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La Covid-19 es la excusa perfecta de los monopolios para imponer el cambio en el modelo productivo

El pasado viernes, 5 de junio, el derechista diario digital El Confidencial, totalmente alineado con la Patronal, publicaba un artículo titulado “¿Vivir en Madrid y cobrar más o teletrabajar por menos? El Covid abre la puerta al reajuste”, que puedes leer íntegramente en el siguiente enlace, y que empieza a hacer el cuerpo a los trabajadores ante un cambio en la forma de trabajar y el modelo productivo.

Dicho artículo lanza la pregunta “¿Y si cobrases según donde vivieses? (…) Facebook bajará el sueldo a los trabajadores que abandonen San Francisco para teletrabajar en otras zonas del país ¿podría ocurrir en España? (…) No se trata de un debate nuevo. Ya se abrió a principios de año con el aumento del sueldo mínimo interprofesional, se ha reabierto en las últimas semanas con el ingreso mínimo vital y puede aplicarse también a la variación de sueldos en la empresa privada según regiones. En otras palabras, no cunde lo mismo un salario mínimo en Madrid que en Ceuta, pero siguen siendo 1.050 euros mensuales.

Tenemos a la burguesía justificando la necesidad que tiene de precarizar y tirar más por los suelos las condiciones de trabajo y los salarios. Sin embargo, ante esta indecente labor, tan indecente como su propia existencia como clase social, en los argumentos tocados por el artículo surgen las contradicciones y las necesidades legislativas que tiene el Capital para abrir camino en este sentido. Camino que, sin duda, el Gobierno y los vendidos sindicatos al servicio del Capital – CCOO y UGT – no dudaran en allanar.

Por ejemplo, ya el artículo le señala al Gobierno que tiene que allanar el camino, pues lo que quieren aplicar los monopolios – como por ejemplo Facebook – en España legalmente no es posible, “porque no puedes establecer distintos salarios para la misma tarea” y le muestran el camino de cómo tiene que actuar éste, “sin embargo, podría abrirse una ventana de flexibilidad y cierto ajuste salarial dependiendo de la zona de residencia si hay una regulación del teletrabajo como la que está en marcha”. Y ahí entrarán los Convenios Colectivos y el nuevo Estatuto de los Trabajadores que el Gobierno quiere realizar, que sin duda llevarán el apoyo de los parásitos sindicatos subvencionados por Estado – CCOO y UGT.

Los objetivos para los empresarios son claros, y también incluye algunos el artículo:

  • Incrementar la desigualdad y abrir brechas salariales mayores entre los trabajadores.
  • Mayor externalización del trabajo para abaratar tanto costes laborales como rebajar salarios.
  • Desarrollar y regular el teletrabajo a favor de los empresarios.

Como se puede comprobar por este artículo, y a pesar de que se hable del panorama del trabajo en el Estado español, éste expresa cómo estos métodos de trabajo, consecuencia del desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología, son aplicados previamente en otros países del mundo, fundamentalmente en la potencia más asesina que ha parido la historia, los EEUU, el lugar donde los monopolios imponen su dictadura de manera más descarnada. Por tanto, y como no puede ser de otra manera, no nos encontramos ante una cuestión nacional, ni tan siquiera de unos pocos países, sino ante una cuestión de todo el mundo, pues el imperialismo tiene un ámbito mundial. Y es que el mundo está dirigido por las agrupaciones de imperialistas, que son los auténticos órganos de poder mundial desde donde se dictan las políticas económicas, se planifica la economía en virtud de los intereses de los monopolios, de las multinacionales, donde se divide el trabajo internacionalmente y donde se determinan las formas de explotación del mundo y los métodos de trabajo, los cuales son asumidos por las empresas.

Son los monopolios a través de sus agrupaciones imperialistas – Unión Europea, OCDE, Comisión Trilateral, Club Bilderberg o la Commonweath, entre otras – los que imponen su dictadura, siendo a través de los organismos internacionales imperialistas como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, desde donde se dirige la implementación de forma práctica de los dictados de los monopolios determinados en las agrupaciones imperialistas y que los Estados nación, como meras sucursales en las diferentes naciones del planeta, ejecutan directamente en su ámbito dichas políticas.

Y siguiendo esta cadena de mando es como los monopolios, los imperialistas, imponen la división internacional del trabajo y organizan la producción a nivel internacional. Son los monopolios los que determinan la producción de las diferentes regiones del mundo en base a sus objetivos e intereses económicos y políticos. De tal modo, son éstos los que determinan que regiones y/o países del mundo concentran su actividad económica en el sector primario, en abastecer de materia prima a la producción industrial, qué países y/o regiones son los que producen industrialmente y, por tanto, donde se ubica la industria y qué regiones y/o países del mundo fundamentan su economía en el sector terciario, también llamado sector servicios.

En esta división internacional del trabajo los monopolios han ubicado al Estado español como una región vinculada al sector terciario, y fundamentalmente al turismo. El proceso de terciarización en el Estado español viene de largo, desde la década de los 60s, cuando este sector concentraba al 31% de los trabajadores – a día de hoy concentra al 80% de los trabajadores españoles -, al igual que sus procesos duales, como han sido el proceso inverso conducente al desmantelamiento de la industria y del sector primario, ya sea la agricultura, ganadería o minería. Es por ello que la industria se desplaza a las regiones del mundo donde los imperialistas han determinado que se debe desarrollar la producción industrial mundial, otros países y regiones del mundo juegan el rol en el suministro de las materias primas y la alimentación y a España le corresponde según los imperialistas – donde están integrados los oligarcas españoles – la parte de la economía inherente a los servicios, castrando la capacidad productiva y de procesamiento de la gran riqueza natural que nuestro país dispone. Con la COVID-19, la ubicación del Estado español en la división internacional del trabajo diseñada por los imperialistas hará que los trabajadores españoles sufran mucho más, condenándolos a unas tasas de paro y de empobrecimiento descomunales.

Así, pues, tenemos que en el Estado español, por un lado, la industria que queda irá retrocediendo y desplazándose a los países/regiones del mundo encargados de la producción industrial y, por el otro, en el sector de los servicios se producirá un cambio en el modelo de producción, en el modelo de desempeñar el trabajo.

Desmantelamiento progresivo de la industria que resta en el Estado español

En estos días comprobamos como tanto ALCOA como NISSAN han anunciado el cierre de sus factorías, causando un daño enorme, negándoseles el derecho al trabajo a decenas de miles de trabajadores tanto en la provincia de Barcelona con en la de Lugo.

Sin embargo el desmantelamiento industrial en el Estado español ya viene de largo, desde la segunda mitad de la década de los 70s, intensificándose en la década de los 80s, fundamentalmente ya estando en el Gobierno el PSOE, teniendo al mando el mayor indeseable que ha dado España tras el asesino Franco, Felipe González. Una reconversión industrial planificada desde la CEE – actualmente UE – y la OCDE, es decir, realizada por los oligarcas del mundo al objeto de integrar en sus estructuras a la oligarquía financiera española.

Es vergonzoso ver en la Tribuna del Congreso de los Diputados, o en los platós de televisión, a los Iglesias, Rufianes o demás oportunistas de turno decir que están con los trabajadores de NISSAN o de ALCOA cuando el desmantelamiento de la industria en el Estado español es su obra, es la obra de la transición y los Pactos de la Moncloa, los cuales el Gobierno de PSOE, PODEMOS-IU/PCE pretende reeditar. No hay que olvidar la reconversión industrial de los 80s, donde entre 1977 y 1985 la industria perdió casi un millón de puestos de trabajo, liquidándose gran parte de la industria pesada así como parte de la industria ligera. Fue el pago por entrar en la CEE, fue el precio que pagaron los obreros del Estado español porque la oligarquía se integrara en las estructuras y organismos imperialistas del mundo.

Ramas industriales como la minería, el metal (Altos hornos, Astilleros, industria automovilística, etcétera), la química, el textil, la piel o el calzado han sido devastadas y liquidadas como consecuencia del desarrollo del imperialismo. Esa es la Europa de la que tanto se han vanagloriado y reivindican, ese es el orden mundial y las instituciones que abrazan todos los que hoy están en el Congreso de los Diputados, desde la falsa izquierda hasta la extrema derecha.

No hay que olvidar el gran número de EREs por los que se fue reduciendo la industria resultante tras la Reconversión de los 80s, fundamentalmente en Cataluña, que se llevaron a cabo a finales de los 80s y en la década de los 90s, para facilitar la deslocalización de la industria – fundamentalmente la industria automovilística – y abrir camino al entramado de empresas que nacieron al calor de la subcontratación de la producción, empresas auxiliares, de tal modo que se produjo un trasvase de la producción de las empresas principales a las auxiliares en el sector industrial. La división de los trabajadores y la precarización en el trabajo como forma de acrecentar la cuota de ganancia de los monopolios.

Entre los años 2000-2019, antes de que la COVID-19 existiera, en el Estado español se han destruido 803.647 puestos de trabajo mediante EREs, casi la mitad en la industria. EREs que han sido pactados y cerrados con la firma de CCOO y UGT en el 84,39% de los casos, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Nos encontramos en la etapa final de este proceso de desmantelamiento industrial del Estado español. El rol que le corresponde en la cadena imperialista mundial no es otro que el sector servicios y, fundamentalmente, el turismo, hecho este que, sin duda lo convierte en uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista. Este es el papel que le han asignado los imperialistas agrupados en la UE y en la OCDE.

Lo que hoy se vive es la consecuencia de la Transición, de los Pactos de la Moncloa, de la integración de la oligarquía española en las estructuras del imperialismo. Esta es la obra de todos aquellos traidores que participaron en la Transición. Esta es la obra no sólo de los fascistas de toda la vida – ya sean los herederos de Franco ortodoxos (PP y su fracción abiertamente fascista como es VOX) como los herederos de Franco barnizados como socialdemócratas (PSOE) -, sino también del oportunismo – PCE y su podrida degeneración (PODEMOS – IU) – y los nacionalistas vascos y catalanes. No debemos olvidarnos tampoco de los mayores traidores que existen en este país, que no son otros que los sindicatos al servicio de los monopolios y su Estado – CCOO y UGT – que han sido pieza clave en estos 43 años tanto para garantizar los despidos, las reestructuraciones de plantillas, liquidaciones y cierres de sectores económicos, como para garantizar una política económica sustentada en que la subida salarial de los trabajadores siempre iría por debajo de la subida de la carestía de vida, o lo que es lo mismo, han sido un instrumento esencial para los empresarios para garantizar el retroceso salarial de los trabajadores bajo la hipócrita etiqueta de la “moderación salarial”. Ese es el rol tan indecente jugado por CCOO y UGT, traicionar a la clase obrera a cambio de privilegios concedidos por el Estado a sus indignas cúpulas.

El teletrabajo y la uberización del trabajo en el sector servicios

El pasado día 3 de junio, en la prensa digital burguesa, concretamente en el medio Intelligence&Capital news report, leíamos un artículo titulado La banca descubre en el teletrabajo el filón de ahorro de costes para ganar rentabilidad, donde, entre otras cosas dice, “el teletrabajo alcanza al 23% de la plantilla del sector, lo que significa un alto potencial de desarrollo y un gran recorrido para conseguir ahorros de costes superiores al 10% y hasta el 40% nada menos”.

¿Se acaba de dar cuenta la banca de esto ahora mismo como consecuencia del confinamiento de la COVID-19 como pretende hacer ver el artículo? Es evidente que no, baste para ello leer esta noticia del mismo medio fechada a 20 de junio de 2011:

El pasado XVII Convenio del Sector TIC, una nueva traición perpetrada por CCOO y UGT contra los trabajadores de dicho sector, era según los propios firmantes un convenio de transición.

Las empresas del sector TIC, las cuales son auténticas cárnicas humanas que juegan un rol de intermediarios entre las empresas clientes – como son Administraciones Públicas, o grandes monopolios como las empresas eléctricas, gasísticas, o los bancos – y los trabajadores al objeto de travestir la realidad de la relación laboral entre estas empresasy los trabajadores y hacer que tanto las grandes empresas como la Administración Pública eludan la responsabilidad que tendrían que tener para con los trabajadores como consecuencia de la relación laboral real que existe, pues en este proceso el trabajo es generado por dichas Empresas clientes y el trabajo es desarrollado por los trabajadores de esas empresas TIC que, como hemos dicho, viven en realidad de camuflar la relación laboral real, viven de convertirse en pantalla para que los trabajadores tengan mayor dificultad a la hora de exigir la responsabilidad a la empresa cliente que es para quien realmente desarrollan el trabajo y, de paso, para precarizar más la situación laboral de los trabajadores y dividirlo en una maraña de contratas y subcontratas.

Estas empresas del Sector TIC se han lanzado también a promover sistemas de teletrabajo, ya sea de manera integral o de manera mixta – combinando presencialidad y teletrabajo – en lo que denominan SmartWorking, Smart Job o sistema de “sillas calientes”. Modelos todos ellos donde, la primera medida que las empresas adoptan con respecto del trabajador es arrebatarle su puesto de trabajo físico. El trabajador, proveído de un ordenador portátil, o trabaja a distancia (teletrabaja) desde su casa – poniendo él los medios, obviamente – o a través de su teléfono móvil mediante una aplicación debe reservar un espacio para trabajar en la Empresa, aplicación digital que, a través del Smartphone le señalará el espacio designado para trabajar en las instalaciones de la empresa para aquellos días que el trabajador tenga que trabajar presencialmente en las dependencias de la Empresa.

Curiosamente, el Sector TIC es otro sector que ahora apuesta abiertamente por acelerar el teletrabajo. ¿Se han dado cuenta ahora de las bondades del teletrabajo o son otras cosas las que le llevan a adoptar ese modelo? ¿Es casual? Evidentemente, la respuesta es no.

El Fondo Monetario Internacional lleva años, y décadas, apostando por lo que ellos denominan flexibilizar el mercado de trabajo – que en realidad es agudizar la explotación capitalista, precarizando los marcos laborales y persiguiendo un mayor trasvase de riqueza hacia los monopolios, hacia la burguesía – exigiendo reformas laborales a los Estados orientadas a la conquista de este objetivo. Asimismo, son numerosas las acciones desarrolladas tanto por el Fondo Monetario Internacional como por el Banco Mundial al objeto de debilitar la sindicalización de los trabajadores y, por consiguiente, debilitar a los sindicatos al objeto de allanar el camino a los empresarios en agudizar la explotación contra los trabajadores.

En su documento semestral “Perspectivas de la economía mundial”, publicado en abril de 2017, el FMI evaluaba los efectos de sus políticas para salvaguardar los intereses de los monopolios. Entre otras cosas señalaba:

La integración mundial también ha influido, en gran medida al reducir la participación del trabajo en los sectores de bienes transables. El impacto cuantitativo de los cambios de las políticas y las instituciones y de las reformas de los mercados de productos y del trabajo parece ser limitado, pero eso quizá refleje en parte la dificultad de separar empíricamente las tendencias de la integración mundial y la desindicalización. Los resultados de las economías avanzadas tomadas como grupo reflejan los de las diferentes economías tomadas por separado; en la gran mayoría, la tecnología es el factor que más contribuye a la variación de la participación del trabajo. (…) Además de las fuerzas de la tecnología y la integración mundial descritas arriba, que se refuerzan mutuamente, la evolución de las políticas, regulaciones y reformas propias de cada país puede reflejar factores mundiales. Por ejemplo, el recorte de las tasas impositivas aplicadas a las empresas puede reflejar la competencia entre los países por atraer capital de libre circulación en un mundo globalizado (Rodrik, 1998). Análogamente, el retroceso de las tasas de sindicalización puede reflejar una pérdida del poder de negociación de los trabajadores, que a su vez es resultado de la integración del comercio internacional (Elsby, Hobijn y Sahen, 2013).

El propio FMI reconoce que la fuerza de la tecnología – a favor de los monopolios, claro está – , las reformas laborales para desregular las condiciones de los trabajadores y tirarlas por tierra, las políticas fiscales basadas en rebajar las tasas impositivas a los empresarios, persiguen que la burguesía se lleve una mayor parte del pastel en detrimento de la parte que se lleven los trabajadores, cada vez menor y, para ello, es fundamental atacar la organización de los trabajadores en los centros de trabajo, que es atacar al sindicato. Deja claro que hay que arremeter contra los trabajadores y su organización para que los monopolios amasen sus beneficios siendo ello imposible sin la gobernanza mundial de los monopolios a través de sus agrupaciones y organismos imperialistas.

A finales del año 2018, se realizó una Cumbre del G20 en Buenos Aires. Allí los imperialistas aprobaron una declaración titulada “Building consensus for fair and sustainable development” donde se comprometieron a adoptar medidas para garantizar la vida y el desarrollo de los monopolios, que como siempre implica poner todos los recursos, todo el planeta y a la humanidad al servicio de una minoría ladrona y criminal de oligarcas. En dicha declaración, entre otras muchas cosas, señalan con respecto del trabajo futuro:

6. Se espera que las tecnologías transformadoras brinden inmensas oportunidades económicas, incluidas nuevos y mejores trabajos y mejores niveles de vida. La transición, sin embargo, creará desafíos para particulares, empresas y gobiernos. Las respuestas políticas y la cooperación internacional ayudarán a asegurar que los beneficios de la transformación tecnológica sean ampliamente compartidos. Apoyamos el conjunto de medidas políticas para el futuro del trabajo que desarrollaremos considerando las circunstancias individuales de los países para: aprovechar la tecnología para fortalecer el crecimiento y la productividad; apoyar a las personas durante la transición y abordar los desafíos de distribución; asegurar sistemas tributarios sostenibles (…)

7. Seguimos comprometidos con la construcción de un futuro del trabajo inclusivo, justo y sostenible promoviendo trabajo decente, formación profesional y desarrollo de habilidades, incluida la recapacitación de trabajadores y la mejora de condiciones laborales en todas las formas de empleo, reconociendo la importancia del diálogo social en esta área, incluido el trabajo entregado a través de plataformas digitales (…)

9. Para maximizar los beneficios de la digitalización y las tecnologías emergentes para un crecimiento innovador y productividad, promoveremos medidas para impulsar las micro, pequeñas y medianas empresas y empresarios, cerrar la brecha digital de género y una mayor inclusión digital, apoyar la protección al consumidor y mejorar el gobierno, la infraestructura y la medición de lo digital en el terreno económico. Reafirmamos la importancia de abordar los problemas de seguridad en el uso de las TIC. (…) Damos la bienvenida al Repositorio de Políticas Digitales del G20 para compartir y promover la adopción de Modelos innovadores de negocio de economía digital. Reconocemos la importancia de la interfaz entre el comercio y la economía digital. Continuaremos nuestro trabajo de inteligencia artificial, tecnologías emergentes y nuevas plataformas de negocios.

Como puede verse, los líderes del G20 se comprometieron en 2018 en acelerar el cambio de modelo productivo empleando para ello las TIC, apostando abiertamente por la digitalización en todos los terrenos, también en los de la economía y en los del mundo del trabajo, “el trabajo entregado a través de plataformas digitales”, o lo que es lo mismo, la uberización del trabajo.

Esa declaración de los líderes del G20 también apuesta por la construcción de lo que denominan “ciudadano digital”, pues en muchas zonas del mundo el acceso al ciberespacio está negado a casi la mitad de la población. Todo ello va en consonancia con lo expresado por el Banco Mundial el pasado 8 de abril de 2019, donde señalaba:

La innovación digital está en vías de transformar casi todos los sectores de la economía introduciendo nuevos modelos comerciales, productos, servicios y, en última instancia, nuevas formas de crear valor y empleos. Los resultados de esta transición ya son evidentes: la economía digital mundial en 2016 representaba un valor de USD 11,5 billones, o sea, el 15,5% del producto interno bruto (PIB) mundial. Se espera que esta cifra llegue a 25% en menos de una década (…) aunque la revolución digital es un fenómeno mundial, todavía existen enormes desigualdades entre los países y dentro de ellos en lo que respecta a penetración, asequibilidad y desempeño de los servicios digitales (…) Si bien casi la mitad de la población mundial tenía acceso a internet en 2016, la tasa de penetración en los países menos adelantados (PMA) era solo del 15%, o sea 1 de cada 7 personas. (…) En diciembre de 2015, el costo de los servicios móviles de banda ancha era de alrededor del 17% del ingreso nacional bruto (INB) medio mensual per cápita en los PMA, en comparación con tan solo el 5% a nivel mundial. (…) En un mundo cada vez más impulsado por las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), esta brecha digital persistente podría exacerbar las desigualdades y crear una nueva clase de “pobres digitales”. Para evitar este escenario, los países esperan intensificar sus esfuerzos hacia el acceso universal de la banda ancha, y dotar a las personas de las habilidades y los recursos que necesitan para participar plenamente en la economía digital.

¡Ahí la lógica del imperialismo! Bajo ningún concepto se plantea acabar con el hambre, la sed o las enfermedades curables en el mundo pero, sin embargo, se plantea extender la banda ancha a todo el mundo. Acceso universal a la banda ancha para que los negocios de los monopolios marchen viento en popa pero, sin embargo, se mira hacia otro lado con el acceso universal a la alimentación – según la ONU, en 2018, 821,6 millones de seres humanos carecían de este acceso, del derecho humano a alimentarse, estando condenados al hambre – o el acceso universal al agua potable – según UNICEF 748 millones de personas en el mundo tienen privado el derecho fundamental del acceso al agua potable.

La COVID-19 está acelerando el proceso que los monopolios tenían ya en marcha, como acreditan los diferentes organismos imperialistas que imponen la dictadura de los monopolios a nivel mundial.

Así pues, las empresas TIC que citábamos anteriormente, los bancos, los propios bufetes de abogados, etcétera, aplicando el teletrabajo – ya sea al 100% o ya sea por sistemas combinados como el SMARTWORKING o el SMART JOB – lo que persiguen es aplicar las políticas en materia laboral ya desbrozadas por las agrupaciones y los organismos imperialistas internacionales. Y es que el teletrabajo, en cualquiera de sus formas, para los monopolios consigue satisfacer dos aspectos fundamentales: abrir el camino para precarizar más las condiciones laborales y bajar los salarios (es lo que los burgueses llaman flexibilización del trabajo) y atomizar y aislar todavía más a los trabajadores al objeto de impedir su organización y combatir a la organización sindical en los centros de trabajo.

En las empresas TIC, en la banca y en otros sectores donde se pretenden aplicar el teletrabajo, esto es una etapa más para avanzar al escenario que persiguen los empresarios: La uberización del trabajo. El artículo periodístico del diario 20 minutos publicado el pasado 30 de diciembre de 2019 cuyo título es “La uberización se extenderá y traerá mayor precariedad laboral” ya advertía esto de manera muy clara, señalando “Las plataformas digitales han empezado a trasladar su modelo laboral a nuevos sectores (….) se presentaron como una alternativa flexible y de poco compromiso para estudiantes o trabajadores que quisieran hacerse con un sobresueldo (…) las plataformas digitales, que comenzaron a expandirse coincidiendo con el peor momento de la crisis económica de 2008, no se consideran empleadores, sino meras herramientas para poner en contacto a consumidores y autónomos que ofertan servicios (…) La gran revolución que abrió camino para este modelo fue la propagación de los teléfonos inteligentes. Mediante sencillas aplicaciones, las plataformas fueron creciendo ahorrando costes laborales y tributando buena parte de su actividad en el extranjero”.

Según artículo publicado en la revista IDEIDES el 23 de diciembre de 2017 titulado “Teletrabajo, uberización y robotización del trabajo: propuesta para un derecho del trabajo consistente” realizado por la profesora de la Universidad Esperanza Macarena Sierra Benítez, “El término “uberización” del trabajo toma como referencia a la multinacional digital Uber para identificar a todas aquellas otras plataformas digitales donde la gestión de recursos humanos responde a otros modelos de empleos digitales: empleos parciales, y empleos temporales realizados por personal “freelance” en régimen de subcontratación (autónomos, emprendedores o startup). Las plataformas digitales no cuentan con una plantilla de trabajadores, sino con una relación de servicios; no se contratan personas sino objetivos y resultados, y los servicios son realizados por profesionales liberales deslocalizados que trabajan para varias empresas. El profesional no realiza una sola tarea, trabaja por horas o temporadas y puede ofrecer sus diferentes aptitudes [28]. Este colectivo no sólo está formado por profesionales cualificados, sino por otros prestadores de servicios de escasa cualificación como, por ejemplo, repartidores de comida o transportistas de paquetería a domicilio, además de los conductores de vehículos privados (Just Eat, Deliveroo, Glovo, Amazon y Uber)”.

Según el sindicato UGT, un apéndice del Estado y firme defensor del capitalismo monopolista de Estado, en su informe “El trabajo en las plataformas digitales de reparto” que realiza un análisis de la realidad laboral y el impacto económico de dichas plataformas como Glovo, Deliveroo, Stuart y Ubereats, aporta conclusiones como las siguientes que se señalan:

  • Su modelo de negocio se centra en las tres P: penosas, precarias y peligrosas. Trabajadores que tienen una media de ingresos al mes que suponen tan solo el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), una media de gastos de 450 euros y una media de horas que superan las 40 horas semanales”.
  • Las plataformas digitales de reparto lo único que ofrecen son unas condiciones de trabajo impredecibles, innegociables y que obligan a la adopción de conductas perjudiciales para los trabajadores y trabajadoras. Un modelo que supone un desamparo del trabajador ante la empresa y condena a un segmento importante de la clase trabajadora a la inanidad y a la explotación”.
  • Las plataformas digitales se ahorran 76 millones de euros al año en cotizaciones
  • En concepto de remuneraciones salariales, los trabajadores perderían entre un 16% y un 37% respecto a la situación del contrato estándar, o lo que es lo mismo, al año las empresas se ahorran en salarios entre 30,4 y 92,1 millones de euros”.

Como se puede ver, los capitalistas ven en la COVID-19 la posibilidad para acelerar la expansión de la uberización del trabajo a otros muchos sectores. El teletrabajo es el primer paso para ello.

La patronal pretende devolver a la clase trabajadora a la década de los 60s y 70s del siglo pasado, cuando en las grandes ciudades del Estado español las familias de trabajadores hacían trabajos manuales en casa – realizar casquillos eléctricos, montajes de bolígrafos, montajes de cajas, montaje de sobres de cromos, etcétera. Entonces era para que las mujeres de los obreros sacaran un ingreso extra para las familias, ante los salarios exiguos de sus maridos, hoy pretenden que sean la fuente de ingresos de los trabajadores, que dejarán de ser trabajadores y pasarán a ser autónomos, o colaboradores como gusta llamar a los burgueses. Lo que sí es que, en ambas situaciones, volverá el destajo y los trabajadores retrocederán en derechos – a enfermar, a vacaciones, etcétera.

La patronal de esta manera no sólo pretende introducir el destajo, no sólo pretende acelerar los ritmos de trabajo sino también dividir y desorganizar a los trabajadores y ahorrar en costes, tanto salariales como de espacio y suministros.

La sincronización de los Estados nación, sucursales de las agrupaciones imperialistas a nivel mundial, para imponer este modelo de trabajo que han determinado los monopolios es patente y en el Estado español se puede ver con claridad.

El gobierno de la “izquierda” – aquella que realizó una moción de censura a Rajoy votando totalmente a favor de sus políticas, las cuales perduran como son, por ejemplo, la Reforma Laboral o la Ley Mordaza, entre otras – nos habla de un Nuevo Estatuto de los Trabajadores. Sin duda este Nuevo Estatuto de los Trabajadores, entre otros atropellos contra la clase trabajadora, va a habilitar el marco legal para que encajen, a favor de los empresarios por supuesto, tanto el teletrabajo como la uberización del trabajo.

Hay un artículo publicado en el diario 20 minutos titulado Economía colaborativa y empleo decente firmado por Miguel Rodríguez-Piñero Royo de PwC, que ha asesorado a AYESA AT en los ataques que esta empresa ha perpetrado contra los trabajadores, del pasado 14 de diciembre de 2017, donde ya da unas pistas por donde el Gobierno tirará para servir bien a la Patronal en el nuevo Estatuto de los Trabajadores que pretende emprender:

Hay que plantearse qué modelo de economía colaborativa queremos, particularmente desde la perspectiva del empleo. Hay riesgos reales de que pueda convertirse en un factor de precarización, uno más, generando empleos de escasa calidad y convirtiendo a sus trabajadores en working poors. (…) Una mayoría de los trabajadores de plataformas son, desde el punto de vista del Derecho del Trabajo vigente, autónomos. Esto es un problema, porque nuestra legislación para este tipo de trabajo es a todas luces insuficiente para asegurarle unos niveles adecuados de ingreso y de calidad de vida profesional. Reconocerlos como trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE), como se ha hecho en algunas plataformas, no basta. Seguramente tendremos que plantearnos un nuevo estatuto de trabajo autónomo digital, con obligaciones más claras para las empresas implicadas y una extensión de ciertos aspectos del trabajo asalariado”.

Como puede verse, Rodríguez-Piñero ya anticipa, tres años antes, la necesidad de establecer lo que él llama un “estatuto de trabajo autónomo digital”, algo que el Gobierno de Iglesias y Sánchez hará, pero no como estatuto de trabajo autónomo sino como un nuevo Estatuto de los Trabajadores. La Covid-19 ha sido un buen punto de partida para este Gobierno para que el pueblo vaya asumiendo que autónomos y trabajadores son, si no una misma cosa, algo parecido, es decir, el Gobierno pretende llevar al cerebro de la clase trabajadora esa equivalencia errónea para, sin duda, precarizar más las condiciones de vida de la clase obrera.

También es digno de reseñar lo que Rodríguez-Piñero afirmaba en 2017:

nuestra legislación para este tipo de trabajo es a todas luces insuficiente para asegurarle unos niveles adecuados de ingreso y de calidad de vida profesional. Reconocerlos como trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE), como se ha hecho en algunas plataformas, no basta (…) Tampoco nuestro sistema público de Seguridad Social es adecuado para proteger a los trabajadores en plataformas, ya que exige periodos de seguro de larga duración. Cuando el trabajo no te da para vivir, porque es lo que algunas plataformas te ofrecen, es necesario pensar otros mecanismos de tutela”.

Obviamente, la uberización del trabajo persigue que se asuma la reivindicación de la patronal del desarrollo de un trabajo a la demanda sin protección alguna, y es aquí donde entra el Ingreso Mínimo Vital (IMV) para, supuestamente, garantizar un nivel mínimo de ingresos para cada tipo de familia. Este Ingreso Mínimo Vital, que es compatible con otras rentas, aparte de ser la constatación del fracaso del Gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE de generar trabajo dignamente remunerado es una medida que prepara el terreno a la uberización del trabajo, conscientes de la precariedad y de la caída en los salarios que va a proporcionar el modelo de trabajo que desde las agrupaciones imperialistas pretenden imponer, o como dice Rodriguez-Piñero “cuando el trabajo no te da para vivir” ahí está el Ingreso Mínimo Vital.

El diario digital de PYMEs y autónomos autonomosyemprendedor.es publicaba el pasado 30 de mayo un artículo valorando positivamente la medida del Ingreso Mínimo Vital aprobada por el Gobierno, artículo que se titulaba Los autónomos también podrán acceder al Ingreso Mínimo Vital donde este medio de la pequeña y mediana burguesía aplaude la medida, que certifica lo que hemos expresado en el párrafo anterior, señalando lo siguiente:

Desde este viernes, el Ingreso Mínimo Vital es ya una prestación más en España y a la que también tienen acceso los autónomos (…) La medida, que afectará a 850.000 hogares – 2,3 millones de personas -, permitirá que sus beneficiarios puedan seguir percibiendo ingresos por una actividad mientras hacen uso de esta ayuda. Es decir, podrán tener un trabajo, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia, y ser beneficiarios de la Renta Mínima Vital. (…) De esta forma, la prestación no sólo cubre a aquellas personas que estén desempleadas, sino también a personas que trabajen, bien por cuenta propia o ajena, siempre y cuando tengan unos ingresos lo suficientemente bajos.

Como puede verse, el Gobierno de la ‘izquierda’ esta abonando el terreno y está actuando al dictado de lo que los monopolios requieren.

Con esta medida, con el desarrollo del teletrabajo como paso previo a la uberización del trabajo, lo que persiguen los imperialistas y sus organismos, como el FMI y el BM, es precarizar todavía más las condiciones de trabajo, liquidar derechos conquistados como las vacaciones pagadas o el derecho a enfermar, imponer ritmos de trabajo superiores y el destajo, ahorrar costes sociales – como cuotas a la seguridad social – que redundarán en menos ingresos para su Estado y, sobretodo, liquidar la organización de los trabajadores en los centros de trabajo, tratar de eliminar la organización sindical, conscientes de la fase terminal, la agonía en la que se encuentra el sistema capitalista.

Sin embargo esta medida le abre contradicciones a la burguesía, y la debilita en tanto que ya el burgués tiene que saquear mucho más a su instrumento de opresión, el Estado, que al ya maltrecho obrero. La forma en la que pretenden los monopolios sostener sus cuotas de ganancia es ahorrándose costes, pero este supuesto ahorro de costes a la par redundará en que el instrumento que le permite mantener a la burguesía su dictadura, el Estado, verá cómo sus ingresos disminuyen notablemente, ya sea por las contribuciones a la seguridad social tanto de los trabajadores como lo que pagan las empresas, ya sea por la vía impositiva a los trabajadores, que son los que sostienen sobre sus espaldas el mantenimiento del aparato del Estado, en definitiva, por el empobrecimiento de la inmensa mayoría de la población. Asimismo, en sectores como el de las TIC, muchas empresas intermediarias que no aportan nada en el aspecto productivo serán liquidadas por las propias empresas clientes que a través de sus plataformas digitales contactarán directamente con los trabajadores en situación de autónomo, sin necesidad de intermediarios pues ya habrán eludido toda responsabilidad laboral estableciendo una relación mercantil. Si las ruinas ya están a la orden del día, con este modelo las ruinas se multiplicarán. En definitiva, la burguesía para tratar de sostener su moribundo sistema, lejos de fortalecerse, con este modelo lo que hará es, sin duda, debilitarse y acrecentar la desigualdad.

La robotización y el desequilibrio mayor en la composición orgánica del capital

Nuevamente la COVID-19 es la excusa perfecta para que los monopolios terminen de imponer definitivamente lo que denominan la industria 4.0, que no es más que la automatización de los procesos productivos y organizativos de las empresas, o lo que también otros denominan la robotización, y que según los mismos monopolios, como por ejemplo IBERDROLA basándose en un informe de McKinsey Global publicado a finales de 2017, cuantificaban que en el mundo 800 millones de trabajadores perderían sus trabajos en pro de robots de manera progresiva hasta 2030. A ello debe unírsele lo expresado en el punto anterior, la proliferación del teletrabajo como paso previo a la uberización del trabajo y con el que, sin duda, los empresarios pretenden liquidar por completo las relaciones laborales y sustituirlas por relaciones entre empresa y freelance, o autónomo, en definitiva liquidar las relaciones laborales para convertirlas en mercantiles, con la consiguiente depauperación de las condiciones de vida y la sobreexplotación de los trabajadores. Pero hete aquí la gran contradicción en la que caen los imperialistas, su auténtico talón de Aquiles. Los imperialistas se ven abocados a incrementar la composición orgánica del capital, y desequilibrarla todavía más a favor de la parte de capital constante tratando de disminuir al máximo la parte correspondiente al capital variable. Sin embargo, los beneficios a los capitalistas le llegan por la vía del capital variable. La aplicación de la ciencia y de la tecnología a favor de los imperialistas, la automatización de los procesos productivos y organizativos, conlleva al incremento del capital constante y a la disminución del capital variable, pero con la disminución de éste se disminuyen los salarios, se arrojan a más trabajadores al paro forzoso, y la clase obrera, consecuentemente, reduce su capacidad de gasto para satisfacer sus necesidades, para reproducir la fuerza de trabajo. Por consiguiente, el sistema producirá mercancías que no serán consumidas significando la crisis permanente, que es en lo que ya se encuentra el imperialismo. Pero además, el crecimiento de la composición orgánica del capital por la vía del incremento del capital constante y del decrecimiento del capital variable implica también que el imperialista retrocede en el sentido que baja la cuota de ganancia produciéndose una desarmonización absoluta entre el crecimiento de la producción en comparación con la cantidad de mano de obra empleada, la cual incluso en este caso disminuirá considerablemente. Y esto hay que interpretarlo en que la base material existente, la base económica, no se corresponde ya con el imperialismo, corresponde a un sistema económico superior. Este hecho implica que la construcción del socialismo hoy será mucho más rápida y más directa de cómo lo concebían los padres de nuestra ciencia, de hecho la base material ya está hecha, y sin duda el periodo intermedio de dictadura del proletariado será menor, pues el socialismo que se construya partiendo de las condiciones económicas actuales – altamente desarrolladas y centralizadas a nivel planetario – será mucho más avanzado que el socialismo más avanzado que Lenin o Stalin podían vislumbrar.

La única salida es el socialismo

Como se ha comprobado a lo largo del presente análisis, el capitalismo se encuentra en una situación insostenible en términos económicos. La división del trabajo a nivel internacional engendra contradicciones en cada una de las regiones del planeta que erosiona la cadena imperialista y señala cuales son los eslabones más débiles por los que dicha cadena quebrará, siendo el Estado español uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista.

La burguesía monopolista pretende sostener sus cuotas de ganancia a costa de estrujar a los trabajadores hasta la extenuación, intensificando la explotación, acrecentando la desprotección de los trabajadores pretendiendo robarles absolutamente todo. Antaño en las potencias imperialistas los obreros, aun explotados, tenían una serie de migajas con respecto a los obreros explotados de los países más atrasados donde los salarios no les daba a los trabajadores ni tan siquiera para cubrir sus necesidades básicas. Esta situación de los trabajadores de los países atrasados ya es común a la de los trabajadores de las potencias imperialistas, los cuales no pueden vivir ya con sus miserables salarios como lo acredita en el Estado español la Renta Mínima Vital que el Gobierno de oportunistas y fascistas ha implementado.

La burguesía monopolista explotaba a los trabajadores tanto directamente como a través de las deudas hipotecarias, los diferentes impuestos y contribuciones, etcétera. Hoy un número mayor de trabajadores no tiene capacidad, tan siquiera, para hipotecarse y a tenor de los ingresos económicos de éstos – cada día más insuficientes – no sólo una parte mayor de la clase trabajadora deja de convertirse en contribuyente del instrumento de opresión de la burguesía, el Estado, sino que pasa a ser incluso subvencionado por parte de dicho Estado para que malviva.

Una clase obrera y unas clases populares que cada vez tienen menos recursos, que cada vez se llevan una parte más pequeña del pastel de la riqueza que ellas mismas crean y que, por tanto, tienen una capacidad de consumo mucho menor. A la par que los monopolios, fruto del desarrollo de las fuerzas productivas, del avance de la técnica y de la ciencia, tienen una mayor capacidad de producir mercancías. Una nueva contradicción que provoca la crisis permanente del capitalismo y la agudiza a cada día que pasa.

Por otro lado, la robotización hace que la producción se multiplique a la par que, bajo las condiciones del imperialismo, los obreros son arrojados al paro forzoso lastrando su situación socioeconómica mucho más.

El desarrollo de las fuerzas productivas choca con las relaciones de producción del capitalismo monopolista, convirtiéndose el capitalismo en un freno objetivo para el desarrollo humano, para el desarrollo de las fuerzas productivas.

Así tenemos que el capitalismo monopolista a pesar de establecer sistemas organizativos conducentes a la intensificación del trabajo y de la extracción más intensa de plusvalía, resulta que su cuota de ganancia no sólo no aumenta sino que retrocede. Y retrocede porque provoca un desajuste todavía mayor en la composición orgánica del capital, creciendo por la parte del capital constante y retrocediendo en la parte de capital variable, que es la parte que genera plusvalía. Para tratar de sostener los márgenes de ganancia ya la burguesía tira piedras sobre su propio tejado, incrementando las filas de los parias, acrecentando la pobreza de la mayoría trabajadora a pesar de la inmensa riqueza generada, buscando ya la obtención de ganancia a costa de deteriorar al Estado, su instrumento de opresión mediante el que garantiza la imposición de su dictadura criminal. Además, el desarrollo de la técnica, la automatización, al ser arrojada contra los obreros, conlleva un grado de depauperación mayor de éstos y sus condiciones de vida, implicando que el progreso de la técnica suponga un freno al progreso técnico y, también, al progreso social.

Sin duda, todo ello lo que manifiesta es la absoluta caducidad del capitalismo, es la confirmación de la bancarrota del capitalismo el cual pide a gritos ser arrojado al estercolero de la historia. Cada paso que dan los capitalistas para tratar de salir del atolladero lo que hace es agudizar la putrefacción del sistema, carcomerlo más, reclamar con mayor insistencia su derrocamiento revolucionario. Demostrar que la única salida posible para armonizar el desarrollo de las fuerzas productivas y transformarlo en desarrollo humano, en progreso social y en mayor progreso de las fuerzas productivas y de la técnica y la ciencia, es el socialismo.

Las condiciones objetivas están de sobra dadas para el socialismo. Para un socialismo mucho más avanzado del que los padres del marxismo-leninismo podían vislumbrar, un socialismo que va a avanzar con una mayor velocidad hacia el comunismo.

Pero para ello, es necesario resolver la cuestión subjetiva. Es necesario que el sujeto revolucionario encargado de cumplir con la misión histórica de derrocar revolucionariamente el capitalismo y edificar el socialismo asuma conciencia de ello y actúe en libertad, con pleno conocimiento de las leyes que rigen la sociedad y con plena necesidad de llevar a término dicha misión histórica aplicando dichas leyes en la consecución de su objetivo, del cumplimiento de dicha misión histórica. Este sujeto revolucionario es la clase obrera.

Pero la clase obrera únicamente puede cumplir con su misión histórica si los comunistas estamos unidos y organizados, armados con un programa revolucionario que sea capaz de organizar y unir a la clase trabajadora bajo los principios de su ciencia revolucionaria, el marxismo-leninismo, dotándolos de una dirección revolucionaria que dé la salida a la encrucijada a la que el capitalismo monopolista nos ha llevado al género humano. Los comunistas unidos y organizados bajo una dirección revolucionaria determinada por un programa de acción somos la condición sine qua non para que la clase trabajadora adquiera la consistencia organizativa e ideológica necesaria para la confrontación contra la burguesía y su Estado y poder salir victoriosa, cumpliendo con su misión de acabar con el capitalismo y construir el socialismo. En este sentido, y a tenor de las condiciones a las que los imperialistas nos abocan, donde con sus cambios nos muestran también su debilidad, su necesidad de acabar con la organización de los trabajadores en los centros de trabajo y liquidar la organización sindical, los comunistas debemos contribuir a que los trabajadores fortalezcan la organización sindical en los centros de trabajo y la organización de los trabajadores. La organización sindical debe abrazar los principios del sindicalismo de clase, debe servir para que los trabajadores conciban la lucha de clases como única forma de defender sus intereses y debe hacer que los trabajadores rompan su aislamiento uniendo las luchas de los distintos centros de trabajo en una única lucha de clases contra el capitalismo y contra la burguesía y por la superación de la explotación capitalista. Por ello, debemos apoyar a los sindicatos de la Federación Sindical Mundial (FSM) que defienden esa visión del sindicalismo.

Por otro lado, es necesario unir la lucha de los trabajadores en los centros de trabajo con la lucha de la clase obrera en los barrios, con la lucha de los estudiantes obreros en defensa de sus intereses y por la conquista de derechos, con la lucha de la mujer trabajadora, de los jubilados y pensionistas, de los jornaleros, en definitiva unir todas las luchas de los sectores del proletariado en alianza con otras clases laboriosas conformando un contrapoder obrero y popular contra el capitalismo y su Estado.

Los comunistas debemos estar organizados y unidos en dichos frentes de lucha con la clase obrera, actuar con ética e integridad comunista para ganarnos a la clase obrera y entroncarnos con ella. En definitiva, para que la clase obrera cumpla la misión que históricamente le corresponde, máxime cuando el imperialismo está plenamente caducado y todas las medidas que adoptan son ya a la defensiva y le infligen un mayor daño, quebrando el propio sistema para su subsistencia.

 

¡Por la unidad de los comunistas!

¡Por la unidad del proletariado contra el capitalismo!

¡Socialismo o Barbarie!

 

Madrid, 10 de junio de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




La lucha de clases no para [ESP/CAT]

Los trabajadores de la comarca del Vallès Oriental, igual que en todas partes del Estado español, nos hemos visto sometidos a ERTE’s de manera forzada cuando muchas empresas han optado por agarrarse a este procedimiento como falsa excusa para no perder beneficios. Mientras, los trabajadores, nos vemos privados de cobrar a tiempo la prestación por desempleo, una prestación que además reduce notablemente nuestros ingresos. La situación es tan grave que muchos cobrarán ahora su prestación a la que tienen derecho en junio, habiéndose iniciado el 14 de marzo el Estado de Alarma, provocando que se retrasen los pagos. Pero dicho retraso es una excusa más por parte del gobierno de turno, en este caso del PSOE, que llevan traicionando durante décadas a la clase obrera de este país, ahora en coalición con el oportunismo de Podemos-IU/PCE que viene para ayudar a mantener la farsa burguesa.

La pandemia ha mostrado la miseria y la indecencia del gobierno al servicio de la burguesía. En estos meses hemos visto que si a la patronal le interesaba continuar con su producción, a pesar de peligrar la salud de los trabajadores, ésta continuaba demostrando que los intereses de los empresarios están por encima de la salud del pueblo. Un claro ejemplo de esto último es la empresa Grifols en Parets del Valles que ni siquiera respetaba las normas decretadas por el gobierno. Por eso mismo fue denunciada y más tarde Inspección de trabajo daba la razón a trabajadores y sindicatos. Otro ejemplo es el de Nissan, que por un encargo que tenía la empresa con Mercedes obligó a los trabajadores a finalizar la producción arriesgando la salud de estos. Como explicábamos en un reciente artículo, ahora los trabajadores de la empresa de vehículos se han puesto en huelga ante el cierre de la Empresa y la pretensión de la dirección de llevarse la producción.

También en estos meses, como indicábamos al principio del artículo, se han visto casos contrarios, donde por el parón de la producción, muchas empresas han preferido optar por ERTE’s para que el Estado mantenga a los trabajadores y, de paso, poder obtener beneficios fiscales. Los capitalistas y su Estado tienen declarada la guerra a la clase obrera de tal modo que los cuerpos de seguridad del Estado, en este caso la Guardia Civil,  avisan de una escalada de la protesta social. Y no es para menos, ya que deben de entender que nuestra dignidad no puede ser pisoteada de manera gratuita. La clase obrera no se ha recuperado en absoluto de la anterior crisis capitalista, porque el capitalismo monopolista es la crisis permanente, siendo siempre el obrero el que paga, el que es saqueado por la criminal burguesía. Según datos del departamento de trabajo, asuntos sociales y familias, les Franqueses del Vallès había registrado 289 ERTE’s y Granollers 1.015 hasta el 1 de mayo, afectando a más de  10.000 trabajadores  contando solamente estas dos localidades de la comarca vallesana.

Delante de esta situación no nos podemos quedar parados. El oportunismo que gobierna opera para que los trabajadores no muevan ni un dedo. Ese es su cometido y su razón de existir al servicio de la oligarquía, mientras nuestras vidas cada vez tienen un precio más reducido, hasta el punto de que cualquier miembro de la clase obrera, tendrá que luchar. Por eso mismo desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya hacemos un llamamiento a la clase obrera a organizarse en sus centros de trabajo, en cada barrio uniendo todas las luchas contra el capitalismo en una sola, apostando por un Frente Único del Pueblo que barra las clases que ya no tienen sentido alguno.

 

¡Por la construcción del Frente Único del Pueblo!

¡Por la unidad de la clase obrera y las clases populares contra el capitalismo y su Estado!

¡Por el socialismo!

 

Granollers, 8 de junio de 2020

Cèl·lula del Vallès Oriental del Partit Comunista Obrer de Catalunya

 

 

La lluita de classes no s’atura

 

Els treballadors de la comarca del Vallès Oriental, igual que a tot arreu de l’Estat espanyol, ens hem vist sotmesos a ERTO’s de manera forçada quan moltes empreses han optat per agarrar-se a aquest procediment com a falsa excusa per a no perdre beneficis. Mentrestant, els treballadors, ens veiem privats de cobrar a temps la prestació per desocupació, una prestació que a més redueix notablement els nostres ingressos. La situació és tan greu que molts cobraran ara la seva prestació a la qual tenen dret al juny, havent-se iniciat el 14 de març l’Estat d’Alarma, provocant que es retardin els pagaments. Però aquest retard és una excusa més per part del govern de torn, en aquest cas del PSOE, que porten traint durant dècades a la classe obrera d’aquest país, ara en coalició amb l’oportunisme de Podemos-IU/PCE que ve per a ajudar a mantenir la farsa burgesa.

La pandèmia ha mostrat la misèria i la indecència del govern al servei de la burgesia. En aquests mesos hem vist que si a la patronal li interessava continuar amb la seva producció, malgrat perillar la salut dels treballadors, aquesta continuava demostrant que els interessos dels empresaris estan per sobre de la salut del poble. Un clar exemple d’això últim és l’empresa Grifols a Parets del Vallès que ni tan sols respectava les normes decretades pel govern. Per això mateix va ser denunciada i més tard Inspecció de treball donava la raó a treballadors i sindicats. Un altre exemple és el de Nissan, que per un encàrrec que tenia l’empresa amb Mercedes va obligar els treballadors a finalitzar la producció arriscant la salut d’aquests. Com explicàvem en un recent article, ara els treballadors de l’empresa de vehicles s’han posat en vaga davant el tancament de l’Empresa i la pretensió de la direcció d’emportar-se la producció.

També en aquests mesos, com indicàvem al principi de l’article, s’han vist casos contraris, on per l’aturada de la producció, moltes empreses han preferit optar per ERTO’s perquè l’Estat mantingui als treballadors i, de pas, poder obtenir beneficis fiscals. Els capitalistes i el seu Estat tenen declarada la guerra a la classe obrera de tal manera que els cossos de seguretat de l’Estat, en aquest cas la Guàrdia Civil,  avisen d’una escalada de la protesta social. I no és per a menys, ja que han d’entendre que la nostra dignitat no pot ser calcigada de manera gratuïta. La classe obrera no s’ha recuperat en absolut de l’anterior crisi capitalista, perquè el capitalisme monopolista és la crisi permanent, sent sempre l’obrer el que paga, el que és saquejat per la criminal burgesia. Segons dades del departament de treball, assumptes socials i famílies, les Franqueses del Vallès havia registrat 289 ERTO’s i Granollers 1.015 fins a l’1 de maig, afectant a més de 10.000  treballadors  comptant solament aquestes dues localitats de la comarca vallesana.

Davant d’aquesta situació no ens podem quedar parats. L’oportunisme que governa opera perquè els treballadors no moguin ni un dit. Aquesta és la seva comesa i la seva raó d’existir al servei de l’oligarquia, mentre les nostres vides cada vegada tenen un preu més reduït, fins al punt que qualsevol membre de la classe obrera, haurà de lluitar. Per això mateix des del Partit Comunista Obrer de Catalunya fem una crida a la classe obrera a organitzar-se en els seus centres de treball, en cada barri unint totes les lluites contra el capitalisme en una sola, apostant per un Front Únic del Poble que escombri les classes que ja no tenen cap sentit.

 

Per la construcció del Front Únic del Poble!

Per la unitat de la classe obrera i les classes populars contra el capitalisme i el seu Estat!

Pel socialisme!

 

Granollers, 8 de juny de 2020

Cèl·lula del Vallès Oriental del Partit Comunista Obrer de Catalunya




Los chantajes de Airbus a la clase obrera

El pasado 30 de abril nos despertamos con un titular al que nos tienen muy acostumbrados:

En dicha noticia se señala:

La compañía señala que este procedimiento de suspensión de contratos y reducción de jornada es consecuencia de la crisis mundial asociada a la pandemia del coronavirus, que ya comienza a tener un impacto en los pedidos de aeronaves y en las entregas”.

Ahora ponen de excusa al coronavirus para dejar en la calle a miles de familias trabajadoras. Pero años atrás se repetía la misma historia:

1 de octubre de 2016:

 

4 de octubre de 2019:

La crisis es consustancial al capitalismo y la clase obrera siempre está en crisis porque nada le pertenece y todo lo que genera es para darle más poder a su enemigo el Capital. Este sistema provoca ya crisis a todos los niveles y en todas las esferas. Sus mejores negocios y mayores beneficios causan miseria y destrucción de pueblos enteros, ya sea a través del desempleo y la desestabilización de las vidas de millones de familias obreras a las que ponen contra las cuerdas para una mayor y más fácil explotación, o ya sea a través de su negocio más lucrativo, las guerras con las que los monopolios se reparten el mundo, provocando la muerte de millones de inocentes, que son los que en definitiva sufren sus bombardeos.

La destrucción de pueblos enteros, es un negocio redondo para ellos: fabrican las armas para destruir y son dueños de las empresas que después se dedican a la reconstrucción, y además se apoderan de todas las riquezas de los países invadidos arrebatándolas a su legítimo dueño: el pueblo trabajador.

Y lo más perverso de este sistema es que obligados por los intereses de los monopolios somos los obreros de los países imperialistas (desde los EEUU, la Alemania nazi, o la Unión Europea) los que producimos los grandes arsenales de armamento con el que nos matan y los que reconstruimos y producimos las riquezas de las que después se adueñan.

Hoy, como podemos ver en los anteriores titulares, Airbus vuelve a chantajearnos con la pérdida de 1200 puestos de trabajo, justificándose en todo tipo de mentiras, contradiciéndose de un titular a otro sin la menor vergüenza. Todo para volver a conseguir millones de euros en subvenciones y ayudas de dinero público, millones de euros que pagaremos los trabajadores a través de impuestos.

Jugando con los puestos de trabajo consiguen además no solo las ayudas de dinero público para mantener sus chiringuitos sino también que los trabajadores centren su lucha en defender exclusivamente esos puestos de trabajo, y no que las empresas pasen a propiedad de todo el pueblo. Porque estas grandes empresas deberían darse por compradas de sobra con todo el dinero y ayudas públicas que han recibido durante décadas. Porque defender puestos de trabajo por sí mismos no es garantizar ningún futuro mientras esos puestos de trabajo tengan dueño y este no sea toda la sociedad. Y es por eso que el pueblo trabajador va perdiendo cada vez más.

Pero la perfección de la jugada consiste en que con ese salario con el que nos compran a la clase obrera, pagaremos las ayudas y subvenciones que el gobierno les da, pagaremos los intereses que ellos mismos nos imponen desde sus bancas privadas, compraremos sus productos para poder vivir, etc., el salario con el que nos compran vuelve a sus bolsillos.

Esta estrategia ha contado siempre con el apoyo de los distintos gobiernos del estado español, que como perros fieles a sus dueños, actúan como cómplices necesarios, no solo aceptando el chantaje de buen grado, sino engañando así a la clase trabajadora a la que no solo no pretenden defender, sino que conscientemente perjudican a nuestra clase legislando para facilitar cada vez más la sobre-explotación del trabajador. Por ejemplo flexibilizando despidos, EREs y ERTEs, convirtiéndonos en pasto para que los capitalistas puedan oprimirnos.

Vendiéndonos esta farsa como única solución, los gobiernos de todos los niveles, estatales, autonómicos y municipales, y de todos los partidos parlamentarios, invierten miles de millones en sostener empresas privadas, empresas que en cuanto pueden conseguir más beneficios en otro lugar cierran y se van con los bolsillos llenos.

Pongamos como ejemplo Cádiz. En un solo polígono de la provincia de Cádiz, en el polígono del Trocadero en Puerto Real, se han invertido en los últimos años cientos de millones de euros de dinero público en tan sólo cuatro empresas ubicadas en la misma calle:
Delphi, Gadir Solar, Alestis y Airbus.

Las dos primeras cerraron, las dos últimas llevan años en crisis.

23 de febrero de 2007:

 

25 de abril de 2012:

10 de octubre de 2012:

 

15 de septiembre de 2017:

Al mismo tiempo, Cádiz es una de las provincias con el nivel de paro más alto de toda Europa.

 

Y donde el nivel de pobreza infantil alcanza el 41,5%.

Ante esta situación deberíamos hacernos varias preguntas

– ¿De qué han servido los cientos de millones de dinero público, invertido en estas empresas? Si las empresas cierran cuando quieren.

– ¿Dónde están los millones de euros de ingresos que durante años la clase obrera de Cádiz ha generado para dichas empresas que lejos de generar empleo y riqueza en la región cómo nos venden sus títeres políticos no deja a su paso más que miseria y esclavitud?

Detrás de las mesas directivas de todas estas empresas, detrás de todas las mesas de todos los despachos donde se toman las decisiones políticas, judiciales y ejecutivas que adoptan los gobiernos se encuentran los grandes fondos financieros de inversión.

Tomemos como ejemplo Airbus.

Los pedidos brutos de aviones comerciales ascendieron a 303 (9m 2018: 311 aviones), entre ellos, 20 A330neo y 22 A350 XWB solo en el tercer trimestre, y los pedidos netos a 127 aviones (9m 2018: 256 aviones). La cartera de pedidos ha acumulado 7.133 aviones comerciales a 30 de septiembre de 2019. Los pedidos netos de helicópteros ascendieron a 173 unidades (9m 2018: 230 unidades), que incluyeron 12 H135 en el tercer trimestre. El valor de los pedidos recibidos por Airbus Defence and Space ascendió a 6.100 millones de euros. Sus pedidos se vieron impulsados en el tercer trimestre por la consecución de importantes contratos de Space Systems. Los ingresos consolidados se incrementaron hasta los 46.200 millones de euros (9m 2018: 40.400 millones de euros), impulsados principalmente por un incremento de las entregas, un mix favorable y una evolución positiva de los tipos de cambio”.

Ahí tenemos la respuesta a las dos preguntas anteriores: “Los ingresos consolidados se incrementaron hasta los 46.200 millones de euros (9m 2018: 40.400 millones de euros).

Viendo quién se sienta en el consejo de administración de Airbus, comprobamos que el sudor, la miseria y la sangre de los pueblos trabajadores sirve para sostener las mayores fortunas del mundo.

En el consejo de administración de Airbus, además del gobierno francés y español, se sientan el grupo industrial alemán Daimler (fabricante de Mercedes-Benz), la multinacional francesa Lagardère, Lakshmi Mittal (industrial del acero y el sexto hombre más rico del mundo), la banca alemana (Deutsche Bank) y francesa (BNP Paribas).

Pero si seguimos tirando del hilo, el grupo Lagardère tiene entre sus accionistas a fondos kuwaitíes y al mayor fondo de inversiones del mundo, The Vanguard Group. ¿Y quién es dueño del grupo Daimler AG? Pues fondos qataríes y el segundo fondo de inversión más grande del mundo: Blackrok.

Por tanto, los beneficiarios finales que parasitan toda la riqueza que emana del pueblo trabajador, detrás de una cadena de participaciones y filiales de los grupos dueños de Airbus son los mismos que hay detrás de Boeing: The Vanguard Group y Blackrock, los mayores fondos de inversión del mundo. Estas empresas gestionan las fortunas y capitales de las familias más ricas del mundo, los verdaderos amos del mundo, eso que llaman “oligarquía financiera”, y a través de esos fondos de inversión, controlan las empresas más valiosas del mundo, y cualquier estado capitalista del mundo.

Con lo que en la práctica, a pesar de que nos inculcan a los trabajadores que tenemos que matarnos a trabajar para que “nuestra” empresa gane a la competencia, que aceptemos rebajarnos o congelar los salarios para vender a precios “competitivos”, hoy en día todo eso es una falacia, pues los monopolios que se reparten los mercados, también ellos, tienen un mismo dueño, lo cual significa que acuerdan los precios y los suben para garantizar mayores beneficios.

Este es el sistema criminal en el que vivimos, estos son los dueños de nuestras vidas, sólo somos mercancía para aumentar sus capitales. Nos tratan peor que a los esclavos pues no guardan con nosotros ninguna obligación ni compromiso, peor que a la maquinaria a la que necesitan cuidar. Somos aún menos, pues en destruirnos a todos los niveles consiste su negocio.

La situación de la clase obrera de Puerto Real es sólo una pequeña muestra. Es la manera de ver localmente y a pequeña escala la criminalidad de este sistema que se extiende por toda la provincia de Cádiz, por toda Andalucía, por toda España y por todo el mundo.

La clase obrera sólo tiene dos caminos, o luchar unida para defender su vida o seguir siendo carne de cañón de una minoría capitalista sin escrúpulos que controla todos los aspectos de nuestras vidas.

Ya es hora de romper la cadena que nos ata. Los gobiernos facilitan los terrenos públicos, el dinero público a interés 0 y los servicios públicos a los monopolios capitalistas, a los capitales privados. Ha llegado la hora de que el trabajador tome el control de la producción. Es hora de que todas las empresas privatizadas vuelvan a manos del pueblo trabajador que fue quien las levantó y las mantiene en funcionamiento, de que todas las empresas pagadas con dinero público que presenten EREs, ERTEs, despidos o amenacen con cerrar también sean colectivizadas. Es hora de que todos los empresarios que se llevan nuestro dinero a paraísos fiscales sean encarcelados y se les expropien todos sus bienes.

El sistema capitalista no desaparecerá por sí sólo, la clase obrera debe organizarse, para contraatacar, junto con el resto de clases populares (trabajadores de la ciudad y el campo, pensionistas, vecinos de barrios obreros, estudiantes…) para imponer su derecho a tomar el control de las riquezas naturales y los medios fundamentales de producción. Unirse, vertebrarse, estructurarse en un sólo puño, a través de representantes directos elegidos en asambleas por cada sector del pueblo trabajador, representantes que conformarán un Estado obrero y popular que permitirá imponer nuestras necesidades e intereses colectivos.

Construyamos el Frente Único del Pueblo

¡Revolución Socialista o Barbarie!

 

Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.) de Cádiz




Ana Barceló dimisión: las residencias, los sanitarios y el oportunismo político [ESP/CAT]

Recientemente conocíamos los datos de la catástrofe sanitaria en las residencias de la tercera edad. A día 2 de junio, los datos oficiales confirman 27.127 muertos por COVID-19 en total en España, de los cuales 19.283 pertenecen a fallecidos en residencias de la tercera edad. Es decir, hablamos de que el 68% de los fallecidos del COVID-19 están en residencias de la tercera edad. Todo esto contando el hecho de que aquellos fallecidos que no hubieran sido testados antes de morir no se cuentan como fallecidos por COVID-19, aunque estos tuvieran síntomas, ya que no se analiza de manera póstuma.

La Comunidad Valenciana, gobernada por ese gobierno “progresista” y “del cambio” que actúa exactamente igual que lo hicieron sus predecesores del Partido Popular, no queda atrás en estos números. De los 1383 fallecidos a día 21 de mayo, 522 están registrados en residencias de la tercera edad, lo que supone un 38% de los fallecidos.  Estas cifras, aunque no tan altas como el total nacional, son graves, más todavía si tenemos en cuenta que no hay causas abiertas contra las residencias o sus gestores. Actualmente no se procesa ninguna investigación sobre este suceso y las que estuvieron abiertas ya han sido archivadas.

Sumado a esto, el día 19 de mayo conocíamos al primer fallecido por COVID-19 dentro del personal en residencias de la tercera edad. De los 327 centros de la tercera edad, 86 registran casos positivos conocidos, es decir, el 26,3%.

 

Añadido a esto la querella presentada por la familia de Vicente José, sanitario que falleció de coronavirus bajo el conocimiento y la atenta mirada de la Generalitat, que, pese a saber que tenía síntomas y conociendo su empeoramiento, no realizó prueba alguna ni a él ni su familia, que siguen a la espera de estas pruebas. Denuncian también el total abandono y la falta de material de protección por parte de la Generalitat mientras este realizaba su trabajo.

El mismo día que se conocían estos datos de las residencias, Ana Barceló se permitía twitear esto:

¿Dónde estaba Ana cuando los TES le reclamaban un equipamiento digno y que no se les reprimiera por exigirlo? ¿Dónde estaba Ana Barceló cuando la falta de material se hacía patente en muchos centros sanitarios?

Este twit, al margen de su carácter oportunista que tan solo busca el favor y una mirada bondadosa por parte de los sanitarios con alabanzas falsas, es un insulto. Como Consellera de Sanitat debería conocer, ya de hace tiempo, el funcionamiento y la vital importancia de los servicios de urgencias tanto ahora con antes de la crisis del COVID-19. Debería también conocer las condiciones precarias del servicio de los Técnicos de Emergencias Sanitarias y como la privatización y venta de este servicio por parte de la Generalitat a empresas privadas ha supuesto una disminución en los recursos y capacidades que estos tienen por la falta de material, las poco minuciosas o inexistentes revisiones de los materiales que portan las ambulancias y un largo etcétera de problemas que sufre este servicio a día de hoy y desde años atrás. Debería conocer también la lucha de los TES por que su formación y experiencia sea reconocida laboralmente con el grado que estos merecen. Debería conocer también las saturaciones en las urgencias en los hospitales, que vivían constantemente colapsadas mucho tiempo atrás del COVID-19, o las largas listas de espera para operaciones mayores, de meses e incluso años en algunos casos. O de las “listas de espera” para pruebas menores que se retrasan durante meses por falta de material, personal e infraestructuras. Díganos señora Ana Barceló, ¿Desconocía usted esta situación desde junio de 2018 cuando tomó posesión de su cargo? ¿O es simplemente que lo conocía perfectamente pero entonces hacer twits al respecto no daba rédito político?

¡Trabajadores sanitarios! Este gobierno, que se pinta de progresista y de estar a favor de los trabajadores, demuestra cada día más que esto tan solo es una fachada, que realmente son antiobreros hasta los más profundo de su ser, que especulan con nuestras vidas y que para ellos los trabajadores sanitarios son poco más que la bandera del electoralismo, una medalla que colgarse por la “buena gestión” y olvidarán en la estacada a los sanitarios en cuanto esto cese.

Por ello, desde el Partido Comunista Obrero Español hacemos un llamamiento a los trabajadores a organizarse contra los oportunistas, exigimos la dimisión de Ana Barceló para acabar con su aforamiento y que ella y los responsables de esta gestión sean juzgados por poner en peligro las vidas de los trabajadores.

 

¡Organizaos contra quien os utiliza!  

¡Trabajadores sanitarios en pie!

¡Ni un paso atrás!

A 6 de junio de 2020 en València

 

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español en València

 

Ana Barceló dimissió: les residències, els sanitaris i l’oportunisme polític

 

Recentment coneixíem les dades de la catàstrofe sanitària a les residències de la tercera edat. A dia 2 de juny, les dades oficials confirmen 27.127 morts per COVID-19 en total a Espanya, dels quals 19.283 pertanyen a residències de la tercera edat. És a dir, parlem que un 71% dels morts per COVID-19 estan en residències de la tercera edat. Tot açò contant el fet que aquells morts que no hagueren sigut testats abans de morir no es conten com a morts per COVID-19, encara que tingueren símptomes, ja que no s’analitza de manera pòstuma.

La Comunitat Valenciana, governada per un govern “progressista” i “del canvi” que actua exactament igual que ho feren els seus predecessors del Partit Popular, no queda enrere en aquetes xifres. Dels 1332 mors “oficials” a dia 2 de juny, 535 estan registrats a residències de la tercera edat, el que suposa un 40% dels morts. Aquestes xifres, encara que no tan altes com el total nacional, són greus, més encara si tenim en compte que a la Comunitat Valenciana no hi ha causes obertes contra les residències i els seus gestors. Actualment no es processa ninguna investigació sobre aquest succés i les que estigueren obertes ja han segut arxivades.

Sumat a açò, el dia 19 de maig coneixíem el primer mort per COVID-19 dins del personal en residències de la tercera edat. Dels 327 centres de la tercera edat, 86 registren casos positius coneguts, es a dir, el 26,3%. Xifra greu considerant que la quantitat ha baixat per aquells centres que, tingueren casos positius però han mort o han estat curats.

Afegim a tot açò la querella presentada per la família de Vicente José, un sanitari que va morir de coronavirus baix el coneixement i l’atenta mirada de la Generalitat, que, malgrat saber que presentava símptomes i coneixent el seu empitjorament, no va realitzar prova alguna ni a ell ni a la seua família, que reportaven que inclús després de la seua mort, seguien a l’espera perquè els feren els tests. Denuncien també el total abandonament i la falta de material de protecció per part de la Generalitat mentre realitzava el seu treball.

Mentrestant, Ana Barceló, Consellera de Sanitat Universal i Salud Pública de la Generalitat es permetia piular açò:

 

On estava Ana Barceló quan els TES li reclamaven un equipament digne i que no se’ls reprimira per exigir-lo? On estava Ana Barceló quan la falta de material es feia patent en molts centres sanitaris?

Aquesta piulada, al marge del seu caràcter oportunista que tan sols busca el favor i la mirada bondadosa per part dels sanitaris amb falses alabances, és un insult. Com a consellera de Sanitat deuria conèixer, ja de fa temps, el funcionament i la vital importància dels serveis d’urgències tant ara com abans de la crisi del COVID-19. Deuria també conèixer les condicions precàries del servei dels Tècnics d’Emergències Sanitàries i com la privatització i la venta d’aquest servei per part de la Generalitat a empreses privades ha suposat una disminució de recursos i capacitats que aquests tenen per la falta de material, les poc minucioses o inexistents revisions dels materials que porten les ambulàncies i un llarg etcètera de problemes que sofreix aquest servei a hui en dia i des de anys enrere. Deuria conèixer també la lluita dels TES perquè la seua formació i experiència es reconega laboralment amb el grau que aquests mereixen. Deuria conèixer també la saturació a les urgències dels hospitals, que vivien constantment col·lapsades temps abans del COVID-19, o les llargues llistes d’espera per a operacions majors, de mesos inclús anys en alguns casos. O de les “llistes d’espera” per a proves menors que es retarden inclús mesos per falta de material, personal i infraestructures. Diga’ns senyora Barceló, desconeixia vostè aquesta situació des de juny de 2018 quan va prendre possessió del seu càrrec? O és simplement que el coneixia perfectament però aleshores fer piulades al respecte no donava rèdit polític?

Treballadors sanitaris! Aquest govern, que es pinta de progressista i d’estar a favor dels treballadors, demostra cada dia més, que açò és solament una façana, que realment són antiobrers fins al més profund del seu ésser, que especulen amb les nostres vides i que per a ells els treballadors sanitaris són poc més que una bandera de l’electoralisme, una medalla que penjar-se per la “bona gestió” i oblidaran en l’estacada als sanitaris quan açò cesse.

Per això, des del Partit Comunista Obrer Espanyol fem una crida als treballadors a organitzarse contra els oportunistes, exigim la dimissió d’Ana Barceló per a acabar amb el seu aforament i que ella i els responsables d’aquesta gestió siguen jutjats per posar en perill les vides dels treballadors.

 

Organitzeu-vos contra qui vos utilitza!  

Treballadors sanitaris en peu!

Ni un pas enrere!

 

A 6 de juny de 2020 en València

 

Comitè Regional del Partit Comunista Obrer Espanyol a València




Carta de Patxi Ruiz desde la cárcel de Murcia II

Reproducimos a continuación íntegramente la carta escrita desde la cárcel de Murcia II por Patxi Ruiz:

“Euskaldun herriari, prisión de Murcia IItik!! También dirigida a tod@s los pres@s politic@s, sin distinciones en cuanto a la organización en la que militaba, o siguen militando, así como a l@s activistas sociales encarcelad@s y pres@s sociales. Las imposiciones que, tanto instituciones penitenciarias como la prisión de Murcia 2, han tomado en contra de los derechos (algunas imposiciones que vulneran derechos fundamentales recogidos en su propia constitución española) de los pres@s, con motivo de la llamada pandemia del coronavirus (que no es más que otro ataque imperialista contra la población).

 

No nos vamos a engañar, la prisión está erigida para encerrar en ella a aquellas personas que, víctimas del monstruo llamado capitalismo, han nacido y “se han criado” en guetos y zonas marginales, con todo lo que ello conlleva de modo de vida: delincuencia, consumo de drogas etc.; pero también la prisión fue creada para encerrar en ella a todo tipo de disidencia política que lucha y/o ha luchado contra el capitalismo, mediante la lucha de masas, mediante nuestra lucha armada, o sindical, política y social, construyendo los muros que nos encierran para que vuestra podrida sociedad tenga más fácil el olvido de l@s que nos encontramos prisioner@s dentro de los muros del olvido y del exterminio.

 

Sin alargarme más y, a raíz de las imposiciones aplicadas en el conjunto de las prisiones dispersas a lo largo y ancho de la península ibérica, e islas Baleares y Canarias, sin olvidar el total abandono por la criminal Administración Penitenciaria, un grupo de presos que nos encontrábamos en el módulo-8 de la prisión de Murcia 2 tanteábamos la posibilidad de realizar algún tipo de protesta que denunciara nuestra situación de total abandono por parte de la Administración Penitenciaria, protesta que, a la misma vez, sirviera para denunciar y reivindicar los derechos vulnerados y que, según el reglamento penitenciario así como la CE, nos corresponden de la misma manera que corresponden a la sociedad que vive, y sobrevive, en “libertad relativa”, ahí fuera en la calle.

 

El pasado 3 de mayo, en el corcho del módulo 8 donde de manera legal los presos ponen anuncios (y otro tipo de cuestiones) aparecieron 2 carteles, de tamaño DIN-A4 cada uno, donde se hacía un llamamiento a concentrarse diariamente en el patio de la prisión, de 09:15 a 09:30 horas, SIEMPRE de manera PACÍFICA, RESPETUOSA y en SILENCIO, pudiendo leerse en dichos carteles las reivindicaciones tales como:

 

  • Excarcelación de aquellas personas presas con enfermedades graves e incurables, así como la de aquellas personas presas que estaban cerca de extinguir su condena.
  • La realización de test que detectan el coronavirus a toda la población reclusa como al colectivo de carceleros y carceleras (ya que hasta la fecha no se han realizado).
  • Que cuando un familiar de un preso falleciera a consecuencia del coronavirus, fuera permitida la salida del familiar preso al cementerio para despedirse, con dignidad de su ser querido.
  • Que se nos proporcionaran los medios necesarios para evitar el contagio del coronavirus proporcionándose guantes, mascarillas, gel desinfectante etc.
  • Que se tomaran las medidas adecuadas para poder volver a estar con nuestros familiares, restaurando las visitas y vis a vises suspendidas desde Marzo (si a los funcionarios no se les realizan los test de detección del coronavirus y estamos en contacto continuo con ellos las 24h del día, ¿Por qué no podemos estar con nuestros familiares?).

 

El día 4 de mayo se realizó en el patio de la prisión, tal y como se establecía en el cartel antes citado, dicha concentración que fue llevada a cabo en silencio, con el debido respeto y de forma pacífica, portando varios presos carteles reivindicativos, sin que se produjera INCIDENTE alguno. Dichas concentraciones se repitieron los días 5, 6, 7, 8 de la misma manera que ha sido explicada.

 

Pero el sábado día 9, el carcelero y maltratador jefe de módulo 8, junto a la carcelera que prestaba de servicio dicho día, ya se encontraban en el patio para las 9:00 de la mañana, como evidente forma de coacción. A pesar de ello, unos 70 presos tuvimos el coraje de salir a concentrarnos como veníamos haciendo, sin caer en las provocaciones por parte de los citados carceleros.

 

Esa misma mañana, después de comer y cuando procedíamos a subir a las celdas, la citada carcelera retuvo solamente a los 2 presos políticos del módulo con la intención de requisar nuestros carteles reivindicativos. El compañero no lo tenía encima y yo lo tenía guardado en mi bolsa de deporte, como así se lo indiqué. Ella procedió a abrir la bolsa de deporte y requiso dicho cartel. En ese momento le indiqué que, presuntamente, estaba actuando al margen de la ley, vulnerando presuntamente artículos fundamentales de la Constitución Española por lo que procedí a pedirle su número de identificación (que por su obligatoriedad debe portar a la vista, mediante su prendedor). Ello ocurrió sobre las 13:45 aproximadamente. Todo ello quedó grabado por las cámaras de video-vigilancia ubicadas en la oficina central y en los pasillos de la sala común del módulo 8.

 

Una vez todos los presos estuvimos encerrados en las celdas que ocupamos, sobre las 14:05 aproximadamente, se produjo la apertura de la celda que ocupo en solitario, presentándose en ella los antes citados carceleros, portando en la mano, ambos, las tarjetas identificativas. Yo me limité a tomar la identificación de la carcelera que procedió a la requisa del cartel reivindicativo, indicándole al carcelero jefe del módulo 8 que la suya no la necesitaba. Pero éste, de manera amenazadora, me exigió que tomara también su identificación, “por ser él quien había dado la orden de requisa del cartel”.

 

Procedí a anotar su número identificativo y, a continuación procedió a amenazar mi integridad física. Al pedirle explicaciones sobre las amenazas vertidas contra mi persona, con porte amenazante volvió a encararse profiriendo más amenazas contra mi integridad física. Acto seguido se fueron y quede encerrado en la celda que ocupaba, la nº71. Todo lo ocurrido quedó grabado por la cámara de video-vigilancia ubicada en la segunda planta de celdas, a escasos 5 metros de la celda nº71.

 

Como medio de protesta política, NO DE COACCIÓN, utilicé sobre las 17:00 una cuchilla de afeitar para autolesionarme y denunciar el trato amenazante del carcelero antes citado, provocándome 3 cortes en mi brazo izquierdo de unos 6/7 centímetros de longitud; minutos después fui llevado a la enfermería de la prisión donde una enfermera procedió a la cura y saturación de las heridas por medio de 9 grapas metálicas (agrapajes).

 

El médico presente en ese momento, sobre las 17:15, se negó a atenderme, ni siquiera procedió a la observación de las heridas. Yo le solicité que realizara el correspondiente informe médico ante lo cual se negó, indicándole al funcionario presente en la sala de curas de la enfermería que me llevara de vuelta al módulo. En ese momento le solicite me facilitara su nº identificativo a lo cual se negó, indicando nuevamente al funcionario de enfermería “Llévese a este mierda lejos de mi vista”. Todo quedó grabado por la cámara ubicada en la sala de curas de la enfermería.

 

Me devolvieron al módulo 8 y me encerraron en la celda que ocupaba, hasta las 19:00 aproximadamente en la que se produjo la apertura de la celda para que pudiera bajar a cenar. En ese momento me dirigí al carcelero jefe del módulo 8 para entregarle una instancia donde se explicaba que las autolesiones realizadas tuvieron una motivación de denuncia política y no de coacción de ningún tipo. Dicho carcelero maltratador se negó a recepcionar dicha instancia, porque en ella hacía constancia de las amenazas vertidas contra mi persona.

 

Después de cenar, nuevamente volvimos a subir a celdas sobre las 20:00 aproximadamente; dado que me encontraba nervioso y cansado me metí en la cama con intención de descansar. Pero nuevamente, sobre las 21:00 (no recuerdo con exactitud) la puerta de la celda que ocupo volvió a abrirse, con el evidente sobresalto para mi persona, personándose un carcelero y una carcelera para indicarme que debía bajar a la sala donde educadores y trabajadores sociales realizan “su trabajo” siempre en contra de los derechos de l@s pres@s. En un principio me negué a bajar porque esa sala también es utilizada para amenazar y golpear a los presos, puesto que en dicha sala no hay cámaras de video vigilancia. Así se lo hice saber, pero me respondieron que en dicha sala me esperaba el DIRECTOR de la prisión. Entonces accedí a bajar.

 

Para entrar en dicha sala hay que atravesar un pequeño pasillo donde sí hay cámaras de video vigilancia, por ello solo puede probarse que yo entraba en la sala anteriormente citada. En ella se encontraba, además del Director, el Subdirector de Seguridad y un Jefe de Servicios.

 

Mantuvimos una conversación que duraría unos 20 minutos en los que solo habló el director de la prisión.

 

En dicha conversación el Director profirió veladas amenazas contra mi persona, diciéndome que yo era el cabecilla de las concentraciones, que dichas concentraciones podrían ser consideradas como intentos de provocar motines, haciéndome ver las consecuencias personales que pudieran recaer en mi situación penitenciaria (me han tenido 15 años encerrado en módulos de régimen cerrado y en galerías de aislamiento, siempre clasificado en 1er grado). Yo le rebatí sus veladas amenazas haciéndole entender que las concentraciones que realizábamos los presos son derechos que vienen recogidos en la Constitución Española, tales como el de derecho de reunión, libertad de expresión y otros.

 

Me indicó que pusiera fin a dichas concentraciones a lo que yo le respondí que esa petición no estaba en mis manos, pero haciéndole saber que yo, aunque fuera el único, seguiría saliendo al patio a concentrarme. En ese momento el Director dio por concluida la reunión, y yo cuando procedía a subir las escaleras hacia la celda que ocupo, desconozco que carcelero fue y desde que lugar se produjo (a mis espaldas, ¿desde dentro de la oficina de carceleros?) escuché perfectamente que profería lo siguiente: “Este mierda no sabe que a veces los presos se echan a dormir y ya NO despiertan nunca más”. Tras oír semejante expresión me tumbé en la cama, pero a los 15 minutos, nuevamente se produjo la apertura de la celda que ocupo, como puede comprobarse por la cámara de video vigilancia ubicada en la segunda planta, a escasos metros de la celda que ocupo, presentándose 2 carceleros, una carcelera y el Jefe de Servicios de nombre Patricio, indicándome que recogiera mis pertenencias porque iba a ser cambiado de módulo. Sobre las 22:00 horas, o minutos antes, fui trasladado al módulo 6 donde me encuentro en la actualidad.

 

Ante la expresión antes citada ”Este mierda no sabe que a veces los presos se echan a dormir y ya NO despiertan nunca más”, tengo que aclarar que en los casi 15 años de reclusión de régimen cerrado y galerías de aislamiento, he comprobado en persona cómo varios presos han amanecido muertos en sus respectivas celdas, he visto cómo se personaba el juez para el levantamiento del cadáver y TENGO LA CLARA CONCLUSIÓN que en algunos casos los muertos se han suicidado por no soportar las amenazas contra su vida, que a veces he sido testigo, que en otras ocasiones se han suicidado por problemas psicológicos, y en otras ocasiones hemos tenido el presentimiento de que han sido responsables directos los propios carceleros. Las galerías y celdas de aislamiento son auténticos lugares de impunidad contra l@s pres@s.

 

Incluso dichas dudas han existido cuando han aparecido presos políticos muertos. Ante esta situación las razones antes citadas serán dirigidas al Sr Castro titular del juzgado central de vigilancia penitenciaria.

 

Yo tengo una amatxo de 73 años y nunca dejaría que torturara su mente en los años que le quedan, preguntándose si yo mismo me he quitado la vida o han sido los carceleros. Por ello escribo esta carta para que se haga pública y se sepa la realidad que se vive en las cárceles, la lucha del módulo 8 ante las no medidas de la cárcel contra el coronavirus y las amenazas contra mi persona. Por último, expresar todo mi amor a l@s luchador@s que siguen en pie.

 

ESPETXEAK APURTU!!!!

GORA EUSKAL HERRIA INTERNAZIONALISTA ETA SOZIALISTA”




El imperialismo nos ha instalado en el fascismo. Es el momento de los comunistas

La pasada semana, en la ciudad de Minneapolis, fue brutalmente asesinado por la policía George Floyd. Como consecuencia de este nuevo crimen fascista, donde la policía asesina a una persona por su condición de clase y de raza – trabajador en paro y negro – en los EEUU se ha propagado una ola de indignación, sucediéndose manifestaciones y confrontación del pueblo contra las fuerzas de represión del estado norteamericano en muchas ciudades y Estados de dicho país. La respuesta social, indignada al poder visionar por televisión el crimen, ha llevado al fascista Trump a sacar al Ejército a la calle – la Guardia Nacional – habiéndose decretado el toque de queda en diversas ciudades estadounidenses.

El asesinato de George Floyd no es más que el detonante – pues en EEUU no es noticia que la policía asesine a trabajadores afroamericanos ya que, según señala la web Mapping Police Violence, cada día asesina, al menos, a 3 personas, las cuales suelen ser trabajadores afroamericanos, donde además el 99% de los policías asesinos quedan impunes – que ha servido para que el pueblo norteamericano salga a las calles oponiéndose a la naturaleza fascista y criminal de dicho Estado, el más asesino que ha parido la historia, consternado por el asesinato de George Floyd. Sin embargo, sería un error pensar que el pueblo norteamericano se ha lanzado únicamente a la calle por este crimen, uno de los muchos que cotidianamente se perpetra en ese país corrompido y enfermo, o por la esencia racista de la policía y del Estado, sino que se traslada a la calle la situación de crisis, quiebra económica y putrefacción de EEUU. El paro roza los 40 millones de personas, que equivale al 15% de la población, las quiebras de las empresas se multiplican, el hambre afectaba en EEUU – antes de que la COVID-19 se propagase por el mundo – a 50 millones de personas de los que el 25% era niños que se iban a la cama con hambre. A día de hoy, en plena pandemia de la COVID-19, estas cifras del hambre prácticamente se han duplicado, a tenor de lo que testifican las llamadas colas del hambre ante los bancos de comida o ante las oficinas de empleo.

Antes de la COVID-19 en EEUU habían 29 millones de personas sin seguro médico, cifra que se ha incrementado y que, si incluimos a las personas que prácticamente no tienen cobertura médica alguna, esa cifra roza los 100 millones de personas sin seguro médico o con un seguro médico que prácticamente no les cubre ninguna enfermedad. Y todo ello en el momento que se da la pandemia de la COVID-19.

Este retrato de EEUU, unido al racismo y el desprecio absoluto hacia la vida humana que demuestra el Estado norteamericano, y unido a la desigualdad bestial es lo que está llevando a la gente a la protesta, a la confrontación, la cual debe crecer a la par que vayan profundizando los efectos la quiebra económica en la que se halla ese Estado asesino.

Y cuando decimos que EEUU es un Estado fascista, simplemente hay que constatar y hacer un ejercicio de observación de su política, su ideología y su historia. El aparato estatal de los EEUU es la violencia, el racismo, el chovinismo, la guerra imperialista, la opresión y el crimen exacerbado, el genocidio, el anticomunismo, etcétera. EEUU es fascista ya sea gobernado por los demócratas como por los republicanos pues, al fin y al cabo, tanto unos como otros son parásitos indeseables colocados por los monopolios estadounidenses para satisfacer los intereses de éstos a sangre y fuego.

Ante la oleada de protestas del pueblo norteamericano, como no podía ser de otra manera, la respuesta que ha dado el fascista que preside ese país, Donald Trump, no podía ser otra que la de ilegalizar a los antifascistas:

 

 

Para Trump los antifascistas son una organización terrorista. Es natural pues Trump es un fascista y sale a defender a los suyos, a los racistas, a los asesinos, a la tabla de salvación de los monopolios. Algo que por otro lado no es nuevo, puesto que EEUU a lo largo de su infame historia no ha tenido problema en financiar a la Alemania nazi, en apoyar firmemente a los regímenes fascistas del apartheid en Sudáfrica, a los regímenes fascistas de España (Franco) y Portugal (Salazar), y también de Italia (Mussolini) en un principio. Por no hablar de las dictaduras militares de corte fascista que EEUU ha ido imponiendo por América Latina – Argentina, Chile, Brasil, El Salvador, etcétera -, o en otros puntos del mundo, como por ejemplo Ucrania, así como la labor de cacique mundial que ha ejercido en las últimas siete décadas oponiéndose siempre a las revoluciones y movimientos de liberación nacional desencadenados a lo largo y ancho del planeta en los diferentes continentes del mundo.

Sin embargo, quedarnos con el rostro genocida y criminal de la potencia más asesina de la historia, los EEUU, sería un grave error. EEUU es la potencia más despiadada y criminal, pero quien es realmente asesino y responsable de que el mundo sea un infierno para la mayoría de la humanidad es el sistema económico imperante, es la burguesía monopolista, es el imperialismo.

Y es que lo que hace Trump, señalar y combatir al antifascismo, que en el fondo es combatir a quien se opone al capitalismo criminal y la superestructura reaccionaria que genera, es lo que de manera cínica lleva haciendo la no menos fascista UE desde hace décadas revisando la historia y tratando de equiparar al nazismo con el comunismo, abrazando la mentira más absoluta. Así en enero de 2006, el Consejo de Europa en su asamblea aprobó la Resolución 1481/2006 titulada “necesidad de la condena internacional de los crímenes de los regímenes totalitarios comunistas” arremetiendo contra los países de la Europa del Este, fundamentalmente contra la URSS, equiparando el nazismo con el comunismo, haciendo dicha Resolución “un llamado a todos los partidos comunistas o poscomunistas en sus estados miembros que aún no lo han hecho para reevaluar la historia del comunismo y su propio pasado, distanciarse claramente de los crímenes cometidos por regímenes comunistas totalitarios y condenarlos sin ninguna ambigüedad”. Posteriormente, el pasado 19 de septiembre de 2019, el Parlamento Europeo aprobó la Resolución sobre la importancia de la memoria histórica para el futuro de Europa que “condena los crímenes cometidos por los regímenes nazi y comunista a lo largo del siglo XX” en la que equiparan, nuevamente, al nazismo y al “estalinismo” demandando a todos los Estados miembros de la UE que conmemoren el 23 de agosto como Día Europeo Conmemorativo de las Víctimas del Estalinismo y del Nazismo.

No le quepa duda alguna a los fascistas del Consejo de Europa, del Parlamento Europeo y de la Unión Europea que nuestro Partido reivindica la figura y la obra política tanto de Lenin como de Stalin, y que no sólo cualquier comunista, sino que cualquier trabajador que conozca mínimamente la historia, debe enorgullecerse de la Revolución de Octubre de 1917, de la lucha heroica del pueblo soviético, del Ejército Rojo y de la victoria de éste contra el fascismo, contra la Alemania nazi, la cual fue financiada por los monopolios, a los que hoy sirve la Unión Europea, y por la Reserva Federal estadounidense, entre otros. Y como comunistas en el Estado español, todavía mayor gratitud a la Unión Soviética pues prestó su ayuda a aquéllos que en el Estado español combatieron el golpismo fascista del criminal Franco y que tras vencer al fascismo en 1945 trataron de hacer que en España se restableciera la legalidad previa al golpe de Estado del criminal Franco, un régimen democrático a lo que las potencias imperialistas, fundamentalmente EEUU, se opusieron sosteniendo al criminal Franco en el poder durante 30 años.

Dimitrov nos enseñó, en su informe ante el VII Congreso de la Internacional Comunista, que “El fascismo es el poder del propio capital financiero. Es la organización del ajuste de cuentas terrorista con la clase obrera y la parte revolucionaria de los campesinos y de los intelectuales. El fascismo en política exterior es el chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra los demás pueblos”. Sin duda, tanto los EEUU como su socio imperialista de la UE nos están dando lecciones de ello día a día, con sus criminales políticas económicas, con su criminal represión contra la clase obrera, con sus guerras de rapiña para saquear a los pueblos del mundo, con el racismo y el desprecio a la vida humana como lo acreditan los campos de exterminio de refugiados o los miles de muertos como consecuencia de los flujos migratorios por los que millones de seres humanos huyen de la barbarie de la guerra imperialista, los muros de la vergüenza y los bloqueos económicos que son auténticos actos de genocidio. Estos genocidas, vulgares fascistas, son los que tienen la desfachatez y el cinismo de sacar resoluciones como las que sacan contra el comunismo y los comunistas, contra los que somos la negación de su inmoralidad e inhumanidad.

Y es que el fascismo es revisionismo histórico que utiliza con habilidad todo tipo de engaño y demagogia, en palabras de Dimitrov “los fascistas revuelven con el hocico la historia de cada pueblo para presentarse como herederos y continuadores de todo lo que hay elevado y heroico en su pasado, y explotan todo lo que humilla y ofende a los sentimientos nacionales del pueblo como arma contra los enemigos del fascismo (…) el fascismo no solo azuza los prejuicios hondamente arraigados en las masas, sino que especula también con los mejores sentimientos de estas, con su sentimiento de justicia, y a veces incluso con sus tradiciones revolucionarias (…)”.

Sin duda, Dimitrov calca la manera de funcionar de los fascistas de ayer y de hoy, de Trump y de la Unión Europea, como hemos podido mostrar. El analfabeto de Trump no duda en reiterar el mensaje falso de los “100 millones de muertos del comunismo” condensado en el “libro negro del comunismo”, editado por un fascista católico que compendia la propaganda fascista así como la propaganda anticomunista de la Iglesia Católica – que no olvidemos apoyó tanto a Hitler como a Mussolini y Franco. Esos son los argumentos de Trump y la UE, los argumentos de un libro que ha sido refutado por multitud de académicos y que está alejado de una análisis científico de la historia, deformándola. ¡Ahí el revisionismo histórico de los fascistas en los días que corren!

La realidad es que el imperialismo vive en días que no le corresponden, a tenor del desarrollo de las fuerzas productivas. La realidad objetiva es que el imperialismo está quebrado, obstruido y supone objetivamente un freno para el desarrollo de la humanidad, para la vida humana. Y todo ello, la inviabilidad del sistema, lo conocen perfectamente los monopolios, la oligarquía financiera, siendo plenamente consciente que solo le queda el fascismo para, como nos enseñó Dimitrov, “atajar el crecimiento de las fuerzas de la revolución mediante la destrucción del movimiento obrero revolucionario de los obreros y campesinos”, única manera para estirar el tiempo extra que está viviendo y que ya no le corresponde vivir.

Es la propia oligarquía la que reconoce que su único enemigo somos los comunistas, pues son sabedores que somos la parte más avanzada, y el alma, de la clase obrera y la única parte que es capaz de dirigir a la misma a derrocar el imperialismo y edificar el socialismo, que es la única solución que tiene la mayoría de la humanidad para poder vivir en libertad y dignidad ante el laberinto mortal al que nos está conduciendo el capitalismo monopolista. Por eso la necesidad de imponer el fascismo, como lo llevan haciendo desde hace décadas. Sin embargo, que la burguesía abrace el fascismo nos indica, también, la precariedad de su poder, los pies de barro de la burguesía monopolista que hunde sus pies en el cieno de la corrupción y con un sistema económico y social quebrado, en bancarrota. Es la constatación que estamos en la fase histórica donde lo viejo debe terminar de morir y lo nuevo, el socialismo, debe imponerse, por ello, el fascismo es la única vía que tiene el capital financiero para tratar de sostener su sistema caduco, corrompido y quebrado. La depauperación de la vida del pueblo trabajador se acrecienta a cada día que pasa, una clase obrera a la que le han arrebatado todos sus derechos y a la que únicamente le queda uno, su legítimo derecho a rebelarse contra este sistema criminal que la oprime, que la deshumaniza y la hunde en el oprobio. El socialismo es la única salida que tienen los países del mundo y el género humano , el único que puede desatorar la situación a la que nos ha conducido el imperialismo devorado por sus propias contradicciones. La historia nos ha enseñado que la clase obrera únicamente puede emanciparse armada con su ciencia revolucionaria, el marxismo-leninismo, y dirigida por su Partido, el partido leninista, que le dota de un programa revolucionario y una táctica para derrocar al capitalismo y conquistar y desarrollar el socialismo. Por ello los capitalistas arremeten contra los comunistas. Por ello, y ante la situación extrema a la que el capitalismo en su fase terminal, en su agonía, nos lleva, los comunistas debemos acumular fuerzas, debemos dotarnos de ese programa revolucionario para avanzar en la unidad de los comunistas y, poder así, tener un mayor entronque con la clase obrera y, en la lucha conjunta revolucionaria contra el sistema junto con nuestra clase, en la práctica, se avanzará en la homogenización ideológica de los comunistas conformándose el Partido único que los trabajadores necesitan para cumplir su misión histórica: acabar con el capitalismo y construir el socialismo como paso previo al comunismo.

 

¡No hay más salida que derrocar revolucionariamente el capitalismo!

¡Conquistemos la unidad de los comunistas para que los trabajadores cumplan la misión histórica que les corresponde!

¡Por la Revolución Socialista!

Madrid, 3 de junio de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Ingreso Mínimo Vital: una nueva transferencia de las rentas del trabajo a las del capital

El Boletín Oficial del Estado español ha publicado el Real Decreto-ley 20/2020, de 29 de mayo, por el que se establece el ingreso mínimo vital. Este hecho supone una nueva consagración del capitalismo en el estado así como una transferencia más de las rentas del trabajo a las del capital.

El derecho al trabajo no solo sigue siendo una quimera en el capitalismo, en términos generales, y en el Estado español en particular, sino que la propiedad privada de los medios de producción -motivo por el que no existe el derecho al trabajo- se apuntala cada vez más en este Estado, sometiéndose el Gobierno a las órdenes políticas y económicas de los monopolios.

El Ingreso Mínimo Vital, según las estimaciones del Gobierno, llegará a 850.000 hogares, aproximadamente 2,3 millones de trabajadores, que actualmente tienen una renta disponible media que no llega a los 310 euros mensuales. El Gobierno, con sus estimaciones, reconoce que casi un 20% del pueblo español vive en la más absoluta miseria hoy.

Esta Renta Mínima no es más que el reconocimiento del gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE de su incapacidad para no sólo recuperar los puestos de trabajo que han destruido sino para atajar la miseria que entre las clases populares y trabajadoras de este país se van a producir por la división internacional del trabajo impuesta por la UE y demás asociaciones imperialistas -por la cual España es un país exclusivamente de servicios y, concretamente, de turismo- y por la automatización del trabajo y de la producción, que no sólo va a destruir millones de puestos de trabajo como consecuencia de la robotización sino que va a depauperar las condiciones de vida de los trabajadores mediante el proceso de uberización de la economía y del trabajo.

El inherente oportunismo político del Gobierno, a través de su facción socialdemócrata, ha impulsado una medida que, además, tiene un doble carácter: por un lado aplacar el descontento popular que se ha generado con la COVID-19 y su impacto en el trabajo para la clase obrera con una medida puramente cosmética. Por otro lado, supone una nueva transferencia de las rentas del trabajo a las del capital, puesto que este Ingreso Mínimo Vital se va a poder complementar con el trabajo, lo que permite a los empresarios reducir al máximo los contratos y los salarios y cargar sobre las arcas del estado buena parte de estos salarios y ahorrar costes.

En un contexto en el que la burguesía arrecia y amenaza ya con cierres patronales como el de Nissan o Alcoa, donde la patronal pretende que el trabajo temporal y precario sea la norma para la mayoría de los trabajadores, uberizando el mercado laboral, el Ingreso Mínimo Vital se va a convertir en un complemento salarial pagado por el Estado. Y conviene recordar de donde salen los ingresos del Estado, ya que el 84% de los impuestos que recauda el Estado lo pagan las familias y tan sólo el 13% viene de las empresas, que han ido reduciendo su peso tributario desde que comenzó la pasada crisis en 2008, gracias a la ingeniería fiscal.

Así, el Ingreso Mínimo Vital permite al empresario precarizar el empleo y ahorrarse buena parte de los costes salariales cargándolos a la cuenta del conjunto de la clase obrera. Un negocio redondo para la burguesía gracias a PSOE y Podemos y su oportunismo político. Y es que el PSOE es un emblema de la burguesía, y así lo lleva acreditando desde el Congreso de Suresnes con Felipe González a la cabeza, y Podemos es el fiel representante de los intereses de la pequeña burguesía. Pero ¿Qué hay de los intereses de los trabajadores como clase?

La clase obrera no puede confiar en este Gobierno al servicio de la patronal, porque no va a solucionar sus problemas. Los trabajadores vamos a encontrar en el futuro próximo un mercado laboral aún más adverso e inestable, con la temporalidad y la precariedad salarial por bandera, viéndonos obligados a suplicar ayudas al estado para sobrevivir, perdiendo absolutamente la dignidad y soportando una miseria material y moral que no nos merecemos.

¡Trabajadores, es el momento de movilizarse! La unidad de la clase trabajadora en torno al sindicalismo de clase y combativo es fundamental para evitar que esta crisis la paguen los trabajadores y rompamos definitivamente con este sistema capitalista criminal y explotador que nos roba tanto la dignidad como los beneficios que generamos con nuestro trabajo. Solo construyendo el Socialismo romperemos nuestras cadenas y forjaremos nuestra emancipación como clase.

 

¡Socialismo o barbarie!

 

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Represión sindical en everis

El mercado de trabajo en el sector TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha ido evolucionando en los últimos años en todo el mundo acorde con la evolución del sistema capitalista. Mientras crece el ejército de reserva de trabajadores que buscan un empleo atraídos por las cifras sobre desempleo en el sector (más bajas que en otros sectores en los últimos años), las condiciones laborales han ido cayendo en picado, todo con la inestimable colaboración de los sindicatos del sistema, CCOO y UGT, que en los últimos años se han encargado de firmar miles de EREs, los cuales han permitido a las empresas deshacerse de los trabajadores con mejores condiciones para contratar después más barato, así como de firmar lamentables convenios sectoriales que permiten a las empresas hacer y deshacer a su antojo, el último de ellos el XVII Convenio colectivo estatal de empresas de consultoría y estudios de mercado y de la opinión pública, un convenio nefasto que elimina las categorías profesionales dejando en manos de la empresa todo lo relativo a la clasificación profesional, además de suponer una pérdida de poder adquisitivo de más del 20%.

Dentro del sector están ganando cada vez más peso las grandes empresas, las llamadas ‘cárnicas’, que a través de puertas giratorias y de la creación de cárteles para acaparar los contratos del sector público – siendo incluso sancionadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia – entre otras ‘estrategias’, han conseguido convertirse en los principales empleadores del sector.

Ante los ataques que estas empresas han ido realizando contra los trabajadores como parte de la estrategia de reconversión del sector, estos han comenzado a organizarse en muchas de ellas para defender sus derechos. Uno de los actores principales es actualmente la empresa everis, propiedad del grupo japonés NTT Data y que cuenta con más de 24.000 trabajadores en todo el mundo. En dicha empresa, en el centro de Sevilla, hay un Comité de Empresa en el que la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) ganó las últimas elecciones, convirtiéndose en la candidatura más apoyada entre los trabajadores.

Teniendo en cuenta que CSC es un verdadero sindicato de clase, afiliado a la Federación Sindical Mundial (FSM) y con unos principios firmes, era evidente que la dirección de la empresa no podía contar con el habitual colaboracionismo y pasteleo con el que los sindicatos del sistema y las candidaturas amarillas tienen acostumbrados a los empresarios. Es por ello que la estrategia seguida desde un primer momento por la empresa contra CSC ha sido la de acoso y derribo.

Como publican los miembros de la Sección Sindical de CSC en everis Centers, ante la decisión soberana del sindicato de organizarse a nivel de empresa en todo el Estado, nombrando así a los delegados sindicales en cualquiera de los centros de la misma, ésta se niega a reconocerlos y pretende coartar la libertad sindical de una organización totalmente independiente y ajena a la dirección de la empresa, inmiscuyéndose de manera ilegal en cómo los trabajadores deciden organizándose.

No conforme con esto, uno de los delegados designados por el sindicato mediante asamblea de sus afiliados en la empresa, al que ésta se ha negado a reconocer, fue recientemente despedido, mostrando así la dirección de la empresa su verdadera esencia reaccionaria, mostrando que la supuesta libertad en este sistema termina cuando entramos por las puertas de nuestro centro de trabajo.

La empresa everis invierte gran cantidad de los beneficios que extrae de la explotación a la que somete a sus trabajadores en abundantes campañas de publicidad con las que lavar su imagen, para esconder su verdadera faz, el tremendo desprecio hacia sus trabajadores y para intentar tapar la represión sindical hacia quienes deciden organizarse bajo las siglas de un verdadero sindicato de clase.

Esta es la realidad de las empresas en este sistema, salarios de miseria, explotación, represión sindical y ausencia absoluta de libertad, la dictadura del salario por encima de cualquier otra cosa. Y la única solución pasa por la organización de los trabajadores en los sindicatos de la FSM, así como en unir todas las luchas de los centros de trabajo con el resto de luchas de las clases populares en un Frente Único del Pueblo que permita que toda la riqueza que generamos los trabajadores esté al servicio del pueblo en lugar de engrosar el patrimonio de una minoría parasitaria.

 

Célula Jorge Dimitrov de Sevilla del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Explotación laboral en estado de alarma: el caso de los médicos residentes

Desde que se declaró el estado de alarma como medida de contención contra la COVID-19, la clase obrera ha sido testigo en reiteradas ocasiones de cómo la pandemia ha servido de argucia sofística para legitimar falsamente la aplicación de políticas antiobreras. El autodenominado “Gobierno del cambio” y sus correligionarios sindicatos amarillos CCOO y UGT, en consonancia con los designios de las patronales CEOE y Cepyme, han convertido la contingencia sanitaria en un terreno de pruebas idóneo para el recorte de derechos laborales del pueblo trabajador. Teletrabajo, flexibilización de jornada y ‘uberización’, cuando no directamente ERTE, despidos o despidos post-ERTE para facilitar a las empresas restructurar sus plantillas bajo un paraguas de dinero público que agravará aún más la ya insostenible deuda del Estado español.

El Partido Comunista Obrero Español (PCOE) de Madrid hemos denunciado a lo largo de estos meses la infame gestión del Gobierno regional, al frente del cual se encuentra la presidenta Isabel Díaz Ayuso, el mayor paradigma de títere del capital que ha visto la Comunidad en tiempos recientes. Madrid es la región que menos invierte en gasto sanitario público, la tercera que menos paga a sus profesionales y la que menos destina a la atención primaria, según la última estadística nacional del Ministerio de Sanidad. Todo ello al tiempo que encabeza la lista de comunidades autónomas más castigadas por el brote de coronavirus en el Estado español.

[La prioridad de Madrid son los empresarios, no la salud del pueblo]

A la vista está de lo poco que han servido los aplausos para amplificar las voces de los trabajadores sanitarios, en protesta por las condiciones infrahumanas a las que se les ha sometido. Para el Estado burgués, son héroes “de usar y tirar” a los que demonizará tan pronto como se organicen por sus derechos laborales.

Así ocurrió, por ejemplo, con las denuncias del personal médico del Ifema, que se quejaban del hacinamiento de pacientes, de la falta de seguridad para los profesionales, de la mala logística y de la escasez de recursos materiales, al tiempo que el Gobierno regional se atribuía de manera grandilocuente la construcción de dicho hospital improvisado. La tímida cobertura mediática de las protestas de los trabajadores sanitarios contrasta con las infatigables campañas dedicadas a cada homenaje hipócrita que rinde la presidenta regional en hospitales –representante de un Gobierno responsables de recortar y desmantelar el sistema público de salud madrileño–.

Y así ha vuelto suceder con el caso de los médicos residentes (en formación). Durante la emergencia sanitaria, cientos de facultativos tuvieron que detener su trabajo en ambulatorios para reforzar las labores en hospitales y paliar la falta de plantilla. Como parte del proceso, se reorganizaron las horas de trabajo. Curiosamente, dicha reorganización de los turnos implicó para muchos el fin del sistema de guardias. Todas las horas se convirtieron en jornada ordinaria y las que superaban las fijadas en el contrato pasaron a compensarse como un plus por horario nocturno (3,6 euros/h), frente a los 15 euros/h que cobraban durante una guardia.

Por las mismas horas de trabajo, y en tiempos durísimos de crisis sanitaria, muchos médicos residentes han visto recortada su nómina. Y todo ello, teniendo en cuenta que el salario base de un médico residente es solo de 900 euros por ser un facultativo en proceso de formación, y que esa consideración no ha cambiado durante la contingencia sanitaria –sino más bien lo contrario, como se ve reflejado en la bajada de sueldo–.

Ahora ya no hay sistema de guardias, cobran menos y trabajan más por la emergencia sanitaria. Bajo el pretexto de la pandemia, los médicos residentes han sido víctimas de una mayor extracción de plusvalía, de una mayor explotación. Sin el pudor ni la vergüenza que suscita aplicar semejante atropello antiobrero en plena crisis pandémica. “No hemos podido hacer las guardias que hacen que nuestro sueldo sea menos deficitario. No pedimos aplausos ni cartas de agradecimiento: que se nos reconozca el trabajo bien hecho en la nómina equivalente como mínimo a la de meses anteriores”, explicó un grupo de residentes de Sabadell. Así se les agradece el servicio prestado. En eso se traducen las falsas loas a los héroes.

[Los TES son trabajadores, no héroes]

Los trabajadores estamos demostrando, antes y ahora, que somos los que lo producimos todo. Nosotros, la clase obrera, somos los que ponemos la sangre, el sudor y los muertos para pagar los costes de la crisis. Y así lo seguiremos haciendo, cada vez en condiciones de mayor miseria, hasta que no acabemos con la raíz de nuestros problemas: el sistema capitalista.

Solo la organización obrera puede poner fin a la salvaje explotación a la que nos someten los Gobiernos de la burguesía. Hoy más que nunca, desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), llamamos a la clase obrera y a todas las capas populares oprimidas por la burguesía –desempleados, pensionistas, jornaleros, estudiantes, etc.– a organizarse en torno a un Frente Único del Pueblo para combatir este sistema criminal y agotado, enfrentarnos juntos en una sola lucha al enemigo de clase, y enviar a su sistema capitalista de una vez por todas al vertedero de la historia. Solo así podremos erigir un sistema nuevo, que prime la salud del pueblo por encima de todo, donde los trabajadores tengamos acceso a una sanidad verdaderamente pública, de calidad y universal, y que sea capaz de dar servicio a todas las personas sin distinción; un sistema en el que se garanticen todas las necesidades básicas de la población y en el que nunca más la salud de las personas sea motivo de especulación: el Socialismo.

¡Trabajador sanitario, organízate contra la explotación!

¡Acabemos con el virus capitalista!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Madrid




La manifestación fascista en A Coruña ratifica la necesidad de la unidad de acción de los comunistas [ESP/GAL]

El pasado 23 de mayo se celebraban en diferentes puntos del Estado español varias manifestaciones automovilísticas convocadas por VOX protestando contra la gestión del gobierno de coalición dentro de la estrategia que tiene la burguesía a nivel estatal y mundial: el decantamiento hacia el fascismo abierto y descarado, todo ello debido a la cada vez más profunda crisis del capitalismo, que solamente tiene la salida de la reacción. En A Coruña se celebró una de esas manifestaciones, con lo que a modo de réplica se confeccionó una contra-manifestación antifascista. Como es lógico, los camaradas de nuestro Partido acudimos a esta última.

Desde hace algún tiempo, llevamos observando en las convocatorias antifascistas una desorganización desmesurada. Hablamos de casos en los que se gritan consignas contradictorias, los organizadores de las manifestaciones llegan tarde a sus propias convocatorias, se improvisan determinadas acciones, etcétera. A fin de cuentas, un grado de dispersión que realmente distancia el movimiento antifascista actual del mismo movimiento ocurrido en el siglo XX, donde la organización y la coherencia estaban, sobre todo, por encima de las decisiones individualistas o grupusculares. Y esto no es casual, porque si algo caracteriza al siglo pasado es la imprescindible presencia y dirección de los comunistas en el antifascismo, sin la que no hubiese sido posible derrotar al nazismo.

Así, el pasado sábado 23 de mayo pudimos comprobar lo que para nosotros fue el culmen de la desorganización. Principalmente porque el lugar de la manifestación no estaba definido. Es decir, que en la convocatoria se hacía alusión al recorrido general por donde los vehículos iban a circular, pero no un punto de encuentro de manifestantes, lo que llevó a identificaciones de camaradas y otros antifascistas y la indefensión absoluta ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). De esta forma, el repliegue de la réplica antifascista fue prácticamente inmediata por la absoluta debilidad del movimiento.

Así, nuestro deber como defensores del socialismo científico es preguntarnos si la forma que el antifascismo tiene de actuar es la adecuada. En primer lugar, nos basamos en percepciones propias, puesto que muchas veces la sensación que tenemos es que muchos actos antifascistas van al rebufo de la actualidad y tienen poca intención de concienciar al pueblo.

En segundo término, pensamos que la forma descontrolada de actuar descrita a lo largo de todo este comunicado lo único que consigue es:

  • Minar la moral de los camaradas comprometidos con la superación del sistema capitalista.
  • Alejar a las personas que se identifican con el progresismo de la organización popular.

Si las formas que tenemos de organizarnos tienen como objetivo la exacerbación del individualismo y la autocomplacencia, jamás conseguiremos que este mundo cambie de base.

La clase obrera hoy es débil como consecuencia de su desvertebración y su desideologización  – en el que el oportunismo ha jugado un papel destacado – y no es casualidad que coincida esto con el descenso de la influencia del marxismo-leninismo en las filas del proletariado. De aquí se desprende que la presencia de los comunistas es completamente imprescindible en los futuros órganos de gobierno popular y el movimiento obrero y, por tanto, la iniciativa de la unión de los comunistas un pilar fundamental para cohesionar a la clase obrera, fortalecerla organizativa e ideológicamente, y dirigirla para el cumplimiento de su misión histórica: Derrocar al capitalismo y construir el socialismo.

Por ello es necesario el Frente Único del Pueblo, por ello son necesarias las asambleas populares. Y no como entes paralelos a la población, sino como órganos de poder de la clase obrera donde confluyan todas las luchas de la clase obrera y se conviertan en una única lucha de clases del proletariado contra la burguesía y su Estado. Sin duda, en el Frente Único del Pueblo, los comunistas debemos jugar nuestro papel de vanguardia, constituirnos en el cemento que una las diferentes luchas de los distintos sectores de la clase obrera y mostrar a ésta su condición de ser el único sujeto transformador revolucionario haciendo que esta actúe en libertad, esto es, que sea consciente de su realidad, de las leyes que rigen el mundo y de la necesidad que nuestra clase tiene de acabar con el capitalismo e imponer el socialismo.

 

¡Por la unión de los comunistas!

¡Por el Frente Único del Pueblo!

¡Socialismo o Barbarie!

1 de junio de 2020

COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) EN A CORUÑA

 

 

A manifestación fascista na Coruña ratifica a necesidade da unidade de acción dos comunistas

 

O pasado 23 de maio celebráronse en diferentes puntos do Estado español varias manifestacións automobilísticas convocadas por VOX protestando contra a xestión do goberno de coalición dentro da estratexia que ten a burguesía a nivel estatal e mundial: o decantamento cara o fascismo aberto e descarado, todo iso debido á cada vez máis profunda crise do capitalismo, que soamente ten a saída da reacción. En A Coruña celebrouse unha desas manifestacións, co que a modo de réplica confeccionouse unha contra-manifestación antifascista. Como é lóxico, os camaradas do noso Partido acudimos a esta última.

Dende hai algún tempo, levamos observando nas convocatorias antifascistas unha desorganización desmesurada. Falamos de casos nos que se berran consignas contraditorias, os organizadores das manifestacións chegan tarde ás súas propias convocatorias, improvísanse determinadas accións, etcétera. A fin de contas, un grado de dispersión que realmente distancia o movemento antifascista actual do mesmo movemento ocorrido no século XX, onde a organización e a coherencia estaban, sobre todo, por riba das decisións individualistas ou grupusculares. E isto non é casual, porque se algo caracteriza ao século pasado é a imprescindible presenza e dirección dos comunistas no antifascismo, sen a que non houbera sido posible derrotar ao nazismo.

Así, o pasado sábado 23 de maio puidemos comprobar o que para nós foi a cúspide da desorganización. Principalmente porque o lugar da manifestación non estaba definido. É dicir, que na convocatoria facíase alusión ao percorrido xeral por onde os vehículos ían circular, pero non un punto de encontro de manifestantes, o que levou á identificacións de camaradas e outros antifascistas e a indefensión absoluta ante as Forzas e Corpos de Seguridade do Estado (FSCE). Desta forma, o repregamento da réplica antifascista foi practicamente inmediata pola absoluta debilidade do movemento.

Así, o noso deber como defensores do socialismo científico é preguntarnos se a forma que o antifascismo ten de actuar é a adecuada. En primeiro lugar, baseámonos en percepcións propias, posto que moitas veces a sensación que temos é que moitos actos antifascistas van ao rebufo da actualidade e teñen pouca intención de concienciar ao pobo.

En segundo termo, pensamos que a forma de actuar descrita ao longo de todo este comunicado o único que consegue é:

1)  Minar a moral dos camaradas comprometidos coa superación do sistema capitalista.

2)  Afastar ás persoas que se identifican co progresismo da organización popular.

Se as formas que temos de organizarnos teñen como obxectivo a exacerbación do individualismo e a compracencia, xamais conseguiremos que este mundo mude de base.

A clase obreira hoxe é débil como consecuencia da súa desvertebración e a súa desideoloxización – no que o oportunismo xogou un papel destacado – e non é casualidade que coincida có descenso da influencia do marxismo-leninismo nas filas do proletariado. De aquí despréndese que a presenza dos comunistas é completamente imprescindible nos futuros órganos de goberno popular e o movemento obreiro e, polo tanto, a iniciativa da unión dos comunistas un piar fundamental para xuntar á clase obreira, fortalecela organizativa e ideoloxicamente, e dirixila para o cumprimento da súa misión histórica: Derrocar ao capitalismo e construír o socialismo.

Por iso é necesaria a Fronte  Única do Pobo, por iso son necesarias as asembleas populares. E non como entes paralelos á poboación, senón coma órganos de poder da clase obreira onde conflúan todas as loitas da case obreira e se convertan nunha única loita de clases do proletariado contra a  burguesía e o seu Estado. Sen dúbida, na Fronte Única do Pobo, os comunistas debemos xogar o noso papel de vangarda, constituírnos no cemento que una as diferentes loitas dos distintos sectores da clase obreira e mostrar a esta a súa condición de ser o único suxeito transformador, revolucionario facendo que esta actúe en liberdade, isto é, que sexa consciente da súa realidade, das leis que rexen o mundo e da necesidade que a nosa clase ten de rematar có capitalismo e impoñer o socialismo.

 

Pola unión dos comunistas!

Pola Fronte Única do Pobo!

Socialismo ou Barbarie!

 

1 de xuño de 2020

COMITÉ PROVINCIAL DO PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) NA CORUÑA