs presentats per les empreses aprofitant-se de la crisi sanitària ocasionada per la COVID-19. ERTOs que afecten a 331.458 treballadors segons dades de la Direcció General de Treball depenent del Ministeri de Treball.

Els treballadors, inclosos els treballadors de FORD, no tenen cap altra eixida que l’organització i la unitat per a enfrontar-se contra el capitalisme i el seu Estat. A Ford, és clar que la COVID-19 és una gran justificació per a reestructurar la plantilla, sobretot en un període on la indústria de l’automòbil porta ja anys incrementant la precarietat i destruint llocs de treball. És hora que els treballadors no solament s’uneixin de manera independent de l’Estat, sinó que han de portar els conflictes que succeeixen en els centres de treball als barris obrers, al poble, perquè aquest tinga consciència del que esdevé; perquè el problema dels treballadors a les fàbriques també s’arrossega i afecta al barri, que es composa dels treballadors, empobrint-se tot el poble. És el moment d’ajuntar la lluita de les fàbriques amb les lluites dels barris i d’altres sectors del proletariat unint-les en una única lluita de classes contra la burgesia i el seu criminal sistema, el capitalisme, conformant el Front Únic del Poble.

L’Estat i el seu govern no resoldran els nostres problemes, els aguditzaran encara més. És una necessitat vital hui per al poble espanyol i els pobles del món trencar la cadena imperialista, trencar amb el capitalisme que ens ha instal·lat en el feixisme, que ens nega el present i el futur, que ens condemna a la mort i a la guerra imperialista. El capitalisme està mort: suposa un fre per al desenvolupament de la humanitat perquè la propietat privada sobre els mitjans de producció frena el desenvolupament de les forces productives, destruint no sols a l’ésser humà sinó també destruint l’ecosistema, la naturalesa, constituint el major risc per al manteniment de vida en el Planeta.

El moment és de lluita, de construir un poder popular dels treballadors i llauradors alternatiu a l’Estat que siga capaç d’obrir l’única alternativa que el poble espanyol té hui: acabar amb el capitalisme i construir el socialisme; acabar amb els privilegis d’una minoria criminal i explotadora i posar a la disposició dels treballadors i dels llauradors tots els mitjans de producció, això és, socialitzant la banca, socialitzant la terra duent a terme una reforma agrària que modernitze i desenvolupe la producció agrícola socialista i, com no, posant en mans del poble treballador totes les empreses a fi que aquest no sols desenvolupe la producció industrial sinó que el fruit d’aquesta producció, que li correspon, siga distribuït de manera justa i equitativa entre el poble que genera tota la riquesa a fi de satisfer els interessos i les necessitats del poble; i, no de satisfer els interessos crematístics d’una minoria explotadora i corrupta.

FORA EL GOVERN TRAÏDOR DEL POBLE!
PEL FRONT ÚNIC DEL POBLE!
TOT EL PODER PER ALS TREBALLADORS I ELS CAMPEROLS!
SOCIALISME O BARBÀRIE!
València, 16 d’abril de 2020

Comitè Regional del Partit Comunista Obrer Español a València

Ford Almussafes, ¡En pie!

Nuevamente los trabajadores de Ford se ven abocados a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), pero en esta ocasión, no afecta a una parte, sino a la totalidad de la plantilla. El pasado mes de marzo ha batido récords de desempleo en València y el conjunto del Estado, las grandes compañías como Ford han aplicado ERTEs justificados por “fuerza mayor”.

Desde el Comité Ejecutivo del Partido Comunista Obrero Español ya se avisó al conjunto de la clase trabajadora que la irrupción del Coronavirus solo ha venido para exacerbar la crisis económica que era palpable y se hacía presente en todas las potencias mundiales. Este hecho no es diferente en València.

Ya al inicio de marzo avisábamos a los trabajadores de Ford sobre la peligrosa situación hacia la que avanzábamos. Hoy volvemos a reivindicar la necesidad imperante de movilizarse, de solidarizarse y de luchar contra el expediente de regulación de empleo (ERE) de 410 puestos de trabajo que propone la dirección de Ford. Esta situación, ya crítica al comienzo de marzo, se hace más grave con la crisis del COVID-19 a causa del ERTE que afecta a los 7400 trabajadores de Ford. Este hecho nos deja una situación clara: el ERE para 410 trabajadores que ya se planteaba se engrosará, pero, además, la prolongación y administración de este ERTE supondrá una lenta tortura de desangramiento para los trabajadores de Ford Almussafes.

El ERTE referente al COVID-19 está planteado para 180 días, es decir, 6 meses. Tanto la dirección de la Ford como UGT y CCOO, siempre en consonancia y servidumbre, han afirmado que la vuelta será progresiva, con un incremento parcial de los trabajadores. Esta actitud nos da pistas de por dónde irán las medidas. Dada esta situación y la normativa del gobierno que no permite despedir a un trabajador afectado por el ERTE hasta pasados 6 meses de su reincorporación, Ford dará el día 27 la salida a la vuelta de una parte de la plantilla, una vez pasados los 6 primeros meses y con la reincorporación progresiva del resto de los trabajadores, comenzaremos a ver las primeras víctimas del ERE fijado hasta ahora en 410 personas, pero que sin duda aumentará sus cifras en los próximos meses.

De cara a esta situación, UGT ya ha afirmado que serán momentos complicados y que tendrán que hacer esfuerzos con tal de evitar empeorar la situación. Estas palabras, junto con las pronunciadas en un vídeo por Carlos Faubel, Secretario General de UGT-Ford, delante del ERE de 410 personas, nos muestran que los trabajadores de Ford no están en buenas manos con sus actuales representantes sindicales. Es marca propia de los sindicatos amarillos y oportunistas la verborrea vacía de contenido e información, que es lo que podemos observar en las comunicaciones de UGT a la plantilla de Ford. No suficiente con no dar ningún tipo de información, abandera como ejemplo a seguir el ERE de 2009 en Ford: una catástrofe para los trabajadores.

Mediante el artículo 64 del Estatuto de los Trabajadores sobre los derechos de información y consulta, permite a los sindicatos, a través del Comité de Empresa, tener acceso a las cuentas de la empresa y a ser informados sobre la situación general del sector económico al cual pertenece su empresa. ¿Está UGT ciega? ¿No ve la situación de la planta? ¿No ve venir las medidas evidentes de Ford Almussafes? Ya se ha anunciado que para el año 2022, la parte de Ford Almussafes que fabrica los motores Ecoboost pasará a fabricarse en Estados Unidos, ¿no es evidente que una irrisoria inversión de 42 millones para la rama eléctrica no será suficiente, ni remotamente, para cubrir el vacío en la carga de trabajo que dejarán los motores Ecoboost? Viendo esta situación podemos afirmar dos cosas; o bien, los sindicatos son incapaces de ver el problema que vendrá; o bien lo han visto pero no quiere hablar de él porque haría peligrar su situación hegemónica y privilegiada.

Los trabajadores de Ford están en manos del enemigo, tanto en el Comité de Empresa como en el Govern del Botànic de Ximo Puig, que no duda en ningún momento en reírle las gracias a la dirección de la empresa. Es momento de dejar de autocomplacerse con las mentiras del sindicalismo traidor, es momento de organizarse contra la dirección de Ford y sus medidas antiobreras.

La Comunidad Valenciana acumula 56.678 ERTEs presentados por las empresas aprovechando la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. ERTEs que afectan a 331.458 trabajadores según datos de la Dirección General de Trabajo dependiente del Ministerio de Trabajo.

Los trabajadores, incluidos los trabajadores de Ford, no tienen otra salida que la organización y la unidad para enfrentarse contra el capitalismo y su Estado. En Ford, está claro que el COVID-19 es una gran justificación para reestructurar la plantilla, sobre todo en un periodo donde la industria del automóvil lleva ya años incrementando la precariedad y destruyendo puestos de trabajo. Es hora de que los trabajadores no solamente se unan de manera independiente del Estado, sino que tienen que llevar los conflictos que suceden en los centros de trabajo a los barrios obreros, al pueblo, para que éste tenga conciencia de lo que sucede; porque el problema de los trabajadores en las fábricas también se arrastra y afecta al barrio, que se compone de los trabajadores, empobreciendo a todo el pueblo. Es el momento de unir la lucha de las fábricas con las luchas de los barrios y otros sectores del proletariado uniéndolas en una única lucha de clases contra la burguesía y su sistema criminal, el capitalismo, formando el Frente Único del Pueblo.

El estado y su gobierno no resolverán nuestros problemas, los agudizarán más todavía. Es una necesidad vital hoy para el pueblo español y los pueblos del mundo romper la cadena imperialista, romper con el capitalismo que nos ha instalado en el fascismo, que nos niega el presente y el futuro, que nos condena a la muerte y a la guerra imperialista. El capitalismo está muerto: supone un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas, destruyendo no solo al ser humano, sino también destruyendo el ecosistema, la naturaleza, constituyendo el mayor riesgo para el mantenimiento de la vida en el Planeta.

El momento es de lucha, de construir pode popular de los trabajadores y campesinos alternativo al Estado que sea capaz de abrir la única alternativa que el pueblo español tiene hoy: acabar con el capitalismo y construir el socialismo; acabar con los privilegios de una minoría criminal y explotadora y poner a la disposición de los trabajadores y campesinos todos los medios de producción, eso es, socializando la banca, socializando la tierra llevando a cabo una reforma agraria que modernice y desarrolle la producción agrícola socialista y, como no, poniendo en manos del pueblo trabajador todas las empresas a fin de que este no solo desarrolle la producción industrial sino que el fruto de esta producción, que le corresponde, sea distribuido de manera justa y equitativa entre el pueblo que genera toda la riqueza a fin de satisfacer los intereses y necesidades del pueblo y no de satisfacer los intereses crematísticos de una minoría explotadora y corrupta.

¡FUERA EL GOBIERNO TRAIDOR DEL PUEBLO!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡TODO EL PODER PARA LOS TRABAJADORES Y LOS CAMPESINOS!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!
València, 16 de abril de 2020

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en València




Yolanda Díaz y el “comunismo” de pega

En esta crisis política, social y económica acentuada por la crisis del coronavirus, en las múltiples intervenciones parlamentarias estamos viendo cómo la derecha del Estado fascista (Partido Popular, Ciudadanos y VOX) acusan continuamente al gobierno de «socialcomunismo, chavismo y castrismo», apoyándose para ello en la profecía autocumplida del Terror Rojo que el propio discurso hegemónico burgués lleva construyendo e inventando durante décadas.

Como ya hemos señalado en más de un comunicado, parece mentira que el comunismo como máxima aspiración del ser humano «se haya superado» una vez caído el telón de acero, en palabras de los propios mercenarios de este sistema social y económico criminal. Si esto fuera así, ¿por qué se empeñan los fascistas en ver comunismo donde no lo hay? Por una sencilla razón: es de imperiosa necesidad implantar el miedo al marxismo, evitar la adquisición de conciencia de clase y con ello el golpe final al capitalismo. Porque el comunismo es hacia donde gira la rueda de la historia. Además, en este juego participa también de forma gustosa la izquierda del fascismo, PSOE y Unidas Podemos, echando balones fuera y sin aclarar si se identifican con el comunismo o no, porque saben que si dicen la verdad la poca credibilidad que el PCE tiene se verá más que mermada.

Particularmente, tenemos que escuchar a Yolanda Díaz, «la ministra comunista», en Radio Nacional de España diciendo sobre Amancio Ortega por no haberse acogido todavía a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo lo siguiente:

«Yo, como además soy gallega y soy usuaria de las tiendas de Zara he dicho siempre, ya en el mes pasado lo hemos conocido, creo que, claro que sí, es un ejemplo para las restantes empresas.»

Sin embargo, el 23 de mayo del 2019, desde su cuenta personal de Twitter, la actual Ministra de Trabajo adjuntaba una noticia que explicaba por qué razón la sociedad debería de rechazar las donaciones de Amancio Ortega:


Nos preguntamos: ¿cómo es posible que Yolanda Díaz no traicione al pueblo trabajador si traiciona hasta sus mismas ideas y su palabra?

Desde luego, los halagos a Amancio Ortega en ningún momento fueron echados en cara por la derecha del sistema, ni mucho menos. Tampoco fueron reprochados los 112.500 millones de euros adjudicados a las empresas mediante Real decreto-ley, que permitirán además que los bancos hagan su negocio particular adjudicando los créditos con elementos adicionales como seguros de vida obligatorios. La mentira del «hemos prohibido los despidos» cuando realmente lo único que han hecho ha sido encarecerlos levemente sólo merece un par de tirones de oreja de cuatro parlamentarios, cuando lo que realmente representa es una estocada contra la clase obrera. Y, por supuesto, ya ni siquiera se habla de la derogación las reformas laborales del PP (prometida durante campaña electoral por UP) y PSOE (nunca puesta por encima de la mesa por ninguno de los actuales ministros).

Y es que por mucho pecho que saque el «gobierno más progresista de la historia» ante la población, lo cierto es que en materia económica defienden lo mismo que la reacción, lo mismo que el fascismo: el capitalismo monopolista de Estado. Así se entiende que en la Sesión de Control al gobierno celebrada el 15 de abril de 2020, desde Pedro Sánchez hasta Pablo Iglesias, pasando por Yolanda Díaz, tendiesen la mano para los nuevos Pactos de la Moncloa a los herederos de Franco, a la organización fundada por el fascista Manuel Fraga Iribarne, al Partido Popular. ¡Será entonces que el PP ha caído también bajo las garras del «socialcomunismo»!

Desde la farsa burguesa del 15-M, el oportunismo ha pasado de gritar «PSOE y PP la misma mierda es» a servirle el PSOE como compañero de gobierno y, finalmente, se hace ahora imperiosa la necesidad de pactar con el PP, con «el partido más corrupto de Europa» en boca de Pablo Iglesias. Las líneas rojas que en 2014 parecían estar perfectamente delimitadas se han ido difuminado con el tiempo, puesto que con el paso de los años se ha ido demostrando la inviabilidad del capitalismo y su profunda crisis estructural. Esto destapa que la «pluralidad» de ideologías y partidos en los parlamentos burgueses es una farsa, una quimera. Todos obedecen al mismo amo, al imperialismo.

El oportunismo no ha cambiado de parecer en los tiempos actuales. Más de cien años atrás, V. I. Lenin escribía lo siguiente en «El Estado y la Revolución»:

«(…) el oportunismo imperante hoy educa en el partido obrero a los representantes de los obreros mejor pagados, que se apartan de las masas y se “arreglan” pasablemente bajo el capitalismo, vendiendo por un plato de lentejas su derecho de primogenitura, es decir, renunciando al papel de jefes revolucionarios del pueblo contra la burguesía.»

Yolanda Díaz, por tanto, no es más que otra cachorra del Estado, otra boca agradecida, otra que entre sus palabras y sus actos hay un plato de lentejas de distancia, parafraseando al camarada Lenin.

Basta ya de crímenes contra la clase obrera. Basta ya de mentiras mientras los bolsillos de la clase parásita burguesa se llenan hasta quebrar. Es el pueblo quien debe elegir su destino. Si los trabajadores y los campesinos creamos toda la riqueza y hoy más que nunca está de manifiesto que así es, somos nosotros quienes debemos conformar cada ápice del Estado. De ahí la necesidad del Frente Único del Pueblo, de organizarnos contra el sistema capitalista y sus lacayos que no hacen otra cosa que empobrecernos y llevarnos a la miseria.

¡Socialismo o Barbarie!
¡Fuera el oportunismo del movimiento obrero!
Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




El Real Decreto del campo: la nueva estafa del gobierno

El pasado 6 de abril se anunció un Real Decreto por parte del gobierno mediante el cual tratará una vez más de salvar a los explotadores y grandes terratenientes. Este pretende incorporar a parados y a inmigrantes a trabajar como jornaleros ante la falta de temporeros, ya que a raíz de la pandemia y como parte de la declaración del Estado de Alarma, se impusieron el confinamiento y las restricciones fronterizas, por lo que disminuyó la mano de obra. Tras esto, la patronal agraria dio la voz de alarma ante la pérdida de sus beneficios.

Las condiciones de los trabajadores del campo cada vez son más difíciles al mismo tiempo que crecen los beneficios de los grandes propietarios, con la complicidad del actual gobierno formado por PSOE-Unidas Podemos/IU-PCE. Esto no es de extrañar, ya que como fieles servidores del sistema capitalista salen con su decreto a defender los intereses de los explotadores en detrimento de los jornaleros a los que dicen defender y preocuparse por su situación. Tampoco dudan en incumplir su propia legislación – convenios – en beneficio de los grandes propietarios de la tierra. Por su parte, partidos como PP, Ciudadanos y VOX se muestran abiertamente defensores de estos, al igual que de las grandes casas nobiliarias poseedores de tierras agrícolas como la Casa de Alba, cuyo actual representante, Cayetano Martínez de Irujo, tachó de “vagos” a los jornaleros y pequeños agricultores.

El gobierno defiende este decreto con el pretexto de evitar “la subida de precios” y para “no provocar desabastecimiento”. Una defensa hipócrita a todas luces, ya que ambas cuestiones se podrían evitar a través de una fijación de los mismos por parte de su Ministerio de Consumo (liderado por Alberto Garzón, de IU-PCE), el cual no ha utilizado su autoridad para mediar en estas cuestiones. Así mismo, no se habla del alto precio de las mascarillas necesarias para trabajar al aire libre, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores.

Por un lado, con el decreto se intenta callar las protestas reivindicativas con el pago de la renta agraria o subsidios, a pesar de que esto no es más que una mera limosna que impide una vida digna por el salario de miseria que es realmente. Sin embargo, esto no es óbice para que los jornaleros trabajen durante largas jornadas intensivas. Todo esto mientras el gobierno facilita EREs y ERTEs.

Así mismo, la flexibilización temporal de los permisos para trabajadores inmigrantes facilitará la explotación de los mismos por parte de los grandes propietarios, siendo un sector laboral muy vulnerable. Más allá de la explotación laboral, en los últimos tiempos hemos conocido otros tipos de abuso, como el acoso y las agresiones sexuales hacia temporeras marroquíes en los campos de fresas de Huelva, así como agresiones violentas (caso de un inmigrante de Orcera que fue apuñalado por el dueño de la finca para el que trabajaba) o directamente acaban falleciendo y abandonados a su suerte, como hizo el propietario de una explotación agrícola de Hinojares (Jaén) con un jornalero marroquí. Tampoco debemos olvidar las condiciones de hacinamiento a la que están sometidos los trabajadores temporeros, como han denunciado en la localidad de Lepe (Huelva):


Estas condiciones han sido denunciadas incluso por un relator especial de la ONU, Philip Alston señalando:

“Los inmigrantes con los que hablé en Lepe y en las afueras de Huelva viven en chabolas y no tienen ni agua, ni electricidad, ni alcantarillado; viven en condiciones precarias, en las que en cualquier momento hay un incendio, se duchan al aire libre y algunos llevan más de cinco años allí, se deben mejorar esas condiciones. La industria de la fresa mueve más de 500 millones de euros y las grandes empresas deben preguntarse cómo esto sigue así y tomar medidas para mejorar esas condiciones.”

Son destacables los lazos entre los grandes propietarios de tierras agrícolas con la extrema derecha. Gran parte de las familias nobiliarias poseedoras de tierras, como la ya mencionada Casa de Alba, deben su fortuna al régimen franquista. Por citar un ejemplo, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, abuelo del actual represente de tal casa nobiliaria, fue embajador del régimen de Franco en Londres y procurador de las Cortes franquistas. Así mismo, la patronal agraria ASAJA se ha mostrado favorable a la presencia de miembros de VOX como Santiago Abascal en sus marchas:


Incluso el ya mencionado propietario de Hinojares (Jaén) que abandonó el cuerpo muerto de uno de sus trabajadores había sido apoderado de VOX.


Por tanto, el latifundio no sólo es un elemento en la forma de propiedad de la tierra fundamental del capitalismo monopolista de Estado, sino un sostenimiento del fascismo en España que hay que destruir, no ayudar a mantener como hace el actual gobierno de Pedro Sánchez. Mientras estas organizaciones lanzan un discurso de odio hacia los inmigrantes criminalizándolos o afirmando que vienen a robar trabajo – buscando con ello enfrentar a los obreros nativos con ellos-, a su vez se aprovechan de su vulnerabilidad social para explotarlos inmisericordemente en sus fincas o empresas.

Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) defendemos una Reforma Agraria que debe ser:

· Antilatifundista: porque los terratenientes utilizan las grandes extensiones de tierras para obtener materias primas y dinero a costa de la explotación de los jornaleros; materias primas y dinero que se llevan a sus industrias y bancos de Madrid, País Vasco y Cataluña perpetuando el subdesarrollo en Andalucía, Extremadura y ambas Castillas. Se debe expropiar los latifundios y entregar la tierra a los jornaleros y pequeños campesinos al objeto de que procedan a su explotación planificada según las necesidades del país. Esta entrega a los jornaleros debe rodearse de las condiciones óptimas para que su trabajo dé el fruto planificado. Hay que dotar a los nuevos campesinos de superficie agraria suficiente para que sean rentables, de tal modo que se realizará la socialización de las tierras, y su agrupamiento en cooperativas, cuyo rendimiento, la producción, pertenecerán a la sociedad, puesto que esta les entregará a los campesinos no sólo las tierras; también la maquinaria, aperos, semillas, abonos, tecnología, etcétera. El transporte y la comercialización de los productos ya no supondrían costes añadidos que graven la economía de los nuevos campesinos. De igual manera se procederá con los pequeños agricultores ya existentes. La sociedad pondrá a disposición del campo las estructuras adecuadas para introducir los avances científicos y tecnológicos.

· Antimonopolista: porque todo lo que rodea al proceso de producción del campo está en poder del gran capital industrial y financiero: las máquinas, los productos químicos, el transporte, la comercialización y los préstamos a los pequeños campesinos; ergo están a merced de la banca y los monopolios-españoles y extranjeros-que imponen sus precios y sus leyes. Esta es la razón por la que los pequeños campesinos actuales se ven abocados a la ruina, sin poder afrontar los gastos que son superiores a los ingresos. La existencia de monopolios y de la banca privada es incompatible con nuestra Reforma Agraria. Nuestra Reforma Agraria, la que necesita nuestro país, requiere de la socialización de los monopolios y de la banca y, además, debe acompañarse de la socialización de los sectores estratégicos, casi todos ellos empresas públicas que los gobiernos del PSOE y del PP han privatizado: REPSOL, ENDESA, TELEFÓNICA, REE, INDRA, AYESA ADVANCED TECHNOLOGIES, IBERIA, SANTA BÁRBARA, etcétera. En definitiva, se trata de devolver al pueblo todo lo que él mismo levantó con sus esfuerzos y le fue robado por aquellos que los privatizaron. Una Reforma Agraria que debe romper con el proyecto imperialista europeo, que debe romper con la UE porque niega la soberanía al pueblo y le impide la racionalización y la planificación democrática según los deseos y necesidades del pueblo trabajador.

¡Fortalece el Partido Comunista Obrero Español!
¡Por la Reforma Agraria Antilatifundista y Antimonopolista!
¡Por el Frente Único del Pueblo!
¡Socialismo o barbarie!
Córdoba, 15 de abril de 2020

SECRETARÍA DE MOVIMIENTO OBRERO Y DE MASAS DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Do oportunismo só podemos esperar palabras bonitas

A esquerda do sistema está pasando por un mal momento político. As circunstancias actuais, que non fixeron máis que acelerar a crise capitalista que economistas burgueses e grandes inversores xa predicían antes da chegada do COVID-19, provocan no reformismo unha contradicción máis pronunciada aínda entre os seus discursos e os seus actos. O último Pleno do Congreso dos Deputados resultou máis que esclarecedor para comprobar as diferentes cabriolas que realizan segundo que grupos parlamentarios da esquerda do sistema para apoiar ao goberno socialfascista de PSOE-UP con suposta crítica para avanzar na «consecución dos dereitos dos traballadores».

En particular, vemos que a realidade danos, unha vez máis, a razón aos comunistas. O Estado, nestes días de crise social e económica, mostra o seu carácter de clase completamente exacerbado, tirándose de cheo ao rescate de empresas e financiamento de axudas a traballadores afectados por ERTEs, chamando ás forzas policiais e militares a controlar o confinamento forzoso e, en pleno apoxeo de contaxios e mortes, retomando a actividade de aqueles traballos de sectores que non son esenciais.

Por moito que se esforce os grupos «progresistas» do Parlamento, a esquerda non se caracteriza por querer o ben común nin por diferenciar entre «os de arriba» e «os de abaixo». O término político «esquerda» nace no seo da Revolución francesa, na cal nos órganos do Estado os partidarios do Antigo Réxime colocábanse á dereita do hemiciclo e os partidarios do liberalismo situábanse á esquerda. Entón, vemos que os términos de esquerda e dereita non son máis que a representación do que o materialismo dialéctico chama «unión e loita de contrarios»: a loita do novo polo vello. «Ser de esquerdas», polo tanto, significa estritamente aportar unha solución á cuestión do Estado, que é precisamente o que non está a facer a socialdemocracia deste país.

Con todo o descaro do mundo, vemos que se pronuncian discursos que non corresponden coas actos. Así o deputado do BNG, Néstor, Rego pronunciaba o 9 de abril as seguintes palabras:

«Reanudar la actividad en los centros de trabajo en muchos casos masificados y sin las debidas condiciones de seguridad supone abocar a los trabajadores y trabajadoras a riesgo de contagio. ¿Está en condiciones el gobierno de garantizar esa seguridad para todos los trabajadores y trabajadoras? Es evidente que no. Por eso, nos preguntamos: ¿cuánto pesan en la balanza los intereses empresariales y cuánto la salud de los trabajadores y trabajadoras?»

Dicir obviades é o que todo fillo de veciño pode facer. O que non todos poden facer é enfrontarse ao Estado, ao imperialismo, aos monopolios. Menos aínda, cando é a man que alimenta a estes caniches esquerdistas. E iso non o afirma o PCOE coas súas palabras, se non que o afirma o BNG cos seus actos: no momento de votar o Real Decreto-ley 8/2020, do 17 de marzo, de medidas urxentes extraordinarias para para facer fronte ao impacto económico e social do COVID-19, Néstor Rego elixiu absterse. Recordamos, que tal Real Decreto-ley non facía máis que destinarlle aos empresarios un monte de 112.200 millóns de euros, mentres que aos traballadores e ás clases populares irían dirixidos tan só 5.330 millóns de euros. Clamar á «balanza» dos intereses empresariais fronte á saúde dos traballadores, cando previamente o BNG colocouse de perfil para regar á burguesía de billetes ten un nome: culpabilidade por omisión.

Sen embargo isto non acaba aquí. A intervención de Rego continuou:

«En todo caso, este proceso de centralización forma parte de un conjunto de decisiones en el ámbito de la emergencia sanitaria que nos preocupan por lo que pueden representar de riesgo para los derechos democráticos y las libertades públicas. Entre ellas esa escenificación militarizada impropia de una crisis sanitarias. Y aclaro que no estamos cuestionando la labor que los soldados deban hacer como personal al servicio de la Administración, sino del papel político que el gobierno ha dado al ejército especialmente en el ámbito de la comunicación. Una escenificación que nos parece más propia que de un Alarma de un Estado de Excepción.»

Voltamos, unha vez más, a ese balance que Néstor Rego colocaba enriba da mesa no Pleno do 9 de abril: ¿acaso non cuestionar a labor do exército español non é colocarse claramente a favor da economía do mercado, do capitalismo? Unha lectura á Constitución Española, bendicida por oportunistas de todo tipo, clarifícanos a resposta:

«Artículo 38:
Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.
Artículo 8:
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la sobernía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional

Queda patente que unha das funcións «ao servizo da Administración» máis importantes do Exército é a defensa a toda costa do capitalismo. Unha vez máis, o BNG elixe o bando da burguesía, dos «intereses empresariais» nas palabras de Rego.

As lapas do oportunismo están a apagarse con esta crise que debilita aínda máis ao capitalismo. Faise patente que a súa forma de actuar non sae do capitalismo e, en España, do Estado fascista. É necesaria unha ruptura con este sistema social e económico cuxas estruturas só permiten discursos de desconformidade, pero non a acción real en favor das clases populares. Os traballadores necesitamos un novo Estado que garantice as nosas necesidades como seres humanos creadores de toda riqueza. Isto precisa da creación da nosa propia estrutura política, a Fronte Única do Pobo, que permita que sexamos nós quen adoptemos as decisións.

Contra o Estado fascista español!
Loita permanente contra todo oportunismo!
Socialismo ou barbarie!
Secretaría Política do PCOE en Galiza

Del oportunismo sólo podemos esperar palabras bonitas

La izquierda del sistema está pasando por un mal momento político. Las circunstancias actuales, que no hicieron más que acelerar la crisis capitalista que economistas burgueses y grandes inversores ya predecían antes de la llegada del COVID-19, provocan en el reformismo una contradicción más pronunciada aún entre sus discursos y sus actos. El último Pleno del Congreso de los Diputados resultó más que esclarecedor para comprobar las diferentes cabriolas que realizan según que grupos parlamentarios de la izquierda del sistema para apoyar al gobierno social-fascista de PSOE-UP con supuesta crítica para avanzar en la “consecución de los derechos de los trabajadores”.

En particular, vemos que la realidad nos da, una vez más, la razón a los comunistas. El Estado, en estos días de crisis social y económica, muestra su carácter de clase completamente exacerbado, tirándose de lleno al rescate de empresas y financiamiento de ayudas a trabajadores afectados por ERTEs, llamando a las fuerzas policiales y militares a controlar el confinamiento forzoso y, en pleno auge de contagios y muertes, retomando la actividad de aquellos trabajadores de sectores que no son esenciales.

Por mucho que se esfuercen los grupos “progresistas” del Parlamento, la izquierda no se caracteriza por querer el bien común ni por diferenciar entre “los de arriba” y “los de abajo”. El término político “izquierda” nace en el seno de la revolución francesa, en la cual en los órganos del Estado los partidarios del Antiguo Régimen se colocaban a la derecha del hemiciclo y los partidos del liberalismo a la izquierda. Entonces, vemos que los términos de izquierda y derecha no son más que la representación de lo que el materialismo dialéctico llama “unidad y lucha de contrarios”: la lucha de lo nuevo por lo viejo. “Ser de izquierdas”, por lo tanto, significa estrictamente aportar una solución a la cuestión del Estado, que es precisamente lo que no está haciendo la socialdemocracia de este país.

Con todo el descaro del mundo, vemos que se pronuncian discursos que no corresponden con los actos. Así el disputado del BNG, Néstor Rego, pronunciaba el 9 de abril las siguientes palabras.

“Reanudar la actividad en los centros de trabajo en muchos casos masificados y sin las debidas condiciones de seguridad supone abocar a los trabajadores y trabajadoras a riesgo de contagio. ¿Está en condiciones el gobierno de garantizar esa seguridad para todos los trabajadores y trabajadoras? Es evidente que no. Por eso, nos preguntamos: ¿Cuánto pesan en la balanza los intereses empresariales y cuánto la salud de los trabajadores y trabajadoras?”

Decir obviedades es lo que todo hijo de vecino puede hacer. Lo que no todos pueden hacer es enfrentarse al Estado, al imperialismo, a los monopolios. Menos aún, cuando es la mano que alimenta a estos caniches izquierdistas. Y eso no lo afirma el PCOE con sus palabras, sino que lo afirma el BNG con sus actos: en el momento de votar el Real Decreto-ley 8/2020, del 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para poder hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, Néstor Rego eligió abstenerse. Recordamos, que tal decreto ley no hacía más que destinarle a los empresarios un importe de 112.200 millones, mientras que a los trabajadores y a las clases populares irían dirigidos tan solo 5.330 millones de euros. Clamar a la balanza de los intereses empresariales frente a la salud de los trabajadores, cuando previamente el BNG se colocó de perfil para regar a la burguesía de billetes tiene un nombre: culpabilidad por omisión.

Sin embargo, esto no acaba aquí. La intervención de Rego continuó:

«En todo caso, este proceso de centralización forma parte de un conjunto de decisiones en el ámbito de la emergencia sanitaria que nos preocupan por lo que pueden representar de riesgo para los derechos democráticos y las libertades públicas. Entre ellas esa escenificación militarizada impropia de una crisis sanitaria. Y aclaro que no estamos cuestionando la labor que los soldados deban hacer como personal al servicio de la Administración, sino del papel político que el gobierno ha dado al ejército especialmente en el ámbito de la comunicación. Una escenificación que nos parece más propia que de un Alarma de un Estado de Excepción.»

Volvemos, una vez más, a ese balance que Néstor Rego colocaba encima de la mesa en el Pleno del 9 de abril: ¿acaso no cuestionar la labor del ejército español no es colocarse claramente a favor de la economía de mercado, del capitalismo? Una lectura a la Constitución Española, bendecida por oportunistas de todo tipo, nos clarifica la repuesta:

«Artículo 38:
Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación.
Artículo 8:
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional

Queda patente que una de las funciones “al servicio de la administración” más importantes del ejército es la defensa a toda costa del capitalismo. Una vez más, el BNG elige el bando de la burguesía, de los “intereses empresariales” en palabras de Rego.

Las llamas del oportunismo están apagándose con esta crisis que debilita aún más al capitalismo. Se hace patente que su forma de actuar no sale del capitalismo y, en España, del Estado fascista. Es necesaria una ruptura con este sistema social cuyas estructuras solo permiten discursos de disconformidad, pero no de acción real en favor de las clases populares. Los trabajadores necesitamos un nuevo Estado que garantice nuestras necesidades como seres humanos creadores de toda la riqueza. Esto precisa de la creación de nuestra propia estructura política, el Frente Único del Pueblo, que permita que seamos nosotros quienes adoptemos las decisiones.

¡Contra el Estado fascista español!
¡Lucha permanente contra todo oportunismo!
¡Socialismo o barbarie!
Secretaría Política del PCOE en Galicia